- Si. Por favor, ¿sería tan amable de traerme un vaso de agua? Gracias. - Solicité con mi mejor sonrisa. Aquí hace mucho calor, ¿sabe?
- Ah, otra cosa. ¿Sabría usted quién es el señor Yusuf al-Akba? Nos gustaría hablar con él. - Pregunté sin terminar de calibrar las consecuencias.
Hala. Yasta hecho. XD
¿Yusuf al-Akba? ¿El francés loco? - Dice el camarero bajando el tono de voz. Discretamente, señala un rincón donde podéis ver un hombre que claramente no tiene pinta de europeo.
Tremendamente moreno, con barba descuidada está solo, fumando con esa especie de jarrones con manguera que hay por las mesas, sentado en el suelo y con una taza igual que la que os ha traído el camarero con té. Viste una túnica negra igual que la que visten los locales y porta la misma clase de pañuelo en la cabeza.
Roderick giró la cabeza para ver al hombre que habían venido a buscar, al escuchar que lo llamaban el francés loco un hilo de esperanza brilló en sus ojos... pero al verlo su gesto fue otro, era un infiel como el resto de personajes que habitaban aquellos lares, esperaba que al menos hablara inglés.
- Gracias...- contestó a la indicación del camarero para después mirar a sus compañeros y después al camarero- Póngale otra ronda de lo que esté tomando el caballero. De nuestra parte, si es usted tan amable- era lo mejor que se le ocurrió, habían ido a hablar con ese hombre y lo mejor era entrar con buen pie...
Seguí con la mirada la dirección que indicaba el camarero con su cabeza. Mis ojos fueron a posarse sobre un hombre que estaba fumando de aquella extraña cosa. -¿Está usted seguro que es ese hombre? - Pregunté sin dejar de mirar en busca de otro posible guía.
Completamente seguro señor.- Le contesta el camarero a Nick antes de marcharse.
Minutos después veis como le lleva otra taza al tal Yusuf y le dice algo. Cuando el camarero se marcha, Yusuf levanta la taza en vuestra dirección en señal de saludo y continúa fumando de esa especie de manguera sin inmutarse.
El francés loco...la nacionalidad de su posible guía le recordó al bueno de Steffan.
- ¿Y ahora qué?- Dijo impaciente Sonny. No le gustaba que aquel hombre se bebiera su dinero sin obtener nada a cambio.- Vamos para allá.
La estratagema del capellán no obtuvo los frutos deseados, la idea era que el infiel se hubiese acercado a ellos para entablar una conversación pero parecía que tendrían que ser ellos mismo
- ¿Y ahora qué?- Dijo impaciente Sonny. No le gustaba que aquel hombre se bebiera su dinero sin obtener nada a cambio.- Vamos para allá.
- Yo ya lo he invitado a te...- se encogió de hombros- pero supongo que habrá que ir- miró al resto de sus compañeros en busca de ayuda, ¿Cómo le entraba a aquel hombre, de manera directa o indirecta? ¿Y si debajo de todas aquellas estrafalarias ropas llevaba un cuchillo de esos curvos y le revanaba el cuello? que esos tipos estaban sin bautizar y creían en un dios falso...
-Me tomaré ese esto como una invitación-dijo Matt levantándose y caminando hacía la mesa. Decidido, se acercó al europeo loco y y le saludó- Buenas tardes, ¿es usted Yusuf Alcoba? Mis compañeros y yo estábamos interesados en hacer negocios con usted, ¿le importa que hablemos?
Directo, simple. No iba a andarse con rodeos ni estratagemas. Eso se lo dejaba a cobardes como Roderick o paranóicos como su esposa.
Sin abrir la boca, no fuera a ser que volviera a liarla, Ab se acercó con Matt a ver a al tal Yusuf, permaneciendo al lado de este por si pasaba algo, aunque sin dar muestras de ser o parecer un matón, no fuera a ser que el tipo se amedrentara y no quisiera trabajar con ellos. Pero estaba muy atento a lo que pudiera hacer.
El mismo.- Responde el tal Yusuf desde el suelo con un inglés que tiene un fuerte acento francés, el mismo acento de vuestro compañero Wood o de las enfermeras y los médicos que os atendieron en el hospital en Paris.- Gracias por la invitación.- Añade mirando la taza de té.
¿Negocios? Claro sin problemas. Pero por favor tomen asiento. - Señala los cojines que hay en el suelo a su alrededor.- No se puede hablar de negocios de pie.- Le da una nueva calada a la manguera y tras expulsar el humo os pregunta.- ¿Gustan?
Sonny se sentó sin muchos miramientos contento de escuchar hablar su idioma sin problemas. Una vez sentado dio un codazo a Roderick y le susurró.
- Pues no parece que esté loco.- Le veía normal, hasta muy educado y todo.
El hombre que ha oído las palabras de Sonny decide introducirse en la conversación con Craven.- Dicen que estoy loco porque soy el único que se atreve a entrar en el desierto, igual que dicen que soy poco de fiar, porque a veces, algunas de las expediciones no han conseguido regresar con vida. ¿Tengo yo la culpa si la gente decide no hacerme caso?
Yusuf sonríe enigmáticamente.- Pero por favor, tomen asiento y háblenme de esos negocios.- Vuelve a señalar el suelo a su alrededor.
¿Negocios? Claro sin problemas. Pero por favor tomen asiento. - Señala los cojines que hay en el suelo a su alrededor.- No se puede hablar de negocios de pie.- Le da una nueva calada a la manguera y tras expulsar el humo os pregunta.- ¿Gustan?
Roderick, hombre prudente y cobarde donde los haya, había decidido mantenerse lo más alejado posible del loco para evitar daños colaterales por si acaso le daba por hacer honor a su mote... pero al ver que el caballero en cuestión era amable se acercó un poco más, como un conejillo que asoma el hocico por la posible recompensa de algo de comer, entonces al ver que lo que les estaba ofreciendo era el tabaco moruno prefirió desistir.
- Gracias, pero prefiero el pitillo- dijo sacando un cigarrillo para proceder a encenderlo y sentarse al lado de Sonny.
- Pues no parece que esté loco.- Le veía normal, hasta muy educado y todo.
El capellán miró de reojo a su compañero, lo cierto es que el moro parecía educado pero Roderick seguía bastante receloso.
Dicen que estoy loco porque soy el único que se atreve a entrar en el desierto, igual que dicen que soy poco de fiar, porque a veces, algunas de las expediciones no han conseguido regresar con vida. ¿Tengo yo la culpa si la gente decide no hacerme caso?
El señor Craven, se quedó casi paralizado al ver que "el loco" los había pillado hablando, con el corazón encogido prestó atención a todo lo que dijo con el cigarrillo en suspensión entre sus dedos hasta que concluyó su discurso.
- ¿Loco sólo por eso?- dijo casi suspirando, podrían haberle llamado loco por haber echo cosas mucho peores... como sacarle los dientes a los extranjeros y luego venderlos como recuerdo... se sorprendió a si mismo de haber tenido un pensamiento tan raro... sería cosa del calor- en ese caso los mayores locos seríamos nosotros, caballero... porque lo pretendemos es cruzar el desierto.
Ab acetó el ofrecimiento y se sentó a su lado para quitar un poco de tensión de su cuerpo; pero declinó la manguera que le ofrecía con una negación con la cabeza y una mano levantada.
Miró a Craven quien le contestó sobre la locura que supuestamente qerían hacer metiéndose en el desierto y luego recordó en todo lo que se habían metido sus compañeros y él mismo.
Yusuf mira a Craven mientras le habla - Sí, solo por eso.- Da una nueva calada al extraño aparato. -¿Quieren cruzar el desierto? No soy su hombre- Niega con la cabeza.- Nadie cruza el desierto. Les aconsejo coger un ferri en el puerto, les dejará en Doha, en Katar, justo al otro lado del desierto y con vida.
https://goo.gl/maps/gCc2QCRVnqm
Mapa de la zona donde estáis (Adén) y del desierto del que habla Yususf.
Daphne había permanecido callada, tratando de no llamar la atención hasta el mismo momento en el que el árabe se negó a llevarlos al desierto. Sacando la navaja que en ocasiones podía tener por lengua la mujer respondió.
–Dice que le llaman loco por llevar expediciones al desierto, claro. Dice que lleva expediciones que no siempre vuelven, muy bien. Y ahora se niega a llevarnos. ¿Tiene algún problema personal con nosotros o simplemente es un farsante?
Ni problema ni farsante.- Le responde Yusuf.- Su compañero pidió cruzar el desierto. Nadie de la zona se acerca tan siquiera a Rub-el Jali, tienen miedo a los genios maléficos.- Sonríe ante esa ignorante muestra de superstición.- Pero lo que nadie hace es cruzar el desierto. Ni yo ni nadie. Si quieren cruzar y llegar a Katar tomen un ferri, si lo quieren suicidarse mejor péguense un tiro es más rápido y más barato.
Ahora si no quieren cruzar sino llegar, yo puedo ser su guía y preparar la expedición. Por un precio razonable puedo llevarles hasta el primer oasis, seis horas de camino en el interior del mismísimo desierto, pero ni un solo paso más.
¿Y por qué ni un solo paso más?-preguntó Daphne, resuelta a acabar con aquel asunto y ponerse en marcha cuanto antes.- ¿Algún peligro concreto?
Agua.- Responde Yusuf volviendo a dar una calada a la manguera de la que fuma.- Ni una sola gota en día y medio de marcha desde el oasis. Eso y que no hay absolutamente nada de valor en ese desierto.
Si me permiten la pregunta. ¿Para que quiere tan variopinto grupo entrar en el desierto?
-Eso es asunto nuestro- dijo secamente Ab
-Nosotros pagamos y tú nos llevas- volvió a responder con ese tono, intentando que no se apoderara de él el nerviosisimo mostrado en el avión.