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La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

La Compañía Negra: Tienda de los Heridos.

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06/05/2013, 04:56
Peregrino.

La noche pasa rápidamente mientras descanso para recuperarme. Deseo dormir tranquilamente y reposar todo lo que puedo sin hacer esfuerzos. Finalmente, después de haber comido y bebido en buena cantidad, regresé a dormir en la tienda de los heridos, donde me cobijé para no pasar frío y descansar.

A la mañana siguiente desperté temprano y descansado. Me siento aun mal y mis heridas han mejorado un poco pero no lo suficiente todavía para considerarme listo. Es por eso que mantengo mis ojos cerrados desde el mismo alba y comienzo a meditar para ordenar mis pensamientos y calmar mis ansiedades.

Me vi a mi mismo bajo una cascada en el delta del río, allá donde está la tierra de mis ancestros. Es en ese lugar donde mis pensamientos se calman y mis energías alcanzan el equilibrio. Me veo armado, no con una patética lanza, o un filo malgastado, sino con una verdadera katana, como la que he perdido. Es de noche y la luz de la luna acompaña mis movimientos al reflejarse sobre el filo impoluto de mi arma en cada movimiento.

Repaso todos y cada uno de los movimientos que conozco, mientras con cada uno de ellos defino una filosofía de vida aplicable al guerrero. Una estocada: Decisión y determinación. Un corte defensivo: La calma y la integridad. Un corte horizontal: Sinceridad y honestidad. Corte diagonal descendente: Valor y honor. Así y en muchos otros movimientos es como el guerrero que sigue el Camino de la Espada debe conocerse a sí mismo tan bien como conoce su técnica. Debe mantener el honor y saber que cada acto será juzgado por su alma como sus enemigos le juzgan por su habilidad.

Me mantengo durante horas definiendome como no lo había hecho desde que llegué a La Compañía. He cambiado mucho desde ese momento hace lo que parece una eternidad. Ahora soy muy distinto y me he alejado inconscientemente de muchos de los aspectos que definen a mi pueblo, volviéndome distinto, no sé si mejor, pero muy diferente. Ahora soy otra persona, no el hombre que salió del delta del río, sino que soy Peregrino y necesito conocerme a mí mismo antes de continuar.

Notas de juego

Me quedo meditando todo el día en mi lecho.

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06/05/2013, 20:05
Derviche.

Se estiró sobre la esterilla y crujieron sus huesos. Le dolía todo el cuerpo. La visita de Matagatos, como siempre era bienvenida, sus cuidados la ayudaron a sanar casi por completo, pero había prometido estarse quieta hasta sanar del todo y eso iba a hacer. Como era su costumbre, salió a lavarse y después iba a repartir sus descansos entre estar dentro de la tienda de los heridos y el sitio destinado a los campamenteros, que estaba cerca.

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06/05/2013, 21:05
Plumilla.

Plumilla no había llegado a entrar a la tienda de los heridos, se mantenía en la entrada, luchando por tener los ojos abiertos y no derrumbarse como un árbol al ser talado. No calaron en ella las palabras de Sabandija ni las de Ojopocho, de hecho, cuando éste apoyó la mano en su hombro, la joven se dobló hacia ese lado peligrosamente con una mueca.

-Ya ya...-dijo en un susurro mientras  se enderezaba de nuevo, grandes surcos oscurecían la tez achocolatada de su rostro marcando sus ojos.-yaaa iré... dame un momento.-aunque no hizo falta pues Matagatos se encargaba de ello con más destreza y rapidez que ella.

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07/05/2013, 13:26
Niña de Oro.

La noche había pasado tranquilamente. Pensaba que no iba a poder dormir y se le iba a hacer eterno, pero al contrario, había dormido profundamente y sus heridas estaban muchísimo mejor que el día anterior. Apenas le dolían y se sentía muchísimo más reposada de lo que se había sentido en los días anteriores. 

Se incorporó en la esterilla y se desperezó. Necesitaba beber algo, además de estirar sus músculos. Ahora no le dolían las heridas, lo que le dolía era la falta de movimiento, por lo que se le habían entumecido los músculos. 

-Plumilla, Ojopocho, necesito que me digáis que puedo levantarme. Ya casi no me duelen las heridas, pero necesito moverme un poco, además de ir a por agua. De todas formas, si estáis de acuerdo, podría irme a mi tienda para descansar, así dejo libre el hueco que estoy ocupando para personas que lo necesiten más que yo. 

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07/05/2013, 13:52
Ojopocho.

- Me temo que eso último no será posible. - le digo a Niña de Oro. Te quedarás aquí hasta que esas heridas estén mejor.

- Sobre lo de levantarte y demás puedes hacerlo acompañada de alguien. - añado. No quiero que ahora que estás empezando a recuperarte se abra de nuevo la herida.

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07/05/2013, 14:31
Niña de Oro.

-Me puedes acompañar fuera, ¿por favor? Necesito tomar el aire, aunque sea un poco. Además de asearme, ¡que huelo peor que un mono! - arruga la nariz. La verdad es que desea de todo corazón salir de esa tienda, aunque sea por unos minutos. Aunque haya sido una niña mimada, estar todo el día en la cama nunca ha sido una de sus actividades. 

 

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07/05/2013, 15:37
Odio.

Odio había pasado la noche en vela, pensando en lo que había sucedido y experimentando su primera decepción. Ahora lamentaba empezar a creer en al gente y querer ser sociable, pero era algo que ya se le había metido dentro, por mucho que se negase a aceptarlo. Pese a todo, descanso suficientemente, pues había sido de los primeros en irse de la fiesta y sin apenas probar el grog. 

Se incorporó y buscó con la mirada a Plumilla, la llamó educadamente y le preguntó.

- ¿Cuando estaré en condiciones? - empezaba a estar impaciente, necesitaba dar palos, aunque fuese a algo.

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07/05/2013, 18:28
Plumilla.

Plumilla se acercó a Odio cuando la grave voz del hiena reclamó su atención, trastabilló un par de veces como si le costara coordinarse con sus pies esa mañana. Junto a él se acuclilló y acabó por casi precipitarse sobre él.

-Eh...-titubeó cerrando los ojos con fuerza un segundo- pronto-le aseguró tomando la mano de Odio cuando estuvo relativamente segura de que no acabaría por desplomarse sobre él- aguanta solo un poco más, que se terminen de cerrar las heridas-esperaba que aguantara- ¿y si se te abrieran de nuevo? Tendrías que descansar bastante más-apretó la mano del hiena un instante- no querrás que tenga que ocuparme de ti más tiempo-compuso una sonrisa cansada y le soltó. No se incorporó inmediatamente sino que aguardó la réplica de Odio.

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09/05/2013, 20:00
Odio.

Las manos de Plumilla fueron como un bálsamo en todo el agrio sentimiento que se estaba despertando nuevamente, y con mayor fuerza, en el interior del hiena. Era por eso que deseaba desquitarse entrenando, golpeando, siendo golpeado... luchando y no pensando en nada. Sin embargo, la joven recomendaba que siguiera allí y Odio asintió ante sus palabras. Realmente le gustaba que ella le cuidara, pero era algo que no iba a admitir.

- Tu has salvado mi vida, tu decides - dijo y dibujó algo parecido a una sonrisa.

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12/05/2013, 22:16
Peregrino.

El día avanza y escuché las palabras de Matagatos acerca de lo que se nos viene encima. Estoy herido y sé que es difícil que me sane completamente antes de la lucha, pero esa debe ser mi prioridad. Ahora vuelvo a estar recostado, descansando y reponiendo mi cuerpo gracias a los cuidados de nuestro líder y médico, intentando así estar en condiciones para la lucha.

Aun así pienso en todo el tiempo que no he podido entrenar y en como siento que mi cuerpo está atrofiado. Pienso en la porquería de arma que tendré que empuñar y en como mis propias capacidades deberán ser las que equiparen mi desventaja. Puedo soportar la idea de no estar a toda mi capacidad por estar herido, pero nunca aceptaré la idea de ser débil por falta de voluntad.

Me pongo de pie y tomo mi lanza y mi machete. Me dirijo sin decirle palabra alguna a nadie. Salgo de la tienda y me dirijo a una zona con algo de calma y cerca de agua para poder relajarme y entrenar.

Notas de juego

Salgo de la tienda.

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20/05/2013, 20:34
Derviche.

EL DÍA DE LA BATALLA, POR LA MAÑANA MUY TEMPRANO.

Después de unos días de descanso y de recibir los cuidados del curandero, Derviche se encontraba completamente sana y descansada. Se levantó y se estiró bajo la manta y antes de salir de la tienda, se acercó al que le curó las heridas. El hombre tuvo razón al obligarla a estarse quieta, gracias a ello ahora estaba preparada para salir al campo de batalla.

- Matagatos, agradezco todos tus cuidados... y tus ordenes, dijo por lo bajo, casi como un gruñido. Gracias a ello, hoy podré luchar sin ningún rasguño. Ha sido bendecido con tales dones. Inclino su cabeza, a modo de saludo, y luego salio de la tienda.

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06/07/2013, 09:38
EL TIEMPO SE AGOTA.

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 16.

POR LA TARDE.

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06/07/2013, 09:39
El Cráneo de Plata.

- En la tienda de los heridos están los que resultaron peor heridos en la batalla.

- También estaba Michou, pero han tenido que llevarse su cadáver después de que muriera durante la noche.

- Khadesa no se ha separado de su hermana y Plumilla ha estado atendiendo a todos los heridos críticos.

- Guepardo, Matagatos, Pipo y Sabandija son los que están peor, aunque a esta hora sólo el primero sigue inconsciente.

- Rastrojo, Derviche y Asesina tienen heridas graves, pero su pronóstico es bueno. Mañana ya podrían seguir descansando en sus propias tiendas.

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06/07/2013, 21:56
Rastrojo.

Derviche... Asesina... Si estáis lo suficientemente bien como para abandonar la tienda e iros de paseo, ¿también podrías cuidar de mí, no? Me dueeele... Me clavaron una lanza... y luego otra... y otra... Ahora en vez de un chamán parezco un tamiz.

El borde de las orejas se movió al escuchar un sonido familiar.

¿Es un tintineo de monedas lo que oigo? No podéis engañarme, mi oído es sobrenatural y está amplificado por las ondas espirituales... No deberíais haberos prostituído. Ese es trabajo de las seguidoras de campamento, y es un deshonor muy feo para una soldado... Si Matagatos os pilla... uy, pero si estaba aquí.

Matagatos... estoy muy mal. ¿Porqué a mí nunca me curas de mis heridas? ¿Es porque soy mestizo? Los hijos de Ponzoña y Khadesa también serán mestizos. ¿A tus sobrinos no les vas a querer? Ah, Khadesa. ¿Tú también estás aquí? Ya decía que olía raro, y no a Michou precisamente.

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07/07/2013, 13:11
Matagatos.

Matagatos había recuperado la consciencia tiempo después de terminada la batalla gracias a su magnífico estado de forma, pero a pesar de sus deseos de ayudar con los heridos entre su hermana y Lengua Negra habían conseguido meterlo en la tienda de los heridos y había dormido toda la noche del tirón, hasta que Rastrojo comenzó a hacer escándalo dentro de la tienda con sus quejas y tonterías.

-Deja de decir tonterías Rastrojo. A veces me pregunto si te escuchas, desde luego tienes una gran habilidad para hacer amigos y decir cosas agradables a la gente... Si pensaras antes de hablar seguramente te iría bastante mejor. ¿No has pensado que hasta ahora nunca habías sido herido? ¿Como iba a curarte?.

Si por mi fuera le daba un golpe a ver si con suerte sigue durmiendo hasta que conquistemos todo el Triplete. Pero será mejor intentar curarlo y que deje en paz a los heridos.

Se incorporó como pudo, ya había descansado demasiado e hizo de tripas corazón a todos los dolores que le sobrevinieron, estaba aún muy débil y si hubiera sido su propio paciente no le hubiera dejado levantarse. Sonrió a Khadesa y se dio cuenta que Dedos no estaba allí, seguramente no quería saber más de él, cosa que comprendía.

-Gracias por quedarte a mi lado Khadesa. ¿Alguna novedad mientras estuve durmiendo? ¿Como está el Capitán? Debo ir a verle, tengo que ayudarlo mientras mi padre esté lejos. Pero antes ayudadme a echar un vistazo por aquí.

Con la última frase miró también a Plumilla quien sin lugar a dudas había asumido el rol de sanadora mientras él había estado inconsciente. Con la ayuda de las dos seguro que podría tratar las heridas de los presentes en la tienda.

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07/07/2013, 13:50
Khadesa.

-Me alegro de ver que te recuperas, hermano. Me hiciste temer por tu vida, al igual que otros. Por suerte Plumilla ha estado trabajando duro contigo y con los demás heridos, y no ha ido mal. El Capitán ha sido envenenado, por esa bruja del Triplete. Las Pitonisas lo están tratando, las que tienen conocimientos para ello.

Con mirada triste por las muertes que no quería contarle, Khadesa siguió ayudando en lo que pudo, cambiando curas o dando de beber al que lo requería.

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07/07/2013, 15:09
Derviche.

La fanática volvía con sus monedas y con el cuerpo refrescado por el agua que le limpió la sangre reseca. Tiró la bolsa cerca de sus demás pertenencias y se tumbó, apretando los dientes, para no quejarse por el dolor que sentía. La misma voz llorona de antes, ahora la nombraba.

No sabía si se sentía más ofendida por pedirle que lo cuide o por llamarla puta. Sus ojos brillaban mientras lo miraban y una sonrisa espeluznante se dibujó en su rostro.

¿Por qué iba a hacerlo, chamán? ¿Necesitas que te clave otra lanza? Ser tu curandera o tu fulana, solo te haría más daño.

Al ver que Matagatos estaba curándolo, se tumbó para seguir durmiendo. No necesitaba una bronca del jefe de los hostigadores.

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07/07/2013, 18:09
Asesina.

¿Te duele? Se de una manera fácil para solucionar el dolor-respondo arisca pues mi paciencia es nula en estos momentos -pero los soldados de verdad, los guerreros, saben soportar las heridas. Si te ves incapaz tal vez sea buena idea que dejes las armas y te marches.

Matagatos, si necesitas mi ayuda, si necesitas cualquier cosa, pídemelo-continúo, ofreciéndome a mi hermano. Desde el principio he respetado a Matagatos pero el hecho de haber estado a punto de morir en manos de uno de los nuestros ha acentuado mi necesidad de encontrar apoyos.

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07/07/2013, 18:20
Matagatos.

Sonrío a Khadesa mientras señalo mi maltrecho cuerpo, ciertamente nunca había estado nunca tan herido.

-¿Esto? Esto no es nada hermana, en unos días estaré recuperado.

Probablemente muchos días, pero no hay porqué preocuparla más de la cuenta.

Asiento con las noticias del Capitán, no se mucho de venenos así que no podría hacer nada por él en este caso, a pesar de todo no me gustaría que muriese a manos de esa maldita bruja.
Me vuelvo a Rastrojo y le miro con algo de reproche, como esperaba las protestas y amenazas veladas no tardan en llegarle después de sus palabras, y aún creo que ha tenido suerte a que ninguna de esas dos le arranque la cabeza.

-¿Se puede saber que es lo que pretendías hacer en la batalla? ¿Hacia donde crees que ibas? ¿Acaso me he confundido de enclenque chamán y te has convertido en un fuerte y valiente guerrero? ¿O es que querías matarte? Porque en ese caso no lo has conseguido y ahora sigues molestándonos con tus quejas y tus tonterías.

Le miro las heridas, cualquier Hostigador habría seguido luchando con ellas y no se hubiera quedado tendido en el campo de batalla, sigo sin entender que es lo que pretendía hacer, probablemente algo sin ningún sentido para nadie más que para él.

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07/07/2013, 19:44
Sabandija.

-¡Ayyyy!

Las voces dentro de la tienda acabaron por desperar a Sabandija de mal humor.  En su convalencecia pasaba por todo tipo de estados. A veces se quedaba ausente dejando escapar quejidos lastimeros como los de un perro apaleado.Otras veces estaba ausente, sumido en funesos pensamientos.

 

- ¡Arrrggg! Duele...

Rastrojo tenía suerte. Si conseguía mover de manera tan desenfrenada la lengua es que sus heridas no le dolían tanto como a él.  Su brazo tenía muy mal aspecto. ¿Quedaría tullido para el resto de su vida? ¿No tenían suficiene los espíritus con haberlo dejado tocado de la penúltima batalla?. Se burlaban de él con risotadas de hiena, o al menos, eso es lo que oía cuando cerraba los ojos y lograba conciliar el sueño.

- Fue Serpiente...¡Ay!- Logró decir el K´Hlata, pero se quedó sin fuerzas para continuar... Su apestosa magia interfirió con las protecciones de Rastrojo...

El hedor que desprendía su herida del brazo le revolvía el estómago y le quitaba cualquier rastro de apetito que pudiera tener. Experimentado ya en heridas graves, sabía que podía salir de esta, pero el precio a pagar era caro. Un brazo.Poco a poco los espíritus de su familia le iban a ir desmembrando, en una macabra burla, hasta que solo quedara un despojo de lo que fue. Un muñón con patas o, quizás incluso sin ellas. Una masa informe e inservible.

-¡Ay!

A su lado reposaba una bolsita con 10 monedas de plata. No recordaba ni que hubiera ido a por ella. ¿Quizá él también se hubiera postituido como decía Rastrojo de Asesina y Derviche? Para lo que servía en la batalla, más le valía encontrar a un fuerte guerrero al que servir, calentarle la cama y  que le protegiera a cambio de recibirlo en su tienda con el culo en pompa y actitud sumisa. Le cogería de su lustroso pelo y lo domaría como a una yegua... No mi pelo no ...No podía ser peor que lo que había sentido al ser penetrado por las lanzas del enemigo. El dolor insoportable, la incertidumbre del futuro y la vegüenza que sentía por no ser capaz de aguantar con estoicismo, acabó provocandole un llanto lastimero. Le hubiera gustado que la tierra se lo tragara en ese mismo instante.