Partida Rol por web

- ¿Se puede modificar la armadura para que se vuelva en tú contra?

Me encaré con el chico

-¿No me escuchas o no sabes lo que es una simbiósis? Ella pasa ser parte de tí, ¿podría alguien hacer que tu brazo se volviera en tu contra?, puede que sí con poderes sobrenaturales, pero ella no, ellas son fieles, te protegen incluso de tí mismo.

Dí un pequeño respingo ante la brusquedad de la super-marioneta-armero-chungo y tiré un poco de la mano de Kalth.

-¿No me escuchas o no sabes lo que es una simbiósis? Ella pasa ser parte de tí, ¿podría alguien hacer que tu brazo se volviera en tu contra?, puede que sí con poderes sobrenaturales, pero ella no, ellas son fieles, te protegen incluso de tí mismo.

Miré a Kalth de refilón, meditando las palabras del armero.

-¿Se pueden romper?-era una pregunta obvia, pero le preocupaba la elasticidad y resistencia de su armadura.

Tras varias aburridas preguntas sólo me quedó clara una cosa: éramos prisioneros de aquel sitio y de aquellos que gobernaban el lugar. No seríamos nunca libre de decidir aquello que queríamos hacer, porque ellos ya pensaban por nosotros y por "nuestro bien". Y con lo de las armaduras me lo acababan de confirmar. Ese ser de metal decía que las armaduras era fieles, pero ¿a quién eran fieles? ¿A nosotros o a aquellos a los que debíamos obedecer? 

Pero no podía hacer ese tipo de preguntas, así que me guardé mis opiniones y miré hacia la caja que había dejado frente a nosotros. Seguramente acabaría por no ponerme esa cosa, ya que seguramente tratarían de controlarnos con ella.

Trece ensombreció el rostro y dejó que sus ojos palpitasen con furia roja.

Por fin.

- Gert-KX009- dijo recordando precisamente su número, o código de serie, o lo que fuese-. ¿Tiene mis refuerzos? Los necesito.

A medio camino entre la interrogación y la exigencia le miró de forma severa pero desesperada. Fingir que caminaba era molesto. Prefería andar como una persona normal, y sin sus refuerzos aquello era una tarea imposible. Problemas celulares.

Y de paso, la armadura. Debo comprobar una cosa.

-¿Se pueden romper?

-Sí, pero tienen que sufrir grandes daños y es más probable que mueras a la vez que el Jürgeneth sea destruido, que no quiere decir que no haya casos contrarios, de agentes que mueren pero su Jürgeneth no ha sido destruido y a la inversa de agentes que sobreviven pero han perdido su Jürgeneth.

-¿Tiene mis refuerzos?

Giré la cabeza para mirar a Trece

-Claro que los tengo, ahora cuando te hayas puesto el Jürgeneth los acoplaremos y veremos si encajan a la perfección.

Hago la señal y las marionetas abren las cajas alzándo lo que parecen unas mallas de color oscuro con un objero blanco a la altura del pecho que contiene un líquido verdoso que brilla como si tuviera luz propia. 

-Cogerlos y ponéoslos pues vuestras pruebas comenzarán en breves. Anderthael y el resto de instructores os esperan en la Plaza de Prácticas, seréis escoltados en cuanto hayáis terminado por una serie de muñecos de combate que harán las veces de sparring para las pruebas de combate y unas marionetas para que coloquen los obstáculos para las pruebas.

Me quedé mirando a los demás muy erguido- ¿alguna pregunta más?

- Nada más por mi parte. - y diciendo ésto, dí un paso hacia él para coger el traje que me correspondía, esperando alguna otra indicación.

Miré a Kalth-iagos y apreté su mano con la mía tirando de él de nuevo un poco para observar el traje... y lo que era más importante, la talla del mismo.

-¿Los entrenamientos serán por mansiones o todos juntos?-dije con muchísima seriedad, levantando la barbilla para poder mirar el yelmo que hacía las veces de cabeza del armero.

Mientras Rei preguntaba y me acercaba a por mi "cosarara" no pude evitarla, la tracé un circulo en la espalda y luego comencé a hacer gestos

-¿Cuando serán las pruebas? ¿cuantas al día? ¿se nos avisará antes o serán sorpresas?

A zancadas torpes e imprecisas caminé con aire molesto hacia aquella tecnoarmadura. Entendía perfectamente la espera, pero paliaba la incomodidad que suponía tener que fingir que podía caminar. Por supuesto, mientras avanzaba, no dudé en curarme en salud.

- ¿Qué capacidades exactas tienen las armaduras, Gert-KX009?- llamarle por su nombre posiblemente le gustase. Las máquinas no están acostumbradas por lo general a que se las trate con condescendencia, pues no son seres vivos. Lógicamente, si iba a ponerme la armadura precisaba saber qué capacidades tendría.

-¿eh?-miré a Kalth al notar cómo su dedo dibujaba un círculo en mi espalda justo entre las trenzas.

-Marioneta Jefe Gert-KX009-dije volviéndome hacia el armero encarándole-Kalth quiere saber qué día daran inicio las pruebas, cuántas serán por día y si se nos avisará con antelación o será por sorpresa.

Volví a mirar un instante a Kalth como cerciorándome de haber dado el mensaje correctamente, éste asintió y sonreí arrugando la nariz en una broma entre ambos, no iba a olvidar tan fácilmente como me había despertado y eso le pasaría factura en algún momento.

-¿Los entrenamientos serán por mansiones o todos juntos? 

Marioneta Jefe Gert-KX009...Kalth quiere saber qué día daran inicio las pruebas, cuántas serán por día y si se nos avisará con antelación o será por sorpresa.

Me giré y me agaché, como si fuera un padre que quiere darle una lección a sus hijos, quedándome en cuclillas.

-Señorita Cero, mi rango es Maestro de Forja, no marioneta jefe -hice un sonido como de carraspero- hay tres tipos de artificiales, las marionetas son las que hacen las labores de mantenimiento y de mayordomos y criados cuando se las necesita, los muñecos son artificiales de combate, diseñados como sparrings y soldado raso de la Jürgand, guardias y vigilantes, y luego están las Damas que creo que ya las habéis corregido. A mí me crearon fuera de esas directrices, soy algo que está entre las marionetas y muñecos y la Dama, tengo cierta independencia y mayores habilidades, pero aun así obedezco ciertos parámetros.

Puse una mano de formaconciliadora sobre la niña y la cubrí la cabeza entera

-Respecto a tus preguntas, ya no hay entrenamientos, a partir de ahora son pruebas para darte una nota y ver si estás listo para ir a misiones o aún no, y las preguntas de tu compañero las tendréis que hacer a algún instructor, pues no tengo yo esos conocimientos.

- ¿Qué capacidades exactas tienen las armaduras, Gert-KX009?

Me levanté y me giré para volver a mi posición inicial 

-De momento son simples armaduras de buena calidad, conforme vayáis uniéndoos más a vuestro Jürgeneth y éste vaya aprendiendo desarrollará habilidades y poderes que os ayudarán. Digamos que simplemente potenciará lo que ya tenéis. Y creerme... lo potenciarán mucho.

-Me llamo Rei-hinché los mofletes y fruncí el ceño mirando al  maestro de forja con un gesto infantil, acorde con mi aspecto. No estaba molesta, pero Cero era un término especial reservado a algunas personas, y él no había entrado en ese círculo...aún.

-Ya has oído, Kalth-le dije metiendo las manitas en mi caja y sacando el minitraje y suspiré aliviada confiando en las aptitudes del trajecillo.-vamos a cambiarnos...¿sí?

Sin decir nada mas, cogí mi caja y me dirigí a cambiarme, no sabía hacia donde en realidad, así que volví con el maestro y los demas.

-¿La armadura nos la ponemos aquí mismo o es necesario quitarse la ropa que ya tenemos?

-Podéis cambiaros en los vestuarios del Edificio de Prácticas y así estaréis más cerca de los instructores cuando salgáis... y deberíais ponérosla debajo, después la ropa encima pues os vana exigir que llevéis el uniforme de vuestra mansión

Tras responder me quedé esperando por si había más preguntas, en cuanto se vayan los chicos seguiré con mis cosas.

Con un traje entre las manos, asentí, dando a entender que había entendido las órdenes y esperando a que los demás también decidiesen seguir, para pasar a los vestuarios indicados.

Me acerqué y cogí mi armadura, la verdad es que no parecía nada, pero bueno, que se le va a hacer.

vamos a cambiarnos...¿sí?

Asentí y nos ponemos de camino hacia el edificio de Prácticas para cambiarnos

Mirando a Alice, interrogante, alcancé finalmente mis trastos y puse rumbo presto hacia el edificio de prácticas. Cada vez me molestaba menos en andar con normalidad, y en algunos momentos podía parecer que me deslizaba por el suelo arrastrando los pies, o que patinaba, o resbalaba. Daba lo mismo, todo aquello se solucionaría en cuanto tuviese puestos los refuerzos.

Con una sonrisa, mirando a mi única amiga, partí a cambiarme. Podía haberlo hecho allí mismo, pues tan sólo debía convertirme en un golem de roca no enseñar nada indecoroso, pero prefería no desentonar por el momento. No en vano, acababa de levantarme.

Seguía en expresión seria, sin gustarme ahora nada el hecho de tener que ponerme una de esas cosas. Claro...Simbiosis... eso no señalaba nada bueno...no viniendo de mi. No me atreví a preguntar, no me gustaba hablar del tema que me puse por prohibido. Quedé en silencio prestando atención a lo que preguntaban y respondía, finalmente tomé lo que me correspondía y seguí a los demás.

Tome mi Jürgeneth y me dirigí a cambiarme, la verdad es que viendo el grupo era el único chico, sin contar al mudo, así que me dirigí solo mientras sacaba otra regaliz y me la metía en la boca.

"así que se adaptara a mi... será una buena armadura" Pensaba mientras entre me dirigía al vestuario por donde habíamos venido, ya no habían mas preguntas, así que era una tontería estar ahí sin hacer nada.