Partida Rol por web

Mmm... Me gustaría que fueras vampiro para acecharme, Yoru dorado.

Suspirando, haciendome la resignada, terminé diciendo

Supongo que debo quedarme en tus aposentos, pero para que me protegas, por supuesto... añadí mientras me mordía el labio inferior

- Por supuesto, querida... -parafraseó Yoru el Túnica Negra con su voz aterciopelada, y volvió a tomar la mano de Quenya, depositando un nuevo y cálido beso; no uno baboso e intenso, como hacían los torpes cortesanos, sino leve como la honda que en algua provoca la caida de un pétalo- Te doy mi palabra, y te lo juro en nombre de todos los dioses a los que no sigo, que tu protección y bienestar es lo que busco... En cuanto hayas cenado y repuesto fuerzas, será para mi un placer acompañarte hasta dicha protección...

Y sin dejar de posar los ojos en los de la semidragona, con mirada significativa, se llevó de nuevo el bebedizo a los labios, ya templado, y lo apuró con lentitud y parsimonia.

Nunca una simple infusión de hiervas digestivas le había sabido tan bien...

El caballero no dejaba de salir de su asombro cuando tras el momento inicial al ver al semiogro y después de pedirse algo de comer y beber, un túnica negra apareció a su lado. Esta vez no se llevó la mano a las armas. Su instinto no le previno y eso le bastaba para saber que de momento no era un enemigo. Pero eso no quería decir que no le gustara. Mirándole fíjamente con un rictus serio y frío, Urik le habló.- No, gracias- dijo educadamente arrastrando la priera "a".

El caballero siguió con la vista fija en el túnica negra y luego pasaron a Quenya. La diferencia era notable entre ambos seres, pero algo le decía que eran igual de poderosos e... impredecibles.

En ese momento Thokk le ofreció un sitio en su mesa. Habría jurado por lo más sagrado que nunca compartiría mesa con un ser como ese, pero las circunstancias mandaban y, más que eso, la curiosidad de conocer la verdad sobre la historia de ese semiogro.

Mirándo a la bella Quenya, Urik le hizo una leve reverencia.- Si me disculpáis mi señora, voy a aquella mesa para departir con... los demás- concedió el caballero. Luego miró de soslayo a Yoru y luego nuevamente a Quenya. Tras coger sus viandas y renovar el saludo a la mujer, el caballero se alejó de la pareja y se dirigió a la mesa.

- Salud- saludó Urik al llegar.- En realidad el Don es por mi título- comentó mientras dejaba su comida y bebida, colocaba una silla y se sentaba con los demás alrededor de la mesa.- Cuando alguien es nombrado caballero del cuervo, sus superiores le conceden el honor del apelativo "Don"- Urik bebió un sorvo de su vino mientras recordaba.- Hace ya mucho que llevo ese apelativo en mi nombre. Entre los de mi orden era un común llamarnos con esa distinción... pero ahora eso poco importa ya-. El rostro de Urik se ensombreció. Sus recuerdos sobre su malograda orden laceraban su mente más que si lo hicera un arma.-... Ahora... podén llamarme Don Urik o Urik, como prefieran.

Luego su mirada se fijó en Thokk y le preguntó.- ¿Es cirto lo que ha dicho de vos ese... hombre?- la lengua de Urik se mordió un segundo antes de mencionar al túnica negra. Si bien no le temía, sabía que sería una ayuda muy a tener en cuenta en la lucha contra el mal que se les cernía.

Ahora... podén llamarme Don Urik o Urik, como prefieran.

Al oír esas palabras, levanté la mirada hacia él

Prefiero llamarte Don Urik, es más... Excitante dije mientras me acariciaba un mechón de pelo

Las palabras de Quenya hacen que el caballero se gire hacia la bellísima mujer y la mire fijamente. Urik sabía que estaba jugando con él, pese a esto no pudo decirle nada, sino enrojecer por la vergüenza. Se veía a la legua que el caballero del cuervo no estaba acostumbrado a tratar con personas del sexo opuesto y menos cuando estas desplegaban sus trucos y encantos.- Como gustéis- contestó levantando la copa y bebiendo raudamente, colorado como un tomate, para que no se dieran cuenta.

El veterano guerrero apuro su cerveza y casi sin fuerzas ya, se dispuso a subir a la habitacion para a cometer la ardua tarea de quitarse la armadura.

Supongo que mañana al alba, antes de partir, pondremos en comun lo que hayamos averiguado. Señores, este anciano se va a descansar antes de que mañana no pueda mover ni uno de mis doloridos musculos.

Viendo que la pregunta de mi líder es ignorada por la clérigo novata, me levanto.

-Orphanos - Digo a mi compañero - Procederé a buscar el descanso de la noche. Al alba, y con fuerzas renovadas, ni los más oscuros pesares podrán con nosotros. Hasta el amanecer - Me despido antes de ir hacia los dormitorios.

En vista de que nadie parece necesitar mis habilidades curativas, me marcho hacia mi habitación para dormir.

Yoru ve como se levantan varios de los defensores del bien y la luz, así como algunos de sus conocidos, y borrachos varios. Tiene un gesto hacia el viejo guerrero, un cabeceo de reconocimiento ante la dura tarea que tiene entre manos. Desenlatarse era uno de los pesares que formaban parte de la vida del guerrero, algo a lo que Yoru renunció hace mucho tiempo por artes más... sutiles. Yoru ve que entre los que se disponen a marcharse, está Alesse.

- Discúlpame un instante, querida... -dijo en dirección a Quenya, mientras se alzaba de su asiento- Mi devota protegida parece que se cae de sueño y quiero tener con ella unas palabras antes... Hasta mi regreso, pedidle al buen Urik que os entretenga con un chiste. Seguro que posee tan buen sentido del humor como coloración en sus mejillas...

Y con una elegante genuflexión dirigida a la dama, se acercó con unos pasos ligeros hasta Alesse...

Yoru se acercó a Alesse. Cuando su cara se dirigió a la joven, volvía a tener su propio rostro, pero aun vestía aquellas ropas negras. Mostraba un rostro sincero y tranquilo, sin aquella sonrisa denaturalizada e irreal.

- Alesse... Con lo que hoy hemos visto no es aconsejable pasar la noche en soledad. Aunque sea en esta posada. -su tono dejaba traslucir cierta preocupación cariñosa- Se que eres una chica muy capaz, pero no quiero tener que preocuparme por ti... Por favor, dame la llave de tus aposentos y toma la de los míos. -estiró hacia ella una mano oculta en la manga de la túnica- Llevaré a Quenya allí para que os hagais compañía mutua. Una noche de chicas. A ella la caes bien, y creo que no se molestará por la sorpresa inesperada... -una sonrisita asomó a mis labios, pero en seguida desapareció, dando paso a un rostro sumamente preocupado- ...Tengo un presentimiento, Alesse... Un mal presentimiento... Algo zumba en mi interior esta noche... Pero aun no se lo que es... -hizo una pausa antes de continuar con un tono menos ominoso- Hazme un favor y tóma en serio mi petición. ¿Lo harás...? Además, puede que Quenya también necesite protección...

Y mientras esperaba respuesta, la mano de Yoru se mantuvo alzada, ofreciendo la llave de su dormitorio, pero oculta en su manga...

Esperame compañero  para mi  también es tarde y es  hora  de  retirarme a meditar.Hago un ligera inclinación de  cabeza a modo de  despedida.Mañana sera otro día  y  quizás con la  luz del sol   veamos las cosas  con mas claridad.Decansad bien amigos.sigo  a mi compañero iluminador hacia los dormitorios.

Alese intercambió susurros con Yoru antes de retirarse, los demás no pudieron apreciar qué se decían, pero la sacerdotisa terminó la conversación con una cálida sonrisa.

- De acuerdo, confiaré en ti -respondio la sacerdotisa con una sonrisa- pero como sea un un intento de meterte en mi cama perderás los huevos en todos tus aspectos.

Urik escuchó de soslayo cómo Yoru se refería a él, pero no prestó atención, le interesaba mucho más lo que pudiera decirle Thokk soble él mismo. En lucha contra criaturas malignas, Urik  nunca se hubiera planteado que esas mismas criatruas pudieran estar al lado del bien... o por lo menos ayudar en su consecución.

Con interés escuchó al gigantón semiogro.

Envy habia aprovechado sentarse junto a Thokk, precisamente del otro lado de el, con lo que de seguro habia desaparecido para los que estaban del otro de el, osea de la puerta. Pidio dos pintas de cerveza y algo de guiso, y luego de pagarlas se termino una de un solo y largo trago. Para luego reir de las pavadas que escuchaba decir a Yoru.

-Asi que algo te has divertido con los santos enlatados- Dijo mientras empezaba a comer. -Yo no tuve problemas para llegar a mi destino, ya que me "adelante"- Dejando claro en la pronunciacion en que forma se podria haber adelantado. -Los demas ayudaron a Urik con un problema que tenia en el camino y luego se les sumo, parece un buen tipo, prejuzga muy rapido como todo paladin - Le dijo, en parte advirtiendo y en parte dejando en claro su queja por la mentalidad que predominaba entre tantas personas que se cruzaban en el camino. Ella vio como algunos de los Iluminados se iban a dormir. Solo quedaba la mujer. Pensaba hablar con el luego sobre lo que Madame le habia dicho, no era el lugar.

-Oye, Thokk,¿has pedido habitacion?- Le dijo aprovechandon que estaba a su lado, y el ruido que ocacionaban las charlas de sus compañeros, para hablar en voz baja para el. -No es que importa donde duermas, pero preferiria que tu y yo tomemos una habitacion o vallamos a alguna casa de por aqui, prefiero dormir con mi pelaje para estar mas atenta... a lo sumo si alguien indeseado entra me tomara como tu mascota-

Urik miró a Envy y levantó una ceja. No sabía como no podía haberla visto cuando estaba luchando. Era un enigma que algún día entendería... y seguramente hayaría otros "porques" que la muchacha encerraba y su instinto le advertía.- Gracias por lo de buen tipo- concedió el caballero.- Pero no creo que prejuzgue. El hecho de que vea enemigos donde plausiblemente puedan haber aliados, es por el "tipo" de personas que son... puesto que he combatido con muchas de llas antes de que pudieran ser aliadas- se excusó.- He de decir en mi defensa que antes de actuar y cargar contra... tales gentes- dijo señalando Thokk y a Yoru,- he leido la situación y he actuado en consecuencia. De todas forma si os he molestado en alguna palabra o acto os pido mil perdones señora- se disculpó Urik haciendo una leve reverencia con la cabeza. Tras esto bebió un sorbo de su bebida imitando a la muchacha.

Envy no pudop evitar reir ante la reverencia de Urik. Con lo cual luego tomo un sorbo de su cerveza y le hablo apuntando con la cerveza. -No te culpo por tu forma de ver el mundo, pero no creo que sea la correcta, esa filosofia barata de que todos son malos a menos que me demuestren lo contrario es muy simple y la vida no lo es- Luego volvio a tomar otro sorvo. Y ya habiendo empezado a hablar en serio, pero sin dejar de ser una conversacion amable que se tiene con un amigo o conocido.

-Mira Urik, me caes bien, te conosco hace una hora y media mas o menos, y he cruzado dos palabras contigo, pero solo me has tenido un instinto de atacarme una vez... si, vi tu expresion en la carpa y tu movimiento a tu empuñadura, pero desististe hasta tener mas informacion, y viendo tu buena actitud a darle espacio a mi amigo- Dijo dando una palmada en el brazo a Thokk. -A darse a conocer, ya has demostrado mas comprension que los Iluminados- Dijo haciendo referencia a los adoradores de Pelor que obviamente el tambien habia notado.

Envy se acomo un poco en su lugar, y dio un espacio de silencio haciendo notar bien que buscaba elegir sus palabras. -Bien podria decirte, que a mi forma de ver, hasta ahora vienes tomando, y no solo tu, pero como me has dado la impresion en esta hora y media, de que tomas un camino muy facil en la vida...-

-Si, facil, dejame terminar... Eres una de las primeras personas con la tengo la oportunidad de hablar esto claramente con una cerveza en la mano y no con una espada, asi que ten la amabilidad de dejarme explicarme...- Se dio un momento en el que tapandose con el puño lanzo un pequeño eructo, aun dentro de los limites de buena educacion, el cual no hubiera contenido si hubiera estado solo con Thokk o Alesse. -No solo tu, pero veo en varias personas que toman esa filosofia que es muy facil tomarla, y lo peor es que muchos servidores de sus dioses la toman creyendo que hacen el bien, y justamente ellos que promente sufrir por ayudar a otros, toman la decision facil de tomar a todos, y en especial a gente como nosotros- Dijo señalando en un gesto a Thokk y a ella. -Como seres maleficos o adoradores de un demonio que solo buscan matar y disfrutar con el dolor ajeno, y es un camino muy facil para ustedes, porque pasamos a tener que nosotros arriesgarnos a demostrarles que no somos malas personas, bah, que somos personas para variar, y aun asi no nos creen luego... Para mi, alguien que jura defender el bien, deberia tomar el camino dificil, todos son buenos hasta demostrar lo contrario, no es facil es peligroso, pero es mas justo...- Termino de decir, luego se llevo la cerveza a la boca, se detuvo un instante, la alejo un centimetro. -Ah, y por cierto, soy una mujer lobo, por eso no me viste... no te preocupes, toda la taberna lo sabe- Luego, si tomo lo que quedaba de cerveza en su pinta... pidio otra, y siguio con su guiso encebollado, mientras esperaba una respuesta de Urik.

La pequeña Envy habia estaba a su lado, bebia y bebia mientras su lengua se desataba y discutia con Urik sobre su forma de ver la vida. Tienes razón Envy, pero eso es pedirle peras al olmo. Yo tengo suficiente con que no me ataquen nada mas verme. Es molesto tener que defenderte, luego manchas la taberna de sangre y te miran mal - dijo Thokk riendo. Respecto a que si lo que dijo Yoru es cierto, es totalmente falso, soy un semiogro de nacimiento. En nuestras tribus no tenemos principes, se lucha por el mando de la tribu. Aun asi, yo he vivido poco entre ogros,  solo una epoca en mi juventud. Mi niñez la pase con los humano pero la convivencia era dificil asi que me fui a vivir con los ogros. Estuve un tiempo con ellos pero no encajaba asi que sali a recorrer los caminos haciendo fortuna como protector de carabanas, o solucionando pequeños problemas con ladrones. Espero que eso colme tu curiosidad señor Urik.

¿Una habitación?¿Para alguien de mi tamaño? No creo que tenga esa suerte, lo que si tengo es una tienda de campaña que podemos montar en la plaza y dormir tranquilamente. Se que no es como una cama, pero es lo unico que puedo ofrecerte. - dijo mientras le revolvia el pelo con la mano.