Partida Rol por web

El duque cerró la puerta tras de sí y todos miraron a Sigmund, eso no le amedrento, ya que estaba acostumbrado a hablar delante de muchos soldados.

-Empecemos entonces - su voz marcial y fría empezó a hablar de nuevo - Intentaremos ir lo más rápido posible ya que, como dijo el duque, tenemos un largo camino y hay que descansar.

En primer lugar, deciros que estoy contento con el grupo que formamos, todos parecéis muy capaces para realizar la misión y eso da seguridad.

En fin, He estado pensando en los grupos para la salida y quedarán así:

Naedunëa y Calypso en la primera salida.

Aeldar y Thorin en el segundo

Oliver y Lihem en el tercero

Áran -"al fin y al cavo esta bajo mi custodia" - y yo finalmente.

Miro a todos seriamente - Sed discretos cuando paséis por el pueblo por favor, una vez reunidos en el bosque y con las monturas que nos dé el Duque, hablaremos sobre cual será nuestro primer destino.

Y bien -Dijo finalmente con una voz más cálida y amigable, incluso con una pequeña sonrisa en su rostro- si alguien tiene algo más que comentar sobre su persona o sobre cualquier pensamiento adelante, sino es así, podríamos ir a tomar un trago y cenar algo para poder dormir tranquilos esta noche ¿no os parece?.

Desde su asiento Nae reflexionó sobre las palabras de Sigmund y pensó si debía intervenir o no. Finalmente, decidió hablar y exponer aquello que quería compartir con sus compañeros.

-Señores he tenido bastantes dias para reflexionar sobre la misión que se nos ha pedido y más en concreto sobre mi papel en ella, y ahora me gustaría compartir con vosotros mis conclusiones. Como guía del grupo he pensado sobre las posibles rutas que podemos tomar y he decidido que lo mejor, aunque siempre se puede cambiar si es lo que considerais, es que tomemos los caminos secundarios y asi no llamar la atención de los viajeros. Como la ruta más transitada para ir hacia Port Voynod es la de la costa, en mi opinión, lo mejor que podemos hacer es un descenso directo hacia mi pueblo, Los Robledales verdes y alegres, atrevesando asi los diferenes bosques que separan esta ciudad de la otra. Muy pocos se atreven a pasar por ellos ya que se cuentan leyendas pero os puedo asegurar que estamos completamente a salvo y que es el camino más recto y seguro para todos nosotros.-En ese momento la jovn hizo un pequeño inciso y miró a todos sus compañeros, no creía que fueran a tener miedo en el bosque pero siempre era importante aclarar que todas auqellas leyendas no eran ciertas. Desde pequeña se había criado entre ellos e iba y venía a todas partes atravesándolos y nunca tuvo mayor problema.-Si os parece bien en mi pueblo podemos descansar un día y retomar fuerzas para el largo viaje que nos queda por hacer. Sereis todos muy bien recibidos os lo aseguro. Hasta allí tardaremos más o menos seis días. Y de los Robledales a Port Voynod otros tres. Allí nos esperará un barco que el duque ha preparado para nosotros y la travesía puede durar entre dos y tres días dependiendo del estado del tiempo que nos acompañe. Una vez allí, todavía estoy meditando si lo mejor es atravesa o bordear los pantanos hacia karst, pero suponer que sean cuatro días y de Karst hasta Willem otros dos o tres días. Con lo cual nos esperan como máximo diecinueve días de viaje para llegar a nuestro destino, diecinueve días para concretar el siguiente paso a dar y prepararnos para lo que sea.- Una vez acabó de decir todo aquello que ella consideraba oportuno, decidió volver a su lugar. Pero justo antes de hacerlo se giró hacia Sigmund y le dijo lo siguiente.-Espero que no te haya molestado mi intromisión Sigmund pero creí necesario explicaros a todos cual era mi intención sobre la ruta del viaje. Ahora si opinais algo diferente podemos hablar de rutas alternativas.

Oliver escucho las palabras de Sigmund que le puso en el tercer grupo haciendo de Lihem su compañero, a lo que oliver indico ver su aprobación con un leve gesto de cabeza mirando a Sigmund, y después miro a su compañero con una leve sonrisa también dándole a entender que estaba descuerdo con la decisión de Sigmund, acto seguido escucho a Nae la cual expuso su plan y una vez mas Oliver asintiendo con la cabeza aprobó las palabras de esta.

Me parece perfecto Nae-dijo Sigmund a la vez que asentía con decisión "Mmm.. esta chica sabe lo que se hace, es una suerte tenerla de nuestro lado"-, de momento seguiremos tu plan hasta Karst, una vez allí y  si ningún contratiempo nos hace demorar demasiado, podríamos bordear el pantano, los pantanos siempre son sitios difíciles en los que defenderse.. Aunque si el tiempo apremia...

El guerrero miro a los demás por si alguien tenía algún apunte que hacer.

Al terminar el discurso de Nae, y tras asegurarse de que todos los demás no le prestaban atención, Áran se acercó a la elfa.

-Mi bella dama, aunque parece conocer muy bien los terrenos por los que pasaremos en la primera parte del trayecto, no parece tener muy claro el final de nuestro viaje. No me gusta entrometerme en la vida de otras personas, pero ya que la seguridad de todo el grupo depende en gran medida de los conocimientos de nuestro guía, puedo contarle algunas cosas de la región cercana a Willem, ya que nací al sur de Karst y he viajado toda mi corta vida. Todo esto si usted quiere, calro está. Pero ahora no es muy buen momento, parece que la gente tiene mucha prisa en irse a cenar. Quizás durante el viaje en barco tengamos tiempo de hablar tranquilamente, si es que una bella elfa como usted se interesa por lo que yo le pueda contar.

Y tras decir esto, le dio un beso en la mano y Áran dió por cerrado el tema.

Después de la respuesta de Sigmund y cuando todos ya nos levantábamos para ir a cenar, la joven elfa ve como Áran se le acerca. El joven le ofreció su ayuda para decidir la ruta a seguir en la última parte del trayecto. Al terminar su parlamento, coge la mano de Naeduëa y la besa. La joven tardó unos segundos en reaccionar después de esa muestra de cariño y respeto pero lo hizo como si nada hubiera ocurrido.

-Gracias por ofrecer su colaboración Áran, su opinión sobre la ruta la tendré muy en cuenta al tomar la decisión y como bien dice podemos ir hablándolo a lo largo del viaje. Pero que tenga claro que si conozco la zona a donde iremos, a lo mejor no tan profundamente como Fianosther, pero si que diferentes encargos me han llevado a Karst. Si no tengo claro por donde iremos es porque no sé como iremos de tiempo ni que otras incidencias podremos tener que nos hagan elegir un camino u otro.-Nae era muy prefeccionista en su trabajo y lo llevaba siempre todo bien planeado, por eso creyó oportuno hacerle la aclaración al joven Áran.-No se tome a mal mi comentario, pero soy muy cuidadosa en todos mis trabajos y si no estuviera preparada lo habría dicho. Ahora vayamos todos a cenar juntos que es un buen momento para conocernos más.-Hizo una leve inclinación hacia Áran y se encaminó hacia la puerta.

Allí se encontraba un robusto hombre acompañado por Picco y un elegante grupo de caballos y ponis. Conforme fueron llegando el mediano les fue informando:

- El duque estará a punto de llegar para despediros. -decía repetidamente con una exagerada inclinación reverencial.

El hombre robusto comenzó a repartir las monturas sin articular palabra. Cada uno tomó las riendas de un caballo excepto Calypso y Thorin que lo hicieron con las de dos ponis. Además, repartió raciones de comida de viaje para los dos primeros días y unas gruesas e incómodas capas marrones con capucha con las que podían ocultar completamente sus rostros. Finalmente, montado sobre un adornado corcel, llegó el duque, que tras desmontar con algo de esfuerzo se dirigió a los aventureros.

- Queridos amigos, poco más hay que decir acerca de este viaje. Os he proporcionado comida para los dos primeros días y unas capas para disimular la disparidad del grupo ante posibles encuentros. Espero que mis plegarias alimenten el buen sino de esta misión y os ayuden a encontrar el camino. Recordad que mi esperanza cabalga con vosotros y que mi familia depende del éxito de vuestra misión. 

 Con una significativa mirada hacia sus compañeros, Sigmund ordenó a su caballo ponerse en marcha al paso. El resto del grupo imitó al guerrero y pronto las tres personas que los despidieron se perdieron en la distancia y el grupo aceleró la marcha hasta que alcanzó un ritmo estable cómodo para los caballos y que los ponis podrían aguantar sin problemas durante toda la jornada.

 Nae ojeaba los mapas con rigor buscando una ruta que ella había recorrido alguna vez, pero no lograba localizarla en los manuscritos. La recordaba como una ruta sencilla de recorrer a caballo y bastante directa en dirección sur, además de poco frecuentada, lo cual la convertía en el camino idóneo para sus propósitos pero parecía no reflejarse en los mapas élficos proporcionados por el duque, lo cual resultaba extraño conociendo el detalle de estos a la hora de cartografiar zonas de bosque.

 Era mediodía y descansaban sobre unas rocas mientras consumían los alimentos que el duque les había proporcionado. Todos charlaban animadamente pero una imagen ocupaba la mente de Áran. Cuando el duque les deseó suerte a su partida, un movimiento de su cuello le permitió ver como una mancha verdosa recorriendo las venas inferiores del cuello del duque. Fue solo un instante y nadie más pareció percibirlo, pero aquella visión quedó grabada en la mente de Áran ¿Sería parte de las dolencias que sufría el duque? ¿Sería adecuado comentarlo con los demás o sería traicionar la intimidad del duque?

Lo primero es la tirada de los dados. Luego ya pensaré que hago en cuanto a la ruta. Como siempre, tuve muy mala suerte...es lo mio.

Después de una buena cena oliver se dirigió a su habitación con el propósito de descansar para estar despejado al día siguiente, todo indicaba que la aventura que estaba apunto de emprender requeriría de todas sus fuerzas y sus facultades mentales al máximo. Tardo en conciliar el sueño, no sabia si Sigmund se precipito al reclutar a Áran para aquella aventura, no sabían nada de el y aun así le dieron la confianza necesaria como para que formara parte del grupo. Sin darse cuenta y poco a poco oliver se fue durmiendo, hasta que el canto de los pájaros que entraba por la ventana levemente abierta lo despertó.

Se desperezo en la cama, dio un enérgico salto de ella para levantarse y después de asearse un poco se dirigió a las puertas del palacio donde esperaría a su compañero Lihem para partir hacia el bosque donde la noche antes se había dado ordenes para reunirse todo el grupo.

El camino lo hicieron prácticamente en silencio, bien por el sueño que todavía tenían o por el echo de no conocerse lo suficiente como para tener un mínimo de confianza.

Cuando llegaron al punto acordado en el bosque vieron como parte de sus compañeros ya gozaban de una nueva montura y algo de equipaje y viveres para el camino. Les fueron entregados los caballos, al igual que el equipo y los viveres, una vez oliver lo tuvo todo miro fijamente a su nueva montura.... Espero que seas fiel y veloz amigo mio, seguramente mas de una vez tengamos que salir corriendo de los problemas que nos podramos encontrar por el camino.

Las palabras del duque sacaron a Oliver de sus pensamientos.

No tardaron en partir hacia su próximo destino, Sigmund encabezo el grupo, cuando el se puso en marcha oliver hizo lo propio y con un leve movimiento de pies y manos hizo avanzar a su nuevo caballo. Al poco rato cabalgando oliver echo la vista atrás y no pudo ver mas que arboleda y matorrales, la ciudad había desaparecido y un pensamiento vino a su cabeza... Juro volver con tu familia sana y salva Jouheav.

Después de cabalgar durante varias horas por fin Sigmund decidió detenerse, momento que todos aprovecharon para descansar un poco y comer algo. Oliver se bajo del caballo y dejándolo atado a un triste árbol en medio de un gran claro se acerco al grupo para dar el también buena cuenta de la primera ración de comida que se llevaba a la boca en todo el día.

He aquí la tirada que me pediste.

Quería comentar que por la historia de mi pj, este no ha montado en muchas ocasiones, asique si quieres sacar partido de eso para darle más realismo no tengo ningún problema (siempre y cuando no me caiga encima de una roca, porfavor XD)

Desde que subieron a los caballos, Áran permaneció muy callado y pensativo. Sus gestos, siempre ágiles y precisos, parecían ahora torpes y distraidos, y una pizca de nerviosismo aparecía en su cara.

Nadie parecía tener muchas ganas de entablar conversación, y él no estaba de humor para romper el hielo. Aún tenía que digerir los últimos sucesos, y no había sido una comida ligera....

Cuando pararon a comer, parece que la alegría tocó al grupo. Todos se reunieron en un solo grupo y comenzaron a hablar mientras comían. Esa imagen le trajo recuerdos de su antiguo grupo de artistas, los viajes de su infancia... La nostalgia lo invadió y de repente no pudo soportarlo más:

-¿A alguno de vosotros le apetece ver unos trucos de malabares?- dijo en una pausa de la conversación, mientras sacaba 3 dagas de su jubón y se alejaba unos pasos.

Antes de que nadie contestara, comenzó el espectáculo.

El duque les despidió con una perorata digna de las altas esferas de la sociedad y justo después Sigmund, líder del grupo inicio la marcha acelerando el paso poco a poco. Calypso ordenó a su fiel poni que se pusiera en movimiento con una leve caricia bajo la oreja.

Vamos allá, Roun. Tenemos un largo camino por delante y cuanto antes empecemos mejor.

Cabalgó junto a aquel grupo durante horas alejándose de Fianosther con la sensación de estar adentrándose en una larga y difícil aventura. Viendo a sus compañeros no era capaz de distinguir un atisbo de maldad en ellos. Incluso Áran, aquel en el que todos tenían reparo en confiar parecía desprender un visible aura de bondad.

Llegaron a un claro en el que se detuvieron a descansar y el clérigo, al igual que su poni, agradecieron el descanso. La sensación de fatiga auguraba que no podrían seguir el ritmo pero él sabía que conforme fueran pasando los días, se acostumbraría a aquella situación y no tendría problemas en mantenerlo.

Al poco de parar, Calypso vio cómo Áran se levantaba e iniciaba una serie de impresionantes juegos malabares con unas dagas. No era muy dado a disfrutar de aquellos espectáculos pero no pudo reprimir una sonrisa al comprobar la maña de Áran. Sus rítmicos movimientos eran hipnotizantes y parecía imposible que aquellas dagas pudieran mantenerse en el aire sin el uso de la magia. Calypso no tuvo más remedio que admirar la destreza de su compañero y aplaudirle suave pero animosamente en cuanto hubo terminado el espectáculo.

- Es fantástico. Áran te felicito. En mi vida había visto tal muestra de talento manipulando objetos con las manos. Recordaré esto si algún día me tienta enfrentarme a ti en algún tipo de juego de manos -le comentó Calypso con alegría.

Una vez llegaron todos al bosque el duque Jouheav se despidió de ellos desdeandoles todo lo mejor. Sin esperar más los ocho subieron a sus monturas y partieron velozmente hacia los Robledales. Después de llevar muchas horas cabalgando decidieron hacer una parada para descansar y almorzar, durante el viaje cada uno había ido sumido en sus propios pensamientos y la comida les vendría bien a todos para relajarse un rato. Después de comer Naedunëa decidió mirar los mapas élficos y explicarle a sus compañeros sus dudas. Tuvo que interrupir la magnífica actuación de los malabares de Áran pero esperaba que a él lo ne importara y más tarde podría continuar.

-Caballeros, tengo que pediros que me presten un momento de atención. Me encuentro ante un dilema y me gustaría conocer su opinión. Tengo una ruta marcada en mis mapas éficos por la cual podemos ir hacia los Robledales pero sé de la existencia de una ruta sencilla de recorrer a caballo y bastante directa en dirección sur, además de poco frecuentada, lo cual la convierte en el camino idóneo para mis propósitos. El problema es que no aparece reflejada en los mapas élficos proporcionados por el duque.-lo cual resultaba extraño conociendo el detalle de estos a la hora de cartografiar zonas de bosque.- Mi duda es si están dispuestos a fiarse de mi memoria y vamos por esa otra ruta o si prefieren ir por la que aparece aqui marcada. No se preocupen por la respuesta que no me sentiré ofendida sea cual sea.Entendería que se eligiese la segunda opción por el hecho de que nos podríamos perder si deciden fiarse de mis recuerdos. Pero tengan claro que me haré cargo de mi culpabilidad si esto ocurre y aceptaré mi castigo sea cual sea. Si el viaje resultase retrasado yo sola asumire la culpa.

La joven elfa miró a todos sus compañeros esperando sus respuestas y en especial la de Sigmund ya que él era el que dirigía la misión.