Partida Rol por web

   Me gustan las intrigas y sé que esto llevará a algo bastante interesante- acoto luego de escuchar al resto -Mi tripulación y yo los acompañaremos en lo que fuesen a emprender- y hago una reverencia con la cabeza. Ser pirata de la vieja escuela era algo que costaba mantener, en especial el honor y el orgullo de antaño, pero mi padre me había enseñado a mantener a raya a los hombres y no dejar que se aprovechasen de una, en especial en este tan duro oficio de la piratería.

Estaba de espaldas, pero no pude evitar oír el comentario de la señorita Cross, bueno,... de la pirata Cross. Cuando reveló su identidad de alta mar mi sonrisa dejó de ser lineal y mostré una pequeña alegría en mi rostro. Claro que..., nadie lo notó.

Sus palabras "tranquilizadoras" eran como puñales envenenados.

¡Patrañas! 'Nadie ofrece protección a cambio de nada, ni siquiera protección verdadera!

Mi brazo comenzó a tambalearse, al igual que mi revólver al tiempo que mi muñeca. Estaba algo nerviosa. Parecía apuntar a varios sitios a la vez, y quizá, si disparaba no llegaría a acertar. Pero seguía encañonándo al secuaz... de nombre Íñigo...

Se comenzaba a impacientar, no sólo por el riesgo que implicaba haber matado a un hombre, sino también por la búsqueda de el tal Straham. No sabía hasta qué punto llegaría su saber, pero aquel hombre, al igual que él mismo, estaban introducidos en el arte hermético.

Toda una vida cultivando el arte de la transmutación de los metales y todavía no había conseguido los frutos esperados. Estaba cerca de ello, pero le faltaba algún ingrediente, o tal vez algunas perfecciones en la metodología que empleaba. 

No abundaban las personas conocedoras de estos saberes, el hecho de tener noticia de Straham le apremiaba sobremanera.

Al ver que sus palabras no obraban efecto, el esperado al menos decidió intentarlo una vez más... Tranquila... pero conforme las pronunciaba veia que no conseguiria calmarla así, de ese modo decidió lanzarse sobre ella para desarmarla y retenerla.

La segunda tirada (la errónea) es para quitarle el arma?

En cualquier situación de cualquier película o comic o novela es muy difícil que el que es apuntado arremeta contra el que apunta. Sin embargo tu lo haces y es posible. Ahora bien, eso sería una tirada enfrentada (tu destreza más esa tirada contra su destreza y su tirada).

Ahora bien, si no lo consigues, viendo cómo está de nerviosa, las consecuencias pueden ser malas.

Si quieres que lo haga hago los cálculos y tirada de la dama que te apunta y vemos el resultado. ¿Procedes?

MIentras Iñigo iniciaba su movimiento sabia que fallar seria bastante malo para él, pero ya estaba en una situación dificil asi que, entre la muerte y la muerte... viviría como un hombre de honor. Perdonadme antepasados por lo que voy a hacer y hablar al santisimo si me reuno con vosotros antes de tiempo...

Reaccioné. Ese tipo intentaba quitarme el arma. No había soltado su espada, y conseguía ver a través de él sus oscuras intenciones. En esos momentos se abalanzó sobre mi.

¡Aaah! -grité en un impulso.

Arrebatar arma:

(DES Iñigo + 1d20) vs (DES ¿¿¿??? + 1d20)

(10 + 5) vs (11+12)=15 vs 23. Íñigo no arrebata el arma a ¿¿¿???

Sin más dilación, y ante la peligrosidad de ese tipo de bigote y pelos oscuros disparé mi arma.

Muere bastardo... -grité mientras disparaba mi arma. Sin embargo, mi mano temblaba ¡demasiado!, tanto que no lograba a discernir mi objetivo, aquel maleante tan bien dispuesto como diana....

Boom! - mi disparo rechinaba en la pared externa de la tapia de aquella sucia taberna...

Has salido ileso. (de momento, jejej). Es tu turno, ahora puedes reaccionar como desees.

¡¡Boooom!!

Todos escuchásteis el sonido de un disparo con gran rotudidad. Éste procedía de detrás del muro donde Íñigo, el diestro espadachín había superado su tapia saltándolo

Enrique puso cuerpo a tierra con el sombrero aún en las manos, llevándose consigo a la dama, en ese instinto caballeresco de protección y poniendo el cuerpo de la pirata, en el suelo, cubriéndole con el suyo.

Eleva la cabeza y busca el origen del disparo. ¡Diantres!¿Que truenos habrá sido?

De Córdoba, ¿has salido de la taberna? (es para ubicarme)

Al oír el disparo, empuñé de inmediato mis armas, con la pistola en la mano izquierda y el sable en la derecha atraviese a toda velocidad la taberna y me dirigí ya con mas precaución a la trasera de la misma para descubrir la procedencia del disparo. Pronto aquello se llenaría de guardias y holandés en puerto español no creaba mucha simpatía pero la curiosidad y la codicia pudieron más que mi prudencia.

Iñigo falló su intento de arrebatarle el arma, pero no queria matar a esamujer, asi que lanzó una estocada firme, para atravesar el hombro de la muchacha que sostenia el arma, no dijo nada, solo atacó... el filo de la espada entró limpiamente, causando una herida importante a la muchacha.

Rindete, no deseo en verdad causarte daño alguno, si estabas escuchando sabes que no estoy solo y pronto vendran mis compañeros, rindete ahora y seras mi protegida, olvidare que me has disparado, a cambio de información ok??