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La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Tierras de Cho n Delor: Grupo III.

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01/03/2013, 23:51
El Cráneo de Plata.
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- Tras dejar atrás el infierno en llamas del incendiado campamento enemigo y la montaña de cuerpos, avanzasteis hacia el Norte y hacia el Oeste durante toda la noche sin descanso.

- Al día siguiente, la fatiga acumulada por todos (menos por el maníaco Serpiente) y el estado de los heridos, obligó a Pelagatos a tomar la decisión de acampar y descansar durante todo el día.

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01/03/2013, 23:53
EL TIEMPO SE AGOTA.
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AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 11.

ALBA.

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01/03/2013, 23:56
La Compañía Negra.
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GRUPO III: ESTADO FISICO:

- Asesina: Recuperado el daño de Constitución. Está muy grave, aunque en proceso de recuperación. Está consciente.

- Belleza: Herida grave.

- Caracabra: Herido muy grave.

- Ikharus: Intacto, aunque muy cansado.

- León Anciano: Intacto, aunque muy cansado.

- Lombriz: Herido muy grave, pero en proceso de recuperación. Está consciente.

- Misteriosa: Sana.

- Pelagatos: Herido moderado.

- Perdida: Sana.

- Peregrino: Sufre daño de Constitución, inconsciente. Leve mejoría.

- Serpiente: Antinaturalmente sano y maníaco.

- Orgullo: 10 puntos de golpe (de un total de 19).

- Rufianes de Usurero (4): Sanos, aunque cansados.

- Escudo: Sano.

- Masutsu: Herido moderado.

- Niño Guerrero: Herido moderado.

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02/03/2013, 00:21
Triplete: Fantasma Irredento.
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Botín:

Fantasmas: 12. – Armaduras de cuero duro (12), Lanzas a dos manos (12), Platas: 36. – Abalorios (no tasados).

Chacales: 14. – Lanzas cortas (28), Escudos Chacales (14), Cuchillos tribales (14), Platas: 14. – Abalorios (no tasados).

Bandidos: 20. – Machetes (20), Cuchillos (20), Platas: 40. – Abalorios (no tasados).

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02/03/2013, 10:44
Pelagatos.
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La expedición había sido lenta pero constante. Llegado cierto punto, incluso los soldados no heridos estaban completamente agotados. Con mis recientes heridas abiertas, me había esforzado en no desfallecer y mantenerme firme, intentando insuflar determinación a aquellos que deseaban un descanso por encima de encontrar a nuestros aliados. Pero era imposible mantener ese ritmo sin descanso. Veía las caras de todos agotados y varios de ellos en verdadera necesidad de un buen descanso para sus heridas. Todos menos uno, por supuesto. Serpiente y sus artes eran cada día más amenazantes e inquietantes, y su último truco seguro que había levantado supersticiones entre todos los K'hlatas que nos rodeaban, pues incluso entre los Oscuros su truco había parecido algo... poco ortodoxo.

Dejando de lado los pensamientos, opté por la en parte peligrosa decisión de parar. Era imposible seguir andando si no quería que todos desfalleciésemos en el camino en un momento u otro.

- Debemos parar. No debe quedar mucho para reencontrarnos con alguno de los grupos de La Compañía, pero necesitamos un descanso y tratar las heridas. Descansaremos todo el día, aunque debemos establecer turnos de guardia para protegernos. - con suerte los grupos del Triplete estarían lejos o demasiado mermados para planear ataques - Haremos guardias cortas de una hora. De este modo no tenemos que forzarnos demasiado y es menos probable que cometamos errores. - esperaba que los rufianes asintiesen a mis palabras y se ofreciesen también, ya que 4 hombres más suponía 2 horas más de descanso para el resto. Para continuar con el intento de insuflar determinación en los soldados, me ofrecí para la primera.  - Yo haré la primera hora, con lo que podéis descansar ahora mismo, aunque necesitaré a algún compañero de guardia. 

Esperé a ver la reacción de los Exploradores, pues aunque parecía que me habían dado vía libre en cuánto a dirigir ese grupo, si alguno tenía algo que decir seguía teniendo más rango que yo. Al no haber sido designado líder oficialmente, podían asumir el mando ellos si no estaban de acuerdo. 

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02/03/2013, 22:11
Perdida.
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Había pasado un día y medio desde la batalla pero todavía no me había recompuesto. No era por la batalla o por las heridas, pues había salido ilesa. Era por él. A pesar de poner todo mi empeño, me fue imposible ignorar las atrocidades cometidas por Serpiente en los cuerpos de la víctimas. Se me revolvía el estómago cada vez que lo recordaba. ¿Y teníamos que responder ante un ser como ese? Esto era increíble.

Cuando paramos a descansar hice un reconocimiento desde la distancia a todos los compañeros, mientras esperaba nuevas órdenes. Al parecer nunca había sido una persona con gran iniciativa, así que me limité a adoptar la personalidad que me había creado desde que perdí la memoria.

Poco después de parar Pelagatos dio las primeras instrucciones. - Yo te acompañaré. El resto necesita descansar más que yo. - informé.

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03/03/2013, 01:38
El Cráneo de Plata.
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- Tras avanzar toda la noche del día 9 para poner la máxima distancia entre vosotros y vuestros perseguidores, tuvisteis que pararos a descansar un día entero para no perder a los heridos, ese fue el día 10.

- Ahora es la mañana del 11 y ya habéis descansado. Incluso Asesina y Lombriz tienen mejor color, pero Peregrino sigue inconsciente, día y medio después.

- El caballo pesado Orgullo está mejor gracias a los cuidados de León Anciano, pero sigue sin ser capaz de llevar a su jinete.

- Belleza, Caracabra, Pelagatos y Perdida se sienten un tanto cansados por el estrés de las circunstancias.

- Los Exploradores y los cuatro Rufianes vigilan durante el día de descanso.

- Misteriosa parece ajena a todo.

- Serpiente ríe de forma maníaca e incontrolable de vez en cuando, la suya es una risa que pone los pelos de punta.

- Ikharus se siente fatigado, el peso de la edad, y el peso de tantas cosas.

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03/03/2013, 09:13
Perdida.
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Estaba sentada en el suelo a una distancia prudencial del grupo. Aunque no había recibido ningún ataque durante la batalla el cansancio ya estaba haciendo mella en mí. Por como pintaban las cosas lo más probable es que fuésemos a retomar la marcha en breves. Aun así, me dediqué a observar al resto de la Compañía hasta esperar órdenes concretas.

Mantenía una expresión ausente en la cara mientras jugaba con con mi lanza corta y enumeraba las muchas ocasiones en las que había deseado que alguien matase a Serpiente. - Si tuviese alguna posibilidad lo haría yo misma - pensé resentida.

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03/03/2013, 10:07
Ikharus.
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El día pasa veloz y rápidamente llega un nuevo amanecer. Demasiado rápido.

Procuro mostrar seguridad pero la verdad es que estoy bastante preocupado. Busco un aparte discreto con Pelagatos para tener unas breves palabras con él y, quizá, calmar mis tribulaciones.

Me acerco a un paso del joven Oscuro y con un gesto lo invito a seguirme.

Me detengo no muy lejos del campamento, lo justo para mantenerlo a la vista y, a la vez, asegurar la discreción de nuestra conversa. Tras un minuto de duda, y palabras banales le digo, sin más:

-Pelagatos, estoy muy preocupado por los últimos sucesos. La risa de mi hijo me pone los pelos como escarpias ¿Esto le ocurre muy a menudo?-

Instintivamente giro la cabeza para observar el campamento en la cercanía, esperando ver la figura de mi hijo emerger de una nube negra.

Con la mirada tranquila aunque con reflejos de desesperación, que se filtran muy a mi pesar, espero la respuesta de Pelagatos.

Por mucho que le duela, es lo más parecido a un amigo que tiene mi hijo.

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03/03/2013, 11:17
Caracabra.
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Caracabra se apoya contra una de las ruedas del carro y comprueba su herida, cuando ve el corte producido por chacal lo maldice en silencio. El jorobado no se había dado cuenta de que la herida fuera tan grave, y empieza a vendarla con cuidado. Luego comprueba de nuevo el estado de peregrino. Una vez hecho el trabajo de “curandero novato” empieza a comprobar su equipo, y vuelve a organizarlo todo, se pone su armadura, mira el filo de sus lanzas y el estado de su escudo. Finalmente se tumban debajo del carro se arrebuja en la manta, y se dispone a dormir un rato hasta que le toque el turno de guardia. Rápidamente el cansancio se apodera de él, toda la tensión acumulada le hace mella y cae en un pesado sueño.

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03/03/2013, 13:25
Serpiente.
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Un nuevo día amanecía y con él nuevas posibilidades. Posibilidades que cada día era más interesantes y numerosas. Posibilidades que no debían desaprovecharse…

Como siempre hice una pelota con la tienda de campaña y todo lo de tela que había dentro y lo eché sobre el carro de los heridos justo cuando vi a mi padre y Pelagatos alejarse del grueso del grupo. Al verlo sonreí y no tardé en acercarme a ellos sin la menor discreción, pues no me importaba lo más mínimo interrumpirlos.

- No, no, no…- canturreé.- ¿Ya empezáis con secretitos? ¿No creéis que eso es una falta de respeto hacia el que os ha salvado la vida con una mentira que todos, incluidos vosotros, os habéis creído? Qué crueles sois.- refunfuñé.- Sois muy malas personas… ¡¡Sois unos monstruos!!- Y solté una carcajada.- Respondedme a una pequeña, minúscula e insignificante duda: ¿De qué querrían hablar a solas dos de los tres únicos cuervos en un grupo lleno de grajos? ¿Hablarán de ese tercer cuervo, el único cuervo no invitado al conciliábulo que han convocado?  Sed sinceros, venga. Yo siempre soy sincero…- Sonreí.- O al menos lo soy cuando no estoy mintiendo. O mejor aún, guardaos vuestros secretos. Pero quiero algo a cambio, una compensación por vuestra crueldad hacia el tercer cuervo- comenté fingiendo que me ofendía.- Que participéis en una broma de lo más divertida.- Sonreí, una sonrisa que por un instante pareció la de un niño.- Cuando nos reunamos con Matagatos decidle que he muerto.

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03/03/2013, 15:44
Asesina.
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Tras un día entero de descanso mi cabeza está bastante más despejada, casi lúcida en su totalidad. Tumbada en el carro, junto con el medio muerto Peregrino, reflexiono sobre lo ocurrido en la batalla y, sobretodo, tras ella.

No puedo evitar mirar de reojo a Serpiente pues su presencia me incomoda cuanto menos. Este se acerca a nosotros y tira su tienda de campaña en nuestro carro, para, a continuación, caminar hacia Pelagatos e Ikharus.

Busco con la mirada alguien con quién hablar sobre los actos de Serpiente, sobre su depravación, tratando de poner en aviso a todo el mundo, de pensar en algo que hacer. Sin embargo nadie parece estar prestándome ni la más mínima atención y, a decir verdad, tampoco considero a mis compañeros mis iguales por lo que prefiero callar y descansar algo más.

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03/03/2013, 21:25
Belleza.
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Sabía que el descanso que necesitaba no se podía limitar a una noche. Mis heridas sangrantes me gritaban que me estuviera quieta porque así no podían cicatrizar. Pero no había tiempo. Había otros en peor estado que yo, así que teníamos que continuar para llegar al campamento.

Cambiaba mis vendajes cuando podía y encontraba algo limpio. No siempre sangraba lo mismo, dependía del tipo de movimientos. Mi cuerpo se estaba acostumbrando a sangrar poco al andar, pero levantarme o sentarme parecía que era algo excesivo.

En esos momentos, estaba sentada y apoyando mi espalda en el tronco de un árbol, con la mano haciendo presión en la herida. Lo único que deseaba en esos momentos es que no se infectara.

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03/03/2013, 22:31
Pelagatos.
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Desperté aliviado de otra noche de tranquilidad. No debería quedar mucho para dar con alguno de nuestros aliados y conseguir asistencia para los heridos e incluso comida decente (dentro de lo que una expedición cómo esta podía considerar decente). 

León Anciano había estado cuidando de Orgullo con resultados muy positivos. No me gustaba dejar a Orgullo con un K'hlata, pero había demostrado que podía con él. Debía admitir que para ser un viejo K'hlata servía de algo. Auqnue no lo admitía en alto, por supuesto.

Había notado que las risas maníacas de Serpiente tenían a más de uno con los nervios atacados, sobretodos los supersticiosos K'hlatas, pero cuándo Ikharus se me acercó y me comentó sobre ello, vi que iba más allá.

- Serpiente siempre ha sido raro. - dije simplemente. No había dado mucha importancia a su risa después de haber crecido con el y sobretodo viajado con él, viendo lo que hizo con aquel recluta que le faltó al respeto, o sus reacciones ante el Señor Dolor - Aunque he de admitir que aunque le he visto en estados algo maníacos, esto nunca lo había visto. Parece que la locura haya dado con él.

Y las palabras que Serpiente nos dirigió, especialmente su sugerencia, no desmentían mucho mi último comentario. Aunque a decir verdad, tampoco eran muy diferentes a las cosas que solía decir. Tal vez siempre había estado un poco loco, pensándolo bien.

- ¿Qué es lo que quieres conseguir con eso, Serpiente? - le pregunté refiriéndome a fingir su muerte para Matagatos - Si quieres darle una alegría a Matagatos tan sólo tienes que decirle que te has cansado de intentar ser irritante en cada momento.

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04/03/2013, 12:58
Serpiente.
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- Yo no intento Pelagatos, consigo. Y no, no pretendo  cambiar porque a otros no les guste el sabor que tengo. No me importa. No tengo tan poca personalidad como Matagatos. Pero si un día eres capaz de darle un beso en los morros a un mestizo o k’hlata a lo mejor me lo pienso.- Sonreí.- Y si se lo das a Caracarbra a lo mejor hago algo más que pensármelo.-Reí.- Respecto a qué espero conseguir… Muchas cosas. Habrá unas pocas que sean deseadas, otras esperadas aunque indeseadas, habrá también inesperadas y, entre estas últimas, puede que incluso haya alguna que hubiera deseado de haber previsto que sucedería.

Me tomé unos segundos para pensar, tras cual clave mis extraños ojos en los de Pelagatos y le sonreí.

- Dime mirándome a los ojos que no deseas ver la cara de decepción de Rastrojo cuando vea que sigo vivo. Puede que al recibir la noticia hasta se vanaglorie de que la magia chamánica es muy superior a la de los Oscuros, razón por la que él considerará que sigue vivo y yo he muerto. Incluso puede dar el mismo espectáculo que ya dio cuando dijo que Lengua Negra había muerto.- Solté una carcajada al recordarlo.- No me digas que no es diversión de lo más inocente y sencilla. Tu única labor es decirle a Matagatos que he muerto mientras el resto calla que sigo vivo.- Alcé el índice y luego lo llevé a los labios.- Que el resto calle es una parte muy importante y en la que debes demostrar tus dotes de mando. Porque tienes esas dotes, ¿verdad?

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05/03/2013, 03:23
Peregrino.
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El camino por la Gran Sabana se extiende por muchos, muchos kilómetros. Más allá de donde la vista llega y mucho más allá de donde la esperanza muere. A veces me pregunto si realmente pensaba que llegaría y encontraría a la famosa Compañía Negra. Me pregunto si en realidad creía que me aceptarían y podría unirme a sus legiones para lograr mi misión. No lo sé, muchas veces he hecho las cosas por deber, sin pensar realmente si es lo correcto o no. Pero el hecho es que lo conseguí y me uní a aquella legión sin saber en realidad lo que me esperaría.

Ahora veo estos sueños tan reales y vividos. Estas imágenes oníricas donde repaso todo el camino que he recorrido en mi vida y la decisiones que he tomado. Veo, escucho, huelo y siento como si lo hiciera en realidad. Veo el sol cegador sobre mi cabeza cuando intento mirarlo usando mi mano, escucho el viento sobre la hierba derramar su música constante y relajante, huelo la carroña que devoran unos animales al lado del camino y siento la tierra ardiente bajo mis pies desnudos tal como lo sentí cuando pasé por esto hace ya tanto tiempo.

Mi visión salta directamente a mi primer día de entrenamiento para graduarme como recluta. Recuerdo como me pasan una porquería de lanza de madera y me hacen enfrentarme con un compañero. No deseo mostrar todo mi potencial, pero tampoco deseo ser menospreciado como un mendigo inútil, por lo que solo me dedico a esquivar los golpes. Uno, dos, tres y cuatro golpes veo pasar cerca mío sin que siquiera me roce el aire circundante. Un quinto golpe me da en la cara y la sangre en mi boca indica que me he roto el labio. La Cabo Rompehuesos dice que valgo una mierda pero que esquivo bien, por lo que podría servirle a alguien. Sonrío para mis adentros pues he conseguido lo que he deseado.

Luego el frío, el cansancio extremo, luego el calor. De una u otra forma sufro el calvario de una instrucción con reglas draconianas y con una exigencia titánica. No me molesta pues soy un hijo del rigor y he entrenado mi cuerpo y mi mente para soportar esta clase de tratos. Bajo la cabeza cuando debo hacerlo y sonrío cuando se necesita. Finjo no entender mucho el idioma, pero lo que capto se queda solo para mí, pues nadie sabrá jamás todo de mi persona. Me mantengo anodino y esa es mi intención pues así podré averiguar lo que realmente busco.

El periodo de instrucción termina y me baño en un tarro a la vista de un gran público. Ahora soy un recluta y debo probarme como soldado. No sé que sucederá ahora, pero veo como caminamos hacía la tribu de los Tres Castores y sé que es ahí donde me probaré a mí mismo como soldado. ¿Soldado? En realidad no soy un soldado pues no sé nada de milicia. Fui entrenado como sacerdote y guerrero, pero no sé nada del ejército ni de las costumbres marciales. En realidad siquiera sé mucho para qué sirvo pues no han sido demasiadas las veces que he tenido que usar mi arma contra otro humano.

Extrañamente y en contra de mi sentido común, veo como soy designado para infiltrarme tras los muros de Tres Castores y abrir las puertas para dar paso al resto de los Hostigadores. No sé que tan bueno soy siendo sigiloso, ni que tan rápido puedo ser matando, pero mis superiores ven en mí lo que debo tener y aciertan. Veo como llego al muro sin ser notado, siento como escalo y el leve dolor en las piernas al caer al otro lado haciendo una acrobacia. Siento el peso de mi espada desenvainada y escucho mi corazón latir nervioso a pesar de que mis oponentes son solo niños armados. Sí, niños, pero son tantos que muchos morirían de haber batalla. Incluso un niño puede matarte y yo casi morí con las heridas que me hicieron, al igual que el terrible guerrero Uro, quien sufrió igual que yo a pesar de ser el más poderoso de nuestra promoción.

Recuerdo lo que se sintió cortar la carne tierna de mis oponentes. Recuerdo la sensación de su sangre caliente sobre mi cuerpo. Escucho como si lo estuviera viviendo cuando los moribundos gritan de dolor y desesperación. También siento muy real el dolor de las heridas que me hacen el cuerpo, las costillas e incluso la lanza ensartada en mi pie, la que arranco y arrojo a un enemigo que atravieso con ella.

Mi vista se aleja de mí un momento y veo desde arriba como llega el resto de los Hostigadores y los enemigos son masacrados. Veo sus cuerpos perecer y la aldea incendiarse. Veo a Portaestandarte eliminar todo lo que se interpone a su paso y finalmente veo como los Caimanes Negros se apoderan de todo, sacándonos como si nos hubiesen hecho un favor dejándonos vivir. Siento la ira y la frustración, pero la ignoro, así como todos los impulsos que me alejan de mi objetivo. Aun no encuentro a la Diosa y aun no sé nada de ella más que los escasos rumores de distintos hombres de piel oscura que adoran figuras sanguinarias y crueles.

Mi camino aun no está terminado y aun es mucho lo que me queda por recorrer, tanto dentro de mí como fuera, aunque eso último aun está por verse.

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05/03/2013, 14:08
Pelagatos.
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Una media sonrisa se me asomó en los labios.

- Tanto te gusta hablar que no escuchas ni entiendes, Serpiente. He dicho que se lo dijeses, no que cambiases, del mismo modo que tu quieres que yo pretenda que estás muerto.

No podía negar que sería...interesante, ver cómo Matagatos reaccionaba ante esa noticia. Por otra parte, era un juego de niños que no se permite en adultos en guerra. El darle falsas noticias de la muerte de Serpiente tan sólo provocaría reprimendas y sería un ataque directo a mi veracidad, a mi madurez. Y lo creyese Serpiente o no, el que está al mando debe demostrar esa madurez, y por lo tanto, no podía hacerlo si no quería estropear mi futuro por una estúpida broma.

- Por divertido que pueda ser, Serpiente, algunos tenemos planes que no admiten bromas así. Si quieres darle un susto a nuestro primo tan solo tienes que hacer uno de esos trucos tuyos. Seguro que tienes alguno que le envía una copia de tu fantasma para decirle que has dejado el mundo de los vivos, lo que seguro que te parecerá aún más divertido. La cara de Matagatos al ver tu fantasma creo que sería impagable. Si de verdad quieres un mensajero de mentiras, pregúntale a otro, si no sale corriendo cuándo te acerques.

Me alejé de Serpiente y me acerqué a los Exploradores.

- ¿Creeis que estamos aún lejos del resto de La Compañía? Deberíamos seguir nuestro camino tras el descanso de ayer si podemos alcanzarles al final del día de hoy.

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05/03/2013, 16:07
Serpiente.
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Enarqué una ceja viendo como se alejaba dando por zanjado aquel asunto. Pero nada más lejos de la realidad, al menos para mí…

Me acerqué al grueso del grupo tras él con una sonrisa.

- Y yo que esperaba que tras salvar la vida de alguien (cuántas veces van ya, ¿dos?) obtendría algo de gratitud. Más aun con una petición tan simple y que ningún mal hace a nadie. Pero tú sabrás Pelagatos…- añadí con una sonrisa antes de proseguir hablándole, aunque en esta ocasión entre susurros.

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05/03/2013, 16:08
Serpiente.
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- Esos planes que tú tienes dependen de mí más de lo que te imaginas. De lo que diga, por ejemplo. Tú participaste de la derrota tanto como Peregrino. Tanto como él. ¿Por qué iba a considerar la gente que eres mejor que él simplemente porque huiste y no fuiste capturado? En cualquier caso si lo que te preocupa es mentir a Matagatos, no temas. Yo puedo poner solución a tu cobardía de ser necesario diciéndole que no sabías que estaba vivo, que fingí mi muerte para que hasta tú te lo creyeras. Mis razones tengo para esta “broma” y ahora he dado razones para que tú participes en ella. Además recuerda que el valor de un líder se mide en lo que sus hombres están dispuestos a hacer por él. Si tú consigues que callen a sabiendas de que estás mintiendo a Matagatos, ¿no demuestra eso que eres mucho más líder que él?

Notas de juego

Susurro en Oscuro.

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05/03/2013, 16:10
Compañía: Masutsu, Tercer Pelotón, Exploradores.
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- "Debemos ponernos en marcha ya, nos esperan en la posición central. Debemos reagruparnos con la fuerza principal." -