Partida Rol por web

La tienes medio convencida...hasta tu broma. No le hace gracia, no con Jason. Puede que le haga más "tilín" que solo atracción.

-Jason...a él sálvalo también. Si llegas a tener que elegir. Me salvó...le debo la vida.

Al final te aparta la mirada, negando querer decir nada más.

Todo recogido, a punto de iros hacia el barco, con unas cuantas entregas ya ordenadas a ese muelle. Podréis comprar más por los alrededores. Erick te coge antes de que acabe el primer tono.

-Rick ¿ocurre algo?

En el lío que estás, habiendo pasado dos días, quien sabe.

La he cagado, para no variar, y aunque me entran ganas de indagar respecto al asunto de mi hermano pero prefiero no ir más allá por esta vez. Ya surgirá la ocasión.

Mientras el resto terminan de adecuarse al barco de Percy aprovecho para hacer una última llamada a mi colega -Todo bajo control pero voy a empezar un viajecito que me dejará fuera de cobertura un tiempo, ya sabes como va esto -suspiro con resignación, apoyando un brazo en la pared mientras miro de reojo hacia el barco -¿Has podido averiguar algo sobre Isabel...? -me muerdo el labio nerviosamente.

-Sí, y no sé si es bueno. Aún no puedo confirmarlo. Regresó a Londres, y de allí marchó a Venecia. Solo que en Venecia su rastro desaparece. Es decir, tengo que indagar más, pero no ha ido a su casa. Aún no puedo precisar más pero si me has pedido esto porque estás preocupado por tus nuevos amigos de negro...creo saber la respuesta. Trataré de contactarte de nuevo cuando averigüe más, por si pudiésemos hablar. Rick...suerte, tío.

-Mierda... Esta mujer nunca me hace caso -resoplo sonoramente, frotándome el pelo nerviosamente ahora que me lo puedo permitir porque nadie me ve. ¿Por qué no se fue directamente tal y como le dije? Siendo Isabella no me sorprende pero ha sido muy inoportuna por esta vez.

-De acuerdo, cuídala si consigues dar con ella... pero no te pases de la ralla, mamón -después de despedirnos me dirijo al barco con la aparente confianza de siempre, revisando la parte del cargamento que me corresponde antes de soltar amarres.

-Bienvenidos al SSYorky. Poneos cómodos. 

Siguiendo sus instrucciones han dejado cajas de equipo en la cubierta y la bodega. Abrigos, calcetines, piolets, cuerdas de escalada, neopreno, kits de primeros auxilios, pistola de bengalas, cuchillos...Comida en conserva y raciones de combate. Walkies...*

-Si huele a muerto es normal. Pero si oléis a pescado, huid. Pasaría algo raro.

Cuando todo está a bordo, incluyendo los tripulantes, Percy pone el barco rumbo a lo desconocido, guiado por las extrañas coordenadas que Alex y Chloe han conseguido sonsacar del cúmulo de notas extrañas relacionadas con ese mar del norte.

-Habrá que estar pendientes del radar para asegurarnos de que nadie nos sigue -le recuerdo al antiguo mayordomo para que también le vaya echando un vistazo a esa pantalla, observando como lleva el timón y dejando que me enseñe un poco como funciona el instrumental básico. Es interesante pero no se trata de algo que se pueda aprender en un día así que me tocará pasarme por la cabina del timón de vez en cuando por si surgiera una emergencia en cualquier momento.

Después de esa primera masterclass voy en busca y captura de mi hermano. No me cuesta demasiado ya que el barco no es precisamente un crucero -Hey, ¿como lo llevas? -me aseguro de que no hay nadie más cerca antes de tomar asiento -¿Le dijiste algo al final? -voy a intentar resolver eso antes de que surjan problemas en el momento más inoportuno pero dudo que sea fácil.

Aunque manejar un barco tiene su truco, efectivamente, la única parte peliaguda es entrar y salir de puerto. Al menos, un barco como en el que vais. Los veleros son otra historia. Tan solo tendrías que aprender a leer los instrumentos correctamente y tener a mano una buena predicción meteorológica.

Cuando llegas junto a tu hermano, que está en la proa sentado en la cubierta y apoyado contra la barandilla, te sonríe a medias. Está algo verdoso.

-Lo llevo regular...solo había montado en un crucero antes. Esa cosa inmensa se movía mucho menos.- pone los ojos en blanco ante tu pregunta -¿Hacer qué? No hay nada que hacer, Rick. Además a ti igual sí pero a mi no me basta una cara bonita y conocerla de dos días. ¿Por qué te interesa tanto? En fin...¿Qué crees que va a pasar con esto? El viaje. Un remolino gigante no aparece así como así y...no sé que espera Alex después de eso, si es que pasa.

-Hemos traído algunas pastillas para el mareo por si la cosa se ponía fea. Deben de estar en... emmm... el botiquín, supongo -se supone que las reservábamos por si el mar se pone más peleón, sobretodo si realmente nos acercamos a un remolino marítimo, pero tal vez con unas pocas le baste para que su cuerpo se acostumbre.

-Me interesa porque eres mi hermano y porque no quiero que te arrepientas de no haber dicho nada cuando tenías ocasión. Por eso y porque está claro que le molas a Cath así que no quiero que esos líos os distraigan -muevo una mano de lado a lado y finalmente también me apoyo en la barandilla. Probablemente ni se ha enterado porque vive en sus mundos de Yupi y le presta demasiada atención a Alex así que ya le he dado algo en lo que pensar.

-No lo sé, sinceramente. Estoy acostumbrado a hacer viajes un poco peligrosos pero siempre con algo de lógica así que esto se me escapa. Personalmente no creo que encontremos el remolino ni esas manzanas de manera literal pero supongo que podría haber algo simbólico que fue importante para alguien. Vete a saber -me encojo un poco de hombros, frunciendo el ceño -Si es importante para tanta gente tiene que haber algo, aunque todavía no sepamos el qué, pero el motivo principal es cumplir el último deseo de ese viejo al que se me ocurrió hacer una promesa -sacudo la cabeza dando a entender que fue una locura pero la verdad es que a pesar de todo no me arrepiento. Alexander se lo ganó y se merecía que hagamos esto por él.

-Tienes una vida muy...intensa. No creo que la soportase mucho tiempo.- él no conoce las aburridas esperas, los largos viajes, los jefes "reyes del mundo". Solo lo que ha visto estos días, acción, disparos, tensión...Además, tampoco siempre se viaja con dos muchachas bonitas. -Claro que no te veo a ti dibujando planos.- ríe.

-Eh, hermanos Winchester. Alex quiere hablarnos a todos. Entrad esos culos blancos.

Tu hermano te mira. -¿Acaba de hacer una referencia a Sobrenatural?

Me giro hacia Percival cuando viene en nuestra búsqueda. Parece que se acaba de inventar nuestro apellido pero al menos suena bien, tanto como lo haría Colt, puestos a elegir armas.

-¿Qué cojones es Sobrenatural? -me quedo mirándole como si hablara en otro idioma antes de seguir a Percy al interior del barco. Espero que Alex tenga buenas noticias pero no cuento demasiado con ello.

Todos estáis reunidos en la cabina del barco, ante una mesa. El mar está tranquilo por lo que solo os mecéis suavemente con el run-run de fondo del motor. Alex se aclara la garganta y os mira, especialmente a ti.

-A ver...empezaré por lo básico. La mitología nórdica cría que existen nueve mundos, todos entre las ramas y raíces del árbol de la vida, de la creación. Yggdrasil. El mundo, la tierra, era conocido como Midgard. Sus dioses, los Aesir, vivían en Asgard, los gigantes de Hielo en Jottunheim. No me extenderé mucho en eso ahora...los Aesir eran por ejemplo Thor, Odin, Loki. Algo habréis escuchado de ellos. Aunque sea en películas de la Marvel. Mi padre investigó firmemente la teoría de que no fuese mitología, pero tampoco otros mundos. Sino algún...lugar, al que se accede a través de una puerta.

Abre el diario de Von Leuton por una página que muestra un mapa.

-El, como otros antes que él, estaba convencido de que los dioses nórdicos, los Aesir, eran un pueblo que vivía en ciertas islas. Nueve en total, como los mundos.

Señala el centro del mapa.

-Esta es la puerta, el Maesltrom. Una puerta que solo se abre bajo ciertas condiciones y en cierto punto. Durante la segunda guerra mundial, un submarino alemán se perdió en el océano. Y tiempo después solo uno de sus tripulantes regresó. Clamaba que había ido a otro mundo. Un mundo de guerreros inmortales. Se achacó al estrés, al miedo de estar cerca de la muerte. Nunca se supo que pasó con el submarino.

Os mira de nuevo.

-Así que...ahí es a donde vamos.

Cath pone su móvil junto al diario.

-Yo sigo diciendo que ese mapa se parece muuuucho al del WOW.

Apoyo los nudillos encima de la mesa, observando el mapa con el ceño fruncido y levantando la vista de vez en cuando hacia Alex. Me esfuerzo en prestarle atención, puedo jurarlo, pero cuando empieza a decir todos esos nombres raros no me entero prácticamente de nada, excepto con esos que me suenan de alguna peli, como ella misma ha recalcado.

-De acuerdo... no me he enterado de mucho pero, ¿me estás diciendo que cruzaremos un portal a través de ese remolino para encontrarnos con guerreros inmortales? -me siento confuso y el comentario de Cath no ayuda mucho. Se nota que estoy desconectado de las modernidades y cualquier cosa que esté de moda en la televisión o la tecnología en general -Quiero decir, en caso de que algo de todo eso sea real no creo que nos vayan a recibir con los brazos abiertos, ¿no? ¿Hay que llevarles las manzanas esas para que no nos maten? -muevo las cejas de manera rara y algo aleatoria, por si no resulta obvio que estoy perdido.

Alex suspira.

-No sé lo que habrá al otro lado o si habrá algo al otro lado. nuestro objetivo ahora es mirar si hay puerta o no. Si la hay...pues decidimos. Una vez al otro lado ya veremos, si es que vamos. En cualquier caso las manzanas son de esa gente, las tienen ellos, no podemos darles algo que ya tienen.

La reunión se dispersa, con Cath comentando que no os vendría mal un paladín de nivel 80. Y Perceval te indica que le acompañes. Bajáis a la bodega y abre un contenedor de aluminio, relleno de espuma y...juguetes.

-Las pistolas para las niñas. El python -da unas palmadas al revolver plateado -es capaz de parar en seco a un toro. Pero son pocos disparos antes de tener que recargar y tiene un retroceso del diablo. Deberías llevarlo tú, ellas no podrán usarlo con una mano. Yo ya tengo a Charlotte y a Rosita en mi camarote, así que esta escopeta y este rifle de asalto...te los quedas o los repartes como veas. Debajo hay munición. Ah, yo a tu hermano no le daba ni una pistola de agua, no me parece del tipo capaz de disparar. Pero tu sabrás.

No parece que Alex tenga un plan precisamente sólido sobre lo que haremos en caso de que todo este asunto sea real pero como no creo que ninguno de los presentes realmente crea en lo que estamos diciendo y encontrando en los distintos diarios tampoco le doy más vueltas.

-Joder, estos son los jueguecitos que me gustan y no los de Cath -sonrío con satisfacción mientras observo la pequeña colección de armas. La mía todavía es más extensa pero solo dispongo de dos escondites para ellas y quedan demasiado lejos de aquí -Siempre quise uno de estos -recojo el revólver observándolo de cerca antes de enfundarlo con un asentimiento de cabeza y después tanteo el rifle y la escopeta -Lo sé pero tampoco quiero que esté totalmente desarmado así que... Quizá debería prestarle una arma blanca. Tenemos machetes, ¿verdad? -estoy seguro de haber recogido algunos antes de subir al barco pero además le cederé la escopeta si está dispuesto a usarla de verdad.

-Jejejeje nunca viajo sin un buen machete. Creo que hay alguno más, sí. Pero ahora dime, quienes son esos tipos que te persiguieron a la mansión, y que ahora quieren quitarnos a todos de en medio.

Ha cogido la escopeta para comprobar su peso y que esté todo bien. aunque no te apunta seguro que no tarda nada en dispararte si tu respuesta no le gusta. Y no hay nadie cerca que vaya a ponerse en medio.

-Me gustan las tetas grandes y las cosas claras, chico.

-Sigo pensando que no me perseguían a mí si no al diario de Alexander pero sabían, o imaginaban, que yo lo tenía y debía devolverlo -explico con tranquilidad ya que no tengo necesidad de ocultar nada -Son mercenarios a sueldo, como yo. He coincidido con algunos anteriormente pero según parece el cliente que les paga podría ser Hidra. No sé mucho sobre ellos a excepción de que hay que andarse con ojo y procurar no meterse en sus asuntos pero como eso ya es inevitable...- me encojo de hombros, recordando esa última frase que me dijo Olivia y que sigue sin tener sentido para mí -Uno de ellos me dijo que Hidra nunca perdona o nunca olvida... Algo así, pero no entiendo el porqué -que yo sepa no he trabajado anteriormente para ellos pero quizá les he jodido de forma indirecta en alguno de mis trabajos, eso sería probable.

-Hidra ¿Eh? Ni la más remota idea de que es eso. En fin ,tengamos cuidado.- deja la escopeta. -Vamos a comer algo.

Una semana más tarde...

El mar está bastante agitado, y el frío viento hace que estar en cubierta sea muy incómodo. Por ello estáis todos en la cabina, algo apretados, teoricamente esta es la noche y nadie se lo quiere perder. El remolino se abrirá y podréis ver esa puerta...si es que existe.

Tu hermano no está mareado aunque sí algo adormilado. Efecto de la biodramina. Perceval se mantiene al timón, por la tensión en su espalda queda claro que las corrientes son fuertes sin necesidad de ver las olas. Aunque las veis y no son nada agradables. Cath se ha recuperado bastante del disparo. Aunque no está para hacer grandes esfuerzos ya sí puede moverse con normalidad. Alex se esfuerza, por centésima vez, en concretar que la coordenadas que calcularon son en las que estáis.

Ha sido una semana larga a bordo de un barco tan pequeño y poco estable como el de Percy pero al fin ha llegado "el gran día". El problema es que al menos personalmente dudo que vaya a ocurrir nada en absoluto pero lo bueno es que ninguno de esos cabrones de Hidra nos ha molestado durante todo este tiempo y yo me conformo con eso.

A esas alturas me mantengo de brazos cruzados en un intento de ocupar el menor espacio posible pero mi cabeza oscila entre el hombro de Jason y de Cath continuamente ya que junto a mi hermano soy el único capaz de estar medio dormido en una situación como esta. Algunos dirán que en el caso de Jas es por las pastillas para el mareo pero yo estoy seguro de que tiene algo que ver con la genética.

-¿A qué hora empezaba el show...? -disimulo vagamente un bostezo mientras arremango mi chaqueta para comprobar el reloj. No puedo evitar pensar que dentro de un par de horas todo esto habrá terminado, confirmaremos que el viejo estaba loco y volveremos a descansar a nuestras casas. Tampoco está tan mal después de unos días tan agitados.

Entre las olas que suben y bajan y la espuma que levanta el viento creciente, distingues las oscilantes luces de otro barco. Mucho más grande y moderno. No es que estéis al lado, pero no está lejos. Es muy poco probable que os hayan visto en el radar, pues la zona es compleja y con tanta ola se distorsionan las lecturas. Además...quien va a estar tan chalado como para salir con un barco tan pequeño que no se vea a simple vista entre las olas habiendo una predicción de tormenta tal...Es una suerte que llevéis las luces apagadas. O eso o Cath es más previsora de lo que parece, ella las apagó.

-Juraría que nos daremos cuenta si se abre un boquete en el mar pero...sí, ¿A que hora debería empezar?

Alex se encoge de hombros.

-No debería tardar. Esas cosas no pasan de golpe. Si no empieza pronto...va a ser una noche bastante mala.

-Mierda. Coño. Jooooder -empiezo a protestar mientras miro a todos lados pero sin poder moverme demasiado de mi sitio. Por suerte no necesitamos apagar luces pero esos cabrones han aparecido en el momento más inoportuno.

-No sé si nos han rastreado o tienen a otro arqueólogo descifrando pistas pero tenemos compañia -señalo la dirección en cuestión para que todos lo vean, frunciendo el ceño mientras intento pensar como podríamos hacerle frente a algo así -Percy, estate atento, podrían intentar embestirnos -salgo de ahí a pesar del riesgo y la lluvia para recuperar mi fusil y estar preparado en caso de ataque.