Partida Rol por web

Hiroto se retira. Togo da un vistazo mas al pergamino y lo cierra.

-Descansa pequeña, mañana tendras un largo dia. 

El mismo se despoja de su vestimenta con tranquilidad, acostandose en su futon. 

-Apaga las velas cuando termines de acomodarte.

Si no haces nada más, una vez extendido el futon en el suelo puedes descansar tranquilamente de las penurias del dia.

Al amanecer, el sueño termina, cuando un heimin llama a la puerta timidamente. Abre y se arrodilla sin mirar.

-Bayushi-sama, es la mitad de la hora de vuestro honorable Kami. Kashira-sama le solicita se reuna con el para compartir el te en el salon.

-Esta bien. Me reunire con el en breve. Puedes retirarte. +dice el sensei, arrancado de su sueño, pero despierto y alerta de inmediato. 

Una vez el heimin se retira, te observa.

-Ohayou, Setsuko-chan. Si deseas ir a por tus cosas es ahora el momento. En media hora comenzara la primer prueba. Pero primero ven a desayunar, alli le informare a Kashira-sama de tu participacion y seguramente estara Hiroto. Tendran que darse prisa... 

Bayushi ingreso en la habitacion, miro la misma con detalle esperando encontrar eso que resulta valiosos y otros dejan de lado. el Kuni no vendria y la habitacion junto con sus cosas si estaban alli serian buenas para conocerle un poco mas aunque fuera de forma superficial al Shugenja.*

-.-.-.-

Bayushi desperto tras el susurro y palabras del Heimin, su ojo sano se abrio mirando al techo de la habitacion, tras unos segundos se incorporo viendo el atuendo que le habian dejado en las puertas de su residencia en aquel momento -Domo.arigato- Agradecio sin perder la cortecia de siempre, tras la partida del Heimin organizo la habitacion acomodando el futon donde habia dormido, luego tomo el Kimono de color marron y se lo coloco, era una buena forma de comenzar con sus tarea vestir los colores del Gorrion seguramente llamaria la atencion a mas de uno.

Termino por atar su cabello en una cola de caballo la cual volvio a doblar y atar haciendo un peinado firme.

Curiosamente, no hay nada de Kuni en la habitacion, salvo su kimono de clan, el que se cambio en la mañana, ahora lavado y doblado. El futon esta intacto, y no hay rastro de sus demas pertenencias. Si vino al cuarto, se llevo todo con él cuando bajo al poblado.

Una vez estas vestido y listo, el salon te espera con la comida.

El lugar esta algo menos concurrido que ayer. Faltan tus compañeros, desde luego, pero tampoco estan los sensei o Setsuko, por lo que hay mesas vacias. Al que si ves es al Usagi, sentado junto con un hombre calvo y una mujer de extraños ojos azules. Tambien reconoces al Libelula que se retiro antes de la lucha, sentado en otra mesa con dos bellas señoritas.

Y, por raro que parezca, hoy todos los participantes estan vestidos con esos kimonos marrones, sin adornos! 

Una leve irritación pasó por el rostro del Kuni al ver el completamente innecesario espectáculo del Unicornio. A pesar de las buenas relaciones entre ambos Clanes, había cosas de los norteños que Higetora nunca acabaría de comprender.- Seríamos muy pobres invitados si no hiciésemos lo que está en nuestra mano para servir a nuestros anfitriones. Cualquier colaboración que deseen solicitar, se la prestaremos con diligencia.- dijo Higetora a los Bushi Suzume, mientras comía con velocidad nacida del hábito.

La muestra de emoción del Unicornio llamó la atención del Grulla, si bien ni le desconcertó ni le pareció ofensivo o excesivo en modo alguno. Le habían educado para mantener la calma y no expresar sus emociones en ningún momento, pero tenía constancia de que los Unicornio a veces seguían convenciones algo distintas. Simplemente disimuló, terminó su desayuno y agradeció a los Suzume su atención.

- Bien, muchas gracias por su constante vigilancia. Creo que deberíamos partir cuanto antes, si nada nos demora más aquí.

Por supuesto. +acuerdan los Suzume+

Una vez terminado el ligero refrigerio, estan listos para partir. Con la persistente escolta de la niña Suzue, pronto son conducidos a la base de la colina del kyuden. Notan que hay varias personas alli, todos vestidos de marron, asi como media docena de guardias. Uno les es familiar a Daidoji e Iuchi, el joven Yugoki, quien se encuentra realizando ejercicios de calistenia ligeros.

-Ohayou! Espero que hallan descansado bien, Daidoji-san, Iuchi-san... +saluda con alegria. Luego mira al Kuni, entrecerrando los ojos, para finalmente decir con una reverencia.+ Gomen, Kuni-san, creo que no nos han presentado personalmente. Soy Suzume Yugoki, participante e hijo del daimyo Suzume Kashira, un placer. Espero que las pequeñas modificaciones pertinentes a la prueba de duelos hallan sido de vuestro agrado, asi como del de Iuchi-san.

El Grulla inclinó ligeramente la cabeza, respondiendo al saludo del Suzue. No dio muchas muestras de alegría, pero no por nada en particular; siempre era así.

- Ohayou, Yugoki - sama. Si, la noche ha sido tranquila, gracias en parte a la diligente vigilancia de vuestros hombres. 

Ohayoo gozaimasu, Suzume-san. En efecto su hospitalidad nos ha acogido como si fuésemos hijos de estas tierras. Le agardezco a usted y su Daimyo la amabilidad con que nos han tratado.

Asiento y después de prepararme para dormir me recuesto sobre el futón y duermo, hasta que nos despiertan y asiento a las palabras de mi maestro.

-Si Togo Sama, pero, si me presente como geisha en la posada, los otros samurai ¿no tomaran como ofensa que entre al torneo?- Pregunto curiosa, sin negar que tengo animos de participar en ese torneo.

-Probablemente. Imagine que vendrias disfrazada, por eso le pedi a Hiroto-kun que tomara nota de quienes te vieron. Si surgen preguntas, se les dira que en los nervios del momento preferiste ocultar tu identidad. Sin embargo, para minimizar los riesgos, te solicito que modifiques tu apariencia un poco, y por ahora uses tu verdadero nombre, el de Shoshuro Setsuko. Aprovecha la ocasion para ser tu misma, no la tendras a menudo...

Mientras habla se pone un kimono rojo y negro, elegante. Sin embargo, a ti te tiende uno marron, liso y sin adornos de ningun tipo. Es de tela basta, un kimono de heimin.

-Hablando de disfrazarse, hoy ponte esto. Las primeras pruebas son las de habilidad fisica, y todos se ensuciaran bastante... Los Suzume amablemente nos han provisto estos vestidos para no manchar los nuestros, pero en mi caso no es necesario, asi que puedes usarlo.

-Lamentablemente deje mis cosas en la posada, espero y no las hallan tocado. Y claro que aprovechare la oportunidad que me da maestro, espero ser digna de su confianza- Respondo con una sonrisa y entusiasmada de usar ropa "mas comoda" para las pruebas.-Gracias Maestro, supongo que me vestire con ellas para ir a la posada por mis cosas, andar en kimono y a prisas nunca he considerado que sea buena idea.

-Sin duda. Apenas tendras tiempo, asi que vistete rapido. El salon esta pasando la puerta central del bloque principal... Busca a Hiroto alli. Yo debo reunirme con Kashira-sama para ultimar los detalles de tu participacion...

Una vez vestido y acomodado, sale del cuarto, dejandote a solas para que termines de arreglarte.

Asiento y me visto como me indica y me toco la cara lamentandome en cierta forma.-Ire por mi máscara solo espero lo importante este aun.-veo como transportar mis cosas tras arreglar lo que había ocultado en el kimono en mis nuevas ropas viendo el vestido pensando en como estarlo llevando de un lado a otro.

Con el vestido no hay mucho que hacer, o lo llevas en la mano o lo dejas. 

El amplio patio frontal del castillo es  de arena fina, como de un templo. A tu derecha el pasillo se extiende hasta el final del kyuden, separando el ala donde dormiste del bloque central. El mismo solo tiene una gran puerta doble al frente, abierta. 

No ves gente en este lado, aunque al fondo del pasillo se ve movimiento de sirvientes entrando y saliendo de las habitaciones o yendo hacia la parte posterior del pequeño castillo.

Hiroto camino por el lugar donde tomaria su primera comida, observo a los presentes en los atuendo y guardo silencio hasta qeu llego y tomo asiento en una de las mesas. Su ojo recorria el lugar observandolo todo, su mente estaba trabajando; Donde estaban los demas? esa era una buena pregunta.

Otras le abordaron despues como el paradero de Setsuko quien seguramente ya pensaba en ir a buscar sus pertenencias... cerro sus ojos y dejo que sus oidos hicieran el resto.

Higetora se inclinó levemente.- Es un honor conoceros, suzume-sama. - Higetora torció ligeramente la cabeza, mirándolo desde debajo del ala del Jingasa.- He de reconocer que, teniendo en cuenta el afán que dedica el Gorrión al arte de la espada, me sorprende un poco que se haya flexibilizado esa prueba. Ojo, no me estoy quejando en absoluto.- Añadió, con una media sonrisa.

Asiente con un ligero cabeceo a Daidoji, evitando pronunciarse sobre lo sucedido anoche, para luego contestar al Kuni. 

-¿Cuantos shugenjas son afectos a la espada? + No espera respuesta, simplemente añade seriamente+ Lo logico y justo es que cada quien tenga su oportunidad de demostrar su talento en el area en la que sus habilidades le permitan... +su expresion se relaja, sonriendo levemente.+ Por fortuna, tambien mi padre y los jueces compartieron este punto de vista. Espero que vuestros encuentros sean de una gran belleza, Kuni-san, al igual que los de Iuchi-san y los otros dos shugenjas. Nunca he visto un duelo de Taryu-jiai, pero mi abuelo dice que son hermosos.

Higetora aceptó el cumplido enderezándose ligeramente.- Bueno, no hagamos esperar al resto entonces. Vos delante, Suzume-sama.