Partida Rol por web

Habían transcurrido varios días desde que la quedada tuvo lugar. Y, aparentemente, todo era bastante normal.

Belén continuó su nuevo manuscrito. Entregó una prueba previa a la editora que le escribió indicándole lo mucho que le había gustado e insistiéndole con las fechas de entrega.

Mariano había tenido una semana algo intensa pues le habían pedido que participara en un seminario sobre la religión en las redes sociales. Su ponencia sólo sería de media hora pero habría un debate posterior y quería ir bien preparado al mismo. Aunque no era su especialidad le habían elegido y su voto de obediencia no le permitía plantearse un no. Así que había compaginado su trabajo en su parroquia con ese tema durante los últimos días.

Marcos tuvo que hacer el inventario anual. No era una trabajo complejo, sólo requería contar y apuntar. Pero el stock en la tienda era grande y era un trabajo que se hacía fuera de horario y le robaba algo de tiempo a su vida personal. Normalmente se hacía después de año nuevo pero parecía que este año querían tenerlo antes de navidades.

Efraín tuvo un pico de actividad en su web y decidió aprovecharlo para fomentar el enganche entre sus nuevos seguidores.

En general, todos tuvieron algo más de actividad de la habitual y, quizás por eso, frecuentaron el foro un poco menos. No lo dejaron, en absoluto, pero esos días no invirtieron tanto tiempo como habían hecho en ocasiones anteriores. Quizás por eso tardaron un poco más que el resto en darse cuenta que Kain no había vuelto a publicar.

Al día siguiente del encuentro con otros foreros había recibido la tarea por parte de la diócesis de representarlos en un tema tan interesante como poco conocido por Mariano como era la religión en las redes sociales. Él, que había descubierto ese mundo para sí con “La Tela de Araña”, ni siquiera había pensado en el resto de posibilidades que ofrecía la Red para formar y adoctrinar en las enseñanzas cristianas y promover el mensaje de la madre iglesia. Así que utilizó su tiempo libre a investigar y visitar distintas páginas web dedicadas a fomentar el catolicismo y los valores religiosos.

A pesar de haber pasado algunas horas delante del ordenador, decidió no entrar en el foro de Frohike para no descentrarse y completar su preparación para el seminario. Pero la historia de Kain y su posible desaparición no le dejo tranquilo durante toda la semana y, en cuanto hubo terminado la tarea que le habían encomendado y volvió su horario de acceso a la sala de ordenadores del monasterio, entró en el foro de La Tela de Araña. La imagen del arácnido que servía de ventana de entrada a la página le recibió pidiéndole que introdujera el nombre de usuario y su contraseña. Torquemada volvió a estar presente.

Comprobó si existía algún mensaje nuevo de Kain, pero no era el caso. No solamente eso, ni siquiera se había conectado en todo ese tiempo. El cura activó la ventana de chat para ver si alguien se conectaba con el que poder hablar de todo ello.

Chat:

Torquemada: Buenas noches a todos.
Torquemada: ¿Algún misterio nuevo que resolver durante los días que he estado fuera?

...

El cursor saltó a la siguiente línea, parpadeando a la espera de que alguien tomará la iniciativa y respondiera a la pregunta del eclesiástico.

Pero antes de pasarse por el chat de La Tela de Araña, Mariano decidió escribir un mensaje a Morrigan. Había tenido un contacto agradable con la mujer durante la reunión del foro y pensó que quizás ella pudiera tener alguna noticia sobre lo ocurrido con el joven Kain. Ella parecía tener un buen trato con Mixi y quizás esta le hubiera comentado algo. La joven había estado muy afectada por que Kain no hubiera aparecido por la reunión y posiblemente la escritora se hubiera preocupado por su estado.

MP:

De:Torquemada

Para: Morrigan

Asunto: ¿Cómo estás?

Hola Belén.

He estado algo ocupado esta semana y no he podido pasarme por aquí. Por eso no te he escrito antes. ¿Cómo te va todo? ¿Tu libro? Ojalá este todo bien.

La verdad es que también quería preguntarte por otra cosa. ¿Sabes algo de Mixi? Cuando abandonó el bar el otro día parecía preocupada. Casi fuera de sí. Espero que se encuentre bien.

Recuerdos.

Mariano

Quizás se había relajado demasiado y, cuando se quiso dar cuenta, Belén se dio cuenta que necesitaba con urgencia presentar uno de los tantos borradores de su novela que había leído, releído y corregido multitud de veces y que, hasta que no consideró apropiado, no se lo envió a la editorial.

Por ese motivo, justo después de la quedada donde conoció a algunos de los integrantes del foro, apenas había tenido tiempo para otra cosa que no fuera preparar todo para que la prueba del manuscrito fuera lo suficientemente convincente para pasar la primera criba. Habían sido días largos y noches más largas aún, donde los distintos tipos de tés, las relajaciones y la comida saludable la habían ayudado lo suficiente para mantener el ritmo.

De vez en cuando se conectaba al foro pero sólo para comprobar si Kain había escrito algo, o incluso Mixi a la que le mandó un mensaje que no recibió contestación. Pero no había ni rastro del joven y no parecía que nadie supiera algo de él.

Y, en medio de la vorágine en la que Belén estaba inmersa de papeles, libros, anotaciones y demás apuntes para terminar lo prometido a la editorial, sintió una creciente angustia por Kain. ¿Le habría sucedido algo malo? ¿Sus locuras persecutorias serían ciertas? Pero esas preguntas tendrían que esperar a encontrar contestación pues Belén no disponía de tiempo suficiente para indagar, de hecho ni siquiera contestaba a otras cuestiones que se planteaban en el foro ni se preocupó de abrir el chat. Aunque hubiera entregado el borrador aún quedaba mucho por hacer y, cuando por fin terminara ya tendría algo más de tiempo para dedicar al foro.

Mensaje

De: Morrigan

Para: Mixi

Asunto: Estoy preocupada por ti

Hola Mixi.

Disculpa por no haberte escrito antes pero he estado muy ocupada con la novela, pero no quería dejar pasar más tiempo sin preguntarte qué tal estás y si sabes algo de Kain.

Si necesitas hablar y desahogarte ya sabes dónde encontrarme.

Un abrazo

Morrigan

Lo que sí atendió Belén fueron los mensajes que recibió, que no eran demasiados o, más concretamente, sólo era uno que venía de parte de Torquemada. Lo abrió con curiosidad pues, aunque había conectado con el sacerdote, al que consideró un hombre muy instruido y con el que tenía pensado mantener alguna charla teológica, hasta el día de la quedada apenas habían mantenido algún que otro cruce de palabras por el foro.

Mensaje

De: Morrigan

Para: Torquemada

Asunto: Re: ¿Cómo estás?

¿Qué tal Torquemada?

Al igual que tú, yo también he estado con poco tiempo para dedicarlo al foro, absorta como estaba en la preparación de mi libro. De hecho ya he entregado la primera prueba a la editorial y parece que han quedado bastante contentos. Así que gracias por preguntar.

Respecto a tu otra pregunta… No, no tengo ninguna noticia de Mixi ni de Kain y empiezo a preocuparme, sobre todo del joven. ¿Le habrá pasado algo? Espero que sólo haya caído enfermo y que todo se quede en un susto y una buena anécdota que contar.

Espero que todo te vaya bien.

Un saludo

Belén

Cuando tocaba hacer inventario en la tienda la jornada laboral se extendía más allá de la hora de cenar incluso. Eran unos días en los que Marcos acababa exhausto, a pesar de ser un trabajo que no requiriese demasiado esfuerzo físico.

Al llegar a casa apenas le quedaba tiempo para asearse y cenar. Marcos odiaba estos días, pero tenía que reconocer que era mano de santo contra su insomnio. Su jefe se había empeñado en hacer el inventario antes de Navidad este año, lo que implicaba que se juntase además con el aumento de las compras y la clientela.

Sin embargo, el misterio del mensaje de Kain y las ganas de hablar con sus compañeros de foro después de haberlos conocido realmente hacían que Marcos no tuviese otra cosa en la cabeza más que meterse en el foro. Así, cuando acabaron esas interminables jornadas de inventario y pudo sentarse tranquilamente delante de su ordenador sintió esos nervios de casi lograr un sueño.

Revisó rápidamente los nuevos hilos, sin detenerse a entrar en ellos, únicamente buscando qué había podido ser de Kain. Pero nada. Ningún nuevo mensaje por su parte.

El chat se iluminó. Alguno de los participantes del foro estaba conectado en ese mismo momento y tenía ganas de charlar un rato. Normalmente no solía participar en el chat, Marcos era más de participar en los hilos y dejar su mensaje, más que de mantener una conversación en tiempo real. Pero casi por casualidad vio que se trataba de Torquemada y el recuerdo de esa agradable tarde le animó a hacerlo.

Chat:

Torquemada: Buenas noches a todos.
Torquemada: ¿Algún misterio nuevo que resolver durante los días que he estado fuera?

Mosfet: Buenas noches

Mosfet: Justo he entrado a mirar lo mismo. He tenido una semana muy dura de trabajo y apenas he tenido tiempo de meterme. Veo que no he sido el único.

Mosfet: Alguna noticia de Kain? He visto que no ha vuelto a dar señales de vida. ¿Le habrá pasado algo?

En la Tela de la Araña, había estado muy tranquilo la semana previa. Y en el momento en que se reengancharon a su ritmo habitual, algunos de los usuarios que acudieron a la fiesta, pareció volver a la vida.

En esos días habían aparecido algunos post sobre aviones que fumigaban para eliminar las nubes y que el clima fuera más plácido, sobre las explosiones en varias fábricas que parecían atentados que el gobierno pretendía ocultar, sobre lo que parecía una propuesta de ley para prohibir el uso de las criptomonedas y sobre un estudio acerca de la calidad del agua que parecía haberse silenciado.

Todo bastante normal y todo publicado por usuarios ya conocidos por los habituales visitantes del foro.

Ese día, ya en hora tardía, lo que pareció llenarse de vida, fue el chat...

Chat:

Torquemada: Buenas noches a todos.
Torquemada: ¿Algún misterio nuevo que resolver durante los días que he estado fuera?

Mosfet: Buenas noches

Mosfet: Justo he entrado a mirar lo mismo. He tenido una semana muy dura de trabajo y apenas he tenido tiempo de meterme. Veo que no he sido el único.

Mosfet: Alguna noticia de Kain? He visto que no ha vuelto a dar señales de vida. ¿Le habrá pasado algo?

Doc_Alma: ¡Hola chicos! ¿Qué tal todo? Hacía mucho que no os veía por aquí :) Yo tampoco he sabido nada de Kain y ya empiezo a preocuparme también. No es normal, era un tipo activo en el foro. 

Fry_two_fingers: Yo creo que igual está un poco avergonzado. Me refiero a que si iba a venir y no apareció, igual le ha dado palo volver por aquí. ¡Motivos más tontos hemos visto en todos los que abandonaron antes! No sé. A mí me gustaría que volviese a aparecer pero tampoco me extrañaría que tarde un poco. ¡Igual incluso ya anda por aquí con otro nick! Eso también lo hemos visto antes alguna vez.

Doc_Alma: Pues a mí eso me extraña, la verdad. Tenía un estilo muy particular. Si alguien hubiera entrado aquí y hubiera escrito como él y de las mismas cosas que él, yo creo que nos habríamos dado cuenta.

...

 Durante cinco minutos más, los que estaban en el chat, debatieron sobre los motivos que podría tener Kain para no volver. Pero eso, no alejó una cierta inquietud que reinaba sobre ellos. Al final, por distintos motivos, unos y otros se fueron desconectando, tras despedirse hasta el día siguiente.

Torquemada había recibido contestación de Mórrigan, pero en ella no encontró respuesta a sus dudas. La escritora tampoco sabía nada de sobre Kain ni sobre Mixi.

Tanto Mariano como Belén habían comprobado que Mixi sí se había conectado esos días, aunque aún no habían coincidido con ella. En cambio, la fecha de última conexión de Kain se correspondía con el día de la fiesta.

-Mariano- escuchó como la voz de uno de sus hermanos le llamaba -Perdona que te moleste, espero no interrumpirte demasiado- se le veía un poco azorado -Es que me preguntaba si habías visto al padre Alejandro. No le encuentro y es casi ya la hora de retirarse. Me había pedido que le consiguiera otra manta y, cuando he ido a llevarla a su habitación, no le he visto allí.-

El padre Alejandro había llegado al monasterio hacía poco. Venía, con un traslado temporal, desde otro monasterio de Trinidad, en Bolivia. Hacía apenas unos días que estaba allí y Mariano no había tenido mucho contacto con él. Era un hombre retraído, con aspecto de estudioso, que pasaba horas contemplando el fresco que tenía la capilla del monasterio, una imagen de Jesús sedente. Al principio, a Mariano le pareció normal ya que era la principal atracción de vuestro monasterio. Todos los días, decenas de turistas se acercaban a visitarlo por ser una obra de arte excepcional*. Así que a Torquemada no le extraño el primer día. Pero al cabo de un par de días, la obsesión parecía evidente.

Mariano colaboró en la búsqueda de su compañero pero, después de casi cuarenta minutos, quedó claro que éste no estaba dentro del monasterio. Supusieron que habría salido y, aunque hacerlo sin avisar contravenía las normas de la comunidad, tampoco pensaban echárselo en cara. Con charlar con él, a la mañana siguiente, sería suficiente.

Pero a la mañana siguiente, el padre Alejandro tampoco dio señales de vida y, por más que buscaron, fue imposible localizarle.

Mensaje

De: Mixi

Para: Morrigan

Asunto: Re: Estoy preocupada por ti

Hola Morrigan.

Perdona por no haber dado señales de vida ni contestado antes. Lo siento de veras. Si puedo, mañana me conecto a ver si coincidimos. Pero han sido unos días... durillos. Supongo que, a ti que eres tan lista, que ves (o parece que ves) con facilidad en la gente, no se te habrá escapado mi disgusto y su motivo. Me he sentido tan tonta... como una niña pequeña. Supongo que hacerse ilusiones es gratis ¿no? Y Kain parecía tan afín a mí. Creí... Bueno, lo que creí, ya da igual. Está claro que él no pensaba ir más allá, traspasar el umbral que separa el mundo virtual del real.

Mañana intento conectarme y te busco a ver si estás.

Gracias por preocuparte por mí, lo agradezco de verdad.

Un abrazo

El correo, aunque escueto, estaba escrito con sentimiento y para Belén estuvo claro que Mixi se había sentido un poco avergonzada. Seguramente de ahí venía su ausencia, no querría que los demás le preguntasen cosas que no deseaba contar.

Belén apagó el ordenador y se levantó mientras, mentalmente, hacía un repaso de las tareas pendientes para mañana. Se acercó a la cocina con intención de sacar algo de comida del congelador para preparar al día siguiente.

Entonces, unos ruidos llegaron a sus oídos. Sonaban tan bajo que apenas se escuchaban. Pero estaban ahí.

La escritora tardó en identificar de dónde procedía el sonido. Pero después de dos intentos fallidos, al destapar el cubo de la basura, lo confirmó. Un montón de gusanos se movían entre sus desechos, retorciéndose, seguramente disfrutando de los restos.

El día anterior había sacado la basura, así que no había nada allí que llevara mucho tiempo. Sin embargo, ahí estaban.

A Belén no le quedó más remedio que bajar la basura antes de acostarse.

Marcos fue incapaz de permanecer mucho tiempo en el foro. El cansancio le invadía y, incluso aunque podía ocurrir que no lograse conciliar el sueño, le resultaba imposible permanecer levantado por más tiempo.

Apagó el ordenador y se dirigió a su habitación. Antes de que se diera cuenta, estaba dentro de la cama, quizás incluso dormido. Su adormilada mente no era capaz de recordar cómo y cuándo había llegado a ponerse el pijama y a introducirse en la cama. Y ahora, ya allí, tampoco era capaz de decirle si seguía despierto.

De fondo creía oír el ventilador de su ordenador, aunque eso era absurdo si estaba apagado. Y luego las teclas, sonando solas, unas detrás de otras, como una música, como melodía con instrumento de percusión.

Marcos, convencido de hallarse en un sueño, se dejaba llevar y permitía a sus sentidos conectar con la vida electrónica que su equipo informático parecía haber adquirido. El zumbido leve de la pantalla se unió al sonido de las teclas. Aquello era la prueba clara de que se trataba de un sueño ya que el sonido de la pantalla no era perceptible para el oído humano salvo que estuviera rota. Y, al ritmo del ventilador, de las teclas y la estática, se unió el de la electricidad navegando por el cargador. En su adormilada consciencia, Marcos comparó todos los elementos con los pulmones, el corazón, el cerebro y la sangre.

Un rayo de luz que se filtraba por la persiana le despertó de repente. Era ya de día, la noche había pasado volando.

En La tela, los parroquianos empezaban a preocuparse por una ausencia. Eso es lo que pasa cuando te metes demasiado en una comunidad virtual en la que te crees entre iguales. Algunos se creen que las rutinas son un estándar, que conocen a los demás por cuatro párrafos y unos MPs y se sorprenden cuando descubren que son solo letras. Que, en realidad, no saben nada de nada de esa otra persona.

Kain podría haber sido muy participativo, podría haber intimado mucho con unos y otros. Podría haberse creado una marca personal. Sí. Pero de un día para otro, uno decidía no volver a entrar en un foro y todos los supuestos amigos desaparecían. Era así de sencillo.

¿Cuántas veces había pasado algo así? La gente se aburría de los foros y encontraba nuevas aficiones donde ocupar nuevos nicks vacíos. Las carcasas de los nicks muertos solo eran testimonios de que las relaciones virtuales no valían nada si no se sustentaban en algo más.

...lo virtual no es absolutamente nada...

Se acumularían las llamadas al vacío preguntando si alguien sabía algo de este o de aquel. Y ese este o aquel estaría pasando de todo en una terraza, con sus verdaderos amigos. Los que le conocen de verdad. Mientras unos lloraban haciendo eco patéticamente en un foro minúsculo entre millones de foros minúsculos, el desaparecido estaba charlando animadamente en otro foro.

De eso era de lo que le había advertido a Frohike: tener un foro no es marcar ninguna diferencia. Igual que Kain había desaparecido, La tela desaparecería algún día. Y cuando lo hiciera, los lamentos solo durarían dos días, como los de los que lamentaban de Kain. Después, todo el servidor borrado, todas las letras desaparecidas, todo negro. Cada uno a su casa.

En definitiva, a Ibartz no le importaba lo que le ocurriera a Kain. Kain podía haberse ido de vacaciones y la falsa-amistad que era la virtualidad no le obligaba a avisar a nadie. Porque los «colegas» de un chat no eran tu familia ni tus amigos ni tu jefe en la oficina.

Le importaba tan poco, que en los días siguientes a la quedada apenas se había fijado en el nuevo contenido de La tela ni comentado en nada que no fuera estrictamente interesante. El asunto de los atentados le preocupaba, aunque se abstuvo de profundizar en público sobre ese tema. Solo dejó algún anzuelo que sugería que hablaría de ello en su blog. Es importante dejar anzuelos, miguitas de pan para los fieles.

En cambio, sí se fijó en otras cosas. Sabedor de que Fry_two_fingers había tenido un leve atisbo de La Verdad, dedicó algunas horas sueltas a espiar sus intervenciones. Ese era su trabajo, hurgar, y el stalkeo de perfiles ajenos no le era extraño. Lo que los pervertidos hacían para molestar a las mujeres en internet y robar fotos en bragas, él lo hacía para meter las manos en la basura. Había llegado muy lejos con actividades poco menos que ilícitas, aunque la mayoría de las veces la gente simplemente dejaba las cosas al aire sin darse cuenta. La gente era estúpida y no sabía ocultarse.

Rebuscó entre sus posteos y leyó y releyo cientos de ellos, anotando palabras sueltas aquí y allá, analizando su estilo y estudiando su discurso. Y así pasaron los días, trabajando en el perfil-máscara que era el antiguo Ibarz, mientras se preocupaba en lo que de verdad interesaba al nuevo Ibarz, el que había sentido el escalofrío de la realidad.

Al final, vio que había movimiento en el chat. No acostumbraba a usarlo, hacía perder mucho tiempo y concentración. Pero vio que Fry_two_fingers estaba dentro y, quizá, estuviera contando algo interesante o, simplemente, hablando más de la cuenta.

Pero no. Hablaban de Kain.

Ibarz observó movimiento en el chat. La gente parecía preocupada por Kain. No era su caso. La gente iba y venía de los foros, muchas veces desaparecía sin dejar rastro. Porque la gente en internet no existe, solo pasa. Es un no-lugar.

Doc_Alma: ¡Hola chicos! ¿Qué tal todo? Hacía mucho que no os veía por aquí :) Yo tampoco he sabido nada de Kain y ya empiezo a preocuparme también. No es normal, era un tipo activo en el foro. 

Fry_two_fingers: Yo creo que igual está un poco avergonzado. Me refiero a que si iba a venir y no apareció, igual le ha dado palo volver por aquí. ¡Motivos más tontos hemos visto en todos los que abandonaron antes! No sé. A mí me gustaría que volviese a aparecer pero tampoco me extrañaría que tarde un poco. ¡Igual incluso ya anda por aquí con otro nick! Eso también lo hemos visto antes alguna vez.

Doc_Alma: Pues a mí eso me extraña, la verdad. Tenía un estilo muy particular. Si alguien hubiera entrado aquí y hubiera escrito como él y de las mismas cosas que él, yo creo que nos habríamos dado cuenta.

red_pill: A lo mejor os está leyendo ahora mismo y se está partiendo de risa. Esto es así. No será el primer perfil más falso que Judas que me encuentro. Hay gente que se pasa años divirtiéndose haciéndose pasar por lo que no es.

red_pill: Hola, por cierto.

...

La dura semana haciendo el inventario y descansando poco y mal le habían pasado factura. No había conseguido dormir demasiado bien, algo no muy fuera de lo común dada su predisposición a sufrir insomnio. Pero aquella noche no había sido insomnio lo que no le dejó descansar correctamente. Fue una especie de pesadilla. Sueños con pensamientos obsesivos que bombardean una y otra vez la cabeza, aunque sean cosas ridículas.

Había sido muy extraño. Sin duda, escuchar todos los ruidos posibles de los componentes de su pasatiempo favorito, el ordenador, de una manera continua y asemejándolos a los órganos vitales de un ente vivo había sido perturbador. Y, no se sabe si para bien o para mal, al no haber podido descansar apenas, la noche se esfumó y dio paso al día.

"Menos mal que es sábado¹", pensó Marcos. Los sábados también le tocaba trabajar, pero el turno era mucho más corto y, por tanto, llevadero. Además, solían acudir menos clientes. O, al menos, con menos prisas y más relajados, lo que influía en su salud mental al no tener que lidiar todo un día con gente histérica, exigente y con una paciencia muy limitada.

Desayunó y se vistió rápidamente y salió de casa para ir a la tienda. A medio día estaría ya de vuelta. Ya casi saboreaba ese momento en el que se sentaría delante de su ordenador y dejaría que las horas pasasen lentamente en la comodidad de su casa mientras él iba saltando de una página a otra, viendo vídeos y leyendo, cómo no, los hilos de En la Tela de la Araña. 

Belén aprovechaba los huecos de tiempo libre que tenía para conectarse al foro, saber si había salido algún tema interesante que seguir y, sobre todo, para ver si tenían noticias de Kain. Ni siquiera se metió en el chat, pues sabía que si lo hacía echaría más tiempo del que realmente tenía. Pero lo que sí hizo fue abrir los mensajes pues la preocupación por Kain se hacía extensible a Mixi, con la que no había coincidido aún.

Belén era consciente que a veces, sobre todo para determinada gente, caer en una depresión cuando se sentía rechazado por la persona que supuestamente amaba, era algo muy fácil y que si no se ponían los medios adecuados salir de ese pozo se podía convertir en una tarea casi titánica. Por ese motivo se había preocupado por ella, a veces una persona desconocida ejercía un beneficio mayor sobre alguien deprimido que los que las personas allegadas, por muy buenas intenciones que pusieran en el intento.

Por fortuna allí estaba el mensaje de Mixi. Belén sintió cierta lástima por la joven ya que de sus palabras se desprendía cierto sentimiento de vergüenza que no pudo pasar desapercibido para la escritora. Pero, aparte de tener roto el corazón, la joven parecía encontrarse bien, lo que tranquilizó a Belén.

Con un suspiro de alivio y pensando en los no tan lejanos dramas de la juventud, la mujer se dispuso a dejar el trabajo por el momento dadas las horas que eran. Aún tenía que dejar la comida hecha para el día siguiente ya que, llegado el momento, dudaba mucho que tuviera tiempo y ganas de ponerse a cocinar, en cambio si ya lo encontraba hecho… todo sería muy distinto.

Belén se encontraba trasteando por la cocina cuando un sonido constante, desagradable parecía salir de algún punto indeterminado de la estancia en la que se encontraba. Miró y remiró por distintos sitos por si alguna mosca se hubiera quedado atrapada o quizás una abeja que hubiera entrado por la ventana entreabierta pero, lo que encontró en la basura la hizo recular un paso atrás con una mezcla de asco y sorpresa pintada en la cara. Miraba con repulsión los gusanos que se retorcían en el fondo de la basura, devorando algo que ella no alcanzaba a ver pues, si mal no recordaba, apenas había dejado restos de comida u otras cosas orgánicas que dieran pie a la aparición de aquellos bichos, y mucho menos la había dejado sin bajar para que se reprodujeran a aquella velocidad.

Con miedo a tocar hasta el plástico de la bolsa, la cerró todo lo fuerte que pudo y la sacó al exterior, preguntándose qué narices habría en la bolsa como para que aquellos gusanos hubieran aparecido de la nada. Por más vueltas que le daba no conseguía dar con la respuesta, pues estaba convencida que apenas había algo en la bolsa que hubiera dado pie a esa repentina aparición.

Sin ganas de cocinar, con el estómago revuelto y las ideas aún más revueltas, se preparó una infusión y se la llevó a la cama. Su intención era leer un poco, tomarse el líquido caliente e intentar que el sueño la venciera. Pero el sueño, cuando llegó, no fue ni apacible ni reparador, pues miles de gusanos gigantes atacando su cuerpo fueron una constante en sus sueños convertidos ya en pesadillas.

Mientras conversaba en el chat con algunos de los compañeros que había podido conoce rendimiento persona durante la reunión de hacía unos días, Mariano se llevó la impresión de que había una nota general de preocupación acerca de lo que le podía haber sucedido a Kain. Únicamente red_pill parecía querer dejarles claro que seguramente solo se trataba de un algo tan simple como un usuario dándose de baja. Incluso trato de aclararles los motivos, achacándolo a la vergüenza por no haber aparecido durante la reunión y la falta de valor para hacer frente a las preguntas del resto de usuarios y a las de Mixi en particular. Sin embargo al cura no terminaban de convencerle estos argumentos y tampoco comprendía la vehemencia con la que aquel hombre, quien se había hecho un nombre entre la comunidad de creyentes del esoterismo, la ufología y las conspiraciones, trataba de dar explicaciones de lo más corrientes y no querer ver o hablar de algún complot contra la figura del joven forero. O al menos comentar historias paralelas y dar publicidad a su blog y ganar nuevos adeptos. Torquemada se preguntaba qué intereses podría tener red_pill en relajar los ánimos y desviar la atención de una posible desaparición.

Estaba enfrascado en esos pensamientos cuando un hermano se le acercó y llamó su atención. Quería saber si había visto al padre Alejandro, quien no se encontraba en su dormitorio. Mariano no le había visto, pero se ofreció gustoso a buscar al clérigo boliviano. Se despidió de manera más bien abrupta de sus compañeros del chat, señalando que se le había hecho tarde, y cerró la conexión antes de seguir al monje.

Pero la búsqueda fue en balde. El padre Alejandro no aparecía por ningún lado y supusieron que habría decidido pasar la noche fuera. Una falta en el reglamento del monasterio, pero que ya tendrían ocasión de aclarar al día siguiente.

Sin embargo durante la mañana seguía sin aparecer y los padres de la comunidad empezaron a preocuparse en serio. ¿Y si le había pasado algo? Era una ciudad desconocida para él, que se había pasado todo el tiempo de su estancia en el país dentro de las paredes del monasterio, y bien se podía haber perdido. O quizás algo peor. Así que Mariano decidió pedir permiso a un superior para que le dieran acceso a la estancia del padre Alejandro. Quizás allí pudiera encontrar alguna señal, algún detalle que le ayudará a saber si el eclesiástico había abandonado de manera apresurada o premeditada. O incluso si había muestras de que ni siquiera lo hubiera planeado.

En la Tela de Araña la actividad continuaba casi al mismo nivel incluso aunque fuera sábado. Quizás porque sus miembros tenían una media de edad mayor que en otros foros, quizás porque no tenían una vida social tan activa como otros habitantes de las redes sociales... En realidad, daba igual cuál fuese el motivo.

Si bien era cierto que las preguntas sobre Kain parecían disminuir, no era menos verdad que entre los que le eran más cercanos el tiempo aumentaba el desconcierto y el nerviosismo. Esa noche de sábado, durante unos minutos, el chat cobró vida para hablar, de nuevo, de lo mismo del día anterior

Chat

RIP_er: Seguimos sin saber nada ¿no?

Mixi: A mí no me ha escrito y antes lo hacía casi a diario. Pero, bueno, supongo que eso no significa nada.

red_pill: A lo mejor os está leyendo ahora mismo y se está partiendo de risa. Esto es así. No será el primer perfil más falso que Judas que me encuentro. Hay gente que se pasa años divirtiéndose haciéndose pasar por lo que no es.

red_pill: Hola, por cierto.

RIP_er: Pues yo, la verdad, empiezo a estar un poco "mosca" con el tema. @red_pill Ya sé que hay gente que hace eso pero no me quedo tranquilo. En el mensaje que borró decía que le andaban siguiendo. ¿Y si era cualquier pirado? De esos hay a patadas ¿no? Le voy a preguntar a Doc_Alma cómo puedo investigar un poco, a ver si encuentro algo, que yo soy abogado y de investigar gente algo sé...

La actividad de Efrain durante los últimos días había sido distante en cuanto al foro pero lo suficientemente activa como para mantener algunos ganchos a la espera de que algo interesante picase. Y, durante ese tiempo, también hizo algo de labor investigadora sobre cierto miembro del foro que sí había llamado su atención.

Por primera vez en algún tiempo sentía que podía haber encontrado algo que le guiase hacia su verdadero interés. 

¿Quizás fue eso lo que le tuvo distraído? ¿Lo que le hizo pasar desapercibidas las cosas a su alrededor lo suficiente como para que las caras empezasen a ser todas iguales? No había sido hasta ese día que, por tres veces, se percató de haber descubierto el mismo rostro cerca de él. Un rostro anodino, sin carácter, sin interés. Hombres grises, como tantos otros, iguales entre ellos, como ovejas en un rebaño. 

Cuando fue a comer, allí, en el restaurante, a pocas mesas de la suya, que compartía con un editor para hablar de una colaboración en una revista, descubrió la cara insulsa de padre de familia calvo que esa misma mañana había visto al salir de su portal.

Pero lo curioso fue como, de noche, al volver a casa, ese mismo rostro insulso se entreveía en el coche que le adelantó mientras aparcaba el suyo.

¿Acaso la gente era ya tan borreguil que acababan pareciéndose incluso en el físico? ¿O no? ¿Quizás había dicho algo que había molestado a alguien y había puesto a varios agentes Smith a seguirle?