Si hay algún libro en mi habitación bien sino... creo que debo intentar descansar
La torre tenia cuatro plantas o niveles. El mago tenia sus habitaciones en la mas alta, justo debajo estaban vuestras habitaciones y por debajo dos pisos de puertas cerradas.
La mayoria de las salas cerradas guardaban aun trastos, ruecas, cajas, cestas de mimbre rotas, arcones de ropa vieja de bebe...
Cuando estabas en la planta mas baja viste entrar a un soldado en la torre que te encaro con cara de perro.
- Lor Bragost requiere su presencia.- gruño.
Miró al soldado con cara de pasmo, pero pronto recordó su misión oculta... asintió a sus palabras y siguió al hombre sombríamente.
Encontraste un libro que hablaba de batallas de la antiguedad, de grandes guerreros considerados heroes y de bellas princesas en lejanos reinos... La mayor parte sonaba a invencion, las historias podian ser reales pero tan adornadas que nadie con un minimo de inteligencia podria creerlas. ¿Un hombre herido de muerte, desangrandose y con solo una daga por toda arma mato a tres dragones, rescato una princesa, cabalgo cinco dias por el desierto y libero un pueblo de un tirano antes de caer muerto? Era un insulto a la inteligencia pero no estaba mal si se leia como un cuento infantil.
Tus ojos se terminaron cerrando y en tus sueños te sentiste perseguido por un largo bosque, oscuro y siniestro. Te diste cuenta que era como ver atraves de los ojos de tu padre, llevabas sus ropas, eran sus manos las que empuñaban lo que quedaba de su espada rota.
Detras de ti un escuadron de caballeros montados en sus corceles.
Viste la sangre y sentiste el dolor... estaba herido.
Ante ti el acantilado y una unica opcion... saltar o morir atravesado infamemente por media docena de espadas.
Salto... sin meditarlo mucho, eran pocas las opciones de sobrevivir a eso pero ninguna la de quedarse... supiste cual era su pensamiento. Mantenerse con vida para volver a buscaros y acabar con Lord Bragost...
Sintiendo la sensacion de caida te despertaste sobresaltado.
Padre...
Me levanto y voy a tomar algo de agua, según la hora ya decido si intento volver a dormir o no.
El sol esta a punto de salir, puedes decidir si tumbarte un rato mas o ponerte en marcha.
Comienza el día...
Me aseo si es posible y miro en el armario a ver si hay ropa, sino la de ayer claro. Me asomo por la ventana a ver a donde da y luego salgo por la puerta.
En tu armario esta ya tu ropa, incluida la capa donde tienes tu daga oculta.
Te vistes. Por la ventana puedes ver todo el patio, que ya esta siendo despejado de los festejos. Tambien puedes ver la ciudad a lo lejos, las casas pequeñas y bajas donde viven las gentes sencillas alejadas de las intrigas de palacio.
Me pongo ropa pensando...
Ahora tengo una visita al bosque pero tengo que buscar un sitio mejor... quizá bajo el tablón del armario, bajo el fondo de un cajón... ya lo buscaré...
Bueno es hora de salir... seguro que ya está despierto alguien
Al abrir la puerta ves a tu maestro esperando ante el marco.- Buenos dias Tiberio, veo que te has despertado pronto. Espero que no sufrieras pesadillas, olvide avisarte, una vez que se abre la mente al estudio de nuestras facultades, como consecuencia, la mente suele traernos sueños inquietantes.
- Buenos días... ha sido un sueño desagradable pero no del todo supongo. ¿Podría hacer una pregunta? Al escuchar mis pensamientos... habéis captado todo lo que estaba en mi mente en ese momento... ¿entonces no tengo secreto alguno? -
- No escucho todo... si que tienes secretos, no urgo en tu mente y apartir de ahora... limitare mucho lo que escucho. Lo siento.- dijo con sinceridad.- Eres mi primer discipulo y seguramente seras el unico. Vas a tener que perdonar que cometa errores constantemente.
Pensativo parecía reirse
La idea es graciosa... maestro pidiendo perdón a un alumno... yo estoy seguro de ser un desastre como alumno... que locura de día empieza jajaja
- Maestro no tenéis que disculparos por algo así... os estoy agradecido por enseñarme a controlar esto... ¿primero y único? No me lo imaginaba así la verdad -
Volviendo a un rostro más serio
- ¿Podéis escuchar lo que tengo que decir? Es algo... privado - ¿Sabéis lo de la daga?
- Se que Lord Bragost pensaba en una daga cuando hablo conmigo.- Respondio manteniendo el secreto de vuestra conversacion.
- Nunca pense que hubiera alguien que tuviera una mente lo bastante abierta como para entender mis enseñanzas, despues de todo enseño a usar algo que no existe..- dijo con una sonrisa picara.
Esa daga es mía... me la entregó mi padre, pertenecía a mi abuelo y parece que tiene un gran valor que desconozco.
-Entonces guarlada bien, si el Lord la quiere no sera por nada bueno... Es posible que tenga algun poder o que aparecca en sus visiones del oraculo.
Por el momento la guardo... pero tengo que buscarle un sitio mejor por supuesto; bastará con eso y las protecciones de la torre supongo
- ¿Vamos al bosque? ¿Debemos llevar algo? -
- Pasaremos dos dias y una noche fuera, toma una bolsa y mete en ella lo que crees que puedas necesitar. La comida la encontraremos de camino pero de noche vas a necesitar una manta.- Te aseguro.
Me dirijo a la habitación y de allí cojo dos mantas, ropa y alguna cosilla que pueda necesitar. Cuando tenga todo listo en una mochila o petate salgo de nuevo.
- ¿Y Laurielle? -
- Podeis ir a buscarla, no me fio de dejarla aqui sola.- dijo Morgul.- Mientras ire por mi bolsa, nos veremos abajo, en la puerta de entrada de la torre.