Partida Rol por web

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Capitán demoró su mirada un par de segundos más en los guardias, estudiando bien sus caras, con la clara promesa de que no se iban a librar de aquello tan fácilmente. El alguacil, por contra, parecía bastante seguro de sí mismo, y tenía suficientes prerrogativas para estarlo... Pero a la vez se equivocaba.

-Buenas tardes, alguacil Diderot-replicó Capitán, con una entonación parecida a la que había empleado el hombre, y una sonrisa cordial que no se reflejaba en sus ojos-encantado de conocerle, igual que le encantará a usted saber que por su primo nos hayamos aquí, un hombre amable cuando se tiene ocasión de hablar con él-añadió, ensanchando un poco la sonrisa.

-En cuanto a mi, mi nombre es Capitán, por lo que no hará falta que le diga cual es mi rango, y dirijo a la compañía mercenaria que ha llegado a Carnonegro, la Duodécima Compañía Libre de Khatovar. Pregunta en qué puede servirnos, o qué se nos ofrece... La respuesta es nada-dijo, con una breve risa.

-Nosotros-dijo, con un énfasis más que claro-no queremos nada de ustedes, a nosotros no se nos ha perdido nada aquí. Ahora bien, el inquisidor Garruth Serpejo, bajo cuyo mando nos ha situado su primo y su señor feudal... Y si no me equivoco, una autoridad a respetar por todo súbdito leal del Señor de la Medianoche-añadió, procurando reprimir la náusea que le generaba aquel titulo y aquel ente-sí tiene algo que solucionar por aquí. Es bajo su manto, su autoridad y sus órdenes bajo las que hoy llamamos a su puerta-prosiguió, con la sonrisa abandonando su rostro y volviendo a la seriedad-el inquisidor, con toda la autoridad de Nidal a sus espaldas, requiere que Enrietta nos acompañe. 

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

El hombre pareció tan sorprendido que dio la sensación de que hacía un esfuerzo consciente por no quedar boquiabierto.

- "¿Enrietta? Pero si es una simple criada contrahecha, ¿para qué puede quererla un glorioso Inquisidor de Ridwan?" -

Las gotas de lluvia seguían cayendo del oscurecido cielo, densas y frías.

Los guardeses, que no parecían más que una humilde pareja de origen campesino, miraban con pasmo a los miembros de la Duodécima desde lo alto de la colina.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

El oscuro miró a los guardeses extrañado, primero a ella y luego a él, su duda aumentó y volvió a mirarla a ella. Frunció el ceño como clara muestra de que algo no encajaba en su composición de lugar. Sondeó con la mirada a sus compañeros, allí presentes, esperando a ver si a alguno le ocurría algo similar.

Era demasiado joven, atractiva y razonablemente blanca de piel, como para estar con semejante vejestorio con facciones de sapo. Ese matrimonio no estaba bien, el guardés no era rico, así que eso descartaba otro posible motivo para el matrimonio. Prefería concentrarse en aquel pequeño misterio que centrar su atención en el alguacil y responderle de forma indebida.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Romo se mantenía a la espera, poco más podía hacer en esos momentos. Solo esperaba que lograsen encontrar ya a la dichosa mujer y escoltarla para cumplir su encargo. Se estaban calando hasta los huesos por nada. 

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

La pelea no acaba jamás. Eso le habían enseñado las brujas. Siempre y por completo, todo era una batalla y en todo momento estabas peleando. Por eso había que mantener una actitud de alerta, pero no excesiva. Relajación a punto para la violencia. Rodillas dobladas, ―recordaba sus lecciones― muy ligeramente. Apoya el peso ahora en una pierna, ahora en otra, creando así un lentísimo vaivén por completo imposible de percibir, pero que estaba ahí.

Lo más difícil son las manos: cómo educarlas para que se muevan solas, al dictado del ojo que ve.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Barril casi compadecía al pobre tipo. Casi. Tanto daba para qué quería el Inquisidor a la tal Enrietta, y vivía en un mundo de ilusiones si esperaba encontrar una respuesta en unos simples mercenarios. El capeado Oscuro se preparó par una orden que no llegaría, una que lanzaba al pelotón contra los guardias, que eran hechos picadillo por los bravos de la Duodécima, mientras el Capitán y él mismo reducían a pedazos al pueril Alguacil que había visto tiempos mejores y que sostenía su posición con poco más que pobres bravuconadas y lamentosos gañidos.

Sin embargo llegaban señales contradictorias al normalmente lento cerebro del grueso Cabo. Hablaban de la chica como una criada, cuando supuestamente era la hija de los guardeses. Ese era otro tema, ya que mientras la guardesa tenía un buen apretón y una buena figura, el supuesto marido parecía una versión nidalesa de Caracabra. No es que Barril fuera el tipo más guapo del pueblo, pero sabía dónde estaban los límites de lo creíble, y aquello se sostenía por conveniencia o arreglo en el mejor de los casos.

En resumen y volviendo a lo práctico, si el Alguacil esperaba una explicación, se podía ir bastante a la mierda, y por otro lado, la falta de ella no detendría a la Duodécima. De eso sí podía estar seguro, y no habría que explicárselo más que a su primo delante de su cadáver tumefacto. Barril soñaba, pero es que en aquella tierra soñar algo que aún no le habían podido quitar, el soñar con hacer lo que quisiera en cualquier momento. Se preparó para la intervención del Capitán sin expectativa alguna, pero con la violencia latiendo en su corazón.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Lombriz iba captando el juego del Capitán... sus diálogos estaban llenos de inteligencia, y no quería ofender ni dar malas interpretaciones a aquellos hombres. Respetaba el entorno, la aldea y a sus habitantes, no dejando que se viera sus verdaderas intenciones, ni lo que en verdad pensaba de todo aquello. Lombriz intentó mantenerse firme mirando con ligera emoción al alguacil que tanto le había impresionado. Para después posar su mirada sobre la mujer a la que tenían que coger... o raptar. Estaba aprendiendo mucho del Capitán, él hubiera metido la pata una y mil veces y hubiera provocado muerte y sangre, y la animadversión de toda la aldea y de su Dios. 

La respuesta del alguacil parecía un tanto fuera de lugar, como un tono de rebeldía, de sabotaje, de insinuación... el rostro de Lombriz se mostró duro, y se preparó para estar pendiente de cualquier acontecimiento que sucediera alrededor. Estaba preparado para sacar su arma y entablar combate si así se lo ordenaban. Sabía que no podían irse sin la mujer, y que si el alguacil intentaba resistirse a ese hecho al final habría sangre, mucha sangre en aquella colina.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Podrían tacharme de agorero. Podrían tacharme de gafe. Incluso de paranoico. Pero si aquello no olía a chamusquina que me llevasen todos los espíritus.

Nuestro Capitán exigía la entrega de la hembra. El alguacil se extrañaba. Y los que se suponía, debían de preocuparse, parecían no entender nada.

Todo era muy sospechoso. Me preocupaba no entender toda la situación. Pero algo si me parecía claro. ¿Cómo podían ser que los "guardeses" de aquel sitio, de aquel próspero pueblo, tuviesen tan mala pinta?

Solo había que ver a Reyezuelo o a Pelagatos. El poder se denota en la vestimenta. En la actitud. Uno era lo otro. Y aquellos parecían un par de campesinos puestos allí por algún motivo.

- A burro viejo, poco engaño. - pensaba para mí mientras trataba de ver si había algún movimiento sospechoso por los alrededores.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

-No me corresponde a mi cuestionar la voluntad de los dioses, o de sus enviados-replicó Capitán, encogiéndose de hombros bajo la lluvia-¿le corresponde a usted, alguacil? Debemos llevarnos a la muchacha con nosotros, pues esa es la voluntad del Inquisidor Serpejo, de Ridwan y de todo Nidal. Usted dice que mantiene la ley y el orden en este lugar, supongo que es el momento de demostrarlo. 

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Reyezuelo simuló limpiar el agua de su rostro para ocultar una media sonrisa. Lo tiene agarrado. ¡Ja, ja, ja! Divertido escuchó la retórica de Capitán, el líder de la Duodécima era agudo con sus palabras y ponía en posición de jaque al Alguacil. Tal y como queríamos. ¿Agachará la cabeza cuál fiel sirviente o mostrará una cara rebelde? Pensaba el aprendiz de analista, aunque tenía sus dudas respecto a la apariencia de los guardeses. ¿Seguro que son personas importantes? Beh, al fin y al cabo son meros guardeses, a saber si son nobles menores siquiera, solo custodian el fuerte.

Miró a la gente local, intentando averiguar sus intenciones.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

El Alguacil no parecía muy satisfecho con la situación, tampoco con el agua que ya empapaba su cabello y se colaba por el cuello de su armadura pesada.

- "¡Guardias! Id a buscar a Enrietta y traedla aquí, a la fuerza si es necesario. Que nada os detenga." -

Los dos guardias feudales asintieron a su jefe y partieron con premura, colina arriba por el camino embarrado que conducía desde el pequeño fuerte de madera al torreón de piedra en lo alto de la colina artirficial.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

El repiqueteo de la lluvia contra el metal casi había sumido a Barril en un trence, uno del que despertó cuando el Alguacil se plegó a la petición del Capitán, de tan bien iba respaldada. El hacer otra cosa hubiera sido un suicidio aquí en Nidal, así que puso en marcha a su subordinados con una premura de la que él antes había carecido.

Algo como el sonido de una música discordante, puede que el sonido de un arpa lejana, resonó en la mente del fornido Oscuro. Puede que fuera la costumbre de que no les pusieran las cosas fáciles en ningún contexto, y que el Destino les colocara trabas habitualmente hasta en los actos más pequeños. En resumen, todo parecía demasiado fácil. Se apartó unos cuantos pasos del grupo principal, observando brevemente los alrededores, pero sobre todo prestando atención a la reacción de los aparentemente inofensivos guardeses en lo alto de la colina. Eran un grupo demasiado concentrado, uno que animaba a un golpe de efecto que abarcara a muchos en poco terreno; poner las cosas difíciles a una dificultad imaginaria era el pan de cada día en la Compañía.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Pues, de momento, se salían con la suya. Había conseguido apretar las tuercas al alguacil, y de momento triunfaban, aunque era el futuro inmediato tras tener a la muchacha lo que más le preocupaba. Se aproximaban momentos a los que realmente no quería hacer frente, pero pocas opciones más le quedaban.

-Bien abrigada, y con ropa para subsistir, se quedará con nosotros una temporada-añadió Capitán, rebajando un poco el tono. 

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

La pose del Cabo Barril me preocupaba. Parecía encontrarse incómodo con la situación calma tensa. Seguramente no por la tensión, sino porque estaba empezando a evaluar la situación con ojo crítico. Y no le gustaba lo que veía.

Probablemente la misma sensación que me acompañaba a mí desde nuestra internada en la aldea.  

Pero aquel no era un hombre preocupado como yo. Así que cuando el Cabo pensaba que algo podía torcerse, es que seguro que se torcía. Y pronto.

Me podía la necesidad interna de transmitirle mi preocupación. El velo de extrañeza que toda la situación me generaba. Me sentía como en un estrecho túnel de roca, tratando de hallar una salida sin encontrarla. Con la oscuridad más absoluta a la espalda y el espejismo de la confusión por delante.  Pero ya lo había soliviantado una vez. No podía permitirme más errores.

Notaba como mis pertrechos colgaban de mi espalda. Como el peto de cuero ataco al petate se balanceaba ligeramente con el viento desplazando levemente mi peso. No es que mis piernas estuviesen moviéndose por sí solas en preparación para lo que creía se avecinaba.

Distraída y lentamente, de la forma menos amenazadora posible, saqué una lanza de mi espalda. La apoyé en el barro por el lado romo, con la hoja apuntando al cielo. Mi mano descansaba sin rigidez en el astil como si lo utilizase como bastón para apoyar mi peso y aguantar el chaparrón en postura más confortable.

Confortable para únicamente tener que dar un leve giro de muñeca para agarrarla en posición de lanzamiento.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Asintió para si, mientras Barril abría el ángulo y adoptaba una formación abierta. En efecto, una descarga sobre ellos y eran historia. Por tanto, intentó abarcar el ángulo muerto del cabo, dejando a Capitán la parte frontal. Entre tanto, sin hacer movimientos bruscos, muy tranquilo, tomó un virote y lo puso en la acanaladura ya dispuesta.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Parecía que el alguacil entraba en razón, ¿pero a qué se debía aquella reacción inicial?, ¿acaso todo aquello era una confabulación? El alguacil veía que llovía y que sus cuerpos estaban mojados, ¿no era una osadía estar haciendo perder el tiempo a la Compañía con aquellas insinuaciones? Todo aquello que estaba pensando Lombriz se disipó cuando entró en razón el alguacil mandando a sus soldados que fueran con presteza a recoger a la mujer.

Lombriz siguió esperando de forma firme esperando que no sufrieran más contratiempos.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

El Cabo Barril dio un traspies, tropezando con un inmundo charco que le llenó la armadura de porquería y le distrajo en un momento de gran concentración. Entretanto, Preocupado preparaba con disimulo su lanza corta por si tenía que arrojarla. Ballestero preparaba su ballesta sin el menor disimulo, mientras que Lombriz y Reyezuelo parecían haberse quedado distraídos, como sumidos en un trance. Pelagatos también. Capitán permanecía concentrado, preparado para lo peor. Romo y Dolor parecían moderadamente alertas.

Desde el torreón llegaba griterío y sonidos de resistencia, otros dos guardias salieron de dentro para apoyar a los dos que habían trepado colina arriba en busca de Enrietta, la muchacha deforme. Pareciera que se habían volcado cacharros y se había producido un forcejeo. La esposa del guardés era visiblemente empujada al suelo, tras recibir un golpe de guantelete en el rostro que la dejó prácticamente inconsciente.

Ya se veía llegar, al cabo de un rato, a la desdichada muchacha, sujetada por ambos brazos por dos guardias malhumorados, al tiempo que otros dos discutían a golpes y puñetazos con el padre, el Guardés del torreón feudal.

En un momento dado, el Guardés se zafó a empellones de los dos empapados guardias feudales que, torpemente, pretendían sujetarle. Tenía el rostro ensangrentado por la pelea, pero ajeno a todo corrió hacia la base de la colina, hacia el Alguacil y el grupo de la Duodécima Compañía Libre de Khatovar.

Al llegar frente a ellos se lanzó al suelo enfangado, en actitud de completa súplica:

- "¡Por piedad, nobles señores, en el nombre de todo lo más sagrado! ¡No os llevéis a mi hija, ella es una criatura completamente inocente! ¡Llevadme a mí, torturadme, matadme, haced conmigo cuanto queráis! ¡Pero por favor, dejad a Enrietta en paz!" -

El hombre alargó los brazos, y arrastrándose por el barro, sujetó los pies del Capitán y le besó las botas. Casi inmediatamente, el Alguacil lo apartaba a patadas con sus pies pesadamente acorazados por su armadura.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Reyezuelo se distrajo con la escena que se estaba montando a un costado, la fina mujer del Guardés fue empujada al suelo y recibió un duro golpe de puño que pareció dejarla inconsciente.

Parecía que el aprendiz a Analista no era el único distraído, pues, el guardés se escabulló hasta alcanzar a tocar los pies de Capitán para besarlos, aunque bien pudiera haber sido para algo hostil.

Instintivamente Reyezuelo desmontó del destrero para apartar al hombre, pero el Alguacil ya se había ocupado dándole una fuerte patada. El noble K'halta empezó a sacar las cuerdas que cargaba Bastión destinadas a atar a la chica mientras escuchaba las súplicas de piedad del padre.

Era una situación extraña, en la que el deber llamaba a pesar de lo que los corazones de la Duodécima parecían querer. Capitán antes había encargado a los malhumorados guardias que traían a la joven sujetada por ambos brazos que la abrigasen. Al castor no le dió la sensación de que lo hubieran hecho.

-La taparé con mi capa cuando nos distanciemos.- Susurró el castor al líder de la Duodécima mientras preparaba las cuerdas.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

También podríamos llevárnoslo. Las puertas del campamento estaban todavía un poco desangeladas. Hacían falta más adornos.

Pero tampoco se dejó distraer, sobre todo porque Barril estaba en el suelo, así que prestó especial atención a lo que hacía, para dar cobertura al cabo, que se levantara.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: PASADO EL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA MODERADA. FRÍO LEVE.

Estaba siendo más fácil de lo esperado, en el sentido físico... Pero más difícil en otro sentido. Aunque aquello se lo debería haber esperado. Incluso en tierras como aquellas, manchadas más allá de cualquier esperanza, debían existir el amor y el cariño, y parecía que aquellos padres realmente querían a su hija. 

"Pobres diablos"

Asintió tenuemente a Reyezuelo cuando le susurró, viéndose asaltado por un implorante guardés al que no podía más que compadecer.

-Basta alguacil, por favor-replicó, tras ver como golpeaban al hombre y a la mujer. Al final eran las propias autoridades las que les iban a facilitar todo aquel asunto. Se dirigió a sus hombres con una corta frase, antes de volver su atención al guardés y aquellos que le rodeaban-apresad a la muchacha. En cuanto a ustedes, lo que pase a partir de ahora está más en sus manos que en las mías. Lo siento, pero no puede cambiarse por ella, señor guardés. 

Una vez estuvo seguro de que los suyos tenían a la muchacha a buen recaudo, y no antes, continuó.

-El inquisidor piensa que en Carnonegro pasa algo que no es normal. Nosotros somos forasteros, así que nuestra medida de normalidad seguramente es distinta a la de los nidaleses, pero desde luego hemos sido atacados esta noche. Algo ha crecido en su pueblo, alguacil Diderot. Yo debo cumplir con mi deber... Pero mi deber en este asunto terminará tan pronto como dicho "algo" sea expuesto y arrancado de raíz. Así que ayúdenme a ayudarles.

-Compañía, en marcha-ordenó, una vez estuvieron listos para partir.