Partida Rol por web

Matagatos se encontró con el grupo de retaguardia a la hora convenida y recogió las raciones de gachas que correspondían para su grupo. Se dirigió a Dedos para saber como había ido todo durante aquel tiempo.

-¿Que tal va todo? ¿Como están Serpiente, Attar y Tarado?

Mientras Dedos le contestaba fue mirando uno por uno a los enfermos para comprobar de primera mano su estado. Con los días era lógico que fueran mejorando y en cuanto estuvieran listos se reincorporarían a sus grupos.
También se interesó por los informes de los otros grupos que Sicofante y Pelagatos traían.

-¿Como os va a vosotros? En nuestro grupo parece que tenemos algún problema con algo que afecta al estómago, pero todavía no sabemos de que se trata. Esperamos que no sea nada grave.

En nuestro caso el compañero Michou ha empeorado su estado de salud. Al parecer en su entrenamiento dio demasiado y el viaje en estos días le ha supuesto un duro golpe- dice Sicofante- a pesar de todo su estado no es grave y por el momento podemos hacernos cargo de él sin ningún problema.

Las noticias de Matagatos eran malas- ¿el estado puede deberse a la comida?- pregunta, preocupado. 

-No si al resto de grupos no os ha pasado nada. Además ni siquiera todos lo hemos sufrido. De momento es un misterio, aunque esperamos que desaparezca pronto o poder averiguar que está pasando.

Matagatos respondió con seguridad a Sicofante, habían salido de otras peores y no dudaba que esta vez también saldrían airosos de la situación, aunque siempre era preferible que todo transcurriera con normalidad.

-Informad a Peregrino y a Ponzoña de la situación, pero no le deis mayor importancia. Seguramente será algo pasajero.

Al llegar a la reunión con Matagatos y Sicofante, mi primo nos pregunto sobre novedades.

- Sin complicaciones en nuestro grupo y con agua abundante. No parece haber nadie afectado en salud tampoco. Informaré a Peregrino sobre lo vuestro. 

Esperé por si había algo más que quisiese decir o saber y después me dirigí de nuevo a la zona de mi grupo.

ATTAR:

- Ves con total claridad a Correcta y a un grupo de Exploradores que se acercan a vuestro grupo desde el Norte, desde a ciudad... En teoría deberían de estar mucho más al Sur.

- Te sientes mal, te duele mucho la herida del pecho.

KEROPIS:

- Has logrado hacer tu "mantenimiento" exitosamente sin que nadie se dé cuenta.

- De hecho, en tus labores de exploración avanzada, aunque no hayas encontrado agua (tal vez porque tú no necesitas beber) percibes a un grupo de Exploradores que se acercan a vosotros. No son especialmente sigilosos.

Lo extraño es que proceden del Norte y no del Sur, donde en teoría debían de estar.

-Allí-señaló Attar-allí vienen Correcta y un grupo de Exploradores. Pero Attar cree que estaban mucho más al Sur, o deberían estarlo. 

Cuando se aseguró de que todos hubieran escuchado éso, se acercó a Dedos y le dijo:

-Attar cree que deberías revisar su herida. Me duele bastante. 

Mi rostro se ilumino cuando volví a ver a Matagatos en especial después de esos días que no nos habíamos visto. No pude evitar el sonreír, viendo que estaba sano, y me quitaba un peso de encima, ver a los otros enviados del grupo. Pero no puedo evitar fruncir el ceño al oír las noticias.

-Attar esta algo mejor, lo mande a que camine un poco para que vaya recuperando estado. Serpiente esta dejándose curar... - Prefería  no hablar de el – Y Tarado despertó pero no ha hablado aun, estaba algo desorientado. ¿Están seguros que no necesitan enviar a nadie con nosotros? Puedo ver de llevar a alguien mas si esta enfermo, pero les pido que me mantengan en aviso si necesitan que asista a alguien...-

Les digo preocupada, mirando a Matagatos, inspeccionando su aspecto. Me preocupaba que el también se sintiera mal y no lo dijera.

-¿Estas bien...?-

No podía ocultar el tono angustiado de mi voz al preguntárselo. En esos momentos, no importaba mucho que estuviesen los demás cerca, estaba mas preocupada por su salud que por lo que pudieran decir. Cuando veo que Attar me dice de su herida, me acerco a el algo tensa. Para poder revisarlo y controlar que todo estuviese bien, mientras aguardaba la respuesta de Matagatos.

Matagatos escuchó a su primo Pelagatos y asintió con la cabeza. -Me alegra oír eso, espero que todo siga así. Seguid atentos a cualquier contingencia, no sabemos con que podemos encontrarnos por aquí. Seguiremos en contacto y no dudéis en avisar si algo pasa. Buena suerte. Matagatos dejó que Pelagatos y Sicofante regresaran con sus grupos en cuanto terminasen de reabastecerse. Él se quedaría todavía un rato más a comprobar el estado de los enfermos y a hablar con Dedos y Serpiente. El informe médico de Dedos parecía favorable también, así que no parecía haber motivo para preocuparse demasiado. Sonrió a la exploradora y se acercó a hablar con ella. -Me alegro que estés llevando a este grupo tan bien, aunque no me sorprende, se que eres muy capaz. Hizo una pequeña pausa ante la pregunta de Dedos sobre su estado. Si, no te preocupes. Todavía no he conseguido recuperarme del todo del último entrenamiento con Ponzoña, pero es cuestión de días. Esa extraña enfermedad no me a afectado apenas y espero que los otros se recuperen pronto, no quiero que cargues con más gente. El plan era dejar la enfermería vacía lo antes posible, no llenarla aún más. Matagatos se alejó un poco con Dedos para poder tener algo de intimidad. -¿Y tu como lo llevas? Espero que Serpiente no te esté dando muchos problemas. Si es así podría llevarlo conmigo antes de tiempo. Mi primo es muchas cosas, no todas buenas, pero ha demostrado ser muy resistente así que aguantaría.

-Tienesss rrrazón, Attar- dice mirando hacia el norte- losss explorrradorrresss deberrrían venirrr desssde el sssurrr, no desssde el norrrte- se giró a ver el grupo que le acompañaba; Serpeinte estaba mal, Tarado peor, Attar aun estaba herido, Niña de Oro no parecía una combatiente y Dedos tampoco sabía como era... y luego estaban los del cuarto pelotón que tampoco le inspiraban mucha confianza.

Parece que soy el único que está más o menos en condiciones de pelear... espero equivocarme -pensaba el ermitaño mientras intentaba pensar en un plan.

-Bien... ¿Nosss asssegurrramosss de que sssean amigosss o enemigosss o los embossscamosss y dessstrrrozamossss? Sssea como fuerrre crrreo que esss imporrrtante que tengamosss la iniciativa.

Niña de Oro se giró, entrecerrando los ojos para ver en la dirección que tanto Attar como Keropis indicaban. Veía un par de puntitos... pero para ella tanto podían ser personas como hormigas bailando en el fondo de la sabana. No obstante, comentó:

- Pero Correcta y el pelotón de exploradores no venían con nosotros desde un inicio... ¿no? ¿Tal vez signifique que hayan compañeros de la Compañía Negra por la zona?

Luego echó una ojeada en derredor, desde luego el grupo no estaba en las mejores condiciones para pelear.- En cualquier caso, va a estar complicado escondernos con un carro tan grande como éste. A menos que lo quieras abandonar.

Miró a Dedos, que era la que ostentaba el liderazgo en ese momento, en busca de una respuesta o de un mandato, según se mire.

NIÑA DE ORO:

- Te sientes débil y a menudo sientes un zumbido extraño en el oído izquierdo. Temes que se te haya metido algún bicho...

DEDOS:

- Nunca hubieras pensado que Attar sería un quejica.

- Sus heridas están bien, no hay nada de qué preocuparse.

- Un grupo de Exploradores de la Compañía Negra aparecen casi de repente entre vosotros.

- El único que se percata claramente de su presencia antes de que lleguen es Attar.

- Se trata de Correcta, Sino, Despedida, Frontera, Escudo, Niño Guerrero, y Tristeza.

SERPIENTE:

- Escuchas los pasos de algunos de los Exploradores cuando ya están casi a vuestro lado. Es una suerte que no sean enemigos.

- Esta mañana estás concentrado en contener el dolor por medio de la magia. Es difícil. Es como si a tu magia le resultase especialmente difícil mitigar tu sufrimiento.

- Te encuentras algo mejor, quizá gracias a los cuidados de Dedos. Crees que quizá podrías caminar algo, un rato cada día, aunque todavía no estás recuperado.

- Puedes hacer una tirada oculta y secreta de Curar Heridas.

Lombriz y su escuadra de Campamenteros se alarman bastante ante la súbita presencia de los Exploradores encabezados por Correcta.

Intentan aparentar cierta marcialidad, pero ya es demasiado tarde: su profesionalidad ha quedado puesta en entredicho.