Partida Rol por web

El pub seguía abierto, pertenecía a los suburbios dublineses y por su fachada parecía abandonado. En su polvoriento letrero se podía leer:

“Irish Pub: An Chuid Eile Den Laochra”¹

Aiden ayudo a su padre a entrar al Pub y lo dejo en la barra, sobre una butaca, aun estaba descompuesto por lo que había pasado, y las pesadillas seguramente tardarían días, puede que mucho más en desaparecer de la mente del hombre.

Luego se volvió hacia su media hermana. Estaba claro que tenían que hablar, así que busco un hueco en la esquina del Pub donde los oídos de su padre no pudieran captar lo que allí se decía.

Aun estaba encendido, por lo que había visto, por lo que había combatido, pero tras calmarse un poco empezó por lo que tenía que empezar, por las disculpas.

Mira. Sé que debía hacerte caso, y salir de allí en cuanto me dijiste que nos marchábamos, pero…

Su mandíbula se tenso, al tiempo que rememoraba los últimos momentos con su madre.

… es que se trataba de mi madre.

Un odio que provenía de los recovecos más oscuros de su alma tomo las riendas.

Aun no se que le pasaba, pero te puedo decir aquí y ahora, que quien le haya hecho eso me las va a pagar. Así deje mi vida en ello.

Si has venido a protegerme, puedes empezar por enseñarme lo que necesite para sobrevivir. Con eso me doy por satisfecho.

Estaba claro que la mujer solo estaba con él para mostrarle todo aquel universo del que ahora formaba parte, no estaba allí por su propia voluntad, se había arriesgado, y había sangrado por él. Le debía respeto, y no pensaba entretenerla mas tiempo del estrictamente necesario.

En cuanto supiera lo necesario sobre el verdadero mundo, el mundo de la Morrigan y sus amenazas, dejaría que se marchara, y el cobraría en sangre el flaco favor que le habían hecho con su madre.

¿Por donde empezamos?

El interior del pub era luminoso, en unas condiciones excelentes, una zona de dardo  cerca de la gramola y otra de snooker en el centro del lugar. Tiene una barra de bar con un apoyapié dorado, unas butacas de madera noble con un acabado de piel roja, las mesas repartidas por el lugar poseen un sofá en semicírculo y están separadas en estancias, todas ellas rodeando el lugar. A la derecha del pub el baño de hombres y a la izquierda el de mujeres. Al final de la barra una vieja gramola restaurada y brillante. Era imposible… desde la ventana exterior el lugar estaba abandonado…

El lugar estaba desierto, se escuchaban pasos detrás de la barra…

Unos segundos más tarde un hombre muy bajo se alza de la parte trasera y con una voz animada comienza a decir…

¡Bienvenidos al An Chuid Eile…. ¡ Ah… Eres tú…

¿No traerás nuevos problemas? Nemain

No es tu problema Fergus… atiende a tu negocio te traigo un cliente…

Nemain señala a tu padre.

Déjanos hablar tranquilamente…

Nemain te ofrece una de las banquetas a tu padre y seguidamente se sienta en uno de los sofás circulares a la esperando a que te unas a ella

En el momento que te sientas ella se acomoda cerca de ti y comienza a hablar…

Lo primero que debes saber Aiden es que… todo lo que te han intentado enseñar hasta ahora del mundo, no es cierto.

No es que te hayan mentido de forma deliberada, sino que, la humanidad ha sido y está siendo manipulada por potencias mucho más allá de nuestra comprensión.

Cuando te conocí, te dije que tu vida mejoraría y empeoraría de forma sustancial… y esto es porque el Destino te ha elegido para hacer algo importante… relacionado con la iglesia supongo…

Hasta donde yo sé TODOS los mitos y leyendas son ciertos, TODAS las religiones tienen razón, TODOS los cuentos populares son verídicos… de una forma u otra siempre han estado ahí, pero nuestros aliados y enemigos nos lo han ocultado…

Ahí es donde entra el Destino, la fuerza equilibradora, la que obliga a dioses y mortales por igual a completar sus destinos… La premisa de que cada gran hombre escribe su propio destino es FALSA, lo que pasa es que somos incapaces de comprender las repercusiones y los planes que este nos depara.

Para poder saber lo que le pasa a tu madre primero debo descartar la posibilidad de que hallas sido manipulado.

Nemain levanta la mano y alza la voz, hace una petición a Fergus…

Eh retaco… llámale, tráeme a Airthe.

Luego continua con diciéndote…

Antes de que llegue déjame preguntarte… ¿El destino te ha mostrado algo más?... podría ayudarnos a continuar.

El destino, y si todo lo entiendo bien, me ha mostrado una fila inagotable de personas que se sacrificaban en cruces ardiendo. No eran personas cualesquiera, eran irlandeses.

Y en medio de todo aquello estaba la Morrigan, y la atacan unos seres enormes y deformes, que sin duda, eran en gran parte causantes de ese caos.

El resto de cosas que he visto, son demasiado cripticas, y me temo que aun no he llegado a entenderlas. Pero tengo claro que todo esto tiene mucho que ver con los conflictos pasados de los irlandeses por la religión cristiana, y seguramente tenga mucho que ver con el futuro.

Puede que El esté buscando la manera de crear otro domingo sangriento, o algo peor. Lo que sé es que todos los irlandeses están en peligro. Incluida mi madre, y que no sé como encajo yo en todo esto. 

Tu hermana escucha atentamente… y luego comenta…

Si nuestra madre estaba allí… no era este mundo el que veías… era Tir Na Rog, las tierras de la juventud eterna.

Debes saber que todo lo que pasa en el paraíso tendrá repercusiones en nuestro mundo y que todas las profecías, las más cripticas por encima de todo, tienen importancia.

Somos los únicos que podemos alterar el curso del destino de otros. Cuéntame sobre esas extrañas imágenes que te han asaltado.

En ese momento, el pequeño leprechaum Fergus se aproxima a la mesa y carraspea un poco para hacerse notar.

Nemain, ya ha llegado Airthe… está en la oficina preparándose…

No me gusta que traigas a tu marido aquí, bruja desconsiderada… es un tipo frío y me mira siempre mal… que haga lo que ha venido a hacer y que se largue

Me… me…

Duda sobre la escusa que dar a Nemain, mira a ambos lados y añade de forma imprevista

¡Ahuyenta a la clientela!, eso…

Dice señalándola con el rechoncho dedo índice

Mientras se dirigían a la oficina, Aiden rememoraba las últimas imágenes del futuro que le asaltaron:

Una bandada de cuervos revoloteando violentamente, el rostro de un fian sin ojos, una explosión de luz y un grito de agonía…

Al contrario de lo que el joven héroe pensaba, Nemain le explico que aquellos eventos que el destino le rebelaba en el momento que tocaba a su madre eran de un futuro incierto, para nada relacionados con el violento altercado de la casa de sus padres.

Llegaría el momento en que esas señales se manifestarían. El destino nunca se mostraba obviamente.

A medida que se acercaban a la oficina un brusco cambio de temperatura se hacía patente