Partida Rol por web

Mientras los demas revisan, Setsuko se aparta sin hacerlo, y va unas habitaciones mas alla, al cuarto marcado con los mon del Fenix y el Conejo.

Rapidamente casi todos (salvo la joven Suzue, quien parece no poder enfocar su atencion entre tantos hombres nobles) se percatan de que no hay nada raro en las cosas de Daidoji, como asi tampoco en las de Saemon,... salvo que las ultimas son de una calidad inusual en un ronin.

Hay una suma interesante en su bolsa, aproximadamente 10 kokus, en monedas de oro y plata. El resto de los objetos son normales, pero nada desgastado como cabria esperarse de un espadachin vagabundo, sino nuevas y bien cuidadas (piedra de afilar, equipo de limpieza, rosario de cuentas, instrumentos de aseo, caza y pesca, etc).

Tambien posee una estatuilla, esta sí marcada, como si tuviera bastantes años. No resulta dificil identificarla. Akodo-Un-Ojo es uno de los 8 kamis mayores despues de todo, y cualquiera en el imperio reconoceria su imagen.

Niega con la cabeza, mientras su tenue sonrisa desaparece, cambiada por una leve mueca de pesar.

-Me temo que no he visto a Usagi-san, desde la ultima prueba... Su futon esta sin tocar. Creo que se sintio abatido, luego del triste papel que estamos desempeñando, y salio a despejarse. Ojala compartiera conmigo... puedo entender muy bien la frustracion que esto causa.

Suspira quedamente, con una tristeza tan genuina que es casi palpable. Recuerdas que de todos los participantes, el Asako es el unico que no ha logrado estar en el podio de ninguna prueba. 

Era bastante sospechoso que un simple ronin tuviese tan buenas pertenencias, pero dada la habilidad marcial que había demostrado, quizás se las había ganado combatiendo para algún señor poderoso. Desde luego no era nada que pudiera inculparle, así que simplemente dejó las cosas como estaban y esperó que decidían sus superiores.

Shoshuro con un gesto apartó un poco a Asako y con una inclinación de la cabeza le indicó que pasaría a la habitación lo cual hizo mientras le iba hablando: 

Asako-san, ¿como es su relación con Usagi-san?, me explico, durante estos días han podido hablar lo suficiente como para tener idea alguna de donde podría estar en este momento, o si además de su rendimiento en las pruebas ¿hay algo o alguien que le haya dado disgustos?

A lo que entraba al cuarto revisó con la mirada absolutamente todo el panorama de la habitación. 

-Parece que ahora sabemos que clase de ronin es...+comento, estudiando la figurita+ y eso no es bueno. Los Leon no tienen el mejor temple cuando estan privados de su honra.

No dice nada mas. Visto lo visto no parece haber otra osa en el cuarto. 

-Daidojí y Kuni-san, busquen a Saemon y traiganlo a la sala principal. Hiroto, ven conmigo. Tenemos que hablar con Kashira-sama. Algo en esto no cierra. Por si no lo han notado, el unico clan mayor que no fue invitado al evento es el Leon. Me preguntaba porque y puede que ahora obtenga una respuesta.

El Fenix se interpone en la puerta e impide tu ingreso, visiblemente turbado.

-Perdon, Shosuro-san, pero... ¿desea entrar? Eso no es... no es muy apropiado.

Mira por el pasillo, y al asomarse notas cierto sonrojo en sus mejillas algo bronceadas. Es evidente las luces en varias habitaciones, indicando mas gente despierta. Ademas tambien se entreve al Daidoji y su sirvienta en la puerta del cuarto de este ultimo, mientras lo revisan. Tras un momento añade.

-Gomen nassai, pero... es... Los muros son finos y... se podria pensar cualquier cosa. 

Entrecierra los ojos con suspicacia, como si su cabeza comenzara a despejarse.

-...A no ser que esten buscando algo. ¿Ese es el caso? ¿Que esta ocurriendo?

Suspira profundamente, Asako-san disculpe mis maneras torpes, pero realmente es importante lo que esta sucediendo aquí, su colaboración es algo indispensable. Le prometo que mis intenciones no son ponerlo en vergüenza, tan solo estoy colaborando por un bien mayor.

No estoy autorizada a decirle exactamente que fue lo que ocurrió, si usted se considera amigo de Usagi-san le ruego que nos permita entrar a revisar las pertenencias de él y nos ayude a localizarlo lo mas pronto posible. Setsuko dio un paso atrás y miro fijamente a los ojos al hombre, sus palabras eran dulces pero serias. En un momento vendrá mi maestro, hablara con usted y él aclarara sus dudas, yo solo necesito echar un vistazo mientras ellos, hizo una seña hacia la habitación del Daidoji, terminan de revisar allí.

-Entonces, si vos no estais autorizada, tendrá que venir Togo-sama a explicarme lo que sucede, Shosuro-san…+responde con parsimonia+. Como bien adivina, considero a Usagi-san un amigo. Por lo mismo, permitir que toquen sus cosas sin su permiso seria deshonroso. ¿Cómo os sentiríais vos si entrara a vuestro cuarto y tocara vuestros vestidos y útiles sin consultaros? +apunta con total lógica. Cruza los brazos dentro del obi.

-Por ende, me temo que debo negarme si no me informa de que trata todo esto. Tener la autoridad de un juez no significa autoridad para irrumpir en la privacidad de los participantes… Esperare aquí lo que haga falta. 

Sus palabras son razonadas, claras y logicas. Es incomodo pero la verdad esta de su parte. Las reglas minimas de cortesia juegan a su favor... a menos que le digas lo que quiere saber.

Quedó en un rincón, observando a los señores que iban de un lado a otro con una expresión algo preocupadas, pero también se dio cuenta que su amo no tenía nada sospecho, pero lo mismo no podía decirse de ronin al que habían investigado, la chica se encogió de hombros, y buscó la mirada de su señor esperando instrucciones.

Asako-san me entendió mal, yo no voy a revisar las cosas de su amigo, lo harán ellos,volviendo a señalar al grupo en la otra habitación, tan solo vengo para tener una primera impresión del lugar y poder dar garantía de su cooperación. meditó por un momento, respiró profundo y continúo: Realmente no quería ser yo quien dijera tan amargas palabras, pero no me deja otra opción.

Durante nuestra estancia han ocurrido sucesos infortunados que manchan el nombre de nuestros anfitriones, han ocurrido dos muertes de dos samurais,el tono de su voz bajó y fue mas grave aún de lo que podía esperarse de ella.  los difuntos son Iuchi Shiko junto a Ide Otojiro, que no aparezca Usagi-san nos hace temer por su bienestar y por su honra. ¿Entiende ahora porque las reservas acerca de este asunto y nuestro interés en su amigo?

Puede ayudarlo ayudándonos. 

El cortesano Fenix frunce el ceño, llevandose el nudillo de la diestra a los labios, pensativo.
-En verdad... no he visto al Iuchi desde ayer... pero Ide-san y Usagi-san... ambos estaban hace unas pocas horas, en la ultima prueba. No es posible.  Aunque noto que pareceis sincera.. 

Vacila un momento, pensativo. 
-Permitire que reviseis sus cosas.+asiente finalmente+ Pero solo con Togo-sama presente y el respeto apropiado, Shosuro-san. No me creo que Usagi-san tenga nada que ver en todo esto, tal vez solo halla salido al pueblo o algo asi. En todo caso, parece que habreis de apuraros a pedirle a vuestro sensei que venga. 

Al decir esto señala atras. Si miras, puedes ver a Togo-sama y Hiroto caminando aprisa por el patio hacia el salon central, mientras que solo Daidoji, Kuni y la sirvienta vienen en tu direccion.

- Hai -asintió Junichiro, y acto seguido salió de la habitación en busca de Saemon. Un ronin que había sido Leon, y el clan Leon era el único que no había sido invitado a aquel torneo... ¿Estarían los Leon intentando sabotear el evento a través de un exiliado del clan? Sonaba demasiado artero; los Leones podían ser testarudos y tomarse muy a pecho las afrentas a su honor, pero ese tipo de comportamiento era muy impropio de ellos.

- Entendido.- Fue la escueta respuesta de Higetora, que seguía rumiando sobre la información que poco a poco se les iba revelando.

Togo se lleva a Hiroto directamente por el patio hacia el edificio central.

-Buscare a Kashira-sama. +te comenta en voz baja+ Entretanto, ¿sabes donde podra estar Yugoki-san? El tambien tiene parte en esto sin duda. Lastima no poder contar con Mukashino-sama, pero a esta hora...

Luego de separarse de los Escorpiones, el trio comienza a buscar a Saemon. En el pasillo pueden ver que estan algo mas adelante hablando Setsuko-san con el Fenix Asako, vestido con su ropa de cama. El es quien comparte la habitacion con el Usagi, y al parecer luce algo serio. Por el contrario Setsuko parece relajada, incluso algo debil... no precisamente la forma de actuar mas comun de la muchacha.

Los pasos de Hiroto pronto se pusieron a la par mientras el silencio le había consumido, intento disimularlo pero Togo seguramente pediría alguna respuesta en cualquier momento - siento mi silencio Sensei – Se excusó tras oír lo que el tenia para decir – Comenzare a buscarle desde el comendor – luego quedo pensativo – Yoguki-san, no sabría dónde podría estar pero iré a sus aposentos en su búsqueda -

El grulla se acercó a los samurai, pero no dijo nada, esperando a que terminaran la conversación. Le interesaba oir lo que el Fénix tenía que decir sobre la desaparición del Usagi. Por las experiencias anteriores, ya se temía cual podría ser la causa de la desaparición, pero esperaba que no fuera así.

-Pasaremos por alli de camino a las habitaciones... +te señala simplemente.

En efecto, el salon principal es donde primero arriban tras pasar el recibidor, pero se encuentra vacio. Tras un momento de vacilacion, Bayushi-sama te lleva a un lateral, en concreto al lado izquierdo junto al trono, donde descorre una invisible puerta. Esta da a un pasillo que nunca antes habias notado tampoco, mucho mas estrecho y austero que los otros del lugar. Solo permite ir de a uno de frente.

Al parecer, es el camino a las habitaciones de la familia Suzume. Pero apenas un par de pasos delante se encuentra un bushi, de pie. La reconoces de inmediato, es Suzume Nana, la general.

-Togo-san... me sorprende que conozca este acceso. +comenta en tono neutro.

-Soy un hombre que presta atencion a los detalles, Nana-san... ¿Tendria a bien avisar a Kashira-sama que deseo hablar con el? Si es posible, tambien con Yugoki-san.

Tu sensei responde en tono cauteloso, retrocediendo apenas un paso, sin introducirse en el pasillo. 

-Yugoki-san salio hace un momento. Creo que fue al templo a meditar... En cuanto a vuestro otro pedido, se lo transmitire. Esperad un momento por favor. +responde la mujer. Luego corre la puerta nuevamente, cerrandola con suavidad, y volviendo a dejarlos solos...