Partida Rol por web

Sin demasiada dificultad esquivó la acometida de aquel zorro. Ahora pudo observar a Togul rodeado de aquellas bestias... Tal y como el sueño, las bestias se abalanzaban...solo que en esta ocasión las bestias salieron despedidas por la potencia de una fuerza oculta y misteriosa, hacia todos los lados..... No desaparecieron, pero su energía pareció disiparse por un segundo..

Togul sonreía, observándolos y haciéndoles señal de ir hacia el.... Su ojo parcheado se había mostrado. Un ojo de color carmín que simulaba un ojo de un demonio, como un vórtice negro en megio de una esfera carmesí....

Marchó con velocidad hacia Togul esperando alejarse lo mas rápido que pudiera del zorro, se coloco al lado de él, flexiono apenas sus rodillas adelantando el pie izquierdo,  también sus brazos se colocaron flexionados hacia delante con su mano izquierda un poco mas adelantada –Si tuviera un arma que los pudiera cortar seria mejor – Y se quedo observando a todos lados preparado para esquivar cualquier ataque…

Togul lo observó, sonriéndole algo.

-Solo las armas de los dioses pueden vencerlo. Y esas armas son manipuladas por los Tahedoranes. Nosotros, en cambio, tenemos otros métodos para vencer a estar criaturas...

De repente, y sin venir a cuento, aquellas bestias desaparecieron tal y como habían aparecido, desmaterializándose poco a poco.. Togul se relajó un poco y miró hacia el cielo.

-Nos quedan pocos dias. Debo de emprender mi marcha.

Relajó su cuerpo y dejó escapar un suspiro – ¿Ahora emprenderé la misión? –Miró sus manos y cerró la mano derecha algo frustrado “Si el zorro me hubiera tocado…”

-No. No tienes misiones, eres libre. Vete hacia donde quieras: Si realmente eres uno de los nuestros, sabrás elegir camino.

Comentó, alejándose de él.

-Vuelve cuando hayas desbloqueado tu poder. Probablemente quieran que me oculte, pero no tengo intención de hacerlo.

Arqueó las cejas mirando a Togual –Está bien… - Dijo confundido ¿Qué cosa haría que cambiara de opinión?

Dio una vuelta y empezó a alejarse luego se frenó en seco y giró la cabeza para mirarlo

–Las cosas fueron casi como mi sueño… pero si fue una premonición ¿Porqué el final fue diferente?

-Quizás no fue una premonición... Quizás, simplemente, fue un aviso. Un aviso de lo que podría suceder, un regalo de nuestro dios.

Comentó, observándolo satisfecho ante lo dicho. Parecía que todo volvía a la normalidad, aunque en su rededor la gente seguía bastante temerosa y sin saber muy bien que hacer.

-Ahora... márchate. Busca tu camino, y vuelve a mi cuando seas lo suficientemente fuerte. Estaré en algun lugar protegido, y no será facil la simple búsqueda. Es toda una odisea para ti. Recuérdalo, nunca estas solo.

Tras aquello y a paso calmo, Togul desapareció de su lado, perdiéndose en el interior del castillo.

Elevó la mirada al cielo –No estoy solo… - Aquello era un nuevo significado, aun así las cosas no salieron como el pensó…

Observó el lugar en busca de alguna armería necesitaba un cambio de equipo – Tal vez no soy tan importante como suponía- Luego de murmurar esto dejó escapar un suspiro.

No tardó en encontrar la armería en un solitario lugar dentro del castillo. No encontró al encapuchado que le había despachado anteriormente, y, a decir verdad, estaba completamente vacío.

Busco entre todas las armas alguna daga y una espada larga en lo posible con funda, también  algunas muñequeras y perneras ligeras que le permitieran moverse pero le dieran algo de protección – Seria mas fácil si alguien estuviera aquí…- Murmuro casi para si mismo, se quedo observando algunas armas casi perdido por unos segundos pensando a donde iba a dirigirse…

Sin embargo, sus deseos no se cumplieron. Nadie apareció allí, ni un alma. No podían escucharse pasos siquiera. Algo había comenzado, pero no sabía bién el qué.

A su alrededor se disponían armas de toda índole, y con distintos brillos. Su percepción le alertaba en muchos lugares de armas con cierto halo de misticidad. No comprendía bién el qué, pero estaba seguro de que allí había algo.

Busco entre todas aquellas armas la que le daba la sensación de “mas misteriosa” y la tomo observándola, luego observo nuevamente alrededor si encontraba otra cosa o alguna persona.

Encontró una cimitarra. No era una cimitarra corriente: Llevaba unos grabados extraños en su interior, que brillaron al contacto con el que consideraba su nuevo portador. Sin embargo, por algo, el muchacho no pudo soltarla y una descarga enérgica lo recorrió completamente. Ocurrió en cuestión de segundos, y luego lo soltó. Ya se había inferido de su energía. Ya era una parte mas de él.... ¿Qué poderes contendría aquella arma?

No tuvo tiempo para reflexionar. Los ventanales a los que llegaban la luz de la luna, ahora solo transmitían oscuridad, cada vez mas, y mas. Unas nubes negras se apoderaron del cielo. Pudo escuchar, a lo lejos, el sonido de algo explotando... bajo sus pies, el temblor de la tierra. Desde allí, incluso, acogido por las montañas, pudo escuchar el sonido del mar, agresivo, encabritado. Y aquel viento... Aquello no era normal.

Parecía haberse parado el tiempo. Los hombres y mujeres que allí trabajaban se habían quedado sobrecogidos, contemplando aquellas jugarretas de los elementos, empequeñecidos ante el poder que los rodeaba.

Tomó la cimitarra y una funda con la intención de llevársela colgando en la espalda, así también una daga con el mismo misticismo para llevarla en la cintura. Salió del lugar y busco la caballeriza para tener algún caballo para usar de transporte. Lo haría lo más rápido posible ya que al parecer las cosas se estaban poniendo peligrosas…

Sin ningun problema se llevó una daga, y la cimitarra en la funda. Cogió el primer caballo que vió en la caballeriza, uno negro, y partió. En primera instancia partía hacia el sur, pero ante si se habría una escena aterradora. En las colinas sobre las que se situaba, podía observar un punto negro muy muy muy diminuto a lo lejos, evadiendo una lluvia de destellos blancos que lo rodeaban. Mas al sur, una formacion liquida gigante podía observarse. Al este, el sonido de las montañas resquebrajándose lo estremeció, y al oeste, el sonido de una erupción lo hizo moverse, y pudo observar el magma saliendo de un volcán que se había activado en aquel mismo instante.

Se quedo paralizado por unos momentos pensando a donde dirigirse… -Joder…- Murmuro, llevo las manos a las riendas del animal para tenerlo controlado por si se asustaba y se dirigió al lugar que le parecía menos peligroso

A decir verdad, ninguno parecía "Menos peligroso". En todo lugar las catástrofes sobrenaturales se sucedían así se decidió ir hacia un lago tranquilo, lejos de la orilla del mar, de los rayos, del hielo y de la amenazante erupción volcánica.

A medida que su caballo trotaba, la vegetación se hacía por momentos mas y más intensa.  ¿Era aquello natural? Podía observar una especie de bosque al fondo, un bosque que parecía haber estado allí desde siempre. Sus arboles eran grandes y la vegetación del suelo, muy verde, bien desarrollada.

Se bajó del caballo y con una mano tomó las riendas para que siga con el, con la otra saco la cimitarra y se puso a cortar la espesura que le molestaba. Buscó un lugar donde poder dar de beber al caballo y al, pescar, encender una fogata, tal vez cazar algo y aclarar su mente. Esperaría en aquel lugar a que todo pasara por un rato y luego decidiría que hacer.