Partida Rol por web

Al ver que el periodista no respondía, y temiendo que el tiempo jugara en contra de mí hermano vistos los alborotos ocasionados por mis “compañeros” de búsqueda, decido iniciar mi parte de la búsqueda. Me acerco al armario y comienzo a inspeccionarlo completamente. Primero miro en los laterales, para después intentar mirar en la parte superior poniéndome de puntillas. Acto seguido, me agacho y miro en la parte inferior, para finalmente abrirlo y mirar todos y cada uno de los recovecos de su interior.

Te percatas de que, mientras Mycroft rebusca en los armarios, tú ves un fragmento de papel entre las cenizas de la chimenea. Te agachas con discrección a cogerlo, y ves que simplemente pone un nombre:

Es lo que queda del folio en que el nombre fue escrito.

Guarda el papel en su palma, y lo esconde en su manga, sonríe con tranquilidad, mientras medita.

"Bartley Hodge... el nombre de aquel vagabundo... vaya vaya, al parecer el buen Charles también tuvo alguna clase de trato con él" pensaba. "Tal vez no sea del todo mala idea ir a visitarle... sin la compañía de mi dama de honor" dijo mirando de reojo a Mycroft Mallard.

"A ver que tiene el aburrido profesor entre manos" Se aseguró de guardar bien la pista...

-Ejem- dijo mientras se levantaba -creo que alguien ha querido deshacerse de algo aquí- dijo señalando hacia la chimenea -pudo ser su hermano como cualquier otra persona que pudiese entrar... pero el curioso, como si pretendiese ocultar algo- dijo acariciando su barbilla, sumido en sus propias cavilaciones.

-¿Ha encontrado algo señor Mycroft? le recuerdo que necesitamos decirnos absolutamente todo...- dijo sonriendo -para poder descubrir lo que está tras el misterio del desvanecimiento de Charles Mallard... y ya ve, cumplo con mi parte, estos rastros cenicientos podrían indicarnos, o bien que el mismo Charles quería dar cuenta de algo... o bien que alguien más lo quería hacer por él... que me tiene que decir ud?- preguntó con cierto aire afable, curioso en Gordon.

Revuelvo el interior del armario completamente en busca del algo significativo sin alcanzar éxito alguno lo más exasperante no es el haber fracasado en mi búsqueda. Lo peor es tener que admitirle mi derrota a este individuo.

Cierro el armario con gesto cansado mientras suelto un suspiro. Mucho me temo que mis indagaciones no han sido tan fructíferas. Lo único que he encontrado en el interior del armario es algo de ropa y mucha suciedad comento mientras me acerco lentamente hacía la chimenea y me pongo a observar curioso los restos a los que hace mención el periodista.

Realmente da la impresión de que alguien está queriendo ocultar algo comento tras observar las cenizas durante un rato pero, ¿se trata realmente de mi hermano, que ha descubierto algo tan horrible que ni el se atreve a sacarlo a la luz, o se trata por contra de algo que alguien no quiere que sea mi hermano quien lo saque a la luz? Sea cual sea la respuesta, puede que la encontremos en alguna de las otras estancias. Propongo que pasemos a la siguiente, a no ser que usted quiera analizar aun más profundamente esta.

Gordon sonríe con confianza. -Oh no se desanime Señor Mycroft- su tono parecía una ironía bien oculta en sus palabras -seguro que ya podremos encontrar algo más, quizás, como usted ha dicho, la búsqueda en esta habitación ha sido infructuosa, pero tenemos tres opciones más- parecía muy satisfecho y tranquilo, aún ante la presencia del aburrido académico.

Y con el cigarro en la boca, se dirige hacia la siguiente entrada -No se quede atrás, su apoyo es invaluable- dijo con sarcasmo, pero sin eliminar esa sonrisa cínica e hipócrita de su rostro, era el momento de continuar descubriendo lo que haya ocultado Charlie Mallard en su residencia en Yokelville.

No se preocupe mister Flemming, yo le sigo comento en respuesta a las palabras del periodista, dejando de observar la chimenea y partiendo tras el, siguiéndolo al siguiente cuarto. Además la búsqueda no ha sido del todo fútil. Al menos sabemos que alguien estuvo recientemente en la estancia, y que intenta ocultar algún hecho al mundo, a juzgar por las cenizas que ha encontrado.

Entráis en un cuarto de baño. Está viejo, pero relativamente limpio. No obstante, es evidente que hace días que nadie pasa por él, a juzgar por la pequeña capa de polvo que lo cubre todo.

Acompaño al periodista hasta la siguiente estancia, que resulta ser el cuarto de baño al parecer tiempo a que mi hermano no ha pasado por aquí, pues conociendo su obsesión por la pulcritud dudo mucho que fuese capaz de utilizar un cuarto de aseo en semejantes condiciones pienso en voz alta, más para mi mismo que para mi acompañante, mientras le paso y me introduzco en la habitación.

Una vez dentro, comienzo a rebuscar en todos los rincones, en busca de cualquier cosa que se saliera de lo normal en un aseo, levantando una pequeña polvareda en el proceso, la cual me hace estornudar un par de veces.

Ambos os percatáis de que junto a la bañera hay unas gotas de sangre secas. No son muy numerosas ni muy extensas, pero no os cuesta gran cosa daros cuenta de su existencia, ya que parece que nadie se ha molestado en limpiarlas.

Es todo lo que encontráis en el baño, no hay nada más que esté fuera de lugar ni nada que os llame la atención, salvo las gotas de sangre, y eso tampoco es demasiado extraño en un cuarto de baño, mismamente os imagináis que incluso puede ser el goteo de haberse cortado con el afeitado... O quizás sea de algo más grave... Vuestra cabeza plantea todas las posibles soluciones al enigma.

Nada más... Dos salas, y pocas pistas que os conduzcan a la verdad... ¿Dónde estaba Charles? ¿Estaría en alguna de las salas restantes? ¿Estaría vivo? ¿Lo habrían asesinado o secuestrado? ¿Qué había pasado? Aquellas malditas gotas de sangre, que podían significar algo como no significar nada habían reavivado vuestras mentes, y con ello, vuestros temores.

Tras una exhaustiva a la par que poco fructífera búsqueda por el servicio, clavo mi mirada en las gotas de sangre. ¿Qué significado pueden tener esas marcas resecas? ¿Acaso ha resultado herido mi hermano? ¿O ha sido mi hermano el que ha lisiado a otro? También pudieran ser una prueba de la sempiterna torpeza de mi hermano a la hora de rasurarse la barba. Tantas preguntas y ninguna respuesta.

Tras unos minutos observando meditabundo la única posible pista que nos ha otorgado esta sala, minutos en los cuales mi imaginación a tenido tiempo de crear historias dignas de los más conocidos relatos de horror, me giro hacia el periodista temo que al igual que en la anterior en esta estancia hemos hallado más preguntas que respuestas, espero que tengamos más suerte en los dos aposentos restantes le comento negando con la cabeza con gesto cansado.

Se encoge de hombros sonriente, mientras se lleva el cigarro a la boca. -Por favor, ¿que pregunta se le puede ocurrir? a mi ninguna, por supuesto... hemos encontrado una gota de sangre, y dudo que provengan de una herida... aunque claro, cuando alguien es apuñalado, el arma funciona conteniendo algo de la sangre... así que su hermano pudo venir hasta acá cuando estaba herido de muerte- y luego ríe de forma despreocupada.

-Bien señor Mallard, si ya acabó con sus cavilaciones paranoicas... continuemos a la siguiente habitación. Quizás en el dormitorio de su hermano hallemos algo que nos indique que hacía exactamente aquí, ah, eso si que sería interesante...- dice mientras da una calada profunda a su cigarro. Parece pensar también, a su manera. Luego exhala una bocanada extensa de humo.

-... O quizás hallemos más sangre- dijo mientras ponía las manos en sus bolsillos y salía del baño hacia la siguiente habitación.

"Podría haberse roto la nariz? haberse raspado? que estaba haciendo Charles Mallard?... ah, eso si que es una pregunta que vale la pena resolver, y quizás conozco a alguien que pudiese ayudarme con la respuesta... a ver si me libro de este bulto" pensó mirando de reojo a Mallard.