Partida Rol por web

-Aquí el 3er regimiento bajo el mando del teniente Coronel Franklin. ¿Con quien diablos estoy hablando?; ¿cual escuadrón Heat?, de que compañía?-. Del otro lado de la transmisión parecía haber una discusión acerca de haber captado una transmisión perdida.

Alice se levanto y agarro la camilla del sargento. Despues puso a Tesla en ella y lo estabilizo. Cuando hubo acabad de examinarlo, se levanto con un gesto funesto en el rostro. Se volvio hacia el Sargento Stone.

- Sargento, no puedo hacer nada por Durand. Sus heridas son demasiado graves y requieren cirugia. El unico en condiciones de superar el viaje de vuelta es O'Connor. Podemos cargarlo en la camilla entre dos. Siento ser tan taxativa, señor, pero es lo que hay. En cuanto a Becerra, solo podremos salvarlo si alguien me acerca la camilla de Bell y le amputo el brazo izquierdo a l bestia, señor. Incluso asi, necesitare cauterizarlo de alguna manera!

Otra cosa, le importaria a alguien inyectarme algo de la morfina de mi kit de cuchillio señor? Ese acido me esta matando de dolor.

Por un momento había perdido la noción del tiempo, algunos de sus viejos amigos yacían en el frío suelo, pero la voz del capitán le trajo de vuelta. Se levantó y marchó de camino hacia la posición de Miller para llevarle la camilla que había encontrado en las pertenencias del sargento Corbec. 

- Gracias señor, saldremos de este sitio antes de que lleguen esas cucarachas. Saldremos por ese túnel- le respondió al capitán. Lo siguiente que escuchó fue otro mazazo más a la moral del infante que había sido ascendido a sargento, los heridos estaban graves y algunos de ellos era imposible que salieran. Aquella situación parecía insostenible, no era momento de decaer había que tomar decisiones duras, muy duras pero había que tomarlas.

-Miller, céntrate en los que puedas salvar ya - dijo con una voz que quizá denotaba cansancio, sacó el cuchillo del cinturon de 'Doc' y le aplicó a la infante el kit de primeros auxilios esperaba que le mitigara algo el dolor que parecía sufrir -¿En cuanto tiempo crees que puedes hacerlo?  le preguntó tenemos como máximo 15 segundos.

El resto buscad lo que podáis y en diez segundos todos preparados para salir disparados por el túnel. Haremos una formación llevando a los heridos que podamos en camillas. 

¿Hikawa que sabes de esa mina y el túnel?, Bell ¿alguna respuesta?, Cooper acerca el lanzallamas hasta donde le haga falta a Miller, - aún se resistía a dejar a nadie sin hacer nada. En cuanto podáis acercaremos a los heridos hasta el túnel  y volveremos a casa.

Se preparó para transportar a uno de los heridos en la camilla hasta la entrada del túnel. Una vez allí plantearían la huida a toda velocidad.

-Señor soy el soldado Bell del Escuadrón Heat del 2º Pelotón, somos la 47ª Compañía de la 3ª División de infantería “Guardianes de Sirius”. La misión asignada al Capitán Sugufu ha sido satisfactoriamente cumplida y estamos por huir de aquí. Hemos sufrido muchas bajas.- le digo lo mas rápido posible antes de los refuerzos de los insectos nos caigan encima.

Luego de tomar aire y mientras espero la respuesta, miro alternativamente al sargento y al capitan -Señor tengo al Teniente Coronel Franklin en la linea. Que les digo? Por cierto, tengo un cargador demás de morita, quien necesita?-  

Alice vio como sus compañeros se precipitaban a por el lanzallamas mientras ella luchaba por estabilizar a Becerra. Finalmente lo consiguio y, directamente con el cuchillo, cortó los restos de tejido que mantenian unidos ambos extremos del brazo. Después, gracias a que sus compañeros le acercaron el lanzallamas, la medico uso el extremo aun al rojo para cauterizar la herida entre un apestoso hedor a carne humana quemada.

Alice se sentia mal asi que agradecio la morfina del cuchillo que le aplico el sargento.

-He hecho lo que he podido, señor.

Tenía mi arma hecha un cisco, y antes de continuar necesitaba solucionarlo antes de nada. Así que me puse manos a la obra. Se me complicaba bastante la cosa, pero tenía esperanzas. Tardé un poco más de lo esperado, pero al final conseguí volverla a hacer funcionar. Con todo preparado, me dirigí hacia la columna junto al resto de mis compañeros.

Fantástico- pensé, maldiciendo nuestra suerte al escuchar como el capitán decía que en un minuto volveríamos a estar rodeados de bichos. De todas formas era poco lo que podía hacer para evitarlo, y si queríamos escapar a tiempo debíamos darnos prisa, por lo que tras escuchar al sargento, fui rápidamente a por el lanzallamas sin tan siquiera contestarle.

Aquí tienes- le dije a Miller tras acercarle el lanzallamas, para luego ir ponerme a ayudar a trasladar a los heridos hasta el túnel -A mi me queda solo medio cargador en el Morita- le dije a Bell mientras tanto -Dragonstone, ¿cómo vas de munición del Hawkeye?- le pregunté.

Lo has hecho bien Miller . - sabía que la infante médico lo había intentado todo, ahora sólo podían esperar a los acontecimientos. Algo se iluminó Bell había conseguido contactar con el Teniente Coronel Franklin, no había oído hablar nada de él pero éstaba cerca, sino no podrían haberle contactado.

Bien hecho Bell, comunica que estamos replegándonos de nuestra misión tras haber conseguido el objetivo, pero nuestra situación es peliaguda. Que escoltamos al capitán Sugufu, y que el camino por el que llegamos no es viable de retomar,  necesitamos una nueva vía. Diles si pueden marcar de alguna forma, quizá con alguna baliza la posición de extracción para que podamos orientarnos por estos túneles y llegar hasta el punto de extracción.  Que agradeceríamos cualquier ayuda que puedan prestarnos.

Cuando dejó de hablar con Bell, dijo al resto  .- Vamos , vamos, ¡tenemos que terminar ya!

Teniente Coronel Franklin, aqui nuevamente Bell del escuadrón Heat. Repito, la misión fue cumplida y nos disponemos para salir. El Capitán Sugufu aún esta con vida.- por no nosotros no se jugaran el pellejo pero por Sugufu es otra cosa- Estamos buscando una salida, necesitamos un punto de extracción, coordenadas de escape, lo que sea con lo que nos puedan ayudar. Tenemos hombre heridos y moribundos con una marea de insectos que esta al caer.

Los delirios de Becerra cada vez eran más profundos y realistas, las fauces de un Tiger arrancaba su brazo de un morisco tras lo cual él caía hacia el foso oscuro de un volcán que quemaba sus entrañas. 

El pozo oscuro de la mirada de un demonio le habría la puerta hacía las praderas oscuras del infierno, y el soldado entendía que esa era su única posibilidad para parar aquel dolor que le consumía la razón.

Aun cuando el esfuerzo de los sobrevivientes del escuadrón Heat había sido arduo e incansable, otra vida mas se había perdido, el infante Tesla no había logrado sobrevivir a sus extensas heridas y había muerto victima del inclemente ardor que las heridas por el fuego le provocaban en su cuerpo. Una vida mas se había perdido, y con ella moral iba decayendo mas a cada minuto ante la noción de que quizá nadie lograría regresar con vida. Ante esto, el sargento Stone se había decidido por salir de allí ya y no esperar a que los bichos les volviesen a acorralar en aquella inolvidable cámara.

No obstante todo ello, la Doc Miller, había logrado salvar de ultimo momento la vida del fusilero Becerra; aunque para ello había tenido que terminar de cercenarle su brazo izquierdo y luego cauterizarselo con el lanzallamas de McNeally. Con ello, al menos habían logrado salvar dos vida, de momento.

-La tercera división de infantería?- preguntó el teniente coronel con una voz que hablaba lo mas rápido que podía. -Entonces me hablas del frente de batalla o no lo entiendo- indicó el teniente coronel claramente confundido.

Algo incomodo con la comunicación y temiendo que estuviese hablando con una novato que le hiciese perder el tiempo en medio de todo el ajetreo de la campaña, el teniente coronel se explicó una vez mas esperando obtener respuestas satisfactorias -Muy soldado Bell del escuadrón Heat, necesito que especifiques su situación y la misión que han llevado con éxito; no se quien es el capitán Sugufu. Fuera de eso, necesito tus coordenadas para saber si me es posible ayudarte o si alguien mas puede hacerlo-.

Kurt, que permanecía tirado junto a su Hawkeye, saca de su cinturón la pistola que en él guardaba. Iza el brazo, y tras unos breves instantes tanto mano como arma caen, cual marioneta que hubiera perdido los hilos que la sujetaban a la realidad, la animaban y daban vida.

Esta se fue.

Mi rostro se ensombrece al escuchar la respuesta por la radio -solo esto nos faltaba-  susurro para mi mismo. -Capitan el Teniente con el que he logrado comunicarme no sabe nada de nosotros, nuestra misión o de usted. Solicitan coordenadas para ver si pueden sacarnos de este infierno, sugiero que hable usted con el mientras busco las coordenadas.- le digo a Sugufu y sin esperar su respuesta, comienzo a buscar las coordenadas de nuestra posición

Otra vida se les escapa, el recién incorporado para esta misión Tesla deja al escuadrón dejando su huella. La situación se vuelve cada momento más crítica, debían de salir de allí lo más rápido posible cuanto antes salieran más oportunidades de salir de ese agujero tendrían.

- Está bien Bell, intenta calcular las coordenadas - se quedó un momento pensando - calcula las coordenadas donde estamos,y marca la dirección que tomaremos quizá así podamos reunirnos con ellos. El camino por el que entramos está sellado tenemos que salir de aquí con suerte encontraremos alguna salida, no debe de estar demasiado lejos esta brisa debe de llegar de algún lado. - no sabía como habían quedado los túneles después de los derrumbamientos, quizá con suerte podrían contactar con Franklin, y el nuevo túnel no sabía si les llevaría hasta el exterior o a una muerte segura, pero lo que imperaba era salir de ahí.

Hikawa tu liderarás el grupo, encabezarás la marcha y marcarás los túneles, intenta encontrar el rumbo al exterior. Capitán, necesito que ayude a Bell a transportar a O'Connor, necesito que Dragonstone  vaya conmigo en retaguardia  para retrasar el avance de los bichos que nos sigan - sabía que eso no le gustaría pero dada la situación era posible que accediera -

Miller, intenta acabar lo más rápido posible, Cooper te ayudará a llevar a Becerra, en dos segundos nos marchamos. Y en cuanto Miller terminó de cauterizar la herida se pusieron en marcha desandando los pasos que hicieron lo más rápido posible, ayudando a Miller a llevar a Becerra hasta Cooper. Vamos, todos, recoged lo que podáis y nos marchamos, tengo algunos cargadores si alguien necesita munición.  En cuanto nos pongamos en marcha, activad las armaduras necesitaremos toda su potencia mientras corremos hacia la salida.

Despertó súbitamente tomando una bocanada de aire. Apenas podía ya sentir sus piernas, el dolor que tenia era increíble y le era imposible moverlas. Miró hacia ambos lados haciendo un verdadero esfuerzo para ver como estaba la situación. Pudo ver como otros infantes se encontraban en su misma situación aunque, según las palabras de Miller, tenían alguna oportunidad para salir vivos, cosa que él no.

Levantó una mano para llamar la atención del Sargento Stone. – Sargento!!!!! Déjeme hacer una última cosa por la ciudadanía. Necesito que me recarguen el arma y, si pueden, déjenme algún explosivo. – dijo mientras mostraba su arma. Las palabras salían por su boca como si hubiera estado años preparando este momento.  – Intentaré ralentizar el avance de esos hijos de puta para hacerles ganar tiempo mientras huyen. – tosió esputando algo de sangre por la boca.

El sargento escuchó al moribundo Durand, quien en unúltimo momento parecía haber vuelto de entre los muerto para sacrificar su último aliento para darles una pequeña ventaja en la huida.

- Durand eres un ciudadano, la federación está orgullosa de haberte tenido entre sus filas. Ha sido un honor tenerte entre nosotros. Que alguien le recargue el arma, y dejadle lo que pide. - dijo mientras  empezaban a marchar, dejando al infante quien ya no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir en ese estado.

Aunque habían conseguido sobrevivir a la contienda, un simple vistazo demostraba el precio de su osadía. El desánimo se apoderaba del novato, pues no sólo había quedado magullado, sobre todo fallar su último ataque había desencadenado que su médico se encontrara en peor situación. Golpeó el suelo con el puño antes de que las órdenes del Cabo inundaran la cueva, dejando entonces los lamentos para cuando aún pudieran conservar su vida. 

Tras su automática respuesta, dejando su consciencia en un limbo como autodefensa ante la situación que estaba enfrentando, realizó las pertinentes tareas como si de un robot se tratara. ¡En marcha! Contestó con fuerza, pero sin ánimo, demostrando sin vergüenza que en su mente demasiadas cosas le perturbaban. Entre ellas fue reparar que le quedaban pocas opciones de volver a enfrentarse en combate, pero eso quizás debiera esperar hasta que lo urgente fuera resuelto. 

Asomó de nuevo por la cueva para reconocer el camino que se disponían a tomar, concentrándose en resolver la mejor ruta de escape. La oscuridad le devolvió de golpe todos sus negativos pensamientos, en un instante sintió que era demasiado tarde y no lo conseguirían de esa forma, arrastrando a varios heridos y abandonando a compañeros a su suerte. Sus piernas se movían hacia adelante, pero su consciencia era incapaz de procesar nada con lógica, parecía caminar en un profundo trance provocado por la traumática derrota que estaba experimentando.

Lamento enormemente la muerte de nuestros compañeros. Pero no hay batalla sin bajas. Espero un momento a que mis compañeros se despidan de ellos. Y sólo les dedico un gesto mudo antes de formar en columna. Al final del pelotón, junto al sargento.