Partida Rol por web

Escucháis la voz de un niño hablando atropelladamente pero realmente feliz y jovial con una hermosísima joven de cabello plateado, sedoso y brillante como la luz de la luna.

- Oye Mamá, hoy es mi cumpleaños... Bueno, también es el de Gin pero eso no importa...  ¿Iremos esta tarde de excursión al bosque de los hipogrifos y al lago de las sirenas, como prometistéis? Porfi, porfi, porfi ¡Dijístes que iríamos! - 

Un hombre se encuentra sentado en el sillón leyendo un periódico distraído mientras la mujer se encuentra de espaldas a la cocina hablando con él, el niño mientras, se había encaramado en una silla, sosteniéndose en un precario equilibrio, con los pies sobre el respaldo, tratando de robar una porción de tarta de chocolate. Al ver a Ginevra cruzar la puerta, se pone todo el bocado en la boca y corre con las manos llenas de chocolate hacia ella, mientras susurra.

- Zi le dizezz algo a mamá te vazz a enZerar... Su boca apenas podía mantener un bocado tan grande, y a cada palabra iban cayendo cachitos de la tarta al cálido suelo de madera, a duras penas terminó de tragarlo y se limpió las manos en los pantalones. ¿Jugamos al (cof cof)...escondite?

Profesor, ¿Qué significa esto? ¿Son sus recuerdos? ¿Ese es... Ray? Una carcajada enorme me sale sin querer.

Jajajajaja. Si que te gustaba la tarta...

Aouror Percival, creo que debería apagarlo. Ya hemos visto cómo funciona y no creo que este bien hurgar en el pasado de otros de esta manera y menos para exponerlo así.

Se me nota incomodo con la situación que se está dando.

Creo que ya, hemos visto bastante, ¿no le parece?

Observo con total atención los recuerdos de Gin, y no puedo evitar sonreír mientras veo al pequeño Ray comer una tarta de chocolate.

Rápidamente tomo nota mental sobre como distraer a Ray cuando quiera apartar su mirada vigilante de la Gin, así que, mi próximo punto de agenda era hacerme amigo de añgunos elfos para que me echen un cable con tan difícil labor.

Bueno, no dejaba de ser curioso, pero no me hacía ninguna gracia que alguien perdiese el control así. Era como si le hubiesen echado la maldición imperius y estuviesen obligándole a hacer tonterías.

De verdad, no entendía aquella asignatura, así que simplemente, miré hacia otro lado. Ray evitaba mirarme. Me sentía mal por ello pero no podía cambiar mis sentimientos. 

Otro amigo que muerde el polvo, pensé.

Después desvié mi atención hacia el resto de la clase. No parecía que nadie estuviese aprendiendo mucho de todo aquello. En serio, si había una asignatura que suspender, era esa. No servía para nada, al menos por el momento.

Creo que no entendéis una cosa mocosos, todas las clases que deis aquí son para algo, tienen una utilidad que ahora mismo quizás vuestras minúsculas cabecitas no entiendan.

Da igual lo que opinéis, sois unos mocosos malcriados que no sabéis nada. Vuestra opinión vale menos que nada y si queréis iros ya sabéis dónde está la puerta. Por lo que a mi respecta si salís por esa puerta no tenéis nada que ofrecer ni al ministerio de magia ni al grupo que represento aquí ahora mismo. Esta máquina la usan los aurores para prepararse mentalmente en la lucha contra magos descarriados, ahora mismo una compañera vuestra está pasando una prueba que aurores principiantes han fallado.

Así que si no queréis prestar atención ya os estáis largando a machacaros la cabeza haciendo algo inútil como jugar a quidditch. Cuando llegue la guerra contra el mago tenebroso os servirá de mucho montar en escoba y lanzar pelotitas.

Al oír aquella explicación de boca de Percival Graves no puedes evitar pensar en tus visiones y lo que mostró el boggart, ¿Tu o Esther una maga tenebrosa? ¿Quizás pudieras aprender a evitarlo, o quizás aprendiendo a evitarlo fuera como os convirtierais en ello? 

Aquellas palabras te revuelven las tripas, ¿Una guerra? ¿El ministerio de magia y los aurores estaban preparándose para una?

Aquellas palabras te revuelven las tripas, ¿Una guerra? ¿El ministerio de magia y los aurores estaban preparándose para una?

Aquellas palabras te revuelven las tripas, ¿Una guerra? ¿El ministerio de magia y los aurores estaban preparándose para una?

Aquellas palabras te revuelven las tripas, ¿Una guerra? ¿El ministerio de magia y los aurores estaban preparándose para una?

Ver al joven comiendo tarta me hizo esbozar una sonrisa, sin embargo ese aparato y las palabras del Auror no me habían agradado en lo absoluto, en especial por la capacidad de inmiscuirse en los recuerdos de las personas y si ese sujeto quería que todos pasaran para averiguar cosas, al igual que mi padre era bastante desconfiado tanto del ministerio como de las demás personas, "el único animal que puede traicionarte es el hombre sea mago o muggle" decía mientras atendía a sus animales.

Así que para mí era mejor abandonar la sala, nunca había querido trabajar en el ministerio según mi padre demasiado sacrificio por un pago tan bajo y según mi madre ahí solo se pueden tener amigos para ciertas cosas no buenos amigos, así que esta clase a pesar de lo interesante comenzaba a ponerse tensa y desagradable.

Sin importar lo que el Auror pensará de mí, decidí salir por la puerta me daba igual si  comentaba que era un mocoso arrogante, esas frases ya estaban de más, así que simplemente salí si algo mas ocurría prefería escucharlo desde fuera o simplemente ir a las mazmorras para hablar con el profesor de pociones o transformaciones, después de todo también era importante para el aprendizaje.

-Claro como usted diga señor Auror- dije mientras abandonaba la sala, el asunto de guerra y magos tenebrosos quizás hubiera sido preferible para historia de la magia, en Drumstrang habíamos hablado sobre Herpo el Loco y otros magos tenebrosos, aunque a mi parecer, la magia oscura es solo un uso diferente aplicado de la magia.

La voz de Oliver Grace parece tremendamente irónica y te sorprende mucho la actitud del chico hacia un reputado auror como es Percival Graves, sin embargo algo te llama la atención de él, una especie de curiosidad que no puedes evitar sentir.

¿Quieres seguir en la clase o nos vamos? Tengo que hablar contigo pero puede esperar si quieres.

Al oír al auror, empiezo a preguntarme en realidad para que esta aquí. Esto empieza a parecer más un campo de reclutamiento, es demasiado desagradable.

Me levanto para marcharme, pero veo que no soy el único lo hace, cojo mis cosas y me voy. Al pasar cerca del auror, digo.

Tengan cuidado, intentar quitar un mal, puede que crees otro.

De repente, la clase de estudios muggles se estaba convirtiendo en una extraña prueba de resistencia. Si aquello era una prueba no podía ser por casualidad y quizás otros como yo pensaran lo mismo. Estaban buscando "soldados"; era como si se avecinase una guerra.

Seguramente por eso me sorprendió la actitud e Grace, al igual que la de otros, de salir por la puerta y abandonar la clase. Nosotros éramos arrogantes y especialmente críticos, pero es nunca nos había impedido cumplir con nuestra obligación cuando había llegado el momento.

Quizás por eso estaba yo en Gryffindor.

Sin decir nada, me giré hacia Marnie, la miré y negué con la cabeza. Ni se te ocurra marcharte, le dije moviendo únicamente los labios. Después, me giré hacia el profesor y levanté la mano.

-Profesor, yo únicamente puedo hablar por mí, pero quizás haya más gente que como yo se pregunta por qué nos muestra esto ahora. ¿Estamos o vamos a estar próximamente en guerra? Después de lo que ocurrió en el Gran Comedor, ¿debemos prepararnos para lo peor? Porque si es así, nos lo puede decir. Yo no tengo miedo. Solo quiero entenderlo.

Vi con deszón como muchos de mis compañeros abandonan la clase pasando por alto las advertencias del auror, era evidente que lo que el Ministerio estaba haciendo, buscana gente que estuviera preparada para la guerra que se nos venía encima.

Si el Ministerio buscaba entrenar una nueva generación de soldados para hacer frente a esta amenaza, pues me tocaría poner mi varita al servicio del Ministerio, para proteger a Gin y a todos los que lo necesitaran.

Marnie esbozó una sonrisa al ver al pequeño Ray comiendo tarta y jugando con su hermanita, algunos manifestaron su incomodidad por ver los recuerdos de Ginevra pero a Marnie le daba igual, le parecía una escena adorable de dos niños disfrutando de momentos inolvidables, su madre estaba ahí y no pudo evitar pensar en cómo se sentirían los niños al ver a su madre después de tanto tiempo, solo era un recuerdo pero estaba ahí… eso le hizo recordar a su propio padre y su sonrisa se torno triste sus ojos temblaron unos instantes y la pequeña de las Ollivander tosió un par de veces volviendo a recuperar la compostura. No se atrevió a girarse y mirar a Ray que se encontraba unas bancas más allá, pero no pudo dejar de pensar si se encontraría bien o no. Thad ríe a su lado haciendo un comentario sobre la glotonería del chico y ella vuelve a sonreír.

Por su parte Percival Graves comienza a explicarles, (no sin unos cuantos insultos de regalo), lo importante que es aquello para… estaba claro, El Ministerio y que si no pensaban tomarlo en cuenta podían abandonar el aula. Era un reclutamiento y como su hermana bien dijo parecía que estaban o iban a estar en guerra… Las palabras del auror la hicieron reflexionar sobre los últimos acontecimientos y Marnie decidió que ya sabía a qué quería dedicar su futuro, por ella y por su hermana.

Esther le “dijo” que ni se le ocurriera abandonar la clase y Marnie asintió por toda respuesta, por supuesto no pensaba irse.

- Me quedo Thad, podemos hablar luego ¿vale? pero si tu quieres salir eres libre - le dedica una mirada significativa, ella no iba a pedirle que se quedara jamás obligaría a nadie a nada - eso si, si sales ten cuidado ¿vale?