Partida Rol por web

Con gran pesar, Stan revisa las cosas que tenía Robert por si hay algo que les pueda servir. Su poderosa espada se irá con él, seguramente tal y como le habría gustado. Pero quizás alguna de sus cosas pueda acabar salvadoles la vida a alguno.
Era algo desagradable de hacer, pero necesario. El picaro sabía que si fuese él quien hubiera muerto estarían haciendo lo mismo. Y en verdad no le importaría. Una vez muerto no iba a necesitar nada.

Separó las cosas que podrían hacer falta y las enseñó a Keks y Andrej.

Coraza,  Ropa de explorador, , Esposa, Linterna ojo de buey, Pedernal y acero, Gancho, Palanca, Saco de dormir, Manta de invierno, , Espada de dos hojas, , Arco largo, Espada larga, Carcaj de flechas.

Anillo, Mochila, Kit de escalador, Odre de agua, Vial de tinta, Cuerda de seda, Pergamino, Litro de aceite (frasco), Pocion (curar heridas leves, nivel 1).

La coraza y el anillo.

Necesitaría que alguno me ayudarais a lanzarlo a la lava.- comenta Andrej cogiendo respetuosamente el brazo del guerrero.

Stan ya había acabado de retirar las cosas. Con lo que cuando Andrej le pidió ayuda para moverlo se apresuró a ayudar.

Sí, vamos.
Es un mal trago, pero cuanto antes lo pasemos mejor.

¿Alguién quiere decir unas palabras?

- Robert...-comenzó Keks cuando los otros dos compañeros acercaron al guerrero a la lava...

-... aunque los Dioses son unos seres crueles que nos usan como peones, que nos engañan y manipulan, aunque toda nuestra existencia es un camino de penalidades desde el nacimiento a la tumba, un breve espacio en un lugar oscuro...

... aunque existen seres de maldad inenarrable... aunque...- su voz se quebró ligeramente.- aunque todas esas cosas y más... Tú, como Xanfalcon, como Morgana, comos esos marineros en ése barco que nos traía... has demostrado que el alma humana puede elevarse más allá del barro. Has sido una estrella que nos ha iluminado en éstos lugares oscuros...

... que Pharasma, Jueza Impasible de las almas, acepte que has cumplido más que bien tu propósito en la vida y te envíe a un lugar mejor, un lugar de reposo eterno. Que te mereces seguro mucho más que cualquier otro. Un lugar entre los valientes.

Keks apretó los dientes y juró. - Trataremos que tu sacrificio no sea en vano.

Finalmente, arrojaron el cuerpo de Robert a la lava. Durante unos minutos, se dedicaron a mirar como se perdía para siempre el cuerpo de su amigo en el fondo de aquel lugar terrible.

Y se giraron. Podría ser que el destino del guerrero acabara alli, pero no así el del resto del grupo. Tenían que acabar con Iramine, y tenían que hacerlo rápido.

Stan vio al guerrero hundirse en la lava, no pudo reprimir un escalofría al recordar que él mismo había estado a punto de caer en ese infierno.
Las palabras de Keks le gustaron, esperaba que a Robert también en el lugar donde estuviese.

Descansa en paz amigo. Te lo has ganado.

Despues de eso no había más remedio que seguir. El picaro iba delante buscando trampas, no se fiaba ya para nada de lo que encontraran en aquel lugar. Y todos sabían que sus opciones de completar su misión se habían visto muy reducidas sin la poderosa espada de robert.

Un dragón... un dragón... Algo sabías de los dragones que...

¡Claro! No hay dragón sin tesoro.

Y no era dificil de encontrar. Mirada al frente y, a la derecha, una pequeña construcción de ladrillo, cuyo techo había caído hacía ya mucho tiempo, y cuya puerta entreabierta dejaba caer a través del hueco de la misma un pequeño montón de monedas. ¡Eureka!- pensó Stan.

Mientras avanzaban, Stan seguía pensando en la muerte de Robert. Y encima el dragón nisiquiera tenía tesoro. ¿O sí? El picaro se acercó a una construcción de ladrillo que había al lado del lugar donde combatieron. La puerta estaba entreabierta, y se podían ver algunas monedas caidas por allí.

Chicos, creo que deberíamos ver esto.

A pesar de todo, Stan examinó el lugar. Por si acaso el dragón había dejado alguna sorpresa desagradable.

Andrej asiente y agarra con firmeza su arma para seguir a Stan.

La guarida contiene 50 objetos mundanos cubiertos de oro, 1265 monedas de oro sueltas, un hacha de batalla que aunque cubierta de oro, una detallada inspección decía que estaba hecha de algún material especial. También había un broche mágico, un cuerno mágico y una pequeña caja de metal, todo cubierto de oro, con tres pociones dentro.

Keks se acercó al botín.

- Déjame ver. Cualquier cosa que nos ayude será bienvenida.

Pasando de las monedas de oro, se concentró en los objetos.

Stan no pudo evitar una sonrisa ante la cantidad de dinero y objetos de arte. Pero sabía que no tenían tiempo ahora para recogerlo todo, ni ningún sitio para llevarlo. Así que se concentró en lo mágico, aunque Keks ya estaba en ello.

Aahhh. Tantas cosas y tan poco tiempo. Espero que a la vuelta podamos parar un momento para recoger alguna cosa.

Stan se concentró y lanzó el pequeño conjuro que conocia. Siempre era util poder distinguir los objetos mágicos de los mundanos en un lugar de adquisiciones.

En algún momento tendré que darle las gracias al viejo que me los enseñó, si es que no está muerto claro.