Partida Rol por web

Cojeando ligeramente Orgullosa coge una bandeja con jamón y queso, una barra de vino y otra de agua, y la lleva hasta vuestra mesa, dejándola en el centro de la misma, mientras mantiene la cabeza baja. Si alguno la mira mínimamente verá que está a punto de llorar y que, aunque mantiene la cabeza baja, sus gestos denotan que está extraordinariamente tensa

Si ninguno dice o hace nada es evidente que irá a seguir sirviéndoos las viandas que Tausel ha preparado para vosotros

Detengo la mano de la joven, luego de que deja las cosas. La miro a los ojos fijamente, interrogandola en voz baja.

-Muchacha, veo que estuviste jugando con los guardias... y ellos contigo. Seguramente escuchaste algo interesante... Dime, han tenido algun problema ultimamente con bandidos,... algo que estuvieran discutiendo o les preocupara?

Orgullosa se queda paralizada cuando la coges con decisión de la muñeca, y le miras a los ojos.

- No estaban preocupados - dice con un punto de rabia en el fondo de lo que pretenden ser palabras sumisas sin conseguirlo - Se lo pasaron bien. Dijeron... algo sobre que iba a haber movimiento. Que ahora las cosas habían cambiado mucho. Uno dijo algo de que era como si se hubieran quemado las naves. Mi señor. Creo que comentaron que una patrulla había salido hacía unas noches hacia el norte de razzia - una expresión de súbita tristeza y rabia nubla su cara justo tras decir estas palabras, pero pronto desaparece- y esperaban que regresara en una de estas noches

Subo mi mano por su brazo, hasta el rostro. Le acaricio suavemente su mejilla, cuando termina de hablar.

-Interesante... Bien. Es todo, por ahora.

La dejo de tocar, y me centro en la mesa nuevamente. Me sirvo una copa de vino y la bebo lentamente, pensando y especulando mientras miro a mis compañeros...

-¿Quieres que siga al guardia? Le susurro a Briareos tapandome la boca con la mano para disimular

Orgullosa se queda quieta mientras acaricias su brazo y su cara, tensa como un arco a punto de disparar. Cuando Briareos cesa en su caricia la esclava parece pensar algo
- Mi señor, si os he complacido, ¿me daríais de beber algo de vino? Yo... lo necesito y mi amo solo me permite comer y beber lo que los clientes me den

Dejo la copa a la mitad, mirandola. Se la tiendo luego, sin esbozar el menor gesto, pero manteniendo la mirada en ella. Mientras la observo beber, asiento con la cabeza a Zandar, murmurando.

-Trata de informarte sobre esa razzia principalmente y si puedes, en lo de quemar las naves.. me interesa saber que han echo para ponerse en esa situacion estrategicamente comprometida...Ve a tu ritmo, pero se cauteloso

Me limito a sonreir y salgo por la puerta detrás del guardia. Cuando salgo a fuera, mancho  mi tunica con barro y mierda para parecer un mendigo y lo sigo con sigilo a donde vaya. Me mantengo a una distancia prudencial apra escuchar lo que dicen.

Girac se recuesta en la silla mientras mordisquea un trozo de queso. Mantiene la expresión alegre en su rostro mientras escucha la conversación.

- Recompensad al siervo leal y éste servirá mejor, castigad al incompetente y el leal servirá mejor. - recita como si lo hubiese leído en algún lado.

Sigues a los soldados a no demasiada distancia. Buena parte de su conversación gira alrededor de lo buena que están las esclavas de Tausel, y lo bien que se lo monta el viejo bribón. Te resulta curioso alguna de las historias que cuentan relativas a que el dueño de la posada estuvo en la Ciudad de las Cadenas durante la toma de la ciudad, lo que le haría mucho mas viejo de lo que aparenta.

Te llama sin embargo la atención algo de lo que cuentan, que tal vez pudiera estar referido a lo de quemar las naves. Por lo que parece los guardias estuvieron asignados hace una semana a Las Catacumbas del Regalo, en donde se encuentra el portal entre Nigerthia y la Ciudad de las Cadenas. Por lo que comentan te parece deducir que al menos ahora mismo el portal no está operativo. Y que lleva así algunas semanas

Tras eso poco más puedes enterarte. Los soldados están muy altos de moral, y se pasan el trayecto bromeando. Finalmente llegan a uno de los edificios de guardia y cierran la puerta detrás de ellos.

Tras tomar Orgullosa un trago de la copa como si deseara quitarse un mal sabor, la deja en la mesa junto a Briareos, y sigue sirviendo toda una serie de viandas, de apetitoso aspecto. Una crema de verdura con un toque de menta, varios conejos hervidos con especias aromáticas y rellenos de manzana, jarras de vino, cerveza y de zumo de frutas, todo ello cocinado de buena manera. Delante de vosotros se presenta un buen festín, en definitiva.

Ok, perdon , jefe. Suponia que no habia pasado nada y que acelerariamos el tiempo.

Una cosa, por que creo que lo del portal esta relacionado con lo de quemar las naves?

Tomo una presa de la mesa en cuanto la esclava termian de servir, comenzando a comer con bocados precisos y pequeños, masticando en silencio. La mirada perdida en el vacio es seria, como si estuviera maquinando o meditando siempre, pero no pierde detalle de las acciones de sus compañeros...

Xiayoan se limita a un refrigerio frugal de sopa, haciendo caso omiso de los manjares y, de hecho, mirándoselos como si fueran venenosos. No obstante, nada dice, y observa cómo comen los demás.

Vaya, así que tienen problemas con las cacerías ... lamentable.

Morzog observa la comida con indiferencia y cuando los demás empiezan a comer se levanta de la mesa.

Puestos ha hacer algo, iré al barrio de la milicia a preguntar, a ver que saben del asunto ... si alguien quiere, puede acompañarme.

Hace el ademan de irse pero se da cuenta de un detalle. - Si no estáis aquí cuando haya terminado, donde os puedo encontrar?

- Morzog - te llama Tausel cuando ve como te levantas- Si esperais un poco podré comentar algo que creo será de vuestro interés. Cuando estos señores terminen quiero charlar con los cinco un momento

Morzog se queda unos segundos quieto, meditando lo que le ha dicho.

Luego se sienta. - No hay problema, no tengo prisa.