Partida Rol por web

Intrigas en la corte

Intrigas

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03/10/2010, 12:44
Rey Paul

-Quiero acallar los falsos rumores de que mete mujeres en su lecho.-

¿Falsos? Ja.

-Eileen? ¿Quereis casaros? Sin duda podría encontrar algún duque deseoso de congraciarse conmigo.-

Deja de mirar por la ventana, y tampoco te mira, va vistiendose en cambio.

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03/10/2010, 12:48
Lady Eileen

-Si consideras que casarla con el Zar es lo que más beneficia el reino, adelante. Supongo que habrás estudiado al resto de candidatos con atención y tendrás tus razones para decidirte por él. Siempre has tenido buen juicio- comento intentando sembrar algo de recapacitación en él.

-Oh, no había pensado en ello, la verdad- susurro un tanto sorprendida. Me siento en el quicio de la ventana, envuelta en la sábana, dejando colgar mis pies, peinando con los dedos mi larga melena.

-Hay... un primo mío. De pequeños siempre decíamos que nos casaríamos juntos porque así cada uno podría estar con quien realmente quisiera... No le interesan las mujeres pero tiene que dejar herederos en su feudo. Sería un buen acuerdo para ambos. Lo cierto es que no había pensado en ello desde que llegué a la Corte pero tal vez sea el momento de hablar con él- respondo con cierta tristeza en la voz.

 

 

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03/10/2010, 12:55
Rey Paul

-En vuestra familia no hay duques, Eileen. Debo firmar alianzas siempre que pueda, y ofrecer una esposa tan bella como vos es un gran regalo, no lo desperdiciaré en un don nadie.-

Comprendes que la pregunta de si querias casarte con alguien esr simplemente para que comprendieras lo que te iba a pasar.

En ese momento llaman a la puerta. El ayuda de cámara anuncia que la reina desea ver al rey....

Y la reina entra detras de él, tiene aspecto de estar muy cabreada por algo. no se sorprende de verte ahi, pero sonríe peligrosamente.

-Oh, querido. Debo hablar con vos.-

Sin más te coge del brazo y te saca fuera de la habitación, sin tu ropa...y arrancandote la sábana de su marido.

El ayuda de cámara del rey, y la de la reina, te miran asombrados. El ademas, con clara apreciacion...

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03/10/2010, 13:09
Lady Eileen

Me levanto de un salto, airada.

-Por supuesto, como gusteis, mi Rey- digo acercándome a mi ropa.

Entonces todo pasa muy rápido y me encuentro desnuda en medio del pasillo. Miro a los dos criados, que parece que se han quedado pasmados, o algo.

-Y si en vez de mirar algo que no es de vuestra propiedad me traeis un poco de ropa...- ordeno con obvio enfado.

Mientras espero, intento escuchar qué pasa detrás de la puerta. Si ella está tan enfadada como para tratarme con tanto desprecio por primera vez, debe ser algo grave.

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03/10/2010, 13:20

El hombre aparta la mirada sonrojandose, murmura que no puede moverse de ahi si el rey no se lo ordena. Es cierto, sabes que tanto él como ella no pueden moverse.

Ella no obstante parece mosquearse.

-No sois más que una vulgar puta que va a ser despreciada, no sois quien para dar ordenes a nadie. Marchaos de una vez.-

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03/10/2010, 13:28
Lady Eileen

MIro de frente a la criada, sin mostrar ningún tipo de vergüenza.

-Al menos yo no vivo chismorreando y limpiando la suciedad de los demás. Creo que tengo muy claro quien está más manchada de las dos- digo con dignidad.

Me doy media vuelta y camino con calma hacia mis aposentos, sin parecer turbada ni mucho menos. Cuando llego a ellos, ordeno a la criada que prepare un baño, me aseo y camino hacia la Catedral. Me vendrá bien hacer algo útil.

 

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03/10/2010, 13:33

-Sucia, si. Pero sin dignidad. Acudiendo a la cama de un hombre casado, arrastrandose solo por algo de peso en la sociedad. Puta, eso es lo que sois.- Te mira con verdadero asco.

La gente que te cruzas te mira, sin duda habrá rumores.

Tras tomar un largo baño, y vestirte sola, pues tu criada se marchó mientras te bañabas ¿alguien le habra dicho algo? Tal vez, el caso es que no aparece. *

Llegas a la catedral, allí está el sacerdote, santificando los utiles de su oficio.

Notas de juego

*ya me diras que te pones, por ejemplo un corsé tu sola malamente...

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03/10/2010, 15:56
Lady Eileen

Por primera vez, me encuentro sóla en mi cuarto. Me parece raro, y empiezo a preocuparme. Esto no parece normal. Cuando se deja a una amante, nunca hay tanto escándalo. Me pongo un vestido sencillo, uno de los que tenía preparados para cuando empezase a notarse el embarazo. Aprieto las cintas delanteras y salgo de la habitación.

Al llegar a la catedral, me acerco al sacerdote.

-Disculpe, ¿sabe donde está el señor Obispo?-

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03/10/2010, 16:06
Obispo Jean

-Si, Lady Eileen. Se encuentra en algún punto del laberinto de setos, plantando rosas.-

Mientras lo buscas...acabas por, no perderte, pero si desorientarte un poco. De tal manera que cuando unas manos se apoyan en tu cintura desde detrás, te sobresaltas.

-Lady eileen, que grata sorpresa.- las manos no se apartan, y notas un pecho fuerte rozar tu espalda.

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03/10/2010, 16:14
Lady Eileen

Me deslizo con gracias fuera de su abrazo para poder mirarlo de frnte.

-Hola Obispo- saludo haciendo una reverencia digna de su rango - ¿Os gustaría acompañarme a un paseo?. Tendría que hablar con vos. Me temo que he tenido ciertos cambios de planes-

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03/10/2010, 16:26
Obispo Jean

-No, nada de pasear. Eres mi ayudante Eileen, y vas a ayudarme.-

Te señala un parterre de tierra, detras de un grupo de rosales ya algo crecidos.

-Plantad las semillas. Arremangaos la falda y las mangas no se vayan a enganchar.-

Por la posicin del parterre vas a tener que estar practicamente con el culo en pompa todo el rato que estes plantando. Y es un parterre grande...

-Contadme que os turba mientras lo haceis.-

El se sienta en un banco que hay detrás.

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03/10/2010, 16:33
Lady Eileen

Lo miro con una sonrisa. Si se cree que vamos a hablar de algo tans erio mientas mi culo está en pompa, va dado.

-Gracias Obispo, pero no me importa mancharme las manos trabajando, y mucho menos el vestido- respondo mientras me remango las mangas y me siento sobre la tierra,

-Vereis, supongo que recordareis el problema del que os hablé anteriormente. BIen, he hablado con su Alteza y, dado sus actuales relaciones con la Iglesia, convenimos que lo mejor sería que me marchase de la Corte, dado que yo me negué a una solución más... drástica. Sin embargo, unas dos horas después decidió cambiar de opinión y al parecer tiene intención de casarme con... alguien. Para terminar, hubo un nuevo cambio, presumiblemente fruto del enfado de la Reina, por motivos que no conozco. Como ve, ha sido un día interesante- hablo.

 

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03/10/2010, 16:43
Obispo Jean

-Me temo que el enfado de la reina sea culpa mia. La rechazé teniendola ya casi desnuda...y me temo que os he metido en problemas...la reina no estonta y sabe que ayer mostré interés por ti....-

-Tampoco le hace gracia la condena que el rey va a colgar del cuello de Katherine...si, el rey no actua tan en secreto como piensa, y Katherine, aunque, perdona mi lenguaje, es una puta díscola terriblemente fácil de abrir de piernas, es muy buena persona. Casarla con el Zar es condenarla a una muerte en vida, palizas y torturas incluso.-

 

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03/10/2010, 23:07
Lady Eileen

Lo miro con una sonrisa cuando habla de la Reina.

-Lo primero que se nos enseña a las hijas de nobles es que al Rey no se le dice que no. Deberían haberte enseñado lo mismo, todos nos hubiésemos ahorrado problemas- contesto en tono de broma.

Me pongo más sera cuando habla de la Princesa.

-Si, he intentado hacerle recapacitar sobre el Zar haciéndole ver la posibilidad de conseguir una alianza más ventajosa, pero no creo que esta vez me escuche. Lo que no entiendo es qué tiene que ver todo esto conmigo-

Hago una pausa para levantarme, sacudirme la tierra y mirar las rosas.

-Y volviendo a mi problema, ¿qué te parecería la opción de reconciliarme con Dios y tomar hábitos?. Podría tener al niño y quedármelo, eso arreglaría parte de los problemas del Rey con la Iglesia y yo no tendría que acostarme con el primer noble cretino que pague bastante por mi. ¿No te parece un buen plan?-

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03/10/2010, 23:26
Obispo Jean

Rie ante la teoria del no.

-Jovencita, te sorprendería a as cosas que puede decir que no la iglesia.-

 

Enarca las cejas ante tu propuesta.

-La idea no es mala Eileen. Puedo arregarlo sin dificultad, pero antes de que decidais eso...debo decirte que no tienes madera de monja. Tampoco yo de obispo, pero es mucho más sencillo para un hombre, además del poder que conlleva, eso lo facilita aun más.-

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03/10/2010, 23:35
Lady Eileen

-Oh, claro que no tengo manera de monja. Me has confesado. No es algo que pueda esconder. Pero no le veo mucha más salida. Si él quiere, puede casarme con el primer animal que se le pase por la cabeza. ¿Y si la Reina intercede en favor de la Princesa y el Rey decide no casarla con el Zar, pero aún así quiere quedar bien con él?. ¿Quien crees que tiene todas las papeletas para ir?. Es cierto, en un Convento estaré sóla, nadie volverá a tocarme y muchas cosas más... pero creeme, lo prefiero a ser vendida a alguien como el Zar- explico -ahora, si encuentras una salida mejor, estoy dispuesta a escucharte-

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03/10/2010, 23:50
Obispo Jean

Se te acerca, te levanta a barbilla al tiempo que te desliza el vestido mas abajo de los hombros.

-Siempre hay salidas, y si esas salidas implican no renunciar al bendito don del sexo, a mi parecer son mejores.-

¿Esta insinuando lo que está insinuando?

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04/10/2010, 00:02
Lady Eileen

Sonrío con picardía mientras doy un paso atrás, y me subo el vestido.

-Me temo, Obispo, que no he sido repudiada aún. Al menos no de forma oficial. Lo que nos daría muchos problemas... o al menos a mi. Si encuentra alguna forma de ayudarme, estaría muy bien. Mientras tanto, debería ir arreglando mi ingreso en el seno de su Iglesia. O puede que no tenga esa oportunidad-

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04/10/2010, 00:08
Obispo Jean

Inclina la cabeza sonriendo.

-Una forma muy política de rechazarme. Bravo.-

Va recogiendo sus cosas.

-Estad lista por la mañana, nos vamos de viaje.-

Se marcha.

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04/10/2010, 00:16
Lady Eileen

Antes de que se marche, lo cojo por el brazo y me acerco a su oído.

-No es un rechazo Jean, es prudencia- susurro antes de alejarme dos pasos hacia atrás.

-Estaré lista, gracias-

Me alejo pensativa. Vuelvo a mi cuarto, dudosa. No se que va a pasar realmente. Ceno algo de pan  con queso y fruta. No hago maletas, no tengo nada que sea mío realmente. Además, si voy a ingresar en un convento, tampoco me harán falta. Pero mañana saldré de la Corte digna, bien vestida y con las joyas que él me ha regalado. Con eso será suficiente.