Partida Rol por web

La Cripta de Larin Karr

El Señor de Pembrose

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19/09/2017, 10:51
Lord Kyle

El chico enrojece de furia hasta parecer una tetera en ebullición. Afortunadamente, tiene el suficiente sentido común como para no provocar la violencia ordenando a sus guardias que arresten a Elsbeth.

-Esto ya no se trata de títulos, señorita Dragomir -dice el joven señor con la voz tensa-. Se trata de una plebeya diciéndole a su señor lo que puede o no puede tener. Se trata de insubordinación. Se trata de ocultar información a su señor de lo que, por cierto, el señor Draeval también es culpable.

Señorita Bathory, considérese afortunada (que no digna) de su amistad con la señorita Dragomir. De no ser porque tan encantadora y honorable campeona se ha responsabilizado de vuestras acciones, os expulsaría de Pembrose de inmediato, pues una mujer como vos sólo puede causar problemas. Pero, ni que decir tiene, que no la quiero volver a ver en mi presencia nunca más.

Algo más calmado, Lord Kyle se echa atrás en su asiento.

-He tomado una decisión. No sois las personas adecuadas para abanderar mi causa. Aguardaré a que las noticias de mi llamado lleguen a Puerta de Bardo y atraiga a otro grupo de aventureros a Pembrose. Lo siento, señorita Dragomir y señorita U'lu. 

Hace un gesto con la mano.

-Podéis retiraros.

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19/09/2017, 11:12
Valentine U'lu

Asombrada por la violenta reacción de Elsbeth la miro con los ojos exorbitados. Aalis intenta mediar, pero sólo consigue evitar un mal mayor. Nos quedamos sin el trabajo. Bueno, así nos podremos concentrar en la cripta. Aunque aún tenemos pendiente averiguar algo del espadón y la búsqueda del compañero de Aalis.

Intentando que las cosas no vayan a peor, hago una leve inclinación de cabeza hacia el niño-lord.

-Lamento mucho esta discusión, milord. Estoy seguro de que Elsbeth no pretendía importunaros. Nos retiramos. Si cambia de opinión, mándenos mensaje y acudiremos raudos.

Y caminando hacia atrás, empujando brevemente al drow hacia la salida mirándole para que no diga nada más, salgo de la estancia. Por una vez no la ha liado el drow. Que no diga nada que no diga nada...

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19/09/2017, 11:42
Olplyn Draeval

Al drow no pareció sorprenderle la reacción de Elsbeth, ni la del airado jovencito, visto un noble vistos todos. De todos modos ni él ni el Elsbeth le había jurado lealtad en ningún momento, asi que poco le debian. Se levantó sin más y guardo silencio sumido en sus pensamientos con la su sonrisa caracteristica hasta salir de la hacienda.-Bueno, tampoco ha ido tan mal, la próxima vez que ataquen los trasgos tendrá que acudir a nosotros y entonces le pediremos el triple de lo que nos ofrezca.Estoy con Elsbeth en esto, que yo sepa ninguno de los aquí presentes le ha jurado fidelidad, por tanto...no es nuestro señor y a pesar de todo ello hemos accedido a la mayoria de sus suplicas.- sonreía complacido para si mismo, al parecer había tenido algún tipo de idea.-Volvamos a la posada a descansar mañana será otro día y me pondré a estudiar los misterios de aquella espada. Creo que deberíamos valorar la oferta de Brem y acompañarle en dicha expedición.-silbando aquella maldita canción picante del hombre e la cabaña emprendió el camino de nuevo hacia Pembrose.

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19/09/2017, 15:25
Elsbeth Bathory

La voz de Aalis me detuvo a escasos palmos de la puerta, cuando ya me disponía a alzar mi mano para tirar de su pomo. Sostuve mi guadaña con ambas manos, torciendo mi rostro lo justo para alcanzar a contemplar a mi amiga tratando de mediar con su encanto y diplomáticas maneras con aquel niñato petulante. Odiaba que hiciera eso. O quizás se trataba únicamente de no estar habituada a que nadie intercediera por mí.

Sin embargo, el noble no daría su brazo a torcer por nada. No sólo eso, de su estúpida boca sólo salían sandeces. ¿Insubordinación? ¿Mi señor? Aquel niño se había acostumbrado a que todo el mundo estuviera bajo su bota. Él NO era mi señor, no le había jurado lealtad ni se la debía en modo alguno. ¿Qué se creía? ¿Que el mundo giraba a su alrededor? Oh, claro, por supuesto que sí. Y poco le importaba todo lo que quedase fuera de su pequeño mundo de lujos. Ni siquiera la gente que moría por su negligencia. Padre era despiadado con quienes se le oponían, pero nunca descuidaba sus deberes. Cada territorio, aldea, granja y hombre bajo su bandera estaba bajo su protección, y si alguien tenía la osadía de cometer el más mínimo acto en su contra encontraba fulgurante respuesta. Muchos hombres deberían tomar lecciones de aquellos a los que despreciaban tanto como temían.

Me considero afortunada por mi amistad con la paladina Dragomir. Mas no por los motivos que esgrimís. -Admití, enderezando la espalda, con orgullo. Si hubiera extraído su espada y decapitado a aquel arrogante proyecto de hombre, habría seguido agradecida por su amistad- Podéis estar tranquilo, bajo ninguna circunstancia tengo intención de regresar a vuestra presencia. Pero antes de irme, os diré una cosa. En nuestro camino hacia Pembrose fuimos testigos del resultado de los estragos que esos grandes trasgos habían hecho sobre una caravana de comerciantes. Todos muertos. -Acerqué mi mano a aquel pomo y abrí la puerta, mirando al exterior- Habrá más, recordad mis palabras. Y recordad también que todos aquellos que mueran desde ahora hasta que alguien aparezca para arrodillarse ante vos, serán responsabilidad vuestra. Porque pudisteis evitarlo... y preferisteis no hacerlo. -Añadí saliendo de la sala.

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21/09/2017, 20:28
Aalis Dragomir

Tuve que guardar silencio. No podía hacer otra cosa ante aquel amargo giro de los acontecimientos en el que me debatía entre lo que decía mi cabeza y lo que pugnaba mi corazón. Había dejado claro cuál era mi verdadero Señor, mi propósito de combatir el mal, y perder aquella misión no me hubiera importado si no fuera por las más que probables víctimas que continuaría habiendo. Pero aquello no era todo.

Me mordí la lengua, literalmente, cuando el altivo chiquillo habló de aquel modo de mi amiga. Reconocía que el particular carácter de Elsbeth podía generar algún que otro problema, pero aquello no era lo único que aportaba a nuestra compañía, ni a mí.

La primera en hablar fue la amable clérigo, mostrándose extrañamente callado el mago, y la nigromante fue la última en intervenir, de un modo más que directo. Terminaron por salir los tres, pero yo me quedé unos instantes más allí. Clavé mi rodilla en el suelo, agachando mí cabeza un instante antes de dirigirme al chico y al anciano que le acompañaba, antiguo compañero de mi mentor si había sido sincero.

- Estoy de acuerdo con los que han expuesto mis compañeras. Los modos de la nigromante no le serán habituales, pero son sinceros. En su posición a menudo se encontrará con gente que sólo le dice lo que quiere oír. Y ese es tan sólo uno de los grandes valores de Elsbeth. Me considero muy afortunada por poder ser su amiga, pero intuyo que esa no es una cuestión que le importe demasiado, Lord. – aún con una rodilla clavada, saqué mi espada, colocándola frente a mí mientras la sujetaba con ambas manos, bajando mi cabeza. – Le ruego que nos permita hacer frente a ese mal, demorarse en enviar otro grupo podría resultar fatal, no puede morir más gente. Estoy dispuesta a renunciar a mi parte del pago si es preciso, pero no deje que más gente muera, por favor. – me levanté despacio, mostrándole mi compungido rostro. – Espero que lo reconsidere.

Volví a ponerme en pie, enfundando mi arma y dirigiéndome a la puerta. El chico ya sabía dónde encontrarnos, así que de requerir nuestra ayuda no tenía más que dejarnos un mensaje en la posada.

- Vámonos de aquí. – dije a mis compañeros al reunirme con ellos, con el rostro más recompuesto y sin detener mi paso hacia el exterior.

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21/09/2017, 20:54
Ambrosius

El chaval vuelve a mostrar mesura cuando ignora lo que acababa de decir Elsbeth, dejando que la nigromante se quede con la última palabra si así lo desea. Se levanta de su asiento y se marcha, retirándose a sus aposentos. En cambio, Ambrosius se sorprendió de las últimas palabras de Aalis. Dado que es él el principal consejero de Lord Kyle, acusa el golpe cuando la paladina lo acusa de decir sólo lo que el joven señor quiere oír. Él sí que la respondió.

-Vuestra actitud me preocupa profundamente, señorita Aalis, y resulta impropia de una pupila de Sir Brandon. ¿Pensáis acaso que sólo vos podéis resolver los problemas del mundo? ¿Que si vos no veis un problema, es que no existe y que, si alguien insiste en que lo hay, es que está ciego? -le pregunta sin ambages, y acompaña su pregunta con una expresión decepcionada -. No contestéis. Sólo reflexionad sobre ello. 

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21/09/2017, 21:35
DM Eärendil

Con un amargo regusto en la boca, abandonáis la mansión Kyle. Los guardas os acompañan a la entrada y cierran las grandes puertas enrejadas detrás de vosotros. Vuestros pasos os dirigen al Draco Solitario. Tal vez podíais detallar vuestro próximo paso, o quizá preferiríais dejarlo para el día siguiente, con la cabeza despejada.

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22/09/2017, 08:30
Valentine U'lu

Camino con mis compañeros. No se si estar cabreada con el niño gilipollas que no sabe aceptar un "NO" por respuesta y que se cree que todos somos sus vasayos, o con Elsbeth por no saberse controlar ante un mero crío. En todo caso, espero que no sufra más gente y que alguien acabe con ese problema.

No, con Elsbeth no puedo cabrearme. Ella es así. Su pasado es, cuanto menos, inquietante. No sé como sería yo de haber pasado por ello.

-Bueno, ¿entonces que nos queda? Creo que deberíamos cenar, decirle al tipo que sabe dónde están las entradas a la infraoscuridad que ueremos ir, descansar y mañana por la mañana... pues ver si averiguamos algo del espadón- miro al drow- ¿y luego partir hacia la infraoscuridad?

Miro a Aalis.-A no ser que quieras hacer algo antes al respecto de tu compañero, Aalis.

 

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22/09/2017, 08:59
Elsbeth Bathory

Guardé silencio mientras abandonábamos la residencia de aquel niño con ínfulas. Meditabunda, pero con una dura mirada en mis ojos rasgados y oscuros, dejé que los guardias nos guiasen, y que Olplyn hablase e hiciera planes que no coincidirían con los míos, planes que al parecer Valentine estaba dispuesta a apoyar, pero yo no. Aún no. Porque en mi alma había anidado una determinación rayana en el fanatismo más absoluto.

Haz lo que quieras, Olplyn. Hacedlo todos. -Dije en un susurro sibilino, sin siquiera mirarles, mientras me calaba la capucha sobre mi cabeza, sumiendo mi rostro en las sombras- ¿Qué sacareis de una incursión como esa? Nada más que el fruto del saqueo que se pueda hacer de lo que haya en el lugar. Lo mismo que sacaríais del baluarte de esos trasgos. -Indiqué, poniendo mis cartas sobre la mesa- Nadie va a pagar por la labor en ninguno de los dos lugares. Pero en uno de ellos, sí pretenden pagar a otros... -Lancé al mago una maliciosa mirada, convencida de que a aquellas alturas ya sería consciente de por dónde iba mi argumentario- Competencia. No nos interesa la llegada de otros grupos de aventureros al valle. No sólo se llevarían la paga que nos niega ese niñato malcriado, también otros posibles contratos por el territorio. No... Yo voy a buscar la guarida de esas bestias, y regresar con sus cabezas atadas a mi cinturón. Las pasearé por cada calle y plaza de este maldito pueblo, las clavaré en picas en la plaza mayor, para que cada aldeano sea testigo de aquello que el medio hombre de su señor debió haber hecho, y no hizo. -Mi expresión se llenó de una siniestra malicia, como si paladease el instante en que mostrase aquellos restos inertes como un desfile triunfal- Puede que campesinos y burgueses sepan apreciar lo que la nobleza corrompida no es capaz, y al menos nos muestren en adelante el respeto... -Si no temor- ...que merecemos.

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24/09/2017, 03:48
Olplyn Draeval

El drow volvió a sonreir con indulgencia como si su compañera no le entendiera y él fuera un gentil padre que trata de abrirle los ojos a su gentil pequeña.-Mi querida Elsbeth, no pretendo pago alguno por visitar las cavernas de la suboscuridad pero creo que allí es donde más pistas podríamos conseguir sobre la cripta o al menos me parece buen lugar por donde empezar a buscar.

Por los aventureros no te preocupes, cualquiera que venga tendrá que recorrer los largos caminos hasta aquí, con suerte llegaran  para primavera, eso si los trasgos no les sorprender por el camino y acaban con ellos antes. Puede que suene cruel pero es así, yo voto por esperar y cuando acuda a nosotros pedir el triple de lo estipulado, poder acceder a la biblioteca del Lord donde seguro que habrá buenos mapas y algún escarnio para el posadero, no aceparé por menos y no querría perderos a ninguna de vosotras por menos de eso.- sonrió pícaro dejando en el aire si por más lo haría. - Se que tal vez no te parezca lo mejor Aalis pero allí solo tú has sido bien recibida. - se encogió de hombros mirando a sus compañeras aparentando sentirse impotente ante tale acciones para luego seguir escuchando a la nigromante.-Vaya, estas proponiendo que nos sublevemos y sometamos al pueblo, por que me lo ha parecido jajajaja, así si que nos buscaríamos problemas. Mi plan por el momento es descansar y analizar la espada, yo recomendaría que mañana al alba alguien fuera al camino a recoger los cuerpos y se los llevar a Oswald envueltos en una sabana, así ganaríamos su gratitud y algo de apoyo popular, cosa que por ahora no nos vendría mal.-ante todo el drow siempre pecada de practico, aunque a veces pudiera resultar molesto.

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25/09/2017, 08:36
Brem

El ambiente festivo de El Draco Solitario contrasta fuertemente con vuestro ánimo sombrío. Brem, el arquero pelirrojo que habíais conocido antes, trincha un jabalí al fondo de la sala. Sonríe al veros entrar y os hace gestos con la mano.

-¡Justo a tiempo! ¡Venid, amigos, a disfrutar de un buen pedazo del famoso jabalí asado del Draco Solitario! 

La gente que esperaba en la cola os dedica gestos de fastidio, pero nadie dice nada. 

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25/09/2017, 13:22
Aalis Dragomir

Si bien el mozalbete requería educación y respeto hacia su persona, claro me quedó que no consideraba que tuviera que comportarse del mismo modo con los demás, pues antes de dejar que me pronunciara salió de la habitación sin decir palabra. Lamenté que aquellas tierras tuvieran que tener dirigente tal, pero puse mis esperanzas en que el anciano le hiciera recapacitar acerca de dejarnos ayudar a sus gentes. Sin embargo, este se mostró tremendamente duro, lejos parecían haber quedado sus años de combate junto a Sir Brandon, pues parecía haber olvidado por completo la camaradería que se generaba en combate; donde unos cubríamos la espalda de los otros.

Callé ante sus palabras, pues ponerme a discutir sobre si era o no arrogante no me llevaría a nada provechoso. ¿Lo era? Podría ser, no lo sabía, pero no en aquel tema. No había problema en Elsbeth, como no lo había en que nosotros nos ocupásemos de aquellos trasgos. Tener algo más de fé no le vendría mal a aquellos hombres. Agaché mi cabeza en señal de respeto tras ponerme en pie y terminé por salir, pidiendo a mis compañeros marcharnos del lugar.

No me pronuncié sobre lo sucedido dentro, y una vez fuera los demás comenzaron a hablar sobre nuestros siguientes pasos. Valentine parecía dar por hecho que nos dirigiríamos a aquellas entradas a la infraoscuridad al día siguiente, señalando la importancia de recuperarnos antes y averiguar algo más de aquella espada. Me preguntó por lo referido al miembro de la Orden del Sol Invencible, a lo que respondí escuetamente para dejar que el resto continuara explicándose.

- Le he dejado un mensaje en la posada, aunque me he informado de a dónde se ha dirigido. Ha ido a ver a un mago. Si Olplyn no puede averiguar nada más sobre la espada, quizás el pueda. – les informé. – No sé aún qué hacer a ese respecto, la verdad, tenemos varios asuntos que atender.

Meditaba sobre una idea cuando Elsbeth comenzó a pronunciarse camino al exterior, no sin antes sumirse en aquella particular oscuridad de la que le dotaba su sempiterna capucha. A veces me preguntaba si aquel empeño por cubrirse era fruto de echar de menos el lugar del que procedía, sin duda mucho más lúgubre, o se trataba de una barrera que ponía entre ella y los demás; a parte del obvio motivo de buscar discreción, claro.

Escuché con atención sus palabras, en parte de las cuales vi bastante razón y estaba de acuerdo con ellas. Podía compartir su objetivo final, aunque no los modos ni los motivos. No pude evitar pensar que si bien su carácter la guiaba a aquel tipo de pensamientos y acciones, lo sucedido en el despacho del chiquillo tenía que haberle afectado; aunque nunca reconocería tal cosa.

Entonces se pronunció el drow, quien dejó clara su preferencia por dedicarnos a aquellas entradas. La clérigo y él estaban de acuerdo por una vez, justo cuando mi deseo sobre lo que hacer era bien distinto. Me chocó el modo en que hacía suposiciones, dejando todo a la posibilidad de que Lord Kyle volviera a requerir nuestra ayuda, ¿Y si eso no sucedía? Cuando hizo referencia a que sólo yo había sido bien recibida mi ceño se frunció, marcándose este aún más cuando habló de sometimiento, ¿En qué momento había dicho la nigromante algo así?

Llegábamos ya a la posada cuando Olplyn terminaba de explicar sus intenciones y tomé yo la palabra. A pesar del jaleo del lugar, que mostraba un ambiente festivo, me hice oír aún cerca de la entrada, donde se congregaba menos gente.

- ¿Bien recibida, Olplyn? No llamaría buen recibimiento a que se insulte a mis amigos en mi presencia. – quise hacer saber, antes de ir al grano. – Desconocemos cuántos grupos de aventureros puedan presentarse, cuándo, ni cómo. Ciertamente no nos conviene tener competencia, pero ya no sólo por posibles misiones, sino porque alguien se nos pueda adelantar encontrando la información que necesitamos para dar con esa Cripta. Aun así, sigue sin ser el motivo principal para ocuparnos de esos trasgos. – miré de soslayo a Elsbeth, segura de que no compartiría mi opinión. – Erradicar el mal que tortura a estas tierras es mi principal motivo para aceptar lo que comenta Elsbeth. – miré entonces a Valentine, quien a buen seguro también querría ayudar. – Y además de ese modo, como ella dice, eliminaremos competencia y nos ganaremos el favor del pueblo, sólo su favor. – clavé mi mirada en el drow. – Nadie ha hablado de sometimiento. – dije tajante. – Cierto es que ocuparnos de esas entradas a la infraoscuridad puede aportarnos información, pero deberíamos ocuparnos antes de los trasgos y de esa espada a mi entender, esta no puede caer en malas manos. – escuché entonces las palabras de Brem, que nos llamaba, haciéndole un gesto para que esperara unos instantes. – En cualquier caso, ya deben ser más de las diez*, deberíamos descansar. Quizás por la mañana veamos las cosas más claras.

Notas de juego

* Habíamos llegado a Pembrose sobre las ocho y media, así que he hecho una aproximación. Dire, si lo crees conveniente corrígeme :p

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26/09/2017, 09:15
Valentine U'lu

Asiento ante las palabras de Dragomir.

Si, creo que deberíamos probar un poco de esos manjares prometidos y descansar. Mañana en el desayuno podremos discutir nuestro siguiente movimiento.

Entonces me dirijo a la mesa donde nos espera una suculenta ración de jabalí.

Me siento y empiezo a dar cuenta de ella.

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26/09/2017, 10:54
Elsbeth Bathory

Las melosas maneras de Olplyn no eran lo que mejor le venía a mi estado de ánimo. Le miré fijamente mientras parloteaba sin parar, argumentando, exponiendo, poniendo excusas e inventando suposiciones. El mago tenía claro su objetivo, o más bien dos de ellos, porque no olvidaba el rencor que guardaba a su raza. Sellar entradas, o más bien salidas, de la infraoscuridad bien era en realidad un acto, consciente o no, de venganza y resarcimiento. Tampoco perdía de vista nuestra misión, aquella que nosotros mismos nos habíamos impuesto. Pero él ansiaba la meta, tanto que parecía ver aquel premio como una tarea a corto o medio plazo. No le habían educado en la virtud de la paciencia, como mis maestros inmortales.

Estuve a punto de responderle, de soltarle un "no hace falta que vengas, no te necesito, no os necesito a ninguno", pero me di cuenta antes de separar mis labios de que no era yo quien diría esas palabras, sino mi orgullo y la rabia que presionaba mi mandíbula. Claro que los necesitaba, y además habría sido tremendamente injusto decir aquello. De modo que me limité a apartar la mirada y seguir caminando, en silencio, con mis pensamientos como única compañía.

Aalis tomó la palabra, acotando algunas de las imprecisiones e invenciones del drow. Había más, por supuesto, pero o la paladina no se había percatado o decidió no hacer más sangre de la necesaria. Apoyó mi planteamiento, no sólo por algunos de los motivos que yo había expuesto sino también por los suyos propios. Aquella era nuestra similitud y diferencia, luz y oscuridad que se unían en un tono grisáceo a medio camino. Aunque quizás decir que nuestra amistad era gris no le hiciera justicia. Ese instante del amanecer, antes de salir el sol, cuando no es día ni es noche, ese luminoso resplandor en el cielo, eso quizás sí le hiciera justicia.

Si no hay nada más que discutir por hoy... Me retiraré a descansar. -Anuncié en voz baja, dispuesta a acudir a nuestros aposentos.

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27/09/2017, 22:37
Olplyn Draeval

Olplyn se colocó junto a Brem en la cola para probar aquella delicia local, alejándose de Aalis algo ofendido por su comentario. Como iban a preferir sus compañeras el consejo de un magucho pueblerino a su buen criterio en los asuntos del don, lo que no pudiera averiguar él no lo podría averiguar nadie en todo el valle.-¡Oh, por favor!No pongas en tela de juicio mis artes Aalis, no hay magia que se me resista. Esta noche llenaré el buche con algo de la gastronomía local, probaré sus vinos y mañana dedicaré el día entero a "indagar" en el tema en cuestión, eso si no tendré mucha más magia para apoyaros si necesitáis algo más de mi.

Si en verdad lo que queréis es empezaros a ganar el favor del pueblo, sin atraer las iras del pequeño Lord, creo que lo que dejamos en el camino sería bienvenido aunque con pesar, incluso tal vez Oswald os brinda algo de hospitalidad y si es alguien importante pueda interceder por nosotros ante Lord Kyle, ya me entendéis.- dejo por el momento a su compañeras a un lado.-Bueno Brem, recomiéndame tú que porción escoger y que ese tacaño de Boris no me ponga de menos, el propio Lord me ha dado permiso para ajustar cuentas con él, así que como se exceda un ápice en la cuenta le haré crecer la hermosa colita enroscada en mitad del trasero jajajaja. Fijo que así todo el valle sabrá cual es su especialidad.-luego bajo el tono, aunque siguió siendo cordial.-Por cierto ¿cuales son los precios normales para los no aventureros?-el drow confraternizaba con Brem y trataba de utilizar a este para conocer a más gente en la posada, mostrándose inofensivo y sin preocuparse por invitar a alguna que otra ronda.

Notas de juego

Yo si el máster me lo permite tomaré 20 para recabar información. Invertiré dinero en invitar a la gente y a Brem, mi idea es que si le invito el me "ayudará" en eso.Total solo necesito dormir cuatro horas, así aprovecho XDDDD

Cuando llegue intentaré no despertar a Valentin y taparla para que no coja frío.

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27/09/2017, 23:37
Aalis Dragomir

Valentine fue la primera en mostrar su conformidad acerca de descansar, dirigiéndose a comer algo en seguida. Elsbeth también parecía de acuerdo, mostrándose dispuesta a dirigirse de inmediato a la habitación, sin tan siquiera comer algo. Iba a acelerar el paso tras ella, pero Olplyn aún tenía algo que decir, aunque no me entretuve mucho con él.

Para variar, el drow iba a lo suyo, afirmando que usaría sus recursos mágicos en investigar lo de la espada, sin reconsiderar siquiera la opción de ir a la caza de aquellos trasgos. Además, cuando habló de nuestro objetivo, sentí que ni siquiera me había escuchado. Pero no quise replicar. Estaba cansada, había sido un día largo, demasiado largo.

- Buenas noches. – dije a ambos compañeros, tomando algo de aquel jabalí que nos había ofrecido Brem antes de dirigirme hacia la habitación.

Si no alcanzaba a Elsbeth de camino, lo haría dentro, dispuesta a dedicarle algunas palabras.

- Hay algo que debo decirte. Esta noche o mañana, pero no puedo postergarlo por más tiempo. -  le dije antes de tenderle la comida, esperando que la aceptara.

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28/09/2017, 10:41
Elsbeth Bathory

Tras despedirme de mis compañeros, el inagotable sonido de la voz de Olplyn retumbó en mis oídos como un zumbido molesto mientras me alejaba. No estaba de humor, de hecho mi humor estaba en aquel momento en sus horas más bajas. Aquel zagal había despertado una parte de mí que no deseaba compartir, no con ellos. De modo que ignoré completamente el discurso, pues siempre que el mago abría la boca debía considerarse lo que dijera como tal, y agachando mi rostro me encaminé a la zona de las habitaciones.

Antes de alcanzar la puerta, fui consciente de la cercanía de Aalis. Alguien que portaba una armadura como la suya no pasaba desapercibida, y el sonido que acompañaba cada uno de sus pasos a mi espalda era suficiente para detectar su presencia. Además, conocía cada chasquido metálico de aquella armadura, llevábamos mucho tiempo compartiendo el camino, y aquel sonido me era del todo familiar. Sin embargo, no me giré hasta que fue su voz lo que llegó a mis oídos, informándome de que debía decirme algo con cierta urgencia. Me detuve frente a la puerta, desviando mi rostro del suelo lo justo para mirar en dirección a sus piernas, no más, y un tenue suspiro surgió entre mis labios.

Como quieras... Necesito descansar, no necesariamente dormir. -Volví a mirar al suelo, llevando la mano a la manilla de la puerta, para abrirla- No se si puedo dormir, ahora mismo...

Probablemente no. Estaba demasiado enfadada, herida en mi orgullo, como para dejar que el sueño se me llevase. Necesitaba relajar mi mente, algo que no lograría en aquel comedor lleno de borrachos, charlatanes, y un drow incapaz de dejar de conversar ni tan sólo para tomar aire.

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28/09/2017, 11:00
Brem

Brem se queda con cara de haba cuando ve que Elsbeth lo ignora y se dirige a las habitaciones, sin dedicarle siquiera una mirada. 

-¿Pero qué mosca le ha picado? -le pregunta al drow, pero pronto recupera su buen humor:-. ¡Te recomiendo que disfrutes los cuartos traseros, por supuestos!

Y como suele hacer, prorrumpe en estruendosas carcajadas y le corta al drow una generosa ración. 

-¿Así que ese muchacho te ha dado permiso para hacer lo que quieras con Boris? -pregunta el pelirrojo-. Bueno, eso puede ser divertido. En cuanto al precio de la habitación, a mi me cobra 1 pieza de oro el día. Y ya me parece caro, pero la comida merece la pena. ¿Has probado las galletas con queso untado? ¡Están deliciosas!

Brem lleva a Olplyn y Valentine a una mesa vacía mientras Aalis va en pos de Elsbeth escaleras arriba.

-Bueno, ¿entonces bien la reunión con Lord Kyle? ¿Partiréis mañana a pegarles una patada en el trasero a esos trasgos?

Notas de juego

MissGrey y Juancar, desmarcad a Bruky y a Ttawers. Bruky y Ttawers, desmarcad a MissGrey y a Juancar.

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28/09/2017, 11:18
Valentine U'lu

Veo como mis compañeras se alejan. Vaya grupo que me he buscado. Son todos demasiado susceptibles. son buena gente y las quiero, pero... y el drow no para de hablar, y lo que dice normalmente lleva segundas intenciones malas, pero le tengo aprecio en el fondo. Sé que en realidad nos protegería a las tres. O quiero creer eso.

Entonces me dirijo donde nos indica Brem y sonrío con su broma sobre los cuartos traseros.

-Brem, ¿Te gustan los cuartos traseros? Jejeje-Me río con malicia meneando el culo con descaro, me siento, cojo una galleta y la unto con queso como ha indicado, dándole un mordisco-Pruébalo, Olply, está buenísima la mezcla.

Entonces nos pregunta por la reunión con el crío.

-La reunión con el Lordito no fue muy bien. Ese niño es más curioso que una vieja alcahueta, y exige respuestas a todas sus preguntas sobre nuestros temas personales o nuestras historias. Así que no, no nos ha contratado para recuperar la fortaleza. Aunque a lo mejor vamos a encargarnos de los trasgos igualmente. No nos gusta que estén aterrorizando la región. Aunque no cobremos por ello.- Me encojo de hombros comiendo una tajada de jabalí y cerrando los ojos, disfrutando del sabor-Fojer que frico.-Trago- Que rico. Pues lo dicho, Brem, no sabemos qué haremos. ¿Y tú?

 

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28/09/2017, 11:44
Aalis Dragomir

Elsbeth accedió a que habláramos, sin tan siquiera mirarme a la cara. Su cansancio parecía ir más allá de lo físico, la veía algo abatida, y sus palabras terminaron dando cuenta de ello también. Dejé que abriera la puerta, mientras retiraba el plato de comida que probablemente ni hubiera visto que le ofrecía, y una vez dentro lo posé sobre una vieja mesita de madera.

Cerré la puerta tras nosotras, echando el cerrojo, antes de posar mi arma y mi escudo sobre una silla cercana; comenzando después a quitarme los guanteletes.

- Siéntate, por favor… - le pedí, señalando una de las camas.

Cuando quité mis guantes los posé en aquella mesa que se encontraba entre ambas camas, junto a la comida, sentándome después en el camastro; frente a la nigromante.

- Llevo tiempo pensando en algo. – comencé sin mucho rodeo, apoyando los codos en mis rodillas, ligeramente inclinada hacia delante y generando con ello un ligero sonido metálico. – Cuanto más escucho hablar a ese drow, menos sentido parece tener que continúe en esta compañía. – hice un pausa, aguantando un suspiro. – La Orden del Sol Invencible… - dije casi en un susurro. – Estoy valorando el unirme a ellos, aunque no es algo que realmente dependa de mí.

Me arrimé algo más al borde de la cama, procurando que nuestras rodillas no chocaran, y alcé mi mano hacia el rostro de Elsbeth, subiendo su barbilla con cuidado para que me mirara.

- Depende de ti. – añadí firme, a la par que sonrojada. – He llegado a la conclusión de que en realidad tú eres el motivo más importante para que continúe en esta compañía, y quiero saber qué harás cuando encontremos esa cripta… - mi mano se deslizó hacia arriba, acariciando su mejilla con suavidad. - ¿De verdad regresarás a esa colmena? O… ¿Te quedarás conmigo? Y-yo… - el pulgar de mi mano se desvió a su boca, acariciando su labio inferior con delicadeza, casi sin pensarlo; mientras mis ojos también se desviaban hacia sus labios unos instantes, antes de volver a mirar a sus profundos ojos oscuros. – Te quiero conmigo.