Partida Rol por web

La brisa, un verano interminable, y un montón de amistades. El internado en medio del bosque es un lugar increíble. Mientras los adultos pasan el día en el bosque un montón de niños de diferentes edades son educados por la madre de tu amigo Tristán. Liath, es una mujer con un aire pasota y desenfadado cuyo amor por la naturaleza se muestra en todos los aspectos de su educación.

En un día normal se caza y pesca, se enseña los métodos de supervivencia en el bosque y se educa el amor por el entorno y el respeto al prójimo.

Pero llego el día en el que Brian se adentro con sus amigos en el bosque. Tristan, Luke, Aiden y Kenneth, todos llegados por diferentes motivos, pero todos destinados a estar juntos en aquel momento. Allí encontraron un gran cuerno de piedra en medio de un claro y fue cuando encontraron a la “bruja del bosque”, una señora que les educo cuando sus tutores estaban ausentes. Aquel era el lugar secreto donde se forjaron los indelebles lazos que unían a sus amistades a si como si de una familia se tratara.

A medida que los años pasaban las enseñanzas fueron combinadas con entrenamiento físico y de combate, historias a la luz de la hoguera, y un sentimiento de deber para con una figura mitológica como era el Alto Rey.

La última noche de relatos empezaba así…

Me había alejado del grupo para ir a mear entre los arboles y ahora corría para coger un buen sitio alrededor de la hoguera. Me gustaba escuchar las historias con cierta proximidad, donde la emoción del narrador te llegaba más intensa y no tenías que esforzarte para comprender sus palabras aunque el resto hiciera algo de ruido. Empuje ligeramente a uno de mis amigos para robarle el sitio y le sonreí socarrón. 

Te acomodaste al lado de Aiden, era la bruja del bosque la que narraba aquel día…

“Conoced al último y más grande poeta guerrero que conoció jamás Irlanda descendiente del poderoso Fionn mac Cumhail.

Estando en el bosque cazando, Fionn se encontró con una bellísima cierva. Después de una larga persecución el cazador la atrapo, pero al ver sus ojos de terror no pudo matarla.

Al perdonar la vida de la criatura esta volvió a su forma original. Sabdh, como se llamaba la hermosa muchacha, le dijo que había sido maldita por un druida oscuro.

Despues de muchas noches de visitas finalmente Fionn abandono la caza y la guerra y se asentó con la que sería el amor de su vida. La muchacha quedo embarazada al poco tiempo, pero el malvado druida Fer Doirich, consciente de que su encantamiento había sido roto volvió y la maldijo de nuevo…

Transformada nuevamente en ciervo y se perdió en el bosque, Fionn no volvió a verla nunca más.

Al ver su vida vacia de nuevo el cazador volvió a sus quehaceres. Después de una gran batalla en Benbulbin, Fionn agotado cocinaba un gran cerdo para calmar su gran apetito, mientras se cocinaba al fuego se dirigió al rio para calmar su sed. Un ruido repentino le alertó, y vio a un joven desnudo intentando robar su comida.

El enfrentamiento por el cerdo no se hizo esperar, Fionn cargo con fuerza, pero los agiles saltos del joven y su inusitada fuerza para su edad se le atragantaron como una espina de salmón en el gaznate.

Forcejearon uno con el otro, hasta que Fionn se dio cuenta de la mirada del chico… Era como la de Sabdh… entendió que aquel joven era su hijo… hijo de un amor maldito por el druida oscuro, un autentico superviviente, el pequeño ciervo Ossian.”

El relato continúa durante mucho más tiempo, aunque Brian no es capaz de recordar nada más…

Brian escucha un cuerno distante… sale de su ensimismamiento para darse cuenta que se encuentra en medio de un partido de futbol americano.

Para cuando es consciente de lo que está pasando ve el balón en sus manos y es placado de forma brutal por varios miembros del equipo contrario. Pierden la posesión…

El entrenador pide tiempo muerto y el deportista sigue escuchando ese cuerno, y parece ser el único que lo escucha…

BRIAN QUE COÑO HACES… NOS VAS A COSTA EL PUTO PARTIDO, LARGATE DE AQUÍ… ESTAS FUERA YA HABLARE CONTIGO EN LOS VESTUARIOS…

Dolorido por el bestial placaje de medio equipo y aturdido por el constante sonido del cuerno en su cabeza Brian se dirigía a los vestuarios…

Me quito el casco de camino al vestuario y sacudo la cabeza, pero el sonido del cuerno persiste. Con la mano libre me froto el estomago, donde mi cuerpo recuerda incansable el placaje sufrido, mientras lucho contra mi memoria por encontrar el final de la historia de la bruja del bosque. Aun sin saber porque había decidido rememorarla en medio del partido, sin comprender como había alcanzado la intensidad necesaria para abstraerme de él.

Al llegar al vestuario me dejo caer pesadamente sobre uno de los bancos, dejo el casco a un lado y pienso en las consecuencias de mi pésima actuación en el campo de juego. Esperaba que mi equipo no perdiera por mi culpa, pero ya me iba preparando para el sermón del entrenador. Quizás también para aguantar alguna mala cara por parte de mis compañeros.

Tras permanecer unos largos minutos allí sentado, desparramado y pretendiendo no darle vueltas a las cosas, me levanto y me desnudo para meterme en la ducha. Con el agua golpeando mi rostro y recorriendo mi cuerpo hasta precipitarse en el suelo no dejo de pensar de nuevo en la historia de la bruja... ¿cuál era el final y por qué me asalta esa historia ahora?...

Cuando las gotas de aguas golpean la cara de Brian, su mente empieza a sumergirse en el sonido del cuerno. Su memoria lo transporta de nuevo a aquella noche, pero aunque quería rememorar el relato solo podía recordar el momento del juramento… la bruja recitaba unas palabras en ingles para después repetirlas en gaelico

“He aquí que reunimos a los últimos guerreros del desaparecido Alto Rey, los guardianes de los intereses de Irlanda, que juran por su Enech que lucharan hasta el final por el mismo, por ello la madre de Todos, Danu, os bendice”

Hace una pausa, señala el cuerno de piedra del claro

“Cuando el cuerno suene, serán invocados los fianna, aquellos que fallen a su juramento serán castigados con la desdicha, aquellos que cumplan su destino recompensados con la gloria. El Alto Rey se alzará elegido de nuevo y el deber sagrado de sus guerreros dará fuerza a sus edictos”

Brian se despeja con el ruido de sus compañeros al entrar en los vestuarios, el cuerno suena de forma intermitente en su cabeza, y nadie más se percata del molesto sonido.

El entrenador se aproxima a las duchas

Brian, tengo que hablar contigo…

Su tono es severo, pero menos tenso que durante el partido.

Mi recuerdo y el incesante sonido del cuerno me llevaban de manera ineludible a pensar que estaba siendo invocado. No llegaba a comprenderlo, era un juramento hecho hace tantos años y sin pensar que fuera a tener repercusiones reales. Y menos de una manera tan... extraña... mágica... Estaba confundido y asombrado.

- Si, entrenador. - 

Salgo de la ducha agarrando la toalla para secarme un poco, para no chorrear, y cubriendo la mitad inferior de mi cuerpo. Me acerco al entrenador con gesto afectado y cabizbajo. Aun no sabía que había costado al equipo, pero me disgustaba haberles fallado. 

El entrenador te suelta una reprimenda que se hace incomprensible, aquel sonido te impedía concentrarte en nada que no fuera volver al Campamento Fianna, en las montañas Slieve Bloom.

…Y por eso necesito que te des un descanso, nuestra temporada ha acabado…

Solo consigues captar esta última frase del monologo del entrenador Harris.

Tus compañeros te miran con desprecio, algunos con preocupación… ninguno entiende que es lo que te pasó en el campo.

Los ánimos del equipo están por el suelo, y el entrenador se retira…

Al poco Malcolm, un defensa que siempre ha sentido celos de tu carrera, se te aproxima…

¿Qué te ha pasado super estrella?... es que tu vida de lujo te deslumbró. ¿Sabes qué…? Creo que nos debes una explicación nos has costado la temporada pelirrojo…

 Se acerca a tu cara de forma amenazante…

Aguanto estoicamente un discurso que no soy capaz de distinguir, pues me encuentro lejos de la realidad ansiando contestar la llamada del Alto Rey. No era capaz de comprender aquella necesidad, aquel sentimiento, pero de alguna forma tenía claro lo que debía hacer. Me sorprendo agradeciendo aquellas vacaciones tan poco merecidas dentro de mi cabeza. Me recrimino el mal pensamiento, pero de una u otra forma iba a ausentarme y no sabía por cuanto.

Ajeno a las miradas de mis compañeros, incapaz de prestarles atención, me dirijo hacia mi bolsa de deporte para cambiarme. Me urgía ponerme en marcha hacia el campamento Fionna. Ni siquiera cuando Malcom se aproxima con imprecaciones y actitud amenazante reparo demasiado en su presencia. Escucho sus palabras desde la distancia, pese a su cercanía, y sigo vistiéndome con cierta rapidez, ignorando sus exigencias. Actuando, y sin tener que simularlo, como si nada fuera conmigo. 

Brian siente un impulso que le urge, las provocaciones de aquel payaso, le hacían hervir la sangre, sabía que si no era capaz de reprimir aquella sensación. No podía parecer débil era como un insulto y el agachar la cabeza y aceptar aquellas palabras era un terrible deshonor.

Las palabras acaban llegando a mis oídos y empiezo a ser consciente de que se dirigen a mi. Vuelvo ligeramente a la realidad y, medio vestido, me giro hacia Malcom con seriedad.

- A ti no te debo una mierda.- le hinco el dedo indice en el pecho. - Agradéceme que ahora podrás salir del banquillo. -

Un partido no decidía toda una temporada, aquel solo era la oportunidad de seguir luchando. De haberlo hecho mejor en los anteriores el equipo aun podría luchar por la victoria, algunos llegarían a la conclusión y otros seguirían echándome la culpa. Pero en este momento no era capaz de razonar.

- Pírate. -

No tenia tiempo ni ganas de aguantar los celos de Malcom, yo había luchado mucho para llegar hasta allí y me lo había ganado a pulso. 

Las palabras de Brian, su ira interior deja al Malcom con un nudo en la garganta. El vestuario se queda en silencio, nadie tiene ninguna palabra que reprochar a Brian.

La ayuda del defensa había sido determinante para llegar al lugar donde se encontraban y por eso lo veían como a un líder, con la excepción del eterno reserva…

El Campamento Fianna estaba muy lejos y la lejanía de aquel condenado cuerno de guerra hacia que se pusiera nervioso por momentos. Necesitaba llegar allá lo que significaba que conduciría toda la noche desde Dublín hasta Clonaslee…

El pueblo había cambiado, crecido hasta convertirse en un gran pueblo, gente de fuera venía a visitar el bosque encantado que la leyenda decía que se encontraba en las montañas Slieve Bloom.

Pese al poderoso retumbar en su cabeza, el muchacho se encontraba cansado, pero la proximidad a aquel lugar lo tranquilizaba… 

Hice memoria en busca de algún hostal en el que pudiera descansar unas horas antes de continuar el viaje. Solo esperaba que mis ansias por llegar y el incansable cuerno me lo permitieran, pues no podía tener otra cosa en mente que responder cuanto antes la llamada. 

Para tardar lo menos posible en el pueblo me acerco a preguntar al primer aldeano que encuentro para que me indique donde puedo alquilar una habitación por unas horas, a ser posible en un hostal o similar. Pensaba dirigirme hacia allí directamente para descansar solo las horas necesarias antes de ponerme en marcha de nuevo y concluir mi viaje.