Partida Rol por web

Tras recibir las órdenes se puso en camino, entrando directamente a la mansión y llamando a las respectivas puertas, parecía que iban tantas marionetas como habitaciones a las que hubiera que llamar y llamaban al unísono, esperaban un rato y volvían a llamar más fuerte.

-El Maestro de Armas Oulos reclama vuestra presencia en la Plaza de Prácticas. Abra la puerta para que pueda ayudarlo a prepararse o entraré y la prepararé a la fuerza.

Esa voz con entonación monótona y bastante metálica parecía cobrar una autoridad igual a la autoridad que se le obligaba a ejercer.

Escuché el primer golpe entre las brumas de mi último sueño compartido con Smiley. Me giré con la plena intención de seguir durmiendo. Luego escuché la segunda llamada más fuerte, pero me resistía a despertar. Estaba tan a gusto y feliz durmiendo... Incluso estaba dispuesta a ignorar la voz metálica de las marionetas. Al final la cosa terminó por entrar, cogerme y meterme bajo el agua de la ducha. Hice un mohin de desagrado pero ahí sí que me desperté. 

- Ya puedes soltarme, puedo ducharme sola - Eso pareció contentar a la marioneta. 

Cambié el agua fría por caliente y dejé que eso me despejase un poco. En realidad aún había riesgo de dormirme, pero mucho menos. Al final terminé por salir y ponerme la ropa que me ofrecían, aunque claro está, ni de lejos era como la que solía llevar. 

- ¿Qué es esto? ¿Por qué no puedo ponerme mi ropa normal? 

No había una explicación clara. El caso es que completamentamente a regañadientes fui arrastrando los pies hasta la plaza de prácticas. Si, efectivamente, podría haberme teleportado, pero es que no me apetecía. En mi sueño era feliz, jugaba con un gatoso y montaba sobre un increíble pumoca. Gruñí un poquito y miré buscando a Valeria. ¿Dónde estaba? Normalmente ella se despertaba antes que yo. Pero no, esta vez no estaba a la vista... ¿Qué diablos querrían? Me habría gustado poder seguir con las clases del doctor... 

- ... o la prepararé a la fuerza. ... Abra ahora mismo... - somnolienta, y balbuceando algo que sonaba como "voy", me levanté, tropezando con las sábanas de la cama, y quedándome tirada en el suelo, acurrucada sobre ellas, hasta que oí un golpe tremendo y di un salto sobresaltada mirando a mi alrededor, el sueño ya olvidado, mientras gritaba - ¿Qué? ¿quién? ¡ah! - antes de que una enorme pinza metálica me cogiese por el tobillo y me levantase en el aire, para acto seguido meterse en el baño y dejarme bajo el agua, empezando a desnudarme.

- Hey, hey, ésas manos... pinzas... ¡lo que sea! puedo ducharme sola, ¿sabes? - dije mientras le daba manotazos hasta que me soltó.

Diez minutos después, salí de la ducha y vi sobre la cama la túnica de ceremonias y unos pantalones, arrugando la nariz fui a abrir la boca para protestar cuando la marioneta levantó uno de sus brazos y dijo que era necesario que me vistiera así, sin objeciones ni quejas.
Murmurando en voz baja, empecé a vestirme, nada contenta con la túnica nueva, hasta que, una vez completamente lista, le saqué la lengua a la marioneta y salí de mi habitación para buscar a Alice.

La marioneta escolta a Valeria hasta la habitación de Alice, donde se cuadra y se queda en la puerta y se puede ver a otra marioneta dentro ayudando a Alice.

-Si lo desean, tienen tiempo para tomar un desayuno rápido en el comedor, señoras.

Ambas marionetas forman una fila fuera de la habitación, como si fueran soldados que esperan que les pasen revista

Menuda forma más poco sutil tenían de decirnos que el desayuno era obligatorio. En serio, me lo habría saltado para poder dormir un poco más. Pero no, tenían que obligarnos a desayunar. Me froté los ojos y salí de la habitación arrastrando los pies. 

- Espero que al menos haya té. Con un poco de leche. Y pastitas. Y puede que tostadas con mermelada - dije esperanzada. Aunque ya sabía que nos darían lo que les diera la gana. 

Me pasé los dedos por el pelo, pero ya estaba desenredado y caía liso sobre la espalda. Luego miré a Valeria. 

- Estaba soñando con Smiley. Pobrecito, nadie le entiende, pero sé que es bueno ¿sabes? 

En esta mansión tenía a dos de mis "niñas" como las llamaba, asique decidí ir a verlas e informarlas yo misma. Entre en la mansión y subí por las escaleras hasta llegar a la primera puerta, al menos estaban cerca, asique llamé a las dos y activé el mecanismo de ampliación de voz.

-Valeria, Alice, soy Silena, vengo a preguntaros que tal las pruebas de hoy y a informaros sobre las pruebas de mañana.

Estaba ya preparada para ir a dormir. El día había sido muy cansado y, de todos modos, me gustaba dormir porque entonces soñaba. Además, puede que esta noche hiciera una visita a Smiley o, tal vez, a Valeria. O puede que simplemente explorase el mundo de los sueños. La sola idea bastaba para animarme y olvidar lo mal que lo había hecho en las pruebas. Bueno, lo poco que recordaba después de pasar la tarde con Valeria y Smiley. 

Pero escuchar la voz de Silena me trajo de vuelta a la realidad. Ella era lo más parecido que jamás tendríamos a una madre. En realidad en muchos aspectos lo era... Salvo que no era dada a los abrazos o a los gestos de cariño, no importa lo mucho que me esforzase. Y esta vez además le había fallado. Así que fui ligeramente cabizbaja. Pero tenía que asumir mi fracaso. 

- No estuve a la altura. Lo siento - respondí a su pregunta - Pero Valeria lo hizo muy bien, casi consiguió el premio. - no quise preguntar cuál sería el castigo por fallar, de todos modos me enteraría. Lo que si hice fue obligarme a ver la decepción en sus ojos. - Intentaré estar mejor preparada para lo de mañana - murmuré a modo de disculpa. - De verdad que me esforzaré más. 

No pude evitar una sonrisa al oir las explicaciones de Alice- solo voy a decir dos cosas, una es que no se esperaban que todos terminarais el ejercicio, y la segunda que Saisu pensaba que te teletransportarías y listo, estoy orgullosa de que intentaras hacer el recorrido de forma normal.

Estaba... orgullosa se podría decir, en parte yo era su creadora y que hubieran salido tan bien paradas me encantaba.

-Asique no tienes nada de lo que arrepentirte, tienes que estar orgullosa de lo que hiciste.

Por un lado me alegró que dijese aquello. Pero, por otro, no pude evitar preguntarme si habría conseguido el premio teleportandome. En cierta forma, la presencia del premio era un incentivo para que me teleportase y acabara el recorrido más rápido de lo que nadie esperaba. Eso me hacía pensar que tal vez lo dijera por consolarme. No pones incentivos a lo contrario de lo que quieres, no es lógico. 

Pese a ello esbocé la sonrisa tímida que se esperaba de mi. En la vigilia la gente no sabía de forma automática cómo te sentías, ni decían lo que pensaban. Tampoco les solía gustar que lo hicieras tu. Pero sabía que mi actuación había sido mala y que había sido la última. Probablemente lo había hecho tan mal que sería imposible compensarlo después. Además, si puntuaban sobre 100, un 30 era claramente un suspenso... Pero al menos parecía que no me castigarían. Al menos no de momento. 

- Sois muy amable. - dije con voz suave. 

Miré a ver si aparecía Valeria, pero de momento tardaba. Me alisé la bata, colocandola con cuidado pese a que no estaba nada arrugada. 

Medité por un momento. Si nos iban a avisar de qué pruebas tendríamos mañana es que esperaban que nos preparásemos. Eso implicaba que, en realidad, las nuevas pruebas habían empezado ya. Y también existía la posibilidad de que, además de lo que nos dijeran ahora, incluyesen alguna más para ver la reacción. O cambiarán la planificación. 

- ¿Cuántas pruebas serán? ¿Todas han sido diseñadas por la misma persona? - pregunté. Tenía que hacerme a la idea de cómo distribuir mis recursos... Si es que esta vez no erraba en mis decisiones, claro. 

-De momento solo tendréis una prueba de combate por la mañana, os enfrentaréis a muñecos, es decir, marionetas de combate, y tendréis que hacerlo todos a la vez, aunque solo tendréis que derrotar al que se os asigne. Cuanto más rápidos y eficaces seáis, más puntos se os darán- pareció coger algo de aire y susurró- quizás... quizás quieras despertarte antes e ir con algún conjuro preparado o con algúna cantidad de energía mística concentrada para lo que pueda venir.

-¿Tienes alguna pregunta más? -parece enfadada- dila a tu querida compañera que esto va a redundar en su contra, pues esta información era importante.

- No tengo más preguntas, Silena, gracias por tu respuesta. Sé que la información era importante, y lo que no haya preguntado... bueno, tendré que asumir las consecuencias mañana... - dijo Valeria mientras sonreía, con un gesto algo rígido, encogiéndose de hombros.

-Vaya, parece que estas despierta... ahora las preguntas que me interesaban, ¿que tal en las pruebas? no como os han salido, sino, como os habéis sentido, ¿alguna reacción extraña? quiero saberlo para ver como os vais "desarrollando"... ¿algo raro con el Jürgeneth? -pregunté, muchas veces había complicaciones con los Creados y los Jürgeneths

Valeria ladeó la cabeza evaluando su respuesta, antes de negar suavemente con la cabeza - No, no he notado extraño con el Jürgeneth. Es cierto que he fallado en algunas cosas básicas que en otro momento no habría fallado, pero no creo que haya sido por el Jürgeneth, sino porque debo entrenar más. ¿Qué tipo de reacción deberíamos haber sentido? -.

La verdad es que la reacción de Silena ante el retraso de Valeria me había cohibido un poco. No estaba segura de si era una buena idea preguntar ahora. Pese a ello, me esforcé en responder.

- No estoy segura del tipo de información que busca. Sí me pregunto si realmente no debemos quitarnos el Jürgeneth ni tan siquiera por higiene. - era un eufemismo tan bueno como cualquier otro para referirme a las duchas y a las funciones biológicas. - Los muñecos a las que nos enfrentemos... ¿habrán sido modificados específicamente para tener defensas contra nuestras capacidades? Imagino... imagino que no les afectará mi telepatía. ¿Podré... podré llevar conjuros activados de antes?

Sin preparación estaba en desventaja y, de todos modos, nunca había sido buena en combate. Tampoco es que me gustase. Supuse que sería como con esta prueba, otra situación en la que fallaría. Agaché la cabeza, no veía nada fácil enfrentarme a uno de los muñecos. Al menos no sin hacer trampas. 

-Claro que os lo podéis quitar, solo se recomienda que se lleve como parte del uniforme, así se va uniendo más a vosotros poco a poco... y con unir quiero decir a que se haga a vuestros movimientos y reacciones- me llevé un dedo a los labios y adopté el aire de una profesora que intenta explicar una lección muy difícil- están vivos, aprenden y asumen parte de vuestros poderes para, más adelante, potenciarlos o averiguar de que forma pueden ser más efectivos para vosotros... no se explicarlo de forma más sencilla. Y no deberíais de haber sentido nada, el caso es que en "ocasiones" pasa, y no suele ser bueno...

Entonces proseguí con las respuestas.

-Claro que puedes ir con hechizos preparados, si no quisieramos que hicierais eso no habíamos venido a avisaros cual era la siguiente prueba... ¿alguna pregunta más?

Medité por un segundo. Si los Jürgeneth eran seres vivos sentientes, debería ser posible usar la magia de esencia para dotarles de capacidades o potenciarlos... Por supuesto como hechicera era novata, así que era algo que debía consultar antes. Además, había sutilezas que se me escapaban. 

En cualquier caso, mis muy escasas capacidades ofensivas estaban pensadas contra seres vivos, así que no tenía absolutamente nada que hacer contra los muñecos. Pese a ello pregunte. 

- ¿Quiere eso decir que puedo... usar la magia de esencia en ellos? 

Existía la posibilidad de que los Jürgeneth se alimentasen de nosotros de algún modo. Si estaban vivos debía ser así. También estaba la posibilidad de que la relación simbiotica se... complicase. Sería algo a considerar con cuidado. 

- ¿Y cuales son los indicadores? ¿Algo en particular a lo que debamos estar atentas? ¿En cuántas "ocasiones" ha sucedido? - Entrecerré los ojos. Parecía que se trataba de algún tipo de tecnología experimental. Otra cuestión a preguntar a nuestros mentores si es que retomábamos los entrenamientos...

-Si no ha sucedido ahora, no sucederá, tranquila -dije y me llevé un dedo a los labios de nuevo- no se si se verán afectados por la magia de la esencia... al ser unos aparatos tecnomágicos... nunca me lo había planteado -dije sonriendo de nuevo.

-Si no hay más dudas yo me reitro ya, que tenéis que descansar y yo también -esbocé una sonrisilla y me despedí de ambas- Buenas noches