Partida Rol por web

Con la situación de Peter grave pero medio estable, lo mejor es continuar la marcha a paso suave para que las heridas no se abran, por lo menos más de lo que están. Espero que podamos encontrar a alguien que le ayude y pueda salir de esta mala situación. El revolver en su sitio por si tenemos alguna otra sorpresa. Acomodo a los heridos lo mejor posible, las heridas parecen mantenerse tan feas como antes, no empeoran que ya es mucho, Roy va mejorando aparentemente, sus heridas eran leves en comparación, lo veo en un asiento intentando coger la postura más adecuada. Ato a los caballos a la parte trasera de la diligencia, cuando paso hacia el pescante me asomo para hablar con los de dentro.

- Venga socio, que esto no es nada con lo que hemos pasado. Hay que seguir aunque sea despacio, aquí poco de provecho podemos sacar. Sheriff, se queda como matasanos de esta pareja, si ocurre algo, házmelo saber para parar la diligencia. Venga muchachos, continuemos la marcha.

Roy asintió y rió a las palabras de su socio y amigo. La verdad es que estaba mejor que ayer, pero aun le dolía la cabeza y se mareaba de vez en cuando. Así que lo de sentarse en la diligencia no le vendría mal.

- Conduce despacio y con cuidado, no sé si Pete o yo mismo aguantaremos el traqueteo hasta llegar a algún sitio donde puedan curarnos -Comentó el cazarrecompensas a su socio mientra se acomodaba en el asiento trasero.

Luego colocó cargó su escopeta con los cartuchos que había disparado y la colocó a su lado por si nuevamente tenía que hacer uso de ella.

El sheriff asiente con la cabeza a las palabras de Jack. - No te preocupes por estos dos. Roy parece encontrarse ya mucho mejor y el viejo no creo que se vaya a morir de esta. Intenta conducir con cuidado.

Al despuntar el alba reiniciasteis la andadura en pos de vuestra meta en Las Vegas. Los heridos se iban recuperando paulatinamente y Jack hacía lo que podía con las riendas de la diligencia para que el trayecto fuese lo más cómodo posible para los demás.

Poco a poco el paisaje se fue convirtiendo en una zona boscosa por donde, de vez en cuando asoman suaves colinas onduladas. Parando lo mínimo imprescindible para comer y que descansasen tanto los caballos como los heridos llegó la noche y buscasteis un claro donde pasar la noche.

-Muchas gracias por llevar la diligencia. -Dijo con una mueca que contraía su faz deformándola en lo que parecía un amago de sonrisa.

-Hmpf... Creo que me encuentro algo mejor, algo me dice que esta noche dormiré mejor... Mañana prefiero pasar el día en el pescante. Me sentiría menos inútil de lo que ya me siento informó.

Poco a poco iba remitiendo el dolor de cabeza que era una costante en Roy, pero el cazarrecompensas estaba más preocupado por su compañero Pete, quien parecía estar recuperándose también, aunque su estado seguía siendo bastante grave.

- Esperemos que no nos ataquen durante la noche. Esta vez ayudaré a hacer las guardias. Estoy ya bastante mejor así que quiero ser de ayuda -dijo Roy a sus compañeros.

Tras llevar a los caballos en un trote suave, llegamos a un lugar adecuado para poder descansar o eso lo parece, desengancho los caballos y me ocupo de ellos, luego tocamos nosotros, le doy un vistazo a las heridas del viejo, no empeoran, buena señal - Roy, haz la primera guardia, yo haré la segunda y si parece bien, el sheriff hará la tercera. Miro a todos mientras hago la propuesta, parece un lugar tranquilo el que nos encontramos, y descansar nos hará bien hasta que continuemos la marcha con la luz del día.

-Perfecto, socio -contestó Roy a su amigo. No podía ni quería pensar mucho, así que el veterano cazarracompensas se limitaba a seguir lo que le mandaban, pero sí que quería ayudar, así que haría una guardia sin dudarlo.

Roy ayudo a encender el fuego y poner agua en la cazuela. Si por lo menos tomaban algo caliente les reconfortaría el ánimo y les dearía fuerzas para seguir el camino y recuperarse cuanto antes.

El sheriff cabecea mostrando su conformidad con la idea de las guardias. - No tengo ningún problema en hacer esa guardia. Tomemos un poco de sopa que nos vendrá bien para reponer fuerzas. - Dijo antes de echar un trago a la sopa y acostarse para pasar la noche.

Poco a poco todos os fuisteis acostando para pasar la noche. Por suerte las guardias pasaron sin sobresaltos más allá de los típicos ruidos nocturnos que siempre hay en los bosques.

AL final de la noche el sheriff fue despertandoos a todos para reanudar la marcha. Apagó las brasas de los restos de la hoguera de la noche y montó en la diligencia para partir.

-Bufff. Parece que lo peor pasó- Juzgó el anciano manteniendo su brazo en cabestrillo.

-Hoy volveré a acompañaros en el pescante, confío en pronto poder llevar la diligencia. No obstante tendremos un largo camino por delante... Creo que habremos hecho algo más de la mitad. -Juzgó con tiento mientras se subía al pescante.

-Habrá que volver a apretar a los caballos para recuperar el tiempo perdido.

Peter se encuentra de mucho mejor humor, la noche parece haber tenido un gran efecto reparador en él y el desayuno que prepara el sheriff se agradece como nunca, pero puede que se anime demasiado.

- No te animes tanto y deja que le de un vistazo a esa herida. Le cambio el vendaje y la cataplasma reseca de pasar toda la noche sobre el cuerpo de Peter, poco a poco la herida va cerrándose y apenas se aprecia sangre en los restos que desecho como si nada. El gesto me lleva a mirar la luz que el sol nos brinda mientras un calor acompaña a las zonas donde sus rayos toca. Todo el día me llena de optimismo y aunque aún queda una buena parte del camino, en este momento no me importa.

- Creo que no te hará mucho mal volver al pescante, pero mejor si vamos a velocidad normal, tampoco veo conveniente apretar a los caballos, tanto traqueteo puede abrir la herida, y ahora que está tan bien, no me gustaría que empeore, pero tú mandas.

Roy se levantó mejor esa mañana. Se miró la herida y se la volvió a lavar y limpiar. Luego se preparó un café de puchero y tras tomarlo con algo que quedaba de la cena estuvo listo para continuar el viaje.

-Así que nos queda algo menos de la mitad del camino... -comentó rascandose la cabeza y acariciándose la herida-. Pues yo creía que estabamos a falta de un par de días como mucho...Nos han pasado tantas cosas que es como si hubiera parado un año.

-Venga, pongámonos en marcha. Cuanto antes salgamos antes llegaremos.

Tras recoger las cosas Roy se subió a la carreta y sacó su escopeta de la funda y la dejó a su lado cerca del ventanuco por si algo malo se acercaba.

Dos días de descanso y cuidado hacen que Peter mejore notablemente y que Roy ya esté casi totalmente operativo. El encuentro con aquellos jinetes había sido realmente duro.

Al amanecer os subis de nuevo a la diligencia y reemprendéis la marcha en pos de Las Vegas.

Al viejo se le ve feliz recibiendo la caricia de la brisa en la cara y a Jack se le ve algo más crispado tratando de dominar las bestias para que no traquetee la diligencia en los baches.

Con el paso de las millas el camino se adentra en una zona boscosa. Los árboles cada vez son más grandes y, de pronto, sus copas se convierten en un techo que os tapa el cielo. Al menos deben medir unos veinte metros. Algunos aún miden más. 

Hacia el mediodía tropezáis con un rio caudaloso y acompanáis su discurrir desde el camino. El viaje es fatigoso aunque el paisaje es amable y va siendo hora de comer.

Tan pronto estábamos en praderas infinitas que entre montañas, ahora tocaba estar rodeado de inmensos árboles como no los había en el este. Llegamos junto a un cauce de agua, por lo menos eso no nos faltaría y podríamos lavarnos adecuadamente cuando decidiésemos parar, seguimos junto al curso que casi se hace interminable hasta que llega la hora de comer. Paramos en un lugar algo resguardado del viento pero con visibilidad para evitar que se nos acerquen mucho cualquier indeseable.

- Este puede ser un buen lugar para parar a comer y para que descansen un poco los caballos. Voy a preparar para comer, alguno que abreve a los caballos, luego los cepillaré mientras os tomáis algo de café.

Busco un poco de leña para hacer un fuego que caliente algo de la comida que nos queda así como a nuestros cuerpos.

-Un lugar tan bueno como cualquier otro. -Musitó Peter Franklin mientras se bajaba con torpeza y pesadez del pescante. -Uffff. La verdad es que uno se queda agarrotado con esto... Creo que lo mejor es que busque algo de leña, tiene pinta que por aquí habrá bastante y nos servirá para reponer un poco nuestras previsiones pues andamos escasos. -Antes de que alguien se adelantase a decir algo volvió a hablar:

-Tranquilos es sólo para dar un paseo. Me las apañaré.