Partida Rol por web

Uno a uno, los acólitos descienden a las profundidades.

El túnel es estrecho, plagado de cañerías y haces de cables. Está levemente iluminado por foquillos que se resisten a morir a manos del abandono y la suciedad, tiñiendo todo de una penumbra amarronada. Cherub lidra el camino, llevando a los acólitos túnel adentro, y girando sin dudar en las intersecciones. 

El sonido de pequeñas gotas sobre las rejillas, de los sistemas de cañerías antiguos que golpean y se quejan con chillidos metálicos erizan la piel de los acólitos... pero también enmascaran los pesados pasos de sus botas. 

Tracia camina lentamente bajo la guía del Querubín; su escudo presto a cualquier cosa que se abalance contra ella. En la otra mano, la afilada hoja astartes arranca destellos en cada luz que cruza su camino; la muchacha puede incluso ver finas inscripciones en la hoja en Alto Gótico, junto con un Aquila. No puede evitar murmurar una bendición hacia el cuchillo, esperando que sea certero en su mano como habría sido en la de su legítimo dueño.

Tras ella... 

cierro la marcha.

Para no inmiscuirme en sus decisiones asigname la posición que quede libre.

La cosa se animaba desde luego. EL grupo se puso en pie y dispuestos a abandonar el lugar iniciaron la marcha hacia la entrada de las alcantarillas, o los túneles como los habían empezado a llamar. Ups... será mejor no dejar esto por aquí. Pienso al pasar junto a las cajas de las armas de los Puños Imperiales. Abro en la que descansaban las antiguas granadas de plasma y reviso si quedaba alguna más a parte de las que cada uno habíamos tomado, para no dejar ninguna.

Aiva, que se me van... Si seré despistado... Salgo corriendo hacia el grupo que se aleja mientras me ajusto la armadura de explorador en todos los puntos. Cuando les doy alcance Trahcia se ha descolgado el escudo y ha descendido. Admiro la profesionalidad de la Arbitre. La técnica de bloqueo mediante el escudo es un buen ejemplo de su buena mano como anti-disturbios, y una muestra de su nada despreciable entrenamiento. Hay que aprovechar el buen coco de esta chavala, vamos a ello... Me descuelgo el rifle automático y apuntando desde la cara me situó tras Trahcia. Dándole unos toques en el hombro le digo:

Voy a tus seis. ¿Recibido? Buen truco el del escudo. Tu bloquea el túnel que yo frio con el automático cualquier cosa mas grande que una rata. ¿Va? Y acto seguido nos ponemos en marcha. Un equipo de combate en toda regla. Trahcia con el escudo en cabeza y yo tras ella con mi rifle automático apuntando sobre esa útil herramienta avanzamos como un equipo bien integrado aprovechando la situación de angosto espacio.

Todo profesionales, típica tactica "Yunque y Martillo" Ella bloquea y yo golpeo. Nada más efectivo en sitios tan cerrados. A ver si hay suerte y estas precauciones son innecesarias...

Sin volverme ni quitar la mano de la empuñadura del arma, hago con la mano izquierda el gesto internacional de "avanzamos".

El enjuto y espigado psíquico comenzó a caminar tras los pasos de la dupla acorazada que representaban Trahcia y Tarkov. Su andar era despreocupado sin prestar mucha atención a lo que ocurría a su alrededor. En cuanto aparecieran los problemas, 13 no se demoraría en poner las soluciones adecuadas... sus macabras y despiadadas soluciones. Con los nuevos "juguetes", el grupo era capaz de enfrentarse a un ejército de secuaces. Cruzado a su espalda, llevaba el bólter presto por si debía usarlo. No estaba familiarizado con ese tipo de "instrumento" pero todo era cuestión de tiempo, y si algo se había demostrado, es que 13 era muy paciente cuando perseguía un objetivo. 

-  Intentad no hacer demasiado ruido...- susurró a la pareja que abría la marcha.

Sigo a mis compañeros silenciosamente, procurando hacer el menor ruido posible. Veo como mis compañeros avanzan y me quedo algo más atrás, pero lo suficientemente cerca para llegar corriendo en caso necesario hasta ellos.

Nixios esperó a que todos sus compañeros se equiparan, cerró las cajas y con la ayuda de Whisper las devolvió a cámara cerrando la puerta. Guardó la llave y se despidió del clérigo. Tras cargar y revisar todas sus armas, tomó la escopeta de los Astartes y con una plegaria se adentró en los túneles.

Sigo avanzando por los tuneles y pregunto a los primeros. ¿que tal vais chicos? ¿Falta mucho? si veis algo raro avisad. Por aqui todo en orden.

Una vez se ha monado la cola, comienzo a avanzar seguida de Tarkov. No me termina de gustar tener un arma de fuego justo al lado de mi oido, lo cual dejo claro- Tarkov, ten cuidado cuando dispares, no querria acabar en el medicae con el oido reventado del ruido. Aunque bien por cubrirme.

Mi paso es constante, con el escudo en una posicion en la que pueda cubrirme rapidamente si sale alguien o algo. Adelante pequeñin, guianos en el nombre del emperador.- Digo al querubin.

El grupo avanza por los túneles. De repente, el Querubín se detiene bruscamente.

Trahcia sin embargo no advierte esto, ni tampoco el motivo, y da dos pasos de más, quedando a la vista de un pasillo lateral. Más tarde tanto ella como Tarkov jurarían que miraron dentro... aunque resultaría dificil entender que no hubieran podido discernir en la penumbra a los ojos enloquecidos del mercenario, o su risa castañeteante.

Pero así resultó, y el delgado ser se lanzó a por ellos con un cuchillo aserrado alto en el aire, y una vieja pistola. La reacción de Cherub preparó al menos a Trahcia para levantar su escudo y hacer rebotar al hombre contra el piso, allí adelante. 

Entre gruñidos, se levantó, dispuesto a volver a lanzarse contra Trahcia...

El loco había salido de la nata, y gracias a que la gaviota lo había presentido, quizás gracias a algún sensor que tendría incorporado, pude ver que se nos echaba encima. Trahcia interpuso el escudo, el individuo chocó contra él y desplazó a la valiente agente contra mí, que en ese momento estaba a punto de mandarlo al infierno. Los proyectiles salieron con un sordo bufido del arma gracias al silenciador. Toda precaución es poca. Pero solo los tres primeros de los proyectiles 10 impactaron contra el tipo de las alcantarillas, los otros partieron hacia arriba, perforando conductos y arañando la pared. Joder.... Mascullé al ver el desaguisado que el tipo había montado.

Sorprendida por el inesperado ataque, subo el escudo, cubriendome a mi y a los que se hayan detras, instintivamente. Tras los disparos de Tarkov, empujo con mi escudo, tratando de derribar a mi oponente, pero al ver que es demasiado para mi le lanzo una estocada con el machete, fallando estrepitosamente en el intento.

Los impactos se clavan en el techo, peror también en el cuerpo del hombre. El machetazo de Trahcia falla al agacharse... o se ha caido? Realmente, parece que ha caido, y Trahcia termina de noquearlo con un golpe en la cabeza con el filo del escudo.

- No es necesario, dice Tarkov al ver el cuerpo. Ya está muerto. Señala los agujeros en el torso, que han arrancado pedazos de carne del tamaño de naranjas. Aún se agita espasmódicamente, levemente... huele a obscura como si se bañara en ella, pero con el olor particular y dulzón que ya han detectado los acólitos.