Partida Rol por web

- Bien pensado Dod digo Blantel con lo que intentaba ser una sonrisa cariñosa Ten cuidado de todas formas, te estas poniendo perdido de carbonilla.

Dregg se mantuvo junto a Pik mientras este se dedicaba a lo que fuera que estuviera haciendo, sin hablar con el carpintero y su hijo. Habían interrumpido una conversación importante, pero pronto se irían y esperaba poder seguir conversando con su compañero cazador.

De pronto el vástago de Dod empezó a remover todo lo que quedaba del escenario, imposibilitando cualquier investigación en busca de posibles pruebas. Dregg seguía convencido de que alguien del castillo era el culpable de aquel incendio, pero ahora sería mucho más difícil averiguar nada.

-¡Pero papá... es imposible no mancharse! Respondió Dod mientras se quedaba mirando a su padre. ¿Como lo haces? Tu apenas estás sucio...

Siguió amontonando maderas para su padre, aunque nunca eran suficientes pues el maestro carpintero recogía muchas más de las que el pequeño podía juntar.

-¿Y vosotros también habéis venido a recoger madera? Preguntó a Dregg y a Pik al verlos cerca del altar con la esperanza de que si los ayudaban terminarían antes, pero no los había visto recoger nada. ¿O es que no os queréis manchar? ¿Vuestra madre también os riñe cuando llegáis sucios?

Estaba completamente absorto con mi análisis, esperando que los Dioses me dieran una respuesta a mi imaginación. Pero ya había transcurrido unas buenas horas, incluso les dio tiempo a los nuevo a ir, venir e incluso ¡¡conseguir una carreta!!.

Tienen la intención de llevarse todo, y al parecer los Dioses tienen previsto reirse de mi. ¿Le pasará algo a mi cerebro? ¿Se habrá achicharrado al igual que el escenario? ¡Vamos campeón, que tú puedes! Pienso refiriéndome a mi insulsa progresión mental.

Seguramente Dregg estará a punto de dormirse esperando a que termine de pensar, pero parece que a los locos, a ratos, les cuesta más permanecer en la realidad sin dejarse llevar por el delirio. Habrá que seguir esperando a que una paloma se me cague en la cabeza, tal vez así...

PIK:

- Por lo que has podido observar, el fuego fue provocado. Se utilizó alguna especie de combustible, tal vez de origen vegetal, para que el fuego se propagara rápidamente.

- No has encontrado huellas de nadie ajeno, por lo que crees que no es obra de ningún forastero.

- Brosten atraviesa la Barbacana Exterior y en poco rato llega junto al lago, al lugar donde ayer se celebró el banquete.

- Puede ver a su Blantel y a su hijo Dod recogiendo la madera quemada de la tarima y el altar. También a los cazadores Dregg y Pik, que no sabe muy bien qué están haciendo aparte de observar.

Giro hacia Dregg con rostro serio y algo molesto, no tenía la intención de que esto pareciera una feria tumultuosa pero ya que ha sucedido, habrá que tomar medidas. El ciervo nos espera, me dice que nada sobre aceite. Vamos, hay que comer y ya se está haciendo de día (¿de día? este Pik está pirado)

Me alejo del grupo en dirección al interior del bosquecillo, esperando que mi compañero me siga y continúe teniendo la lengua húmeda, es evidente que hay un traidor. Seguramente alguien con acceso a las cocinas, o a las torres de vigía. O tal vez sea un incrédulo de los Dioses. En cualquier caso, nadie cosechará de nuevo en mi campo sembrado.

Brosten se acerca al ver a Blantel y su ayudante, Saludos Blantel, bonita mañana.  ¿Tienes algún encargo para hoy?  voy al bosque a talar algunos árboles, si hay algo en especial que necesites avisame.  Por cierto, ¿que les pasa a esos dos? dice mientras señala con la cabeza en dirección a los cazadores.

- Hola Brosten, si, cierto, bonita mañana, aunque esta acabando ya. Pues mira, me vendría bien mucha madera, no me importa de que tipo mientras sea de buena calidad, tenemos que remontar la gran perdida de recursos por el incendio de la tarima.

Le hace una señal a Dod

Dod, ten más cuidado, te estas poniendo peor. Jajaja Una carcajada emerge de Blantel

No se que les ocurre, esta mañana estaban pescando tan tranquilos y cuando llegamos nosotros y nos pusimos a recoger todo esto se quedaron plasmados mirándonos, como si el Herrero se hubiese personificado y se hubiese puesto a ayudar. Jajajaja Vuelve a reír, y suspirando y poniendo las manos en jarras para descansar ¿Tu crees que tendremos un año de mala suerte? Le dice a Brosten

Siendo sinceros, Dregg había perdido la esperanza, si en algún momento la tuvo, de que la conversación con el pirado de Pik fuese a llegar a ninguna parte. Aun así le siguió al interior del bosque: no quería dejar aquello a medias, ni le apetecía cazar solo con esos pensamientos rondándole la cabeza.

Era, desde luego, un tema delicado, que no podía ir comentando por ahí con cualquiera, de modo que, para bien o para mal, no le quedaba otro remedio que seguir a su compañero de caza.

-Hola Brosten. Dijo Dod mientras saludaba con la mano efusivamente al recién llegado.

Dod intentaba en vano tirar de uno de los troncos de la tarima que pesaba demasiado para que el pequeño pudiera moverlo. Se llevó las manos a la cara desesperado, manchándose aún más todavía, y lo dejó por imposible intentando encontrar otro más pequeño que si pudiera acercar al montón.

-¡Papá, pesan demasiado! Protestó mientras miraba sus manos y sus brazos negros de la carbonilla. ¿Esto? No es nada papá, mira. Como solución a su problema de suciedad no se le ocurrió otra cosa que restregarse las manos y los brazos sobre su camisola que inevitablemente se tiñó de negro. ¿Ves? Ya estoy limpio. Dijo mientras le enseñaba a Blantel las palmas de las manos un poco más limpias que antes. Brosten ¿Traerás más espadas?

De vez en cuando el leñador escogía alguna vara sobrante de los árboles y las repartía entre los niños que jugaban con ellas a los caballeros, pero con el tiempo las espadas imaginarias se iban rompiendo o simplemente se perdían.

Brosten saco su afilada hacha del cinto al tiempo que apartaba a Dod de su trayectoria, te ayudare con ese gran tocón.  El leñador descargo su hacha con precisos y poderosos golpes que hicieron cuenta del gran tronco convirtiendolo en pequeños pedazos de madera negra más ligeros y llevaderos.

Ahora ya podrás con ellos tu solo, voy al bosque a por buena madera por tu padre y vere si ha crecido alguna espada en esos viejos árboles, sonrio Brosten mientras limpiaba su hacha.

Dirigiendose a Blantel le sonrie, de acuerdo te traere lo mejor que encuentre, espero que la madera no este muy humeda para poder ir más rápido.  La verdad es que procuro no pensar demasiado en esas cosas de la mala suerte para eso tenemos al Septon.  Bueno será mejor que me ponga en marcha o no tendrás esa madera.

- Pik se dirige al bosque, seguido poco después por Dregg.

- Al rato, Brosten se va también al bosque.

- Desde el Castillo llega Jared junto al lago y ve a Blantel y a su hijo Dod desmontando la arruinada y quemada tarima.

hola, hace un día agradable, como solía el Alfarero Jared saludaba a las gentes del lugar, mientras se disponía a encontrar ese lugar fangoso de buena arcilla para recoger unos buenos trozos, las últimas comandas requerían que acopiase una gran cantidad y por eso trajo el carro, pero antes del trabajo siempre viene bien informarse de los chismes que corren de boca en boca, púes estar al corriente de todo era parte del ofició de los comerciantes.

¿que novedades han llegado a sus oídos últimamente?

-Hola. Saludó Dod con una de sus negras manos al recién llegado mientras le dedicaba una alegre sonrisa. ¿Vienes a ayudarnos? Te advierto que estos troncos quemados manchan y si te ensucias tu madre te reñirá. Añadió el niño.

Mientras Jared hablaba con su padre y decidía si los ayudaba o no el niño siguió poniendo los troncos quemados más pequeños en un montón para que su padre los metiera en el carro.

Que salidas que tiene el nene, que majo es debe de parecerse a su madre... si su madre le hubiera de regañar por ensuciarse las manos no se habría echo Alfarero, el barro mancha y se va con agua. Tenía tiempo para entretenerse a hablar y si se le proponía colaborar o se le terminaba el tiempo o le surgía alguna excusa, la cuestión era entretenerse un rato entre que iba y venia de recoger arcilla fresca, pero trabajar para los demás...

Bueno pues luego si eso de vuelta me acerco y nos fumamos un cigarro, le comento al padre mientras se alejaba a su fangal.

- No te preocupes Jared dijo el carpintero por aquí vamos bien, aunque Dod se esta poniendo perdido

Al cabo de unas horas, cuando el sol ya ha empezado a caer ligeramente para esconderse tras el manto azul que es el mar, Dod y Blantel han terminado de recoger la mayo parte de la leña carbonizada, aún quedan restos en el suelo y se pueden ver algo de humo saliendo de un pequeño montón.

Con todo preparado y organizado comienzan la caminata de vuelta al taller para dejar la madera.

 - Vamonos Dod, estas perdido, tendrás que darte un baño y habrá que lavar un poco esas ropas. Cuando lleguemos vete a jugar con tus amigos si quieres, y si puedes di que tenemos madera para el fuego, barata pero de mala calidad.

-¡Si papá! ¡Se lo diré a todo el mundo! Dijo entusiasmado y convencido de su próxima tarea mientras se restregaba por última vez las manos negras sobre su camisola. ¿Un baño? ¡No quiero! ¡El jabón pica! ¡Además no hace ni dos semanas que me lavé! Si casi no estoy sucio papá...

Mientras protestaba caminó al lado de su padre rumbo al castillo.