Partida Rol por web

Un gran pasillo se dibujaba ante nosotros. Marta propuso separarnos.

Creo que es una buena idea. No creo que nos vaya a pasar nada. Yo iré por el pasillo registrando las habitaciones que hay antes de las escaleras. Cuando termine, volveré para contaros que he encontrado. ¿Alguien viene conmigo?

Venga, vale Nacho, yo te sigo, que alguien más se venga con nosotros o iros los tres por el otro camino, como queráis. ¿A que hora nos reunimos aquí?

Intento hacer caso omiso a lo de los fantasmas, a mí también se me pasó por la cabeza, pero tiene que haber otra explicación una más cruel por parte de alguien muy trastornado. Una quizás más peligrosa, pero más fácil de entender y tratar.

- Me parece bien lo de separarnos, ahora, seguir avanzando y dejar habitaciones sin visitar a nuestras espaldas me parece una gran cagada. Propongo volver a la habitación del tarot y forzar alguna cerradura si hace falta. Porque nadie habrá encontrado un llave mágicamente, ¿verdad?

Me parece una gran gilipollez ir desarmada, de modo que decido acompañarla donde vaya. Me acerco a la mesa y agarro dos cuchillos más, me guardo uno y le tiendo el otro a ella.

- Escucha, muchacha, me importan una mierda que sean fantasmas o una vieja en bragas, pero alguien ha tenido que traernos y atarnos, y a ese se lo puede cortar y también nos puede cortar a nosostros. Haz el favor- acabo en el tono más paternal que me permite la situación-. Y ahora ¿Qué tal si hacen caso a éste rotoso vagabundo y revisamos antes las puertas del tarot?

- Muy bien, Nacho y Miguel vosotros podeis registrar el pasillo. Cuando termineis volveis aqui, no bajeis ni subais a ninguna planta, nos reuniremos cuando terminemos de revisar las habitaciones aqui en el comedor.

Cogi el cuchillo, más para que se callara que para usarlo

- Los demás podemos registrar la habitación que queda aqui y después pasar de nuevo a la habitación del tarot

Me dirigo a la puerta que queda por registrar en el comedor y la abro

Mientras más avanzaban más dudas surgían, porque tanta diferencia entre el pasillo y el comedor? Y lo peor parecía que la casa era bastante grande y tenía varias plantas, sentía como si la casa nos hubiese tragado en lo más profundo de su interior, pero tal vez solo estaba divagando, no encontrarían la salida rápidamente y no revisaban las puertas.

El grupo sugirió que nos separáramos para cubrir más terreno, aunque no era una idea descabellada, separarnos nos podría hacer débiles frente a algún peligro. En mi cabeza la escena me recordó a un programa que veía cuando era niño, en el cual resolvían misterios y el líder siempre tenía la brillante idea de que se separaran. Una sonrisa cómplice se dibujo en mi rostro por las tonterías que pensaba.

- Me quedare con David y Marta si no les molesta.

Dicho esto y repartidos, nos dirigimos hacia la otra puerta que estaba en el comedor como sugirió Marta.

Marta, David y Fred se quedaron en el cuarto del comedor. La intención primero era revisar la única puerta de este sitio que quedó sin probar y luego ir al pasillo para seguir intentando explorar este enorme sitio.

Marta giró el pomo de bronce de la puerta y como respuesta a sus intento sintió un clik, clik. Intentó nuevamente pero la puerta no cedía.

No cabía duda de que estaba cerrada con llave.

 Este cuarto se encontraba bajando las escaleras del pasillo de la planta baja, del largo. Era otro corredor, muy viejo. A diferencia de la anterior habitación, ésta tiene las paredes descascaradas y se siente en el aire un olor a humedad espantoso. Todo está muy oscuro, parece que de un cuarto super lujoso se ha pasado a otra casa, a una vieja y espantosa.

Sin embargo, todo indica que están en la misma casa, sólo que aquí parece que el tiempo ha sido sumamente cruel.

Hay dos puertas más, una al fondo y otra en un lateral. Hay muy poca luz, realmente poca... 

De pronto se sienten unas pisadas ligeras por el fondo.

El sonido de la puerta me decepcionó, aunque no iba con los planes que había propuesto mantenía la esperanza de que esa puerte fuese la última que tuviésemos que abrir antes de largarnos de una vez de esta casa de locos. No llevo más de una hora aquí dentro y ya me he encontrado con tres fantasmas, muchos desequilibrados y con un montón de estampados horribles, por no mencionar ese pasillo que ha decidido ir en contra del resto de la casa. Me atusé la sucia barba mientras miraba a Marta volver a intentar abrir la puerta, hay que reconocer que la chica es tenaz, pero no parecía que fuese a llegar muy lejos por ese camino.

- No soy un experto en ésto, pero diría que está cerrada ¿Serían tan amables de hacer caso a mi primera recomendación y volver a la sala del tarot? Nos quedan algunas puertas por ahí- y además quiero revisar esa mesa-. Los más probable es que estén cerradas como ésta, pero prefiero asegurarme de ello para no tener sorpresas y, si resulta necesario atrancarlas, para que nada nos pille por la espalda.

Voy hasta el cuarto del tarot con el cuchillo de la mano preparado por si ha habido cambios inesperados en la habitación. Si no veo nada raro entro y cojo las cartas de la mesa, parece que ya saben lo que significan por lo que ha nadie le importara que las mire más de cerca por el derecho y el revés. Luego retiro el mantel de la mesa y sigo revisando la mesa en busca de algun cajón o doble fondo que pueda esconder, por ejemplo, una llave. No puedo creerme que haya tantas puertas cerradas con llave y ninguna llave, el loco que nos ha traído aquí tiene pinta de ser del tipo que dejaría cosas así por la casa para que uno se desespere buscando.

- Vosotros fijaos si alguna de las puertas se puede abrir, una por vez y que el otro esté atento al resto de la sala- digo, aprovechándome de que parece que ahora me escuchan-.

Ssshh!! Caya Nacho, he oido algo, quizá al fondo haya alguien. Escóndete y cuando se alejen las pisadas subamos a avisar al resto de que quizá haya alguien más en la casa. No sabemos si son amigos o enemigos. Pero quizá debamos saber donde se dirigen o si son reales o no. Dijo mientras susurraba a Nacho.

Asenti a David y me dirigi hacia la habitación del tarot, una vez alli, vi como David inspeccionaba la mesa, yo mire los cuadros de la habitación, asi como cualquier como los cajones de la habitación, con suerte encontrariamos alguna nueva pista del lugar.

Después de mirar el lugar, me dirigi hacia la habitación que estaba en frente del comedor, alguna de las puertas tendría que estar abierta, o eso esperaba

- ¿Quién se quedo con la llave que se encontro detras del cuadro? Quizas esa llave sirva para abrir alguna de las puertas cerradas

Tampoco hay nada que me diga si tu eres mi amigo pensé mirando de solsayo donde estaba Miguel

¿Quién me decía que esto no lo había preparado ninguno de ellos? A lo mejor eran locos maníacos...

Pero no podía pensar eso, ahora no. Los pasos eran bastante reales. Tenía que prepararme, nunca se sabe si habrá que defendernos

Me quedé en silencio esperando que las pisadas se alejaran...

Está bien David revisemos de nuevo la habitación del tarot. Nos dirigimos hacia la habitación esperando encontrar más pistas, David revisaba las cartas mientras que Marta revisaba cajones y cuadros. Aproveche para revisar cada una de las puertas que hacían falta, para ver si alguna estaba abierta.

Cita:

 
Alguien encontró una llave? Tal vez la tengan miguel o nacho.

 El ruido de pisadas se fue acercando. Y acercando, y acercando más y, de pronto, entre la prenumbra, dos ojos amarillos fisgonearon el aire.

Lo que producía el sonido eran las patas de un enorme lobo negro, cuyas medidas eran bastante parecidas a las de un Gran Danés. Ninguno de los jóvenes había visto jamás criatura igual.

Lo peor de todo es que unos minutos más era todo lo que el animal necesitaba para encontrarlos, si no es que ya lo había hecho con su agudo olfato.

David repasó la mesa, incluso cogió las cartas y se las guardó. Levantó el mantel y sólo vió una superficie de madera media arañada pero nada de extrañar, no era una mesa nueva. 

Marta comenzó a mover los cuadros, con la intención de ver si algo salía de atrás, como había pasado con la llave, que ahora recordaba la chica, Miguel había cogido.

Por otro lado Fred comprobó en las restantes puertas, quizás no todas estaban cerradas, no pasaba nada con intentarlo. Entonces abrió una de las puertas, de hecho la primera que probó. Delante de él había un pasillo luminoso, decorado con tonos rosados. Había una alfombra en el suelo que parecía muy limpia.

En ese momento detrás de un cuadro cae una gema, es un rubí.

Mierda, un lobo!

Saqué mi cuchillo para protegerme de aquel animal y retrocedí por las escaleras por las que habíamos venido. No era un héroe de partida de rol y no tenía competencia con cuchillos ni nada por el estilo. No me iba a quedar ahí para luchar, y la verdad que lo unico que me importaba en este momento era salvar el pellejo, asi que volvi por donde había venido y me largué de allí.

- ¿Llave? Con la cantidad de puertas cerradas que hemos visto ¿Cómo es que la gente es tan gilipollaz de no probar una llave? En fin, ya tenemos una puerta abierta frente a nosotros ¿No?

El oído de una persona como yo está más que entrenado para localizar las monedas escapistas que casualmente caen al suelo de un dueño torpe y por lo que a mi oído respecta algo de valor acaba de tocar el suelo. Me giro instintivamete y lo veo, desde luego es mejor que una moneda. Sin dudarlo la cojo y me la guardo en el bolsillo antes de seguir por el nuevo pasillo.

- Ahora por la primera puerta de la derecha.

Mire el rubi que había caido, pero David fue más rápido y se lo guardo. ¿Quién podría dejar un rubi por alli en medio? Solo una persona a la que le sobrase el dinero.

Me dirigi hacia la puerta de la derecha y la abri, con suerte estaría abierta y nos permitiria encontrar algo de utilidad, aunque llevaba el cuchillo en la cintura no me moleste en sacarlo, seguía pensando que era mejor luchando con mis puños que con un puñal, la cosa sería diferente si tuviera una pistola, pero no era el caso

No me lo puedo creer pensé mientras veía ante mi un lobo

Joder, tengo que salir de aquí

Viendo como Miguel retrocedía con el cuchillo en la mano, yo empecé a ir hacia atrás también, pero siempre con la vista puesta en el lobo. En caso de que me atacara, prefería tener la opción de "defenderme", aunque creo que lo único que podría hacer sería gritar como un loco

Había tenido suerte en mi primer intento. La puerta estaba abierta y tras de ella se dejaba ver un pasillo. Justo en ese momento algo se escucho caer de uno de los cuadros, era rojo y cristalino, un rubí? Que hacia un rubí tras un cuadro?

La persona que nos metió en todo esto en verdad tiene  tiempo libre. No solo se tomo el tiempo de secuestrarnos, también tiene tiempo para esconder objetos y de jugar a la búsqueda de tesoros.

David tomo el rubí, no lo culpo, tampoco había tenido uno en mi posesión.  Marta se adelanto para tratar de abrir una de las puertas en el costado derecho del pasillo, la seguí esperando ver si tenía éxito.

Antes de que Marta intentara abrir la segunda puerta, los dos muchachos que antes habían probado con las escaleras del corredor lujoso, llegan corriendo con el rostro alterado. Se ve en sus ojos que han visto algo horrible. Se detienen y toman el aliento perdido.

Ahora están junto a los otros tres extraños, nuevamente en el cuarto de tarot (ya que han corrido hasta allí cuando no los vieron en el comedor)

Todo está igual excepto una puerta abierta que da a un pasillo y que las cartas que había sobre la mesa ya no se encuentran allí.