Partida Rol por web

No puedo creer lo que he visto. En el fondo sabia que no era una fiesta, pero esto nunca lo hubiera imaginado, un muerto levantandose de su lecho y paseandose entre los vivos como si nada. Pensativa hago un repaso a los acontecimientos que me han sorprendido ultimamente. Arboles que matan a la gente, espectros que se aparecen y tratan de defender su tumba, y ahora esto. Adelantandome me dirijo decidida hacia Jorandash y lo agarro del brazo en un impulso inconsciente fruto de mi nerviosismo.  

-No es la primera vez que esto ocurre, verdad? Que hay al norte, una comunidad de muertos vivientes? Es eso lo que debemos controlar?- sigo caminando a su lado esperando que responda, no voy a parar hasta que me diga que esta pasando. 

Swen asiente y murmura algo. Luego mira a Kenvent evaluando su reacción -un ligero temor se dibuja en su rostro- y se gira para desandar lo andado. Vuelve unos pasos por detrás de Jorandash mientras su absorta mirada permanece clavada en su espalda. No le sorprende especialmente la reacción de Loranda y mira la escena con un atisbo de sonrisa en la comisura de sus labios.

La musica deja de sonar mientras regresais a la cabaña. Durante el camino, Jorandash está más callado y serio que de costumbre, caminando delante de vosotros mientras se resguarda del viento helado.

En la oscuridad de la noche, cualquier ruido os sobresalta más que de costumbre; Saber que hay un cadáver caminando por algún lugar no es demasiado tranquilizador.

Ya en la cabaña, os sentais alrededor del fuego mientras Jorandash permanece de pie. Parece que tiene algo importante que deciros.

-Hay algo que no os he dicho, no por que deseara ocultaroslo sino porque pensaba que sería muy improbable encontrarnos con una escena como la que hemos presenciado esta noche... Pero ahora debeis saberlo. Spol es una tierra extraña. Hace cientos d eaños, antes de que llegara el imperio e incluso antes de que los carmanianos se convirtieran en señores de estas tierras, sus habitantes adoraban la muerte como si de una divinidad se tratara. Vivamort, que asi es como llamaban a su culto, era una práctica nigromantica que ha perdurado hasta el dia de hoy, transformada en tradición. El imperio quiere erradicar tan impío culto de sus tierras y ahí entramos nosotros. Nuestra misión es la d evigilar y asegurar la frontera, pero también la de erradicar cualquier tipo de brote cultista a Vivamort. Lo que hemos descubierto en el pueblo puede ser algo significativo y debemos llegar hasta el fondo de este tema. -Da un par de vueltas, nervioso por la sala. -Esto es algo que ni siquiera el conde sabe, por lo que si tenemos éxito e informamos al imperio, puede que nuestra suerte, especialmente la vuesta, cambie.

Jorandash se sienta. de repente parece nervioso y no puede ocultar una media sonrisa cuando sigue hablando.

-Kenvent, Swen y Aldar; Mañana antes del amanecer saldreis a explorar la zona del norte de Negraard. Quiero que busqueis cualquier rastro y averigueis donde ha ido el cadáver. No os arriesgueis demasiado, si veis algo raro regresad de inmediato a informar y procurad estar aquí antes de que caiga la noche u os vais a congelar. Loranda, Kilder y Erikand, vosotros bajareis al pueblo y tratareis de descubrir algo sobre lo visto ayer; Sed sutiles al recabar información, procurad no mostrar demasiado interés y recordad que estamos aqui para proteger a sus gentes, asi que nada de interrogatorios violentos.

Se levanta de nuevo y alza su voz más si cabe, afianzando su papel de líder.

-Debemos averiguar qué pasa en el pueblo, quien está detrás de todo esto, a dónde fué el cadáver y con qué proposito. Ahora vamos a descansar. Mañana será un dia largo.

Apenado y defraudado por el descubrimiento, ya que no fue una fiesta como yo esperaba, escuché las palabras de nuestro "jefe".

Vaya fiestas mas raras, o sea, que se dedican a despertar muertos, o como mínimo eso parece, pero no tenemos pruebas de que el viejo estuviese muerto. Podría ser una especie de farándula. Igualmente, estar aquí encerrado me resulta aburrido, así que no diré nada y podremos ir de excursión al pueblo. Igual puedo aprender algo.

-Muy bien, investiguemos el tema, a ver que pasa exactamente en este pueblo. A milo que me gustaría que hiciésemos, si puede ser, una visitilla nocturna al cementerio del pueblo (si tienen), y abramos un par de tumbas, a  ver que hay dentro escondido.

Swen cruza una mirada cómplice con sus futuros compañeros de rastreo. Primero Kenvent, luego Aldar. Pero permanece callado.

Kenvent ve por un instante un extraño gesto en los ojos de Swen, un "tengo miedo", un "tenemos que hablar", un "confía en mí", un "no tengas miedo".

Ya me extrañaba que nuestro trabajo consistiera en "solo" trabajos forzados. El tono autoritario de Jorandash no da mucho margen, así que le devuelvo la mirada a Swen y me quedo pensativo unos segundos. Estoy a punto de decir algo pero me callo. Ya habrá tiempo de hablar cuando estemos más allá de la frontera.

La idea de quedarme en el pueblo me alegra, por la noche pienso en la manera de preguntar a la gente para intentar sacar informacion del macabro suceso que he presenciado. Kilder me preocupa un poco, pero se con certeza que no es estupido e ira con cuidado, tan solo es un poco alocado pero no creo que diga algo que no convenga, se trata de averiguar que esta pasando y se que lo hara bien. Si quiere ir al cementerio iremos y veremos que hay alli. 

Por la mañana me levanto mas temprano que de costumbre, sin hacer mucho ruido me pongo a cocer pan dulce, mi abuela me enseño a hacerlo y se que podra serme util cuando vayamos al pueblo. Espero que mi grupo este listo para hacer lo que nos ha encargado Jorandash. 

Dirijo una mirada cómplice a Swen y luego me dirijo a Jorandash con sorna:

-A ver si lo entiendo, ahora resulta que el maldito imperio quiere erradicar el culto a este dios infernal que resucita a los muertos... -mi sonrisa se desvanece antes de proseguir- ¿pero al mismo tiempo no le importa hacer pactos con los monstruos del Caos para que aniquilen a sus enemigos, como hicieron con mi poblado?

No sé si nos estás mintiendo, Jorandash, o te has creído a pies juntillas todas las mentiras que te han dicho tus amos... pero todo esto es de locos y lo único que tengo claro es que en estas tierras la verdad es algo muy difícil de encontrar. Vamos, dinos ya, ¿de quién has recibido la orden de erradicar el culto de Vivamort, si no ha sido del conde ese?

Erikand asiente. Todo esto resultaba demasiado extraño...

Si queria descubrir a alguien, debia hacer que se mostrase.
-Quiza...Bueno, es un tanto arriesgado, pero si me hago pasar por un profeta de un falso Dios? Eso quiza les enfade y nos ayude a identificarlos...

Escucho a Kenvent, y le digo:

-A mi me gustan esa clase de planes, pero en tu caso, nos arriesgamos a salir del pueblo a pedradas, ya que parecen muy devotos a su causa. Eso no quiere decir que no lo podamos intentar, claro. Algo se nos ocurrirá -digo sonriendo a Loranda-

Jorandash lanza una mirada severa a Kenvent.

-Los propósitos del Imperio Lunar no son cosas para comprender en un instante, como a ti te gustaría Kenvent. Pero en cualquier caso, no es mi tarea la de educaros sino encargarme de que se cumple la misión que nos ha sido encomendada.

Sin querer hablar más, Jorandash se retira y espera que hagais lo mismo.

Cuando salís de la cabaña dirección al pueblo, vuestros tres compañeros hace ya un buen rato que partieron.

Negraard es una aldea pequeña, formada por cuatro familias y un total de 25 personas aproximadamente. Es un pueblo dedicado a la ganadería que crian grandes reses de las que se aprovecha todo y venden los excedentes de pieles, carne y queso al resto de la provincia.

La estructura del pueblo es sencilla: Cuatro casas-granja donde viven las familias y cuidan a sus animales que rodean una gran plaza donde otro edificio hace de mercado cuando, una vez al mes, llega el comerciante del sur.

Salís de la cabaña amparados solamente por el resplandor de Yelmalio. El frio es intenso, pero no durará mucho y cuando Yelm aparezca, será soportable. Os dirigís a la zona norte del pueblo, donde el muerto andante de la noche anterior desapareció. Es una zona boscosa, quizás la última d ela región, y toda su vegetación es baja y tupida debido a los frios vientos que soplan del norte ocasionalmente.

Me agacho y empiezo a examinar la nieve en busca de las huellas del cadáver. Al principio me las prometo muy felices, dando por sentado que habrán permanecido firmemente impresas, pero pronto me vuelvo a levantar meneando la cabeza.

- Lo siento, no ando muy fino últimamente. Creo que la cárcel me está pasando factura, o alguna nevada de última hora ha tapado las huellas. No encuentro nada.

-Quizá mi idea de ayer fuese un poco alocada, pero... quizá podríamos observar. La noche de ayer fue larga, las personas que asistieron al ritual seguramente hoy se encuentren cansado. Quizá les notemos algo. El problema es si no aparecen, en cuyo caso... no he pensado nada aún.- Erikand sonríe. No tenía mucha idea de cómo sacarle a esa gente nada del culto.- Una cosa está clara, nosotros escuchamos desde nuestra cabaña la música. Podríamos empezar interesándonos por eso...

-Bueno, vamos a tener que jugar con su incultura para poder sacar algo en claro.

Arranco un trozo de rama a un abeto por el camino.

-Mi propuesta, es preguntar directamente por el difunto, y pedir que nos enseñen la tumba, inventando cualquier excusa, a ver como reaccionan. -Miro la rama, y les digo- esta rama será perfecta para mi plan, aunque sigo abierto a nuevas propuestas, claro está.

-Podriamos observar por supuesto- miro a Erikand- Pero yo propongo algo mas directo a ver si da resultado. Mi idea es muy simple, quiero dar una fiesta. Una pequeña fiesta, hice pan dulce por la mañana y llevo algo de vino, podriamos invitar a todo el pueblo, no son tantos. Seria facil, montar en la plaza una mesa a mediodia y compartir con la gente del lugar lo que llevo. Diria que en mi familia tenemos la tradicion de celebrar con una pequeña comida el aniversario de la muerte de un familiar querido, en este caso seria mi padre. Si la gente accede a venir el  motivo de la celebracion daria pie a hablar de los muertos y del dia que fallecen. Es algo arriesgado pero con astucia y tacto podemos averiguar bastante mas que observando. Que me decis? -el plan de Kilder es parecido al mio solo que mi forma de preguntar seria mas sutil. Solo falta ponernos de acuerdo para pasar a la accion.  

Entrecierro los ojos al mirar hacia el amanecer y luego fijo la mirada en el norte con el ceño fruncido y me pregunto qué habrá por allí. Solo se oye el crujir de nuestros pasos sobre el manto blanco del paisaje. Qué lejos estamos de Brolia, parece que no podríamos estar más alejados. ¿Y qué estará haciendo Arrhya ahora? -pienso con nostalgia. Luego empiezo a buscar rastros entre la nieve, por aquí y allá.

-Qué tierra más extraña, esta Carmania. Aquí parece que a todo el mundo le guste ser esclavo... -reflexiono en voz alta, sin dejar de buscar huellas en la nieve-. Además, parece que todo el mundo miente sin parar -Hago una pausa larga antes de continuar-. ¿Y qué os parece lo que nos dijo el perro de Jorandash anoche? Me refiero a antes de ir a ver a los chalados de los pueblerinos. ¿Será cierto que todo esto es un plan para que lo matemos y así puedan tomar represalias contra Brolia? ¿O sería otra mentira para confundirnos? -suspiro profundamente-. Y luego está esta nueva misión tan extraña... ¿No os parece extraño que el perro reciba órdenes de otra persona que no sea su adorado conde asqueroso? -luego me dirijo a Aldar-: Oye, Aldar, fíjate en eso, creo que es el rastro que andamos buscando...