Partida Rol por web

- Allí atenderán sus heridas; esto es urgente. Si fueran simples bandidos podríamos retrasarlo a mañana, pero si de verdad son zombis...

- Si de verdad son zombis deberíais haber sido capaces de averiguar como han conseguido hacerse con tantos muertos delante de vuestras narices, pero claro, las prisas vienen cuando el tema sale a luz fuera de los de casa ¿verdad?

Respondo airada al guardia, aunque seguramente de no haber sido herida y no encontrarme con un aspecto tan lamentable hubiera sido mucho más colaboradora.

- Si Bayushi Zaibakan reclama nuestra presencia que lo haga de la manera adecuada y te aseguro que no lo hará si eres incapaz de ir a informarle como es tu deber.

Añado, animada por las escusas que el mismo Masanori también intenta colocar e intentando lograr algo de tiempo para arreglarme.

El guardia se queda callado unos segundos, y luego asiente

- Está bien; pero no se muevan de aquí. Es bastante probable que Zaibakan-sama reclame su presencia, y tenemos que tenerlos localizados.

Luego mira a uno de los guardias

- Ves a avisar a los eta a que se hagan cargo de estos cadáveres; que los quemen inmediatamente. Y que alguien busque a la magistrada Mikaya-sama; alguien tiene que investigar de donde han salido.

Los guardias se marchan en dirección al palacio

- Bien hecho, Ashikako-kun. Al menos tendremos algo de tiempo para vestirnos más adecuadamente. No creo que el gobernador tenga paciencia para esperarnos hasta mañana.

- Gracias Masanori-sama, pero deberíamos darnos prisa. Utemaro-san, usted también debería lavarse, quizás también requieran su presencia.

Contesto rauda para luego encaminarme a la habitación dispuesta a quedar medianamente presentable para la inminenete recepción, pues con suerte podría limpiarme algo la herida, cambiarme, maquillarme... ¡demasiadas cosas para tan poco tiempo!

Hola? xD

- Que así sea. - respondo a la Magistrada mientras sigo sus pasos.

Luego de su infructuosa busqueda, Daichi se dirige a la caravana en si, a examinar la mercancia y que toda esta siga en su lugar. Deja la situacion de los cuerpos en manos de Kuni, el sabe bien lo que hay que hacer con estas cosas... 

Densishiro había permanecido en silencio observando cómo se desarrollaba la escena. De preguntarle a él, no hubiera hecho más que atender al razonamiento del Kuni, al fin y al cabo en aquello era experto, y por suerte, con buen ojo, Mikaya-Dono, atendió a ver lo mismo.

-Te acompaño.-Se dirigió al enorme Daichi.- Si te preocupa que pueda espiar algo me quedare a distancia de vuestras mercancías, pero en estos momentos, es poco inteligente que ninguno ande solo.- Dijo listo para seguir al corpulento Hida, esperando que este viera sabiduría en su razonamiento, o que al menos lo ignorase y le permitiese acompañarle.

Ranmaru empezó a seguir a Mikaya-sama y al Kuni, y con este empezó a entablar una conversación.

Parece conocer muy bien a estos seres. ¿Simples estudios, o esta noche no ha sido la primera vez que ha tenido que hacerlos frente? - pregunta la joven magistrada con cierta curiosidad.

- Soy un Cazador de Brujas Kuni. - le digo a la Magistrada. Si no conozco a mi enemigo no puedo combatirlo.

- Es lo primero que te enseñan. Conoce a tu enemigo como a ti mismo. - añado. Pasamos muchas horas delante de libros antes de pasar el Gempukku y tras pasarlo proseguimos con nuestro aprendizaje.

-Quedate con tu ama y no molestes, escorpion. Prefiero la soledad, o incluso la presencia de un par de muertos andantes, que estar con uno de tu clase...  +gruñe con desprecio e ira apenas contenida a Densishiro. Su mirada es muy clara, los detesta, y solo el hecho de que tiene otras ordenes, evita que le estrelle el martillo en la cara...  Seguidamente retoma su camino con pasos largos y rapidos, para caminar en torno a la caravana y revisa las cargas. 

Densishiro miro con molestia al cangrejo, no le sorprendía para nada los malos modales del Hida, de modo que no le molestaron demasiado, pero si que le desagradaba su falta de juicio, y aunque el honor dictase que acabara con su vida en un duelo por tal agravio, o que al menos lo retase para comprobar quien hacia sangrar antes al otro, entendía que aquella gente del sur era bien distinta a los escorpión, gracias al cielo, y que el horror de esta noche les podía afectar especialmente.

-No te e preguntado Daichi-sama, no sois mi dueño.-Dijo mientras seguía al bushi, asegurándose de quedarse a unos pasos para cuando este revisase las mercancías, no era ningún entrometido.- No sé de que clase pensáis que soy, Hida-sama, pero si creéis que soy de una a la que podéis intimidar con vuestra ira, vais mal encaminado. Dudo que os haya dado motivos para comportaros así conmigo, os estaré muy agradecido el día que me confeséis cual es vuestro verdadero problema con mi persona.- Comento mientras andaba tras el enorme hombre, atento, no solo a su acompañante, si no también a su alrededor, por si por un casual aun podía ocultarse alguno de esos seres por las proximidades.

Mikaya oyó la discusión que el Cangrejo y el yunshin mantenían. Se detuvo y los miró fijamente a ambos; no iba a permitir un enfrentamiento en aquella situación

- Sean cuales sean sus diferencias, les sugiero que las dejen para otro momento. El problema que nos atañe es bastante más grave que los típicos prejuicios y roces entre clanes. Y antes de responderme con otra impertinencia, Hida-sama, os recuerdo que estáis en tierras Escorpión, yo soy una magistrada esmeralda, y soy la representante de la ley imperial aquí. Ahora prosigamos.

Ni se molesta en contestar verbalmente a ninguno de los dos. Les da la espalda, y suelta un fuerte cuesco, con una insignificante mueca de alivio en el rostro al hacerlo, para luego continuar el examen de la caravana. 

Por un instante Densishiro temió la reacción de la magistrada esmeralda, tenía poder de sobra para encarcelar al Hida por tal comportamiento, pero comprendía que en una situación de necesidad como aquella, era improbable que tomase represalia alguna, o eso esperaba. Por un instante no pudo ocultar un leve gesto de desagrado, por tamaña falta de decoro, por lo visto Daichi era todo lo que se decía para referirse a los cangrejo , en apariencia el tópico usado para hablar de ellos, guerreros fornidos sin ningún tipo de modales, realmente confiaba en que habría algo más.

Pudo haberse molestado, pudo haberle exigido un duelo para que se arrepintiese de aquella falta de modales, pero en lugar de eso tubo que esforzarse para ocultar una leve sonrisa. Con toda su fuerza y sus bravatas, lo único que era capaz de hacer el cangrejo para respaldar sus palabras era desprender ventosidades. Sin duda, no era tan duro como pretendía hacer creer.-Creo que de ahora en adelante me colocare a vuestro lado, y no detrás.- Dijo el escorpión con una leve sonrisa, apresurándose a hacer lo dicho, y quedándose en ángulo para no poder ver el interior de la caravana. La situación paso a divertirle realmente.