Partida Rol por web

Thokk se levantó del suelo y cogió su arma. Parecía que la falta de sangre a manos de las sabandijas del lago le había vuelto además torpe. Vio aliviado que sus compañeros empezaban a salir de la posada lentamente. Supuso que algunos estarían ya en la cama y de ahí el motivo de la tardanza. Se preparó para atacar a la mínima oportunidad que tuviese.

Después de recoger sus cosas, Ashlyn baja las escaleras todo lo rápido que puede.

Alese trata de bajar rápidamente, por las escaleras, haciendo resonar su armadura que todavía tenía puesta, rezando para que nadie muriese al menos antes de que ella pudiese atenderlo.

Wolkot se precipitó escaleras abajo ante la urgencia de la voz de la mujer verdosa. Los sonido de combate le llegaron a su oído y su corazón comenzó a bombear adrenalina a los músculos de su cuerpo.

Asió la espada antes de salir y encontrarse con los licántropos.

Irina volvió a lanzar un virote, y viendo que no obtenía ningún resultado optó por tirar al suelo su ballesta y sacar el espadón.

Viendo que colocarme la armadura me va a llevar un tiempo del que probablemente mis compañeros no dispongan, agarro mi escudo y mi espada y salgo corriendo en dirección a la batalla. Sean licántropos o lo que sean no podremos con ellos si no nos ayudamos entre todos.

-¡Heironeous!-Grito al llegar enarbolando mi espada.

Envy salió corriendo contra uno de aquellos lobos, dio un gran salto y trató de derribarle, pero la criatura, con sus cuatro patas era sumamente estable y no hubo forma de tirarla al suelo.

Después, Fisteus propinó un par de golpes contra su enemigo, el primero no surtió efecto, pero el segundo dio de pleno en la mandíbula del lobo, haciendo que ésta saltase por los aires y desgarrase por completo la cara del can. Ante semejante pérdida de sangre y tanto dolor, el lobo cayó al suelo completamente muerto. Fisteus había logrado quitarse de en medio al primero de los lobos.

Don Urik trató de usar sus habilidades para castigar el mal que tenía frente a él, pero estaba tan cansado que no lo consiguió. Había tratado de dormir aquella noche, pero no había sido suficiente por lo que no había recuperado energías suficientes como para volver a usar aquella aptitud. A pesar de ello, logró encajar un fuerte golpe, haciéndole otra profunda herida en uno de los costados del lobo.

Mientras tanto Thokk recogió su arma y se puso en pie para tratar de ayudar, de una vez, a sus compañeros.

Irina por su parte, lanzó un virote contra el enemigo que aún quedaba en pie, sin mucho éxito, así que prefirió tirar la ballesta y desenfundar el espadón.

El lobo herido contempló el cadaver de su compañero y mostró sus colmillos a Don Urik, a pesar de que había sido el monje quien había acabado con él. Sin dudarlo le encajó un fuerte mordisco que le arrancó un buen trozo de su pierna, para después golpearlo con sus patas traseras y así tratar de tirarlo al suelo.

El resto de los aventureros salieron al encuentro, si se daban prisa, quizá les diese tiempo a ayudar a acabar con el lobo que aún quedaba en pie.

El golpe que le propinó el gigantesco lobo que combatía con el caballero del cuervo, hizo que éste perdiera el equilibrio y cayera al suelo. 

Don Urik apretó los dientes e intentó herir a la criatura desde su posición para acabar con ella y que no fuera un peligro para sua compañeros.

Con lagrimas en los ojos  golpeo  tan rapidamente al lobo  que parece que es un unico puñetazo el que le alcanza en medio de la cabeza  .No te podia permitir que  dañases a mis compañeros asi que tu muerte era inevitable .

Thokk cargó rugiendo contra el lobo que había tirado al suelo al caballero y en ese golpe puso toda la rabia contenida por haber fallado todos los ataques anteriores, haber caido al suelo y casi haber perdido su hacha. Golpeó tan fuerte como pudo consciente de que un golpe así partiría por la mitad a un humano normal.

Alese llegó corriendo a la batalla, era todo lo que le permitía su pesada armadura.

Irina corrió hasta el lobo que quedaba en pie, tratando de alcanzarle para rebanarle el cuello.

Viendo que el combate está en cierta medida controlado, y sin querer exponerse demasiado al no llevar la armadura, Ashlyn opta por la ballesta. Apunta al lobo que está en pie y dispara un virote tratando de alcanzar a este.

El veterano bajó las escaleras tan rápido que cuando salió al exterior apenas le quedaba resuello.

Afortunadamente apenas quedaban enemigos así que trató de averiguar si algún oro les acechaba.

Espada en mano, al ver al último oponente, me lanzo para acabar con él culpándome en mi interior por no haber acudido antes. Lamentablemente los nervios me juegan una mala pasada y mi golpe falla.

Me quedé mirando desde una ventana. No podía ayudarles a atacar y seguramente tampoco podría defenderme. Lo mejor que podía hacer era quedarme apartada.

Envy sabia que no podia hacer nada, todos se habian avalanzado sobre el lobo, y sumarse no iba a hacer nada mas que complicar las cosas. Por el momento solo se quedo esperando a por si este escapaba, estar lista para atraparlo.

Y el punto final lo puso el semigigante. Lo que hasta ahora había sido una lucha consigo mismo por tratar de ayudar a Irina, por fin se había convertido en un final suficientemente digno para una criatura de su tamaño.

Thokk salió corriendo en dirección a su oponente y alzando con gran fuerza su enorme gran hacha la dejó caer sobre el último de los lobos que quedaba en pie. Lo cortó como si fuera mantequilla, dejando separadas ambas partes del cuerpo, por un lado la cabeza y los cuartos delanteros y por el otro, los cuartos traseros y el rabo. La criatura había sido dividida, y la plaza de Barovia se había bañado de sangre.

Así que, para cuando quisieron llegar el resto de compañeros, todo había terminado ya.

- ¿Han mordido a alguien?