Partida Rol por web

- Acción gratuita cuando no vas a llevar a cabo ninguna otra acción de movimiento: laso de 5 pies sin ataque de oportunidad.

- Acción de movimiento: sacar poción de Invisibilidad

- Acción estándar: beberla

Si, tal como había imaginado, había podido convencer a los patrocinadores de que un último combate era el broche final para aquél espectáculo. Y lo era, en parte. Se habían acabado los juegos, el sufrimiento gratuito y las bromas pesadas a las que habían sido sometidos. La muerte sería un último acto de bondad para quien la recibiera.

 A su lado, un oscuro grifo de aspecto terrible y salvaje gorgojeó eufórico, oliendo la   violencia en el ambiente, la sangre que pronto se derramaría. Era una bestia feroz,   majestuosa, aunque corrompida. Cuando aquello acabara, al igual que con su sirviente,   tendría que hacer que recuperaran la luz. Era la promesa que se había hecho, no solo una   excusa que se había dicho así mismo para hacer uso de aquellas viles criaturas, y   pretendía cumplirla. Cuando saliera de allí, dedicaría sus recursos a enderezar a ambos, a   devolverles al camino correcto. Mientras tanto, haría lo que tuviera que hacer.

La primera en hablar fue la drow. Una mujer malvada también, no cabía duda. También estúpida. Era una pena que Lobatov se hubiera visto obligado a compartir equipo con ella.

—He hecho un trato —dijo alzando la voz—. Esta lucha no os devolverá al Capitolia cuando quedéis inconscientes, es a muerte; pero antes de mataros entre vosotros, lucharéis contra mi, juntos. Os doy esa oportunidad, no la desaprovechéis. No seáis idiotas.

Dicho eso, esperó a que reaccionaran, y se preparó.

Al ver la situación, antes de empezar siquiera, ya sabía cuál sería mi destino, es más, ya ansiaba que llegara el final. Después de tanto juegos, tantos combates, y tantas muertes, allí estaban los tres. En frente el todopoderoso Vincent, el que estaba claro era el preferido del capitolio, al que le habían dado todo tipo de poderes, regalos y concesiones, hasta un puto grifo negro le habían permitido tener. Era todo una broma cruel y absurda. Lástima que no pudiera escupir a la cara de los organizadores.

A mi lado tenía a la drow, por naturaleza maligna, y por sus palabras hacia gala de dicha fama. Si mi final estaba escrito, al menos intentaría ser uno de los dos últimos combatientes, al menos el saber que había muerto contra Vincent seria un pequeño, y aunque un tanto absurdo, consuelo.

Así, me giré hacia Ana eres estúpida si piensas que solo quedarás tú acto seguido, muevo el bastón de manera rápida, en grandes arcos

¡Tsk! Les había dado una oportunidad, y el chico se dedicaba a atacar a la drow, en lugar de unir fuerzas. Podía entender que la mujer había sido demasiado orgullosa, y también que el honor podía exigir al joven un enfrentamiento cara a cara, pero ya se conocían, y sabía que él solo no iba a poder hacer nada.

Maldito mocoso. No estaba de acuerdo, pero al menos, si no recapacitaban, intentaría darle lo que quería a Lobatov.

—Álzate y acércate —ordenó al animal, tras montar en él y, de paso, sacar uno de los viales que llevaba al cinturón.

- No habría podido aceptar tu trato, Vincent- sus ojos llenos de odio miraron a Lobatov-; después de todo, Viltur jamás se fió de ti.

Con paso cuidadoso se había alejado de Lobatov tras recibir su andanada de golpes, Anazareth se apartó el pelo de la cara con mano ensangrentada antes de beber y desaparecer de la vista. Su cuerpo había quedado terriblemente magullado tras aquel golpe, ese mozo golpeaba como una mula y proyectaba fuego de sus puños, ambas cosas que no se había esperado.

Miras a Lobatov y Vicent, no parece haber complicidad entre ellos, al revés, Lobatov parece temerle, no es la primera vez que lucha contra él

Al ver que la mujer se había vuelto invisible, retrocedo mientras pronuncio unas palabras

Viendo que la mujer había desaparecido y Lobatov retrocedía, decidió mantener la calma y aguardar un poco a ver que ocurría. A treinta pies del suelo y sobre su poderoso grifo, se sentía a salvo de momento. Allí, podía pensar. ¿Villtur? ¿Acaso esos dos eran amigos? El hombre no había sido más que otra piedra en el camino, a la que había liberado de la maldad de aquél lugar. Pero si ella se empeñaba, tendría el mismo destino.

Con un tintineo rasposo un vial vacío rodó por el suelo y, al cabo de unos segundos, se escuchó un pronunciar cuidadoso.

- Gabúrnichak -se escuchó la voz aquejada de Anazareth.

Mmm. Una escondida y el otro retrocediendo, amenazándose entre si. Les había dado una oportunidad y la habían desaprovechado, prefiriendo rendirse a sus propias rencillas.

—Encuentra a la drow y acaba con ella —ordenó a su mascota, que graznó exultante.

El grifo, obediente, empezó a olfatear el aire y, cuando encontró el rastro, se lanzó hacia 

Por su lado, de un salto y con una graciosa pirueta, desmontó del grifo y bajó a tierra. Allí se bebió el vial que llevaba en mano, cuyo contenido parecía sangre, y lo tiró al suelo, preparándose para la lucha.

Viendo que el grifo se iba a encargar de la drow, me alejé más de esa zona para no quedar acorralado y, viendo la posibilidad de pillar a todos mis enemigos juntos, alargo la cabeza para soltar un chorro de fuego a toda la zona