Girac había dedicado el tiempo de la discusión a limpiarse las uñas, como si viese el asunto algo trivial e insignificante, más aún cuando se desconoce lo que puede ofrecernos, además teniendo en cuenta que las recompensas no tienen por que ser en oro, puede ocurrir que el tabernero se quede sin beneficios en más de una ocasión.
Y otro asunto es que se puede llegar a renegociar una recompensa para que ésta no consista en oro...
- La persona con la que hablaba hace un rato, el soldado embozado, estaba aquí en nombre de otra persona de mas importancia: Khaled Al-Ryne, capitán de la guardia y los ejércitos de la Ciudad. El hecho es que Khaled está buscando a una serie de agentes externos para cumplir una misión fuera de los límites de la ciudad, y está dispuesto a pagar más que generosamente: 2000 piezas de oro por cabeza, pagaderas la mitad ahora y la mitad si la misión termina con éxito. Evidentemente con el compromiso de que sus enviados hagan todo lo posible por cumplir la misión. ¿Por ahora os interesa?
Tausel, todos hemos estado en el ejército y detectamos una misión suicida de importancia marginal de una hora lejos, que es exactamente lo que ésta parece, de momento.
Prosigue.
Sonrío al escuchar a Xiaoyan y me mantengo en silencio aguardando la respuesta.
Continuo comiendome el melocoton.
-Eso, eso, prosigue...
*Xiaoyan expresa bien la idea, nadie pagaria tanto por algo sencillo... la armada de Nithgeria tiene mas que suficientes hombres para esas cosas. Interesante. Y serian 1900 quitando la comision, una bonita suma...
-Haz despertado nuestra curiosidad, Tausel... seria casi una descortesia dejarla asi. Prosigue por favor.
Asiente mientras hace un gesto con la cabeza de reconocimiento al avaro...
Tausel ve que ha despertado vuestra atención y sonríe ligeramente mientras bebe un trago de cerveza
- La misión... realmente no es de impotancia marginal. De hecho Khaled Al-Ryne ha insistido mucho en que se trate de personas que ya hayan servido en el ejército, y que tengan habilidades variadas. Aunque no es propiamente una misión militar. Vereis, pretende que un grupo de nigerthianos vaya a una serie de grutas situadas a varios días al norte y gobernadas por un clan de grantrasgos. Y que trate de convencerlos para que se unan a nuestro ejército y obedezcan nuestras órdenes. - Tausel sonrió más ampliamente- ¿Sencillo verdad? Supongo que tendreis muchas preguntas, pero no todas puedo ni debo responderlas yo. Él también tiene preguntas, y ha insistido en conoceros antes de mandaros a esta misión. De hecho es un asunto absolutamente secreto, pero confío en que no os ireis de la lengua. Sería una traición a nuestra patria. Algo que confío considereis tan impensable e inadmitible como lo concibo yo mismo. Las grutas están a unos diez días de camino, en dirección norte
Trato de recordar algun dato o rumor corriente sobre los grandes trasgos, que halla podido oir
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: inteligencia
Resultado: 9(+1)=10
-Y ¿donde debemos encontrarnos con Khaled Al-Ryne? Supongo que querra hablar con nosotros antes de partir...
Una mision diplomática...aburrida pero financieramente beneficiosa...suena justo como lo que necesito...Solo tenemos que lleva a Morzog alli y dejarle a el la charla...
Me froto el mentón con la mano...
- Supongo entonces que los métodos de convencimiento los tendremos que debatir con Khaled Al-Ryne a su debido tiempo.
Me coloco la capucha de mi túnica como alistandome para salir.
- Imagino también que no es la única propuesta que tienes para hacernos... pero supongo que para un primer trabajo bastará para que en una próxima oportunidad nos ofrezcas algo a nuestra altura.
De las razas orcas y trasgoides es la más organizada. Jerárquicos y militarizados. Hay algunos viviendo en Nigerthia con un estatus bastante bueno. No ciudadanos, claro, pero casi
Asiento serenamente a la propuesta.
-... razonable trabajito, si... +comento despacio+ Bien, tendremos que conversar con el señor Al-Ryne a la brevedad... Cuando podrias arreglar el encuentro, Tausel, y donde?
Froto mi barbilla suavemente, calculando y entornando los ojos...
- Un momento, los grandes trasgos no son unas criaturas tan ineptas como parecen - interviene Girac - No son como los otros trasgoides, así que no nos valdrá simplemente con engañarlos, deberíamos convencer a su lider de algún modo o desmostrarles que sería recomendable para ellos no oponerse al imperio. Recordad que no llevamos tantos años aquí como para que sepan de lo que somos capaces y son una raza belicosa, por ello deberemos pelear en primera istancia y mostrarles lo que podemos hacer.
Girac deja su advertencia por si sus compañeros se imaginan que convencerán a los grandes trasgos con la misma facilidad que sobre los indignos. Luego añade en el mismo tono de advertencia.
- Y como a alguno se os ocurra decir que tengo miedo le parto la cara.
-No creo que sea el caso de miedo, Girac...+comento, mientras me voy levantando de la mesa+ Como bien dices, los grandes trasgos estan bien organizados. Y si vamos a ir a su casa, seria algo estupido que solo media docena vallamos a atacarlos a tontas y ciegas... Ya tengo los vestigios de un plan, pero lo discutiremos luego de hablar y conocer los motivos de Khaled Al-Ryne para esta aliaza...
Luego de esto, espera la respuesta de Tausel...
Hobgoblins, repite pensativa Xiaoyan, que usa el nombre que los grandes trasgos se dan a sí mismos en su lengua nativa. No está mal; son criaturas moderadamente inteligentes y, sobre todo, saben mantener la disciplina y utilizar tácticas de formación, no como sus parientes los goblin y los bugbear. Podría funcionar.
Luego, mira alternativamente a sus compañeros y hace un gesto con las manos abiertas como preguntando: ¿Lo hacemos?
Lo único que se puede ver de mi rostro a primera vista es mi boca, que esboza una sonrisa al escuchar a Xiaoyan.
- Parece que si.
Me pongo de pie, al igual que Briareos
- Osgarath...
Mi túnica de seda negra se convirtió en una túnica de invierno de buena calidad.
-Tanto tiempo esperando oir esas palabras de tu boca y las dices por una misión diplomática, Xiaoyan...en fin, supongo que estoy dentro.
Cita:
No recuerdo que me lo hayas pedido nunca, responde mordaz la monje.
Sorprendido porque Xiaoyan responda a mi jugueteo, me pongo en pie de un salto, dejando que la silla se estrelle en el suelo. La recojo y la vuelvo a poner en su sitio y me acerco a donde esta sentada la monje. Me siento en la mesa entre ella y quien este a su lado
-Así que sí que has pensado en mí en esas frías habitaciones de piedra de tu monasterio ¿eh?
...
Morzog suelta un bufido y permanece callado, observando a Zandar.