Partida Rol por web

La caravana

La caravana - Escena de Juego

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28/12/2022, 10:08
Roderic Cumén
Sólo para el director

Avanzó con la intención de espiar lo que ocurría en el campamento...

Notas de juego

Pues avanza. Si en el bocadillo que intento hacer entre los asaltantes y el campamento no hay nadie asumiré que los asaltantes ya están en el campamento y ,o están muertos o se han hecho dueños de él. Pero no me descubro hasta saber de qué van.

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28/12/2022, 11:45
Abel

Escapar hija mía. Mis heridas, mis cortes son lamentos de esta cruda batalla. Salgamos de este castigo de Dios. Prefieres adentrarte en el infierno, o buscar la libertad en el pasto verde? Le digo mientras hago movimientos, marco mis heridas y le acabo cogiendo del brazo para marcar huida. Dionisio ya es objeto de las ilusiones de Satanás. Pecaminoso y desleable, está sufriendo su condena.

Habré sido buen cura? Buen padre? Le indiqué bien el camino?

Pensaba en mi mismo mientras me veía imitando otros personajes. Una de mis ilusiones fue participar en una obra de teatro, pero el destino hizo que me convirtiera en un vulgar ladronzuelo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

mi opcion clara es escapar.

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29/12/2022, 19:59
Fray Bernat de Ciclone

El bandido sabía que yo no era rival para él, así que poco a poco fue acercándose y lanzándome tajos a diestro y siniestro. Yo solo sabía defenderme, interponiendo mi cuchillo y retrocediendo paso a paso para dejar algo de espacio entre él y yo. Uno de sus tajos me sesgó parte de las vestiduras y me hizo un corte profundo. Notaba la calidez de la sangre deslizándose por mi piel, en su lento descenso hacia el suelo. Sabía que iba a morir y empecé a rezar en alto.

-"¡Oh, padre, escucha a tu siervo! Padre nuestro que estás en los cielos..."

- Tiradas (1)
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30/12/2022, 11:09
Encapuchados

Zubaida se animó a seguir luchando, de hecho, poco tiempo le dio para pensar, pues su rival estaba delante de ella insitiendo en hendirle el cuchillo. Tal vez porque la bandida ya se hallaba herida, que no pudo clavarle su arma al encapuchado. La mala suerte hizo que los papeles se tornaran, él atacara y ella se defendiera, y Zubaida recibió una estocada en el vientre... La mujer, entonces, cayó al suelo...

Daño a Zubaida: 1 contador de estado...

La mujer cayó al suelo, de momeno inconsciente, y todo ello lo percató fray Bernat, quien, ni harto ni perezoso, le endosó una cuchillada en el pecho a aquel rival suyo, quien había estado hostigándole constantemente.

Daño a B4: 1 contador de estado...

El tipo, al igual que había hecho Zubaida paralelamente, cayó al suelo abatido, pues la puñalada debía haber sido bastante fiera.

Tras ello, que se miraron Bernat y el encapuchado que luchaba con Zubaida; y cuando éste tuvo la intención de cargar contra el clérigo, una espada asomó con fuerza desde su pecho: alguien le había atravesado la espalda con una espada.

Bernat lo vio, horrorizado, y el bandido cayó al suelo cuando la espada volvió a recorrer a la inversa, ahora ensangrentada, y detrás de ella apareció Alejandro. Éste había dado muerte, ahora, al bandido que había abatido a Zubaida. Sin embargo, no todo eran buenas noticias: Alejandro, el mercenario cayó de rodillas, expulsando sangre por la boca nada más derrotar, como decimos al bandido (5). Después dio de bruces contra el suelo, y Bernat pudo ver que tenía un gran cuchillo clavado por detrás.

Por su parte, Jorge de Lucena y el contable Fernando seguían en una lucha con dos de sus rivales. Eran dos para dos, uno con cada cual. Uno de los bandidos logró apuñalar al contable en el cuello, cortando y desgarrando al mismo tiempo algunos tendones. Ello hizo que Fernando cayera irremediablemente al suelo, comenzando a emanar sangre como una fuente recién llena de lluvia. Jorge, en su acción, hendió el cuchillo en la pierna de su rival, y debió de segar una gran arteria, pues el tipo se venció al suelo, llevándose las manos a la extremidad, y desangrándose casi en el acto. Quedaba ahora un uno para uno, lo cual se resolvió rápidamente: Jorge logró endosar en el estómago, en el mismo sitio que había sufrido Zubaida, una cuchillada, que hizo que el encapuchado cayera hacia atrás, su capa se prendiera con el fuego de una de las carretas en llamas y... saliera ardiendo. Aquel hombre trató de apagar el fuego de la suya capa, pero sin éxito, sumado a las heridas, acabó por perecer...

Entonces Jorge se acercó al fraile.

- Tiradas (4)
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30/12/2022, 11:24
Jorge de Lucena

Unos pasos separaban al médico del fraile. Caminó con dificultad, cuchillo en mano y sangre (ajena y no) en sus prendas. Cuando estuvo a la altura del fraile, le dijo algo.

Hice to... do lo que pu... de... -entonces se cayó entre sus brazos, y por instinto fray Bernat trató de recogerlo en el aire, pero el cuerpo se le cayó, y Jorge cayó de bruces al suelo-. Tenía heridas internas mortales, y el vientre cosido a puñaladas. También, al igual que Fernando y Alejandro, pereció allí mismo-.

Quedó, en todo aquel patio de las ruinas, una sóla alma con vida: el fraile Bernat. Sin embargo, Zubaida tosió un poco, y abrió un poco los ojos. A vuestro alrededor las carretas ardían, ahora con menos intensidad, los conductores estaban muertos, los soldados estaban muertos, los encapuchados estaban muertos y los súbiditos de Dionisio estaban muertos. ¿Cómo y porqué diantres habíais llegado a aquella situación?

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30/12/2022, 11:28
Director

No encontraste a nadie en los alrededores durante tu marcha hacia las ruinas. Caminabas agachado entre la maleza, por si había alguna novedad. Pero no hubo nada. Tardastes algo menos de cinco minutos en llegar, y te asomaste a la entrada del portón principal, una vez viste que no había peligros.

Lo que vieron tus ojos a través de la puerta te sorprendió bastante: en el patio de armas de aquel lugar ahora vestigios yacían cinco encapuchados. Estaban en el suelo, visiblemente muertos. Pero también había más cadáveres: los de los condutores de carretas, los de los soldados que guardaban la caravana, y los de los súbditos de Dionisio (Alejandro el mercenario, Jimeno el contable y Jorge el médico-cocinero). Lo que daba la iluminación que veías desde fuera no eran sino las carretas, allí diseminasdas entre los cuerpos, que ardían, y que tenían todas clavadas flechas incendiarias. Justo en el centro del patio, entre los cadáveres estaba fray Bernat, y a su lado Ilariñe, con él. Por su parte, Zubaida estaba tendida en el suelo, entre ambos, malherida o muerta (no lo sabías). Del resto ni rastro.

Ellos no te habían visto.

Notas de juego

Te toca, estás fisgoneando desde la entrada. Ni Bernat ni Ilariñe te han visto (y Zubaida tampoco, pues como digo ésta está insconsciente o tal vez muerta). Si quieres saber más tendrás que acercarte.

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30/12/2022, 11:37
Ilariñe Saavedra

PNJOTIZADO.

Mientras Abel dabas sus razones, lícitas para un ladrón herido y en peligro, dejásteis de escuchar el fragor de la batalla ahí afuera. Todo estaba en calma, y eso podía significar dos cosas: la victoria de unos o de otros. Ilariñe miró una vez más a Dionisio, y luego a Abel, y dudó sobre lo que hacer.

Lo siento Abel, no es... mi manera de pensar, yo no... -la mujer rechazó irse de allí por la puerta de atrás (literalmente, a través de la roca desplomada), y dejar allí a Dionisio, quien aún vivía.

Fue entonces cuando Abel se largó de allí por el mismo lugar por el que había accedido.

- Tiradas (1)
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30/12/2022, 11:40
Ilariñe Saavedra

PNJOTIZADO.

Rápidamente salí al patio de armas. Ya no escuchaba nada ahí afuera, y salí de la torre principal para ver qué pasaba. El panorama encontrado era desolador: cadáveres por doquier, las carretas ardiendo y la sangre impregnada por el patio. Vi a Fray Bernat en el medio del lugar, junto a Zubaida, tendida en el suelo. Entonces corrí hacia ellos.

¿Estáis bien? ¡Zubaida! -masculló la curandera-.

Notas de juego

Fray Bernat, te concedo una última tirada, a dificultad 5, en referencia a sanar, para tratar de recobrar la salud a Zubaida (de aumentarla a 1 contador de estado). Si fallas, lo intentará Ilariñe (que está PNJOTIZADA durante ya bastantes días). Si ninguno logra el éxito, Zubaida puede narrar sus últimas palabras :( Ahora posteáis Bernat, Zubaida e Ilariñe.

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30/12/2022, 11:44
Director

Por tu parte, quedaste sólo en la torre, y saliste de allí como alma que lleva el diablo. Saliste por el mismo acceso trasero por el que habías entrado en la fortaleza. Mejor huir que intentar vencer cualquier gran peligro era a veces la mejor y más inteligente acción.

Notas de juego

Haz un último post de partida. Postea sólo para tí.

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30/12/2022, 12:30
Zubaida

Notas de juego

Zubaida se va sabiendo que ha hecho lo que su corazón dictaba :) esperemos que el hijo de Dios haga un milagro xD

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30/12/2022, 14:39
Fray Bernat de Ciclone

Al ver lo sucedido, caí de rodillas ante Jorge y recé rápidamente una salmodia para que reposara su alma en el cielo, al igual que la de todos los valientes caídos. Era el único que se mantenía en pie, eso sí, con una flecha clavada en la nalga y una buena cuchillada en el abdomen, que sangraba profusamente. Detrás de mi escuché algo, una voz. Me giré con el cuchillo en mano, pensando que eran más bandidos, pero no fue así. La joven Ilariñe había aparecido de repente e ido hacia la otra mujer, que ahora me percaté de que estaba tirada en el suelo. Me puse en pie y me acerqué a ellas para tratar de taponar las heridas y que dejaran de sangrar, mediante algún torniquete.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Este fin de semana estaré también alejado de C. Umbría, así que hasta el domingo noche o ya el lunes por la tarde no estaré de vuelta. ¡Feliz año nuevo!

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30/12/2022, 14:36
Abel

Lamenté no poder salvar a nadie, pero cada uno tenía su propia decisión. Salí por el hueco de la pared y me alejé de la torre. Podía ver como mi ropa estaba ensangrentada, y por mucho valor que tuviera, las fuerzas no me acompañaban. Había perdido sangre, yEra un ladrón, un sobreviviente de la sociedad.

Paso a paso busqué el camino en dirección a Toledo. Si podía llegar sería un hito, aunque la distancia era desconocida. Una sonrisa macabra se podía ver en mi cara. No era maldad, sino maldiciendo el asqueroso viaje en que se tornó todo. Un viaje largo y tranquilo vuelto en un pequeño infierno. Miraba de vez en cuando al cielo para ver las estrellas y buscar esperanza. La esperanza de morir en cualquier rincón y ser olvidado por todos. Ni el guarda que me atrapó varias veces se acordía de un perdedor como yo.

 

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30/12/2022, 23:32
Roderic Cumén
Sólo para el director

Roderic se acercó en silencio, levantando una mano para indicar que era él quien llegaba.

—¿Qué ha pasado aquí? —Susurró cuando llegó a la altura de los demás. —¿Se han ido todos? Los que hayan quedado vivos, quiero decir. —Estaba claro que los muertos ya se habían "ido".

Notas de juego

Te dejo el post solo para ti por si ocurre algo. Si eso edita para poner a los demás.

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31/12/2022, 10:27
Ilariñe Saavedra

PNJOTIZADO.

Apartad, fraile, dejadme a mí... -señaló la estudiosa-. Aquel momento era el preciso para tratar de salvar la vida de la bandida Zubaida. Si ella no podía, tal vez nadie más lo haría. Ilariñe se agachó, ante la mirada de Bernat, y entonces trató de taponer la herida que había comenzado a realizar su compañero.

¡Aguantad un poco! -dijo entonces, una vez agachada junto a Zubaida, cuando comenzó a mancharse las manos de sangre-. ¡Bernat!, Id ahí dentro y traed el cazo con agua hirviendo que está junto a Dionisio, ¡rápido!

Tal que así, tan bien mandado Bernat era en aquel momento que regresó enseguida con el cazo sobre un paño, pues andábase muy caliente el agua. El fraile había visto en el interior a Dionisio, tumbado, inconsciente, aún flecheado en su cuerpo, aunque no le dio tiempo a saber si yacía o no. El agua sirvió para limpiar las heridas, y de estar despierta, Zubaida hubiera gritado de dolor... La sangre se iba aclarando sobre su piel oscura, pero salía más sangre, aunque en cierto momento Ilariñe trató de taponer con más vendas las heridas y hacer un improvisado emplaste con unos extraños productos que tenía entre sus varios instrumentos, en su zurrón... Tras unos quince minutos de manipulación, la mujer se detuvo.

Ahora toca esperar... -dijo Ilariñe-. Bernat, aún le late el corazón. Las horas determinarán si vive... o no.

Justo entonces apareció alguien por el portón.

- Tiradas (1)

Notas de juego

3 dados: el básico + 1 por lectora compulsiva (tal vez pudo leer sobre medicina o hierbas) + 1  por Odre grande con agua (con el cual, previamente dentro de la torre, hirvió agua para Dionisio).

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31/12/2022, 10:35
Roderic Cumén

Roderic se acercó en silencio, levantando una mano para indicar que era él quien llegaba.

—¿Qué ha pasado aquí? —Susurró cuando llegó a la altura de los demás. —¿Se han ido todos? Los que hayan quedado vivos, quiero decir. —Estaba claro que los muertos ya se habían "ido".

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31/12/2022, 10:36
Director

Roderic, una vez llegó a la altura de los demás, vio a fray Bernat e Ilariñe junto a Zubaida, que descansaba en el suelo. Le informaron que estaba viva, y vio el alguacil que la ladrona estaba llena de vendas, ya que la acaban de hacer unas curas para salvarles la vida. Zubaida seguía inconsciente, pero su corazón latía. En pocos minutos las carretas dejarían de arder, y no se vería nada allí dentro. La noche volvería a abrazaros de nuevo en unos instantes.

Notas de juego

Entra en escena Roderic. Asi que postead para todos, menos para Abel (que no sabéis donde está).

Roderic, sólo tus compañeros citados están vivos, el resto, como te narré, están muertos y diseminados por el patio de las ruinas, enemigos encapuchados incluidos.

Por cierto, haced un último post de partida. Este es el final, y luego pondré una última intervención aclaratoria a modo de epílogo.

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31/12/2022, 19:39
Roderic Cumén

Poca luz y frío para los heridos. Mala cosa. Roderic se puso a juntar trozos de carreta, ardiendo y sin arder, para hacer una buena fogata que tuviera visos de estar así toda la noche. Luego, cojeando, pues estaba también herido, lavó sus heridas con el vino que había comprado (gracias a Dios) al buhonero aquel. Tras lavar sus heridas y las de los demás compañeros que lo necesitaran, tenía la intención de reunir a los cadáveres en un montón. Y de registrar todos los equipajes.

—No he encontrado lo que buscaba, y nuestro rey lo necesita ¿de acuerdo? No tengo ni idea de qué ha pasado todavía pero quizá...

—Menuda nochecita, —dijo por fin. No deseaba dormir. Estaba que se caía de sueño, pero no pensaba dormirse. Quizá quedaran enemigos por ahí.

De cuando en cuando echaba madera al fuego, y ya no volvió a hablar más.

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01/01/2023, 16:16
Zubaida

Lo último que notó Zubaida fue como un sueño profundo acompañado de una punzada en el estómago. La cara de aquel encapuchado que la atacaba comenzó a hacerse difusa y a los pocos segundos todo era negro. Sintió como su cuerpo cayó a plomo, pero no sintió dolor ni angustia, solo una leve sensación como si flotara.

Zubaida no sabía cuanto tiempo pasó desde que de nuevo comenzó a escuchar voces, unas voces muy lejanas, acompañadas del crepitar del fuego. Una siluetas se dibujaban enfrente de su ojos lloroso y apagados. La bandida pudo distinguir al monje, que rápidamente fue sustituido por aquella mujer, la rubia que leía y apenas hablaba. Sentía una ligera presión en el abdomen, en donde el tajo fue a parar. Después un líquido caliente. Zubaida no sabía si era agua, licor o su propia sangre que se vaciaba por los costados de su cuerpo.

El caso es que, después un largo rato, o eso le pareció a ella, sintió como las palabras se formaban en su boca, aunque no con el tono que a ella le hubiera gustado usar, valiente e inquebrantable.

¿Por qué... por qué no han hecho esto? — preguntó — ¿Hemos escapado?

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01/01/2023, 21:16
Fray Bernat de Ciclone

Corrí a por el agua caliente y se la llevé a Ilariñe. La ayudé con la mujer malherida, que se debatía entre la vida y la muerte, pero parecía que la habíamos tratado a tiempo; aunque aún estaba en una situación límite. El alguacil entró por la entrada del fortín, dándonos un susto de muerte. Le relaté lo allí sucedido, mientras le ayudaba a mantener una hoguera firme. La noche aún estaba encima y necesitábamos un hogar para calentarnos. Hice una pequeña fogata en el interior de la torre para mantener a Dionisio caliente y ver si aún vivía. Era otro que esta noche sabríamos si moría o se quedaba con nosotros. Hubo un momento que Zubaida despertó y balbuceó algo.

-"Estamos a salvo por el momento, hermana. Ahora debes descansar." Le dije a la mujer.

Estando a parte con Roderic, le pregunté sobre lo que había comentado.

-"¿Qué es lo que buscas? Esta gente era parte de una secta, por lo que me dijo el médico de Dionisio. ¿Puede ser que lo que con tanta ansias buscáis todos, sea un libro?" Le pregunté.

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02/01/2023, 21:33
Roderic Cumén

No. Yo busco unas cartas. No puedo decir más. —Frunció el ceño. —¿Y ese libro, qué es?