Partida Rol por web

Aunque eran soldados entrenados para enfrentarse a enemigos y la muerte de los mismos no solía presentarle dudas morales, tampoco es que le agradara resolver las situaciones difíciles a tiros. Cualquier remordimiento desapareció al ver el tatuaje que Ab mostraba en el pecho de los cadáveres. Sonny escupió en el suelo, no tanto por el desprecio que le provocaba aquello, que también, sino pro la arena del desierto que aún tenía metida en la boca.

- Entonces no estamos tan perdidos.

Roderick miró el tatuaje del infiel abatido con preocupación, al tiempo que de manera involuntaria se tocaba el lugar donde él mismo tenía su tatuaje, aquello no hacía más que arrojar nuevas incógnitas sin respuesta, al menos en aquellos momentos lo que dejaba sólo un camino posible... y era que había que seguir, a sabiendas que con cada paso se acercaban más a su perdición, pero aquellos funestos pensamientos los guardó para él, al fin y al cabo habían ido hasta allí para rescatar a los niños... 

- Bueno... supongo que tenemos vía libre- dijo finalmente.

Era aquel maldito tatuaje, el mismo que ellos tenían, pero más grande, que ocupatba todo el pecho. No había duda estaban por el buen camino.

-Sí, debemos continuar. Tenemos que llegar hasta nuestros hijos -dijo mirando a la lejanía sin poder distinguir nada más que desierto.

-Venga, démonos prisa y sigamos adelante.

Tras decir esto se montó en su camello y, tras esperar a ver lo que hacían los demás continuó hacia adelante.

Daphne dejó la pistola a su marido para que la recargase mientras se acercaba a examinar los cuerpos. Efectivamente, el tatuaje era idéntico al que llevaban los chicos.

–Vosotros lo tenéis en el hombro, pero ellos...– murmuró– ¿Significará que se lo hicieron voluntariamente o también lo recibieron como vosotros?

–Eso da igual. Está claro que no querían que avanzásemos–. respondió Matt recargando el arma de su esposa sin dignarse a echar un vistazo. –Deberíamos seguir esas voces y acabar con todo y todos los que se pongan por medio. SIn negociar. Intentar negociar con estos solo nos ha hecho perder tiempo.

Como dijo Matt, poco importaba cómo y por qué se hubieran tatuado ese símbolo los árabes, solo eran un escollo que os había hecho perder tiempo. Ahora, una vez muertos era el momento de seguir el camino.

Esta vez os contó un poco más llegar al oasis que sabíais encontrarías si seguíais la dirección que sentíais dentro, la noche estaba bien entrada cuando lo hicisteis.

Cansados por el viaje y el estrés del combate era el momento de descansar para volver a partir antes las primeras luces del alba.

Sonny dejó atrás los cuerpos inertes de aquellos malnacidos sabiendo que el desierto no tardaría mucho en deshacerse de ellos. Estaba agotado y debían continuar, por sus hijos.

Te despierta un ruido en mitad de la noche, un ruido parecido al que harían unos perros revolviendo en un cubo de basura.

Sin moverte, abres un ojo tratando de encontrar el origen del ruido, pronto ves algo moverse al otro lado del fuego del campamento. Las llamas del fuego te impiden ver la escena con claridad pero parecen cuatro animales de tamaño medio compartiendo comida. Mientras esos seres comen, escuchas sonidos, que dirías son parecidos al de unas fuertes mandíbulas partiendo huesos.

De pronto una de aquellas figuras se alza sobre sus patas traseras estirando algo, no eran completamente humano, aunque a menudo se aproximaban a lo humano en diversos grados, toscamente bípedo, tenían cierto aire canino. Con un ruido sordo el ser arranca lo que distingues por las ropas que lleva como el brazo de Nick.

Finalmente acabar con los infieles había sido relativamente fácil, al menos mucho más sencillo que tener que vérselas con algunos de los engendros a lo que habían tenido que hacer frente con anterioridad y que con mucho pesar sabía que se las tendrían que volver a ver... sin embargo ahora por lo que Roderick debía preocuparse era por no pillar una insolación... el sol y aquel calor era horrible y echarse un trago de su petaca sólo haría que tuviera más sed, de manera que armándose de valor continuó con sus compañeros el viaje... entre otras cosas porque no le quedaba otra... aunque afortunadamente tras una larga jornada llegó el tan ansiado descanso, Craven estaba seguro que iba a dormir a pierna suelta... o quizás no...

Matt se removió inquieto. Normalmente dormía a pierna suelta pero aquel sonido que no dejaba de oír entre el sueño y la realidad hizo que finalmente abriese los ojos para descubrir el horror que se alzaba frente a él. El horror que vio hubiese bastado para volver loco a cualquier hombre que no hubiese visto nunca los monstruos que había visto aquel peculiar grupo. Pero lo otro...

–¡¡HIJOS DE PUTA!!– bramó con todas sus fuerzas, sin importarle quien pudiese oirle en el desierto. Quizás hubiese sido más inteligente haber incapacitado al primero de aquellos seres en silencio, pero Matt no tenía tanta sangre fría. No cuando el brazo de un amigo colgaba de sus mandíbulas.– ¡¡EMBOSCADA!!

Matt sacó la pistola del 38 que tenía al lado de la cama y metió dos tiros a aquellas criaturas.

Te despierta un ruido en mitad de la noche, un ruido parecido al que harían unos perros revolviendo en un cubo de basura.

Sin moverte, abres un ojo tratando de encontrar el origen del ruido, pronto ves algo moverse al otro lado del fuego del campamento. Las llamas del fuego te impiden ver la escena con claridad pero parecen cuatro animales de tamaño medio compartiendo comida. Mientras esos seres comen, escuchas sonidos, que dirías son parecidos al de unas fuertes mandíbulas partiendo huesos.

De pronto una de aquellas figuras se alza sobre sus patas traseras estirando algo, no eran completamente humano, aunque a menudo se aproximaban a lo humano en diversos grados, toscamente bípedo, tenían cierto aire canino. Con un ruido sordo el ser arranca lo que distingues por las ropas que lleva como el brazo de Nick.

El grito de Matt te deja claro que el también ha visto lo mismo que tú estás viendo.

Ante los disparos y los gritos de advertencia de Matt, Sonny se echó cuerpo a tierra.

Roderick despertó de golpe, pareció haber escuchado un ruido que lo puso rápidamente en alerta, al principio tuvo que restregarse los ojos, pero al centrarse y ver lo que vio... no pudo evitar y se puso a gritar como un descosido.

- ¡¡Se están comiendo a Nick!!- gritó para alertar a sus compañeros cogiendo el arma y señalando hacia unas especies de perro bípedos, cuatro en total y aspecto demoniaco que se estaban dando un festín con su infortunado compañero, arrancándole uno de ellos un brazo en aquel momento.

Daphne se levantó como un resorte al oir los gritos y disparó, prácticamente sin mirar. La suerte quiso que los disparos acertasen en sus enemigos a pesar del horror que sentía.

La voy de alerta de Matt hizo que Ab se levantara como un resorte pistola en mano. Algo desorientado por la somnolencia, el cabo miró para ver dónde estaba el peligro. Pero no duró mucho la incógnita. Un par de disparos alumbraron la macabra escena. Algo se estaba comiendo a Nick.

-¡¡Por todos los Santos!! ¡¡Suelta a nuestro compañero!! -grito el soldado mientras descerrajaba varios disparos contra la criatura.

Dando muestras de una experiencia militar envidiable concentrasteis los disparos en el ser de apariencia ligeramente canina que acababa de desmenbrar el brazo de Nick.

En cuanto recibió el primer balazo centró su atención en Matt, quien le había disparado en primer lugar y se lanzó a la carga contra él. Sus movimientos no eran naturales, su carrera parecía a la de un animal creado por un dios completamente demente hubiera mezclado la simiente humana con la de famélicos perros callejeros.

Los disparos seguían acertando en su cuerpo, pero no lo detenían, aquella cosa era mucho más resistente que un ser humano normal. Segundos después, sus tres compañeros dejaban el festín que les estaba proporcionando vuestro compañeros, para con restos de carne y sangre en sus bocas lanzarse a la carga igual que lo había hecho su compañero.*

Con gran esfuerzo, el último disparo de Abraham consigue acabar con el primero de los seres, pero el resto ya está sobre vosotros y una dura pelea cuerpo a cuerpo donde vuestra vida se pondrá en peligro os espera.

Con los ojos aún hinchados y somnoliento, Sonny se puso de nuevo en pie al ver que aquellos monstruos se les echaban encima. Los muy hijos de perra, nunca mejor dicho, se habían comido a Nick. ¿O estaba soñando aún? Era repulsivo, tanto que estuvo a punto de vomitar. Sin demasiado tiempo a reaccionar y fruto de sus años practicando boxeo, se puso automáticamente en guardia y trató de golpear a uno de esos semihumanos.

Al ver a aquel ser saltando contra él mientras hacía ruidos raros Mat intentó apartarle de un golpe, pero tan solo acertó a dar unos histéricos manotazos en el aire. No podía creer lo que estaba viendo. 

–LARGO MONSTRUO

Daphne bajó el arma. No quería herir a ninguno de sus compañeros y el insultante aspecto de aquellos seres le hacía temblar el pulso. Superado el shock inicial fue corriendo donde los camellos. Los seres que los atacaban eran poco más que perros, y los perros no razonaban. Si un camello les despistaba, irían a por él. Era una suerte que les hubiesen atado la noche anterior, pues estaban lógicamente nerviosos. Sin dudarlo, soltó las cuerdas del que tenía más cerca y le dio un golpe para que se pusiese en marcha antes de disparar al aire, para evitar que huyese en su dirección aplastándola.