Partida Rol por web

Cumplir con los deberes de guarnición era un trabajo fácil, pero también aburrido. Mientras vuestros demás hermanos han partido con Sir Madoc para luchar en la batalla de la región de Colchester, vosotros patrulláis a caballo para ver que ningún sajón va detrás vuestro. Memnoch era el único que no tenía caballo, por lo que al ir a pie os retrasaba en vuestra marcha.

Una mañana, durante la patrulla veis en un camino a un anciano vestido con harapientas pieles de cabra

-¡Por fin! -dice al veros acercándose a vosotros-. Necesito que me ayudéis, mi preciada cabra vieja se ha escapado hacia las colinas cercanas, soy demasiado viejo y débil para trepar detrás de ella, ¿podríais hacerlo vosotros buenos caballeros?

Sir Ewan observó al anciano desde su montura e hizo una seña a Lucas, su escudero. - Presta atención Lucas, nunca debes negarle tu ayuda a los más débiles si está en tu mano prestar asistencia. - cuando estuvo seguro de que su escudero lo seguía le sonrió al anciano - Indicad el camino buen señor, mi escudero y yo os ayudaremos, podéis montar con el buen Lucas si así lo deseáis.​​​​​​

Nada, da igual. Gracias.

La patrulla estaba siendo tranquila, pero era lo que el Conde les había encargado y Sir Caerwyn daba gracias a Dios de que Sir Roderick le permitiera participas, pues tras la ofensa frente al Rey, quizá prefería prescindir de él u otorgarle otra tarea como castigo.

Cuando vieron al anciano, ante el ofrecimiento de Sir Ewan de ayudarlo, Sir Caerwyn miró a Sir Dunn y al resto: —Voy a ayudarlos— les dijo, dirigiendo luego su rocín para situarse junto al del señor de Dinton —Saludos, buen hombre— dijo mirando al anciano antes de dirigirse al caballero —. Mi escudero y yo os acompañaremos, Sir Ewan— dijo, pues temía que unos sajones emboscaran a su camarada y no tuviera otra espada a su lado para combatirlos —. Ocho ojos ven mejor que dos.

- Incluso podemos echar un vistado al problema y seguir con la patrulla. Propuso con más desgana que interés, ya que estaban cumpliendo un castigo, en "Justos por Pecadores", ya que la falta él no la había cometido. Se sentía mancillado por esta ofensa, y más aún sin una diferenciación del castigo. - De todas maneras, siempre pueden haber sido furtivos o incluso batidores enemigos, y podríamos cumplir con neustra misión por un desencuentro fortuito por el hambre de los exploradores enemigos.

- Podemos dividir el grupo en dos, y avanzar a cierta distancia uno del otro, en paralelo, para cubrir más espacio y apoyar un grupo al otro si fuera menester.

Cuando el anciano apareció pidiendo ayuda, Dunn aceptó inmediatamente a ir detrás de la cabra, conocía la importancia de una animal así, en el invierno que viene podría suponer la diferencia entre la vida y la muerte para el y su familia. 

El gaélico bajó del caballo para poder ver mejor el rastro, cogiendo a su montura por los estribos, continuó a pie intentando seguir las pisadas de la cabra..

- Claro que le ayudaremos, buen hombre. - dijo Sir Floridas al anciano, recordando la historia del buen samaritano. A continuación se dirigió al resto de caballeros. - Estoy de acuerdo con Sir Llywelyn en formar dos grupos y avanzar en paralelo. Yo me quedo con el segundo grupo. En cualquier caso, espero que dos caballeros y dos escuderos sean suficientes para encontrar una cabra.- finalizó con una sonrisa.

Sir Alein miró al anciano de forma suspicaz, intento percibir algún acento en su voz, alguna incongruencia en su discurso. No se iba a fiar de alguien por su apariencia. Unido a el hecho de que sería abandonar la misión que le habían encomendado de forma directa para buscar una cabra, por mucho que eso conllevara no podía ayudar al anciano. Ante la deserción de la misión de varios de los caballeros le tocó poner un poco de calma a los ánimos.

Mis señores, les recuerdo que la misión es hacer patrulla, cumplir con los deberes de guarnición puede ser aburrido, creedme cuando os digo que lo sé perfectamente, pero también sé lo importante que es, mi abuelo después de incontables batallas murió luchando contra unos incursores pictos haciendo labores de patrulla y guarnición. Alein respiró profusamente antes de continuar.

Si nos dividimos y atacan a los que estamos patrullando no serán solamente nuestras vidas las que se pierdan, también sufrirá enormemente su honor por haber abandonado la guardia, y seguramente unido a ello pierdan además su título de caballero.

Miró a los caballeros presentes de uno en uno, primero a Sir Caerwyn, luego a Sir Ewan, y así fue encontrando cada mirada de aquellos que allí se encontraban. No puedo obligarlos a seguir con las órdenes que juraron seguir, pero puedo hacer que lo reconsideren antes de que vayan en busca de una cabra.

Edward no disfrutaba para nada las misiones de patrulla y menos cuando en su mente estaba la expedición que Madoc lideraba. Bien podría estar luchando contra los demonios sajones en lugar de estar aquí sintiendo que no servía. Por suerte para el la monotonía de aquella mañana fue interrumpida por un anciano que solicitaba la ayuda de los caballeros para recuperar una cabra. 

Edward tenía claro que quería ayudar al hombre, cuando un debate estalló en el grupo. —Parte de nuestro juramento Sir Alein es ayudar a los más débiles, ese es uno de los pilares de la caballería. Este hombre no tiene la fuerza ni la edad para trepar detrás del animal que seguramente le sirve como sustento. Ayudarle no nos tomará tiempo. — Mira a sus compañeros que de buena gana se habían ofrecido. —Yo me uno a vosotros, mientras más mejor, así la encontramos rápido y seguimos con la patrulla. 

De repente ves a la cabra encima del monte, notas que tiene un tamaño mucho mayor que el de una cabra normal, por lo que intuyes que está pasando algo inusual con esa cabra

Claro que ayudar al prójimo no es deshonroso Sir Edward, pero si se divide el grupo por una causa externa a la misión y la guardia fracasa será culpa de los que la han abandonado. El castigo al que me refiero vendría si en el transcurso de la búsqueda de la cabra hieren o algo peor a alguno de los que se han quedado cumpliendo la patrulla.

Escuchó la conversación. Algunos comentarios se ganaron un ceño fruncido, otros los aprobaba en parte, pero Sir Caerwyn pronto se fijó en otra cosa y los ojos del caballero se abrieron como platos.

—¿Esa es su cabra, buen hombre?— preguntó el caballero señalando monte arriba a una criatura caprina de tamaño muy superior al que se esperaría de una cabra normal.

Caderyn también estaba en aquella patrulla, con más desgana que otra cosa. No porque le pareciese que aquella ocupación fuese deshonrosa y que estuviese por debajo de él, después de todo con la fuerza principal lejos, sus tierras podrían ser un blanco fácil, sino porque la alternativa era mucho más llamativa, sobre todo para un caballero buscando hacerse un nombre. Por otra parte, y en completa contraposición, agradecía a regañadientes el hecho de estar ahí, pues el invierno había sido bueno con sus tierras y se las había arreglado para mejorar el nivel de vida de sus súbditos y el propio, y odiaría morir y dejar todo aquel trabajo a medias.

La situación con la cabra le parecía un poco ridícula, pues por una parte entendía que había que ayudar a aquellos que lo necesitaran, pero por otra no le veía el sentido a que un regimiento entero de caballeros y sus escuderos se desviase de una ruta de patrulla buscando un animal... al menos no todos. Le explicó aquello a Frederick, su escudero, pero se vio interrumpido por la pregunta de Sir Caerwyn, por lo que el rubio acabó mirando en la dirección que señalaba el de Berwick. Caderyn enarcó una ceja mirando a aquella... cosa.

— Por Dios, ¿qué demonios es eso? —parpadeó varias veces, asegurándose de que lo que veía era cierto.

Siguiendo a Sir Caerwyn, siguió mirando aquí y allá buscando rastros de la cabra, hasta que tras un rato, pudo ver claramente aquel gigantesco animal..

— Por Dios, ¿qué demonios es eso? —parpadeó varias veces, asegurándose de que lo que veía era cierto.

Contestando al joven caballero, añadió..

- Ahora entiendo por que ese anciano ponía tanto empeño para encontrar este ejemplar.. podría dar de comer a una famlia numerosa durante un buen tiempo..  

Dunn buscó una cuerda en sus alforjas para tratar de capturar al animal, cuando sus compañeros estuvieran listos.