Partida Rol por web

Tal vez Alex entienda el mensaje, pero para ti esas runas son incomprensibles.

-Oh, cuento con tu bondad. Y con la estupidez de mi padre, pero esa es obvia ya que estás aquí.- sonríe de nuevo. Con un gesto hace que una zona de la niebla se aparte y a través de ella ves...nada. -Están ahí, al final del camino. Si corres a lo mejor la salvas.- el sonido de gruñidos es cada vez más alto, sin la niebla ahora no se dispersa y te llega con mayor facilidad. -O a lo mejor no. Si me das la nota podría llamarlo.

Se está divirtiendo, sin duda. Y su sonrisa se amplia cuando el grito de la chica resuena, agudo, al mismo tiempo que los de un hombre, aunque los masculinos cesan rápidamente mientras se escuchan chasquidos y desgarros.

-Uhh...ya queda uno menos. ¿Será la siguiente? A este hijo mío le encanta jugar. Seguro que está esperando a que eche a correr para cazarla.

Miro el camino que se abre a través de la niebla en un principio esperanzado pero la sensación dura muy poco -¡ALEX...! -intento llamarla pero termino frunciendo el ceño -Y una mierda. No has cumplido tu parte del trato así que te quedas sin mensaje y te aseguro que era importante. Pero si prefieres seguir aquí encerrado eternamente allá tú -yo también puedo jugar a eso de inventar mentiras convenientes a medias. Y digo a medias porque en realidad no tengo ni idea de lo que pone en el pergamino pero no dudo en guardarlo dentro de mi camiseta.

-Tu hijo va a tener que dejarme entero si quieres averiguar la verdad -levanto las cejas, compruebo el rifle y finalmente soy yo el que corre a través de ese pasillo abierto que no dudo que poco tardará en cerrarse. Me cago en Odín y toda su estampa.

-Tendrá que tener cuidado de no comerse la carta. Mira que sois problemáticos los humanos...- suspira. Te habla mientras te alejas -Aunque el que vino antes parecía más inclinado a colaborar. -¿se referirá a Ripper?

Terminas por llegar a otro claro, aunque no es exactamente un bosque en lo que estáis. Sería más acertado decir que llegas a otro cerco de árboles que separa el claro del resto de suelo pelado que parece ser lo normal en la isla. En él hay un lobo verdaderamente enorme. Tiene arpones clavados y cadenas enrolladas en el cuerpo. Y sangre, que no es suya, por todo el pelo. Frente a él está Alex. Aunque no le presta mucha atención a la chica, sino que se está comiendo un cuerpo que aún se agita.

Alex te ve, está pálida. No puede escapar de donde está, "encerrada" entre dos pequeños desniveles. El único camino es por donde está el gran lobo.

Si algo tengo claro a estas alturas es que antes de morir destruiré esa maldita nota pero poco más puedo pensar en cuanto veo a ese gigantesco lobo que parece poseído o qué sé yo. Y yo que creía que Baloo era acojonante... este se lleva la palma.

Al principio me quedo petrificado por la impresión así que entiendo perfectamente el estado de Alex, a la que miro de reojo con la respiración agitada.

Una vez ubicada empiezo a moverme lateralmente, despacio para no sobresaltar al lobo psicópata que por suerte está demasiado ocupado con su festín. Camino todo lo que puedo hasta llegar al lado opuesto en el que se encuentra mi compañera -¡Hey! Tu padre quiere que vuelvas con él, tengo que entregaros una nota de tu abuela -sinceramente creo que es el peor plan de toda la historia pero quién sabe. De todas formas ya tenía asumido que acabaría corriendo y disparando como un desgraciado.

El que hables parece hacer reaccionar a Alex, además de llamar la atención del lobo. Este se incorpora y te gruñe. Da unos pasos hacia ti. Ella, teniendo algo de espacio ahora, sale del "cajón" y se desplaza hacia un lado, quedando con más libertad de movimientos y fuera de tu linea de fuego.

En ese instante, menos de un parpadeo, en el que apartas los ojos de él, el lobo carga. Sin embargo tras dar varios pasos su dirección se ve algo alterada. Una de las cadenas que cuelgan de él se ha enganchado en el suelo. Se suelta con cierta facilidad, tan solo eran unos matojos, pero eso hace recordar a Alex.

-¡Rick! Es Fenrir. No puede liberarse de sus cadenas. Si logras atraparlo con ellas no podrá soltarse. Tus balas no le matarán. Es un dios a fin de cuentas.- quizá lo paren un poco, quizá le hagan daño. Pero no lo matarán.

En cuanto Alex se aparta de la zona en la que estaba acorralada me siento algo aliviado pero dura poco porque tener a ese impresionante monstruo corriendo hacia mí no es que sea precisamente tranquilizador.

Primero doy un traspiés y después termino saltando hacia un lado para esquivarle, observando entonces ese extraño espectáculo con las cadenas que Alex me aclara -¿Estás loca? Voy a necesitar ayuda para eso -necesito que las cadenas se queden enganchadas de manera más firme pero aquí no abundan los puntos de anclaje así que habrá que empezar con lo básico: los árboles. Sinceramente dudo que eso pueda detenerle pero me conformo con que le frenen así que empiezo a correr de un lado a otro, rodeando troncos sin cesar en un intento de que acabe anudándose parcialmente en alguno. Si eso llega a ocurrir tal vez tengamos una oportunidad de llegar a la maldita jaula, la única cosa de toda la isla capaz de retener a un Dios.

Alex corre, no cerca tuya pero sí en paralelo en la misma dirección. Hacia la jaula.

-¿Qué te propones? A lo mejor entre los dos podríamos lograr sujetar una cadena a algo...

Ella no sabe nada del dios encerrado ni de la jaula. Simplemente hace lo que ordenas. ¿Estará de acuerdo en liberar a Loki? Claro que tampoco es que vayáis a tener mucho tiempo para debatirlo.

Eso si es que podéis abrir la jaula. Un día genial, todo por entregar un mensaje en el que a saber que pone. Siendo una madra, capaz de que sea "ponte una rebeca por las noches".

Niego con la cabeza sin dejar de correr. Incluso tirando los dos a la vez de una cadena estoy seguro de que no seríamos capaces de frenar a ese bicho -Hay que conseguir que se enrede -me limito a decir entre jadeos porque el aliento no me da para mucho más y tampoco quiero ser específico, es probable que el inmenso lobo consiga entendernos pero no pienso abrir la puerta de esa jodida jaula al menos hasta que me haya amputado algo.

Es, simplemente, demasiado rápido. en cuanto los árboles le permiten dar tres zabcadas seguidas os recorta terreno. Y eso al final, se traduce en que os alcanza...y te llevas una caricia. El garrazo te hace arder la espalda pero no te derriba, de milagro. Puedes seguir corriendo y ampliar algo la distancia. Después se convierte en una especie de peligroso "corre que te pillo" alrededor de la jaula. Loki os mira entre asombrado y divertido.

Ves como Alex, a cada vez que puede, empuja uno de los extremos de la cadena para que pase entre los barrotes. No sucede de inmediato y seguramente sea pura suerte pero...al final ocurre. Fenrir se ve obligado a parar y tironear de las cadenas, que no se separan de su cuerpo pero tampoco lo dañan. Aulla furioso.

Clap. Clap. Clap. Clap.

-Muy bien chicos, muy bien. Un método curioso pero, al final, efectivo. Además, os ha quedado al otro lado de la jaula. Podéis abrirme la puerta sin problemas. Ale, venga.

El zarpazo duele horrores en cuanto se produce pero después es como si no existiera debido al aumento de adrenalina y el miedo en general. La escena es de locos pero por suerte Alex es hábil y entre uno y otro conseguimos nuestro objetivo.

Cuando por fin nos detenemos y empezamos a recuperar el aliento puedo sentir de nuevo como me arde la espalda pero me limito a apretar los dientes con resignación -¡JA! Como si ahora tuvieras algo que ofrecer a cambio -dicho lo cual tiro de Alex hacia mí y la agarro de un brazo como si me fuera la vida en ello -Ahí va el mensaje -saco el papelucho de mi camiseta y se lo cedo a la arqueóloga para que lo lea en voz alta. Solo en caso de que no sepa traducirlo lo lanzaré al interior de la jaula para que ese capullo se lo meta por dónde le quepa.

Alex lo toma y lo lee. Te mira, pero al ver como la animas a que lo transmita, lo hace.

Y la puerta se abre. Loki ríe.

-Muchas gracias, chica. Y también a mi madre, esa pobre ingenua ¿Sabéis que en realidad no es mi madre si no mi madrastra? en fin.- al ver tu confusión te sonríe mientras sale. -En tu lengua, esas runas significan "abrir". Como ves, es fácil salir de mi jaula...pero no desde dentro.

Se acerca a Fenrir y le va a acariciar la cabeza, pero aparta la mano ante una dentellada.

-Que travieso...bueno, mientras hablo con él y eso vosotros deberíais correr. Ya no pintáis nada aquí y él siempre tiene hambre.

-Qué coño... -miro como la puerta se abre sin entender nada hasta que Loki nos lo explica y miro de reojo a Alex, confuso. ¿Ella no sabía eso? Bueno, queda claro que nadie es perfecto, yo también la he cagado mucho cuando me ha tocado tomar decisiones de acción -Un placer conoceros, que familia más unida y normal la vuestra -sonrío con sarcasmo antes de girarme y correr de vuelta al barco, nuevamente sin soltar a Alex.

Lo malo del asunto es que sé por dónde vinimos en línea recta, guiándome por la arboleda, pero si entre la niebla giramos y nos desviamos lo tendremos jodido, a saber en qué parte de la playa apareceríamos -Como alguien vuelva a discutirme el que sea ateo te juro que le parto la cara - digo entre jadeos debido al sobreesfuerzo. Considero estar en buena forma pero todos tenemos nuestras limitaciones y la herida de la espalda no ayuda a que el avance sea más cómodo.

Parece que vais bien, al menos reconoces algún que otro árbol retorcido, una piedra más llamativa...hasta que caes de bruces. Algo te ha golpeado el tobillo derecho con dureza. Al buscar el origen ves a Ripper, con media cara desgarrada y evidencias de algunas heridas más dado el estado de su ropa, sujetar a Alex con una pistola en su sien.

-Vaya...vaya...vaya...Vosotros vais a sacarme de aquí. Y no lo pienso discutir.

Alex se revuelve, lo que hace que se gane un buen golpe de la culata en la sien. No  queda inconsciente pero sí algo grogui.

-Estoy medio muerto, lo sé. No tengo nada que perder. Así que no me jodáis.

En un primer momento creo que me he tropezado yo solo al besar el suelo pero nada más lejos de la realidad. Para ser un tío que se pasa la vida detrás de un ordenador hay que admitir que Ripper aguanta el tipo -Hostia, ¿qué te has hecho en la cara? Estás más guapo - me burlo mientras me pongo en pie y entorno los ojos cuando usa a Alex de rehén. Está claro que no van a dejar de recurrir a lo mismo.

-Pues si quieres salir más te vale correr como el gilipollas que eres porque esa cosa vuelve a estar suelta así que... ¡vamos! -sigo con mi carrera particular esperando que me sigan. Si él nos ha encontrado es que ya debemos de estar cerca de los barcos y no sé como piensa librarse de un batallón por muchos rehenes que tenga.

El problema, tanto él como tú lo comprendéis, es que no hay tal batallón. Por no haber, no hay ni barco. Tan solo trozos de madera y vela desperdigados por la playa, sazonados con más miembros y sangre. Da la impresión de que cierto dios furioso se paseó por ahí antes de encontrarse con Alex.

-Donde nos has traído, McNeil ¡Cabrón!

Parece a punto de dispararte, pero la niebla se levanta. Solo acierta a murmurar un quedo "joder", asustado. Y recibe un golpe propinado por Alex. La ves alejarse corriendo, pero enseguida desaparece en la niebla. Igual que Ripper. Pronto empiezas a escuchar los ecos de varias voces, no solo de Alex y Ripper, llamándote.

-Rick Rick _Rick ^{Rick _Rick} RICK Rick Rick....

Entreabro la boca ante el desastre con el que se encuentran nuestros ojos en la playa -No puede ser... - musito para mí mismo, incrédulo y aterrado a la vez pero no tanto por lo ocurrido como por la culpabilidad que me atraviesa todo el cuerpo de arriba a abajo. Estaban en los barcos, ¿por qué no retrocedieron hacia el agua si no podían contra él? No lo entiendo pero el caso es que demasiada gente ha muerto por seguirme y no sé como lidiar con ello, solo trago pesado hasta que las dos personas que me acompañaban vuelven a desaparecer.

-¡¡ ALEX !! -esta vez hay cierto tono regañina imperativa en el grito pues debería haber corrido hacia mí en lugar de regresar a la niebla que empieza a rodearme y espesarse. Si no fuera porque sé que tengo el agua al lado volvería a estar desubicado -¿Qué coño quieres?, ¿me buscas a mí? Pues vamos, ven, aquí estoy - extiendo los brazos, girando sobre mí mismo para alentar a ese Dios a que se deje de jueguecitos. Si quiere destriparme que lo haga pero primero tendrá que superar mi propia rabia.