Partida Rol por web

Giró el rostro hacia Monica.

—¿Y qué sugieres? ¿Que volvamos al pueblo y consigamos "pruebas"? —no sonaba muy convencido—. Nuestra prioridad número uno debería de ser nuestra supervivencia.

- Y lo és..¿Todos están metidos..hasta el sheriff?..¿Desde cuándo pasa esto Jake?-

Patrick asintió con vehemencia a lo dicho por Isaac -Si, eso es, tenemos que largarnos de aquí cuanto antes- exclamó.

-De vuelta en la civilización daremos cuenta de lo ocurrido a la policía, que nos crean o no ya no es cosa nuestra.- todavía alterado por lo sucedido.

-Perder el móvil, el equipo y lo demás me parece secundario ahora mismo- dijo con voz más débil, aunque escuchó lo preguntado por Monica, pensando en los que les hayan podido preceder.

- Llevamos unos años, siete u ocho. Todo el pueblo está involucrado... bueno, salvo los niños.

Observa los alrededores con la linterna y luego señala en una dirección, antes de comenzar a caminar.

-¿Siete años?.. Con asombro.. -Nadie es tan bueno.. os habrían pillado ya, con todo el pueblo metido-

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-Vale.. esto si me acojona de verdad- me encogi al oír el aullido, y me acerque a Jake -¿Y si nos vamos ya? - 

Silencio. Tras el sonido de la bestia sólo hay silencio... y pasos de algo pesado que se mueve en la oscuridad...

El rostro de Isaac lo decía todo: si el pueblo entero estaba involucrado, aquello era un auténtico marrón. Ni siquiera terminaba de fiarse del propio Jake...

Siguió al susodicho por el bosque, su arma siempre lista. El aullido le hizo sobresaltarse y escanear la zona, buscando el origen, aunque a fin de cuentas no quería encontrarlo...

—Me cago en la puta... —maldijo entre dientes.

Se hizo el silencio. Lo único que lo rompía era algo grande, ominoso...

—¡Jake, hay que mover el culo! ¿Por dónde? —le preguntó al hombre en voz baja, pero su tono delataba cierta urgencia que no podía camuflar. 

Sin mediar palabra Jake apaga el porro en la suela, se lo guarda en un bolsillo y comienza a correr en una dirección.

Patrick, ya pálido de natural, se puso del color de la tiza al escuchar el aullido de Dios sabe que bestia. No sabía si había lobos por la zona, pero sus ojos decían claramente que no quería averiguarlo.

Miró a sus compañeros, boqueando como un pez, como si quisiera decir algo y no fuese capaz de hacerlo. Finalmente, se decantó por seguir a Jake a todo correr.

Observó las acciones de Jake. Acto seguido le dedicó un rápido vistazo a sus compañeros y echó a correr tras el fumeta.

Corréis tras Jake. Sin duda sabe el camino, por qué os lleva a una dirección concreta. No duda. No puede permitírselo.

Lo único que se escucha en la noche son vuestros pasos y respiraciones. Se oyen las ramas de los árboles ceder bajo el peso de algo que no podéis. A pesar de que vosotros vais por el suelo la criatura se mueve con más rapidez, por increíble que parezca.

En algún momento de vuestra acalorada huida se sitúa sobre vosotros. Todo pasa muy rápido: una forma que no lográis ver con claridad - aunque sin duda es más alta que un hombre - se deja caer junto a Jake y lo agarra con fuerza. Mientras el fumeta grita - más sorprendido que asustado - la criatura se encarama a un gran árbol y sube tan alto como puede.

Un crujir de huesos y el chasquido de una mandíbula fuerte ahogan los gritos de Jake. La sangre riega el suelo deslizándose entre las hojas precediendo a los zapatos. Oís como se rasga una tela y la bata de vuestro salvador cae en jirones al suelo.

Desde las ramas más altas algo mastica con ansia y parece farfullar unas palabras con la boca llena.

Isaac paró de inmediato al ver a la criatura, lo que quiera que fuera eso... En apenas un parpadeo algo se llevó a Jake con brutal rapidez. El chófer alzó la vista de inmediato, sus ojos como platos, tratando de comprender con exactitud lo que estaba pasando y cuál era la situación del fumeta.

El chasquido y el incómodo silencio que lo acompañó, roto solo por el sonido de un líquido que regó la naturaleza, le hizo imaginar cuál había sido el funesto destino de Jake. La túnica confirmó sus sospechas prácticamente de inmediato.

En un momento, su entrenamiento tomó las riendas. Tomó aire y alzó el arma.

—¡CORRED! —bramó a sus compañeros.

Disparó una vez en dirección a las ramas, hacia donde le parecía escuchar el sonido, y echó a correr también.

Con la entereza propia de un soldado Isaac es capaz de asimilar lo ocurrido sin derrumbarse. Ante el enemigo que les acecha decide dispararle antes de alejarse y pedir que le acompañen.

Lo que ignora es si ha herido a la criatura o no.

Di un grito ahogado, más de sorpresa que de miedo cuando lo que fuera pasó cerca de nosotros, y otro de espanto cuando de repente Jake salió volando.

-¿Que.. Que demonios? - y lo que se escuchó a continuación no dejaba dudas. Y si las dejaba los restos de Jake cayendo acabaron de disiparlos. Otro grito, ahora si de terror. 

El disparo me sobresaltó pero no necesité muchas indicaciones más y salí corriendo con Isaac

De nuevo, Patrick se encontraba corriendo por su vida, esta vez siguiendo a Jake, escuchando cada vez más cerca la respiración de la bestia que los seguía.

Hasta que Jake desapareció. Una sombra, un rápido movimiento -¿Dónde se ha metido?- alcanzó a pensar, antes de escuchar el grito cortado rápidamente por el chasquido de unas mandíbulas.

El sonido de desgarro, el chapoteo de la sangre cayendo y las palabras farfulladas en el idioma desconocido fue demasiado para Patrick.

Huyó.

Cuando el ente devora parcialmente a su presa la deja caer. Aunque le saquéis mucha ventaja, oís una frenética carrera de algo que os persigue.

Con la adrenalina alimentándole el riego sanguíneo y el sentido de la superviviencia martilleándole el pecho, Isaac continuó corriendo. El terror acechaba, tanto a su espalda como en su mente, pero por el momento lograba mantener la concentración.

Miró atrás por un momento, sin pararse, tratando de discernir la situación. Podía escuchar como esa "cosa" les seguía dando caza.