Cuando entras en el vestuario ves a las niñas sentadas tranquilamente, ya estan cambiadas, pero parece que estaban manteniendo una conversación bastante interesante, ya que en cuanto entras se callan y te miran con curiosidad...
Se te acerca una de ellas... Takako, sabes si ya han venido nuestros padres a buscarnos?
Takako sale de la estancia, y te quedas solo... No puedes dejar de pensar en todo lo que ha ocurrido durante el día... Escuchas unos pasos que se alejan, deduces que son los del aquel señor con su hija. De repente, como si volvieras a la realidad eres consciente del jaleo que proviene de la calle. Hace rato que no se escuchan sirenas, pero si voces bastante elevadas...
Salgo del gimnasio, junto a mi hija. Paso junto a la señorita que creo que es una de las monitoras, sorprendido observo como tiene los ojos hinchados de haber estado llorando. Me despido con la cabeza y salgo al exterior.
En la puerta me cruzo con el chico joven y el extranjero de la pistola. Adiós, buenas tardes... Murmuro de pasada mientras aprieto mas fuerte la mano de Verónica y empiezo a caminar mas rápido... Venga cariño, vamos a casa que se ha hecho muy tarde... Fuera parece que hay bastante jaleo, no presto demasiada atención, me dirijo hacia donde tengo el taxi aparcado sin volver la vista atrás.
Frunce el ceño al verlas tan tranquilas.
¿No os dije que os diérais prisa? - las riñe, cambiándose rápidamente... - Supongo que sí estarán vuestros padres... espero que el director o alguien les haya avisado del incidente y de que estamos sin luz... - se queda pensando...
¿Dónde voy a dejar todos estos críos si no...? ToT
En fin... venga, ir saliendo y esperarme a fuera...
Mientras el tiempo va pasando y deja que los demas hagan lo que tengan que hacer, Roberto se acerca a las ventanas y contempla la escena que pudiera existir abajo, quizas, si hubiera policia, estarían lo suficientemente entretenidos como para que le dejaran salir tranquilo cuando asi lo hiciese y no preguntarian sobre los destrozos del gimnasio.
Hans saludó con la cabeza al chico. Siempre había sido un hombre parco en palabras y con lo sucedido no tenía ningunas ganas de hablar más de la cuenta.
Oye chico... se rascó un poco el mentón poniendo luego cara de desagrado al ver los restos de sangre en las manos. Algunos de los que hemos estado en el gimnasio y hemos visto eso queremos hablar, la china dice de un bar aquí cerca. Creo que por el bien de todos deberías acudir.
En aquel momento el taxista pasó por su lado con la niña, este no se giró en ningún momento protegiendo a la chiquilla, antes de que llegaran al taxi Hans en un par de rápidos pasos se colocó delante. Oiga. A mi tampoco me gusta ir a tomar unas copas con desconocidos pero creo que todos deberíamos poner en común lo que... Iba a soltar un taco pero con la niña delante se contuvo. Lo que ha pasado aqui -concluyó-.
Las niñas salen obedientemente. Te empiezas a vestir, y una voz que reconoces como la de Pilar, la socia del dueño del gimnasio, te llega hasta donde te encuentras... Bien niños, así que estais aquí... Id bajando que vuestros padres os esperan fuera... Escuchas varios pasos ruidosos, y después todo queda en silencio...
Te asomas a la ventana, desde donde te encuentras no ves gran cosa... Estiras un poco el cuello para poder ver mejor, y puedes observar como una ambuláncia se aleja, y unos policías empiezan a despejar la calle, que se encontraba llena de curiosos... Una furgoneta se encuentra mal estacionada, y ves a un hombre apoyado en ella, parece estar destrozado, a su lado una mujer policía habla con él...
Miro asustado al hombre que se dirige a mi... En claro? No ha quedado claro? Yo... Yo me voy a casa, mi hija... Miro hacia Verónica que observa todo con curiosidad... No se quien es esa niña, ni por qué es amiga de mi hija... Pero dejadnos en paz... Doy media vuelta dejando al hombre con la palabra en la boca y continúo mi camino hasta llegar al taxi.
Puede contar conmigo, vayamos a ese bar y hablemos. Esto... es demasiado increíble como para dejarlo pasar. Es evidente que quiere decir algo, peor hasta que no pongamos todos los hechos en común va a ser imposible, poner un poco de luz en todo este asunto
Esa "amiga" de su hija no es una jodida cria. A la mierda con la educación -pensó Hans- se le duelen los oidos a la niña culpa del imbecil de su padre.
Esa niña también a mi me ha hecho visitas durante el día de hoy, ha causado la muerte de... del dueño del gimnasio y ha dejado la cara de un culturista llena de putos surcos. Asi que creo que deberíamos hablar todos o quizá a la proxima persona que arrollen te sepa peor.
Pienselo, quizas incluso podria ser usted la próxima victima. No pierde nada por venir a hablar con nosotros
Mientras se cambia escucha a una de sus jefas hablar con los críos... Takako sonríe levamente y suspira. - Qué bien... - si estaban sus padres todo estaba solucionado.
Con la bolsa en el hombro, sale de los vestuarios volviendo a suspirar y mirando el móvil... quizás tenía alguna llamada o algun mensaje... se encamina hacia las escaleras para ir donde han quedado, sin acordarse que quizás el fortachón esté allí a fuera.
Que estás insinuando? Siento como la rabia va creciendo en mi interior. Sin darme cuenta empiezo a alzar la voz mientras gesticulo con los brazos. Yo no soy responsable de lo que ha ocurrido. Seguro que sois vosotros quienes habeis invocado eso... Yo... Yo... Me cago en la pu... Bajo un momento la mirada, mirando a mi hija. Está escuchándolo todo, con una expresión asustada en su pequeño e inocente rostro... Mierda, como ya he dicho me voy a casa. Respiro profundamente para relajarme, y aprieto fuertemente su mano mientras me alejo de esos dos hombres. Me encamino hacia el taxi que está aparcado allí mismo, y sin volver la vista atrás le hago subir a mi hija y también me monto...
Podeis observar como se sube a un taxi con matrícula 6543 BCN. Por la forma de hablaros el hombre parece bastante asustado...
Sin pensar en el chico que se ha quedado en la otra sala, bajas las escaleras. Sacas distraidamente el móvil, extrañada, ves que se encuentra apagado. Intentas encenderlo pero al apretar el boton sale un mensajito que te indica que la batería está agotada. Llegas a la planta baja cruzándote con Pilar, te saluda distraídamente. Puedes observar como tiene los ojos enrojecidos y tiembla levemente. Se dirige hacia la pequeña recepción y coge el teléfono. Desde donde te encuentras puedes ver la calle, y fuera observas al extrangero y al chico que te estuvo tranquilizando...
Mira extrañada a Pilar... y a los dos chicos de fuera. Finalmente decide dirigirse a Pilar.
Pilar... ¿ha pasado algo? ¿El accidente ha sido grave...?
Algo asustada la mira preocupada y le acaricia el brazo, sabiendo que ha llorado o está llorando.
Gilipollas...
Esta bien, no podemos hacer nada con el viejo. Vamos con los demás. Mientras Jürgen se dirigía de nuevo la gimnasio para reunirse con el resto sacó una estilográfica de la chaqueta y apuntó el numero de matricula del taxi en el cajetín de los cigarrillos.
Enry se fijo en el distintivo del taxi, por si era de alguna compañía y el el número de licencia del taxista, asi luego podría localizarle y preguntar por el, y averiguar donde vivía ese tipo. Esperaba no necesitar la información pero si las cosas se llegaban a complicar quizás necesitaran hablar con la hija de ese tipo otra vez.
Esta bien vamos con los demás
Pilar levanta la vista, con una mano seca sus húmedos ojos mientras intenta esbozar una sonrisa. Sonrisa que se rompe convirtiéndose en un sollozo...
Es Cristoff... Una furgoneta... Lo ha atropellado... Dios... Tengo que cerrar el gimnasio... yo... No se que tengo que hacer... Consigue decir entre sollozos mientras entierra la cabeza entre sus manos.