Partida Rol por web

Desde el interior del laberinto sobrevolaron varias escobas. En ellas, no sólo iban los aurores, sino Annelie Grindelwald y Linus Avery, los dos Slytherin que tanto Agatha como Ulfric estaban echando muy en falta.

Por su parte, estos últimos, se percataron de su llegada nada más observar las siluetas a gran distancia. 

Sin embargo, para los alumnos fue algo más complicado. Ya que no consiguieron distinguir demasiado bien las caras hasta que no se hallaron en un intervalo aceptable. Pero cuando lo estuvieron descubrieron que todos (Agatha, Altair -aunque este ligeramente más alejado, al haber comenzado a dar unos pasos-, Cliodna, Randall y Ulfric) se encontraban junto a la directora McGonagall.

Al parecer hablando sobre lo pasado, pues Von Hoggen tenía agarrada una escoba en la mano.

Me mordí la lengua al escuchar cómo la Directora MacGonagall nos enviaba a que guiáramos a los estudiantes a sus respectivas habitaciones, sentía el temor en el pecho al pensar que algo pudiera haber ocurrido a Annelie. En ese momento, la Directora pareció ver algo hacia el cielo y seguí la dirección de su mirada. Solté un suspiro de alivio, que vino seguido de un resoplido de molestia.

Me solté del profesor Von Hoggen y comencé a caminar en la dirección en que estaban aquellos dos, esperando a que descendieran junto con los aurores.

Continuo avanzando si mirar atrás, pues no tenía ningún interés en el estado de los dos Slytherin.

Cuando la directora habla, Ulfric capta al vuelo la indirecta, y además, comprende perfectamente la intención de su antigua profesora de transformaciones. Le hace un gesto de comprensión total, y, mira alrededor. Ve como parece que llegan los otros dos alumnos, y como Agatha se separa de él, así que aprovecha el momento, y que el señor Black ya ha avanzado algo, para indicar.

-Ya han escuchado, vayamos a las salas comunes. Sin prisa, pero ahora mismo. Aguarde, señor Black, que me ponga a su altura. Venga, -dice, mientras da unos pasos de espaldas, mirando al resto de alumnos, y a la par viendo la escena- venga, todos detrás mía, vamos. Daré aviso de que los elfos domésticos les sirvan algo en las salas comunes. -Dijo, y se dio la vuelta. Se acercó a Altair, para comentarle algo en privado.

Cuando estaban ya caminando hacia el colegio, Ulfric se acercó a Altair, y le preguntó, discretamente:

-Señor Black, comprendo su actitud, y agradezco que haya ayudado a la señorita Black, de la cual me siento responsable, al ser de mi casa. ¿Recuerda la cuestión que investigaba el señor Buzanszky con usted? ¿Puede que esto tuviera algo que ver con el inaceptable comportamiento de hoy del señor Avery o usted lo descarta? Los profesores hemos sido distraídos a propósito ...

Le dijo con curiosidad. 

La verdad no lo sé profesor, sólo sé que Linus quería ganar y no le importó a quien hiriera para lograrlo, por eso yo mismo intenté matar a Linus y no tengo ningún inconveniente en admitirlo frente a usted.

No pienso contenerme ante cualquiera que intente dañar a mi familia, pero lo cierto es que me falta practicar mis capacidades de lucha y aquí en la escuela no tengo con quien hacerlo, pues el docente a cargo de los duelos no es una persona que me parezca confiable.

Tal vez usted profesor Von Hoggen quiera ayudarme, estoy decidido a vengar la muerte de mi hermano a toda costa, pero si voy tras esta gente con mis habilidades actuales, no tendré mucho éxito.

En especial porque todos ellos son mortífagos y eso me lo dejó en claro Ollivanders y su cobardía al ser confrontado por el señor Burzánsky. ¿Puede usted ayudarme a hacer justicia o tengo que hacerlo por mi cuenta? - pregunto con sinceridad.

Pues detengo mi marcha y camino junto al profesor Von Hoggen conversando en privado.

Sin poder evitarlo hago una mueca visiblemente extrañada. 

—Muy raro— respondo —, pero hay que fiarse de su criterio, así que no tendré problema alguno de conversar sobre esto más tarde. 

Estoy dispuesta a hacerlo, aunque no comprendo su interés sobre mi condición si ya me he registrado en el Ministerio de Magia junto a Jayden, así que en teoría debe estar todo bien. No obstante si una manada de Licántropos anda por esta zona, no me extrañaría en absoluto que vengan a buscarme. Aún así, no comprendería el interés hacia mi persona.  

Ahora dejando atrás aquel diálogo mientras nos toca salir volando de aquel laberinto, en cuestión de minutos estamos en la entrada con todos los presentes. Lo cual desvío la mirada hacia mi Madrina que por las expresiones de su rostro no debe estar todo bien o hay algo que se me está escapando. Así que mientras me cercioro de que Linus está conmigo, me quedo muy cerca de él y desvío la mirada hacia Altair que se retira rápido. 

Una pequeña sonrisa se refleja en mi rostro, pero se apaga en cuestión de segundos cuando Agatha decide seguir mis pasos y no cambia esa expresión. Es demasiado manifiesta y la conozco demasiado, así que antes de avanzar le hago un gesto a Linus de que quiero hablar con ella y la espero. 

—Madrina ¿Hablamos? — pregunto. 

Linus miró sorprendido a Anne cuando esta confesó su condición ante los autores. No era el mejor momento para ser sospechoso de nada y la mirada de Linus evidenció las dudas al respecto sin poder ocultarlo. Aunque acto seguido volvió a adoptar su cara de seriedad habitual- No debo preocuparme por ella. Sabe lo que hace... Aunque me cuesta no hacerlo- pensaba después de aceptar las palabras del auror y subirse a su escoba.

Cuando llegaron con los demás Linus se acercó a Anne y le susurró:

-Creía que no estabas inscrita en el ministerio... No sé si es el mejor momento para recordarles tu condición Anne- dijo esbozando una ligera sonrisa mirándo a la chica. Después, al ver que quería ir con Agatha éste se apartó y fue hacia otra persona de los que estaban allí.

-Randall- se acercó a su amigo de la que todos estaban ya disponiéndose a volver a Hogwarts- No me esperaba tu ataque antes, pero bien hecho, me costó deshacer el hechizo de Anne- le tendió la mano con una media sonrisa- ¿Sin rencores?

-Piense- propuso con firmeza Circe, llegando a esbozar un semblante algo dudoso al no entender cómo no se lo había planteado por sí mismo Sándor. Tienda usted la trampa, llegó a expresar sin vocalizar, sólo con gestos y movimientos de labios. Para prevenir, antes que curar.

-Está expuesto a merced de los demás. Y un ejemplo es el broche, las posibles emboscadas- teniendo en cuenta lo sucedido con los boggarts-, o incluso mi propia decisión de seguir sola –explicó la nigromante sin titubear en lo que le estaba contando a Buzánszky.

-Déjeme el broche- acabó susurrando mientras extendía su mano llena de anillos y extraños brazaletes que ocupaban la mayor parte de la piel de sus brazos.

- ¡Si, si!- asintió mientras la Bruja le vocalizaba - pero lo que tengo en mente no puedo aplicarlo aquí salvo... - no sabía cómo decírselo sin que me oyese el broche, así que movió los labios de similar manera - u s t e d  m e  v i g i l e e  i n t e r v e N g a.

Para un tipo tan poco expresivo gestualmente, aquel ejercicio de mímica le resultó dificultoso y agotador, a la par que embarazoso. Sentía que quien le viese le tomaría por idiota. Por suerte para él, sólo estaba Circe y ella ya lo había asumido con antelación.

- Creo que volveré, ahora que ha llegado. Es posible que me necesiten en el laberinto - mintió, mientras dejaba un momento el broche a la nigromante. Una vez se lo devolviera, daría media vuelta y esperaría a ser emboscado por el camino. Sacó su varita y se apuntó.

- Protego totalum.

-Claro, tío, sin rencores -le contestó Randall a Linus, con una sonrisa y procedió a estrecharle la mano. Pues si bien Avery había atacado a Cliodna, él se lo había devuelto petrificando a Annelie, por lo que a ojos del Lestrange había sido un intercambio equivalente. Para Randall, habían quedado en paz-. Al menos al final ganó un Slytherin, eso es lo importante.

Los profesores ya indicaban que nos retirásemos, por lo que procedí a marcharme en dirección a la sala común de Slytherin.

Cuando Keith pisó el suelo del torneo de nuevo, Minerva se dispuso a alejarse del grupo con el que estaba –formado por los profesores y alumnos mencionados- para hablar en privado con él –les ruego que me disculpen- comunicó antes de echar a andar. Dejando ahora a los recién llegados Annelie y Linus con todos los que previamente se encontraba reunida.

Ya que, como directora, McGonagall no iba a interrogar a nadie, esa no era su labor. Ella iba por la vía de la diplomacia, tratando de contrastar y obtener información de fuentes que se aproximaban mucho más a lo seguro, a lo fiable.

Un nuevo -y muy conocido por vosotros- auror se acercó –vamos, yo os acompaño- comentó Harry tratando de custodiaros en el camino de regreso a Hogwarts.

Dejando visiblemente su adultez -y una varita no muy alejada de su mano para poder actuar si hiciera falta-, esperó unos pocos segundos y comenzó a caminar cerca vuestra.

Pues su experiencia en torneos era ya más que legendaria.

El descaro de las palabras de Anne, como si me ordenara hablar con ella, me tomó por sorpresa. -A veces es igual que su padre, señorita Grindelwald.- Dije sin poder contenerme, antes de apartarla para seguir al resto del grupo, pero lo suficientemente alejadas para que no escucharan lo que íbamos a conversar.

-¿Puedes explicarme qué ha sido todo eso, Annelie?- Dije una vez estuvimos fuera de oídos indiscretos, mi ceño fruncido. -No sabes lo aterrada que estaba de que te hubiera pasado algo, y luego llegan los señores Lestrange y Black diciendo que Linus intentó asfixiar a la señorita Black.- La respuesta que había dado a Randall al señor Avery cuando se dieron la mano era completamente contraria a la reacción visceral que había mostrado el Slytherin cuando estaba explicando los sucesos dentro del laberinto. -¿Te pareció que Linus actuaba acorde a como es él mientras estuvieron alli? ¿Pudo haber sido manipulado de algún modo?-

No puedo responder a las palabras de Linus ya que estoy con Agatha y es conveniente mantener una conversación para darle alguna que otra explicación de mi parte. Aunque sí que me ha dolido el comentario sobre lo parecida que soy a veces de mi padre, es el tipo de frase que no quieres escuchar porque es un puñal directo al corazón y comprendo gracias a ello que debe estar muy enojada conmigo para que me lo diga. 

—No necesitas ser cruel—digo triste. —Me lo merezco lo sé y te debo muchísimas explicaciones, no sé por dónde quieres comenzar pero bueno, supongo que respondiendo tus preguntas.

Le dejo en claro que iré por ello primero y como la conozco, estoy segura de que entenderá todo. 

—Sólo te invité a conversar y darte las explicaciones necesarias—me excuso—No fue así, Linus ejecutó un incarcero en torno a Cliodna para inmovilizar y nada más. Yo un inferno muy bonito rodeando a Altair y Randall me ha lanzado un petrificus. 

Voy explicando cómo fueron las cosas, el Slytherin estaba exagerando en demasía y supongo que es normal considerando que le habían tocado a su chica. 

—Altair quiso defenderse con un fiendfyre pero Linus se lo rebotó y le ganó el combate a Randall también—respondo y niego con la cabeza—, mmm no. En sí por la ambición de ganar, ya sabes como es y los comportamientos que tiene. No sé cual es la sorpresa Madrina si nadie ha salido herido y ninguno es santo de todos los presentes, que no sean llorones. Además... No está prohibido eso dentro del Torneo. 

Ese sitio no era el mío, aunque ¿es que acaso había alguno destinado para mí? A decir verdad no quise pensarlo.

Lo importante era que para lo poco que me quedaba por abandonar el colegio y…ahí me veía: pequeña, sin función ni sentido. Como si fuese una diminuta muñeca inerte que no sabe moverse. Con costuras que me delimitaban pero dejaban en mi cara una sonrisa perpetua, un tanto tímida a la par que forzada.

Vete ya, no pintas nada, me dije al comprobar la situación. Aparte, sé que os parecerá absurdo -seguramente-, pero por unos lados comprendí que a Randall lo único que le importaba era lo suyo, su casa, sus copas, sus amigos, es decir, él y su ambiente. ¿Soy tonta? (por favor ¡quitadle los interrogantes! el mago me había defendido y aun así estaba portándome como una criaturita "especial", por ponerle algún nombre). Sin embargo, e indudablemente, demostró ser fiel a los Slytherin con su nueva frase. Y, me alegraba mucho, enserio -la culpa de haberles enemistado me hubiera generado un remordimiento sin igual. Depresión tal cual sin necesidad, pues el ataque incapacitante tampoco era algo fuerte que fuera a tenerle en cuenta a la pareja de Linus y Anne. Pues formaba parte de una estrategia por ganar que comprendía a la perfección-, pese a ello, una sensación de vacío me inundó por dentro sin quererlo.

Y puede que el propio respeto que le tenía a esa casa hubiera causado tal efecto.

¿Destino a andar huyendo siempre? Quizás. Lo único que sé es que echando una mirada hacia el recién llegado Harry y, seguidamente al suelo, comencé a andar sola en dirección al colegio.

Y es que así era yo, una tremendista bipolar.

Me mordí un momento la lengua, antes de abrazar a mi ahijada. -Escúchame Anne: hoy han intentado hacer algo aquí, y mi temor era que tú pudieras ser el objetivo. Liberaron a un número de boggarts que se suponían que serían parte de la prueba en el laberinto, claramente fue algún tipo de distracción para mantener a los profesores lejos de lo que fuera a ocurrir. Luego vimos que alguien hacía una señal desde el laberinto y... Por Morgana, temí lo peor.- Expliqué. -Así que perdóname que esté molesta, estresada, y asustada, por no saber si estabas bien o no.- Le puse las manos en las mejillas, mirándola a los ojos. -¿Pasó alguna cosa extraña? ¿Algo que no tuviera sentido durante la prueba?-