Partida Rol por web

Entre los lores que presentan sus respetos puedes ver a Lord Joren Mormont, el hermano de la señora de actual de la casa. Parece respetar a Lord Mallister y al rey y comparte con ellos el pan y la sal.

Finalmente la cena se dispone y todo parece normal, aunque hay demasiado ajetreo.

El rey se mantiene sentado en los salones principales, recibiendo con paciencia a los lores que vienen a mostrarle respeto a él y a los Mallister. En un acto diplomático ha dejado que Lord Mallister y los implicados en la boda tengan un papel central a la hora de recibir a todos los visitantes.

Parece que la cosa está tranquila pero te preocupa el intenso ir y venir de gentes en el interior de la fortaleza. Lores, nobles, soldados, mayordomos, cocineros y sirvientes corren de un lado para otro, llenando cada pasillo del castillo.

Al ser uno de los miembros importantes de una casa noble los señores reciben con respeto y confianza al joven Sir Neal.

Al ser invitados del propio rey podéis entrar en el castillo y asistir en primera fila a la ceremonia.

El rey se mantiene sentado, recibiendo con paciencia a los lores que vienen a mostrarle respeto a él y a los Mallister. En un acto diplomático ha dejado que Lord Mallister y los implicados en la boda tengan un papel central a la hora de recibir a todos los visitantes.

Parece que la cosa está tranquila pero hay un intenso ir y venir de gentes en el interior de la fortaleza. Lores, nobles, soldados, mayordomos, cocineros y sirvientes corren de un lado para otro, llenando cada pasillo del castillo.

Tus hombres te obedecen y todo parece salir a pedir de boca. Te mezclas entre los asistentes correctamente e, incluso, un cocinero y un mayordomo os mandan tareas que os tienen entretenidos pero cerca de los invitados, dotándoos de una coartada mayor.

Entre los asistentes ves a un noble delgado y de baja estatura cuyos profundos ojos verdes parecen reconocerte. Sin embargo no se acerca a ti y al rato desaparece, dejándote solo.

Tras más de una hora realizando varias tareas se te acerca un hombre mayor con cierta cojera. Disculpad, ¿podemos hablar un momento en un lugar apartado?

-Como mi lord ordene- digo intentando hacer un gesto a mis hombres para que me sigan mientras me preparo para una posible trampa -Puede que al final si que esto sea una trampa y tenga que luchar- Pienso mientras sigo al anciano

Continuo acompañndo a Sir Neal mientras realiza la presenta sus respetos. Dentro de mi me encuentro algo nervioso al ver tanto movimiento, aunque en mi mente trataba de dicipar los miedos para no parecer tan ten tenso pero es una batalla perdida.

La boda roja habia dejado una impresion demasiado fuerte en un viejo como yo y aunque no la nombre por respeto a las familias que se unirian, sigue rondando en mi cabeza. Esto me hace recordar el desastre que fue y la impotencia que senti en ese momento tan endiablado. Me quedo recordardo por unos instantes perdiendome en la oscuridad de los recuerdos, aunque un movimiento en mi mano que se quiere aproximar en un reflejo al pomo de mi espada me hace reacionar. Bajo la mano y me paro mas recto, observando todo con mucho cuidado a todos los que pasan ya sean lords o sirvientes.

Symon se queda en compañia de los que conoce y le han acompañado desde el norte. No puede evitar dejar escapar una sonrisa cuando vea toda la gente que se moviliza por el castillo, hasta se impresiona un poco al ser su primera vez en un evento de esta magnitud.

Le da unas palmadas amistosas a Konrad y se acerca para susurrarle al oido. Que pequeñas quedan las bodas en nuestra tierras, comparadas con esta. Creo que podremos relajarnos un poco. le confeso. Probablemente alegrando a su amigo, que hasta hace poco solo lo veia con un rostro serio por la fallida busqueda de Lady Missandri.

Espero con paciencia hasta que tocara el turno de su grupo para presentarse. Al llegar el momento se arrodillo frente al asiento del lord, se presento educadamente y dio sus sinceras felicitaciones por la union.

El anciano te guía hasta una habitación apartada y, una vez dentro, cierra la puerta. Se quienes sois aunque desconozco vuestras intenciones. Mi señor me ha contado varias cosas sobre ti y, si su lúcida mente no erra, debéis ser el Pez Sombrío. Vengo a ayudaros pues sin mi ayuda no saldréis vivo de este castillo. Así está escrito en las lineas del destino.

Note al hombre y la ley del hogar aplicándose como se esperaba, note que todo marchaba en paz, aunque había muchas personas.

Busque con la mirada al rey, quizás si el ofrecía un brindis todos se callarían y se ordenarían, al menos por un rato...

Los sirvientes os guían hasta vuestras estancias, una ala reservada en la que solo los nobles o personas de confianza pueden entrar. Allí os despojáis de vuestras ropas de viaje, os aseáis, tomáis algo de comer de manos de los mayordomos y os preparáis para el gran acontecimiento.

Finalmente el rumor de que la boda se acerca corre por el castillo y sois avisados por varios soldados que indican que pronto estará la cena servida. La mayor parte de vosotros, invitados de honor o nobles que acaban de llegar, salís de vuestras estancias, listos para el acontecimiento. Sir Neal, sobrino de Lord Blackwood y padrino del enlace, parece encontrarse con cierto malestar y decide esperar un poco para partir, dejando a su fiel siervo, Sir Raymund, libre para juntarse con unos y otros.

Llegáis a los grandes salones de la Casa Mallister donde cerca de trescientas personas esperan en un ambiente distendido y relajado a que el resto de comensales lleguen. 

El Rey Bran Stark preside la cena desde una posición de honor, en el fondo central de la estancia. A su derecha se encuentra Dacey Umber, hermana del novio, mientras que a su izquierda está Lord Jason Mallister, hermano de la novia. Junto a ellos se encuentran otros de los grandes nobles siervos del Rey del Norte y los Ríos, Lord Galbart Glover, Lord Wylis Manderly, Lord Robin Ryger y Lord Garse Goodbrock. El resto de los señores de las grandes casas parece que no han llegado aún o que tienen otro papel en la boda y están esperando pacientemente a la ceremonia.

Escuchadme bien, mi buen amigo. Hoy se cometerá un asesinato, una traición y una acusación falsa. Alguien que desconozco, un rufián o un mercenario, asesinará a alguien importante o, al menos, con cierto poder. Por desgracia no he podido ver quién es. Alguien busca enfrentar a las casas del rey Bran entre sí, creando confusión y enfrentamientos. No se quién está detrás de todo pero he visto que uno de ellos es un oso. Creo entender que debe ser alguien de la Casa Mormont -te explica tu señor, confesándote una vez más sus sueños y predicciones -y alguien será acusado, falsamenten un pez oscuro, el autoproclamado Pez Sombrío, primo de Lord Bran Stark. Él creo que es inocente, así lo ha reflejado mi sueño. Quiero que lo busquéis, se parece mucho a su padre, El Pez Negro, y lo llevéis a un lugar apartado. Imagino que habrá entrado disfrazado pues si no sería detenido. Contadle que, si no hace lo que le decís, no saldrá con vida de Varamar. Retenedlo un tiempo y no le quitéis ojo de encima. Alguien morirá hoy y no quiero que sea acusado falsamente. Decidle que, si alguien le acusa, debe concentrar las sospechas en el que pensamos que es traidor, los Mormont. Pero no me nombréis en ningún momento pues no quiero verme expuesto.

Al llegar a la bastante concurrida estancia sonrio tranquilo por el evento que ocurrira muy pronto en este lugar. Camino por el lugar buscando a mis compañeros de viaje para charlar, aunque sabia que nuevas amistades no le harían mal, solo que ahora no tenia la intención de meterse con otro. Talvez luego de unas copas el clima sea mejor para eso.

Saludo a Robert desde lejos junto a los altos nobles quien parecia estar cuidando.

El viejo caballero aparecio vestido con un traje bastante mas elegante del que estaba acostumbrado portar, tampoco era como si le gustara tanto pero tenia sus obligaciones con la casa Blackwood. Le inquieto un poco el malestar sufrido por Ser Neal y solo cuando estuvo seguro que no eran solo los nervios los que le impedian salir de su habitacion fue que se diriguio al gran salon.

Caminaba con un paso firme por el salon revisando a cad uno de los invitados, esperando lo peor de los que menos conocia. Estaba intranquilo y por eso se habia arriesgado a esconder un cuchillo debajo de sus telas, habia sido suerte que no lo registraran confiando en sus largos años al servicio de la casa Blackwood.

Al cerrar la puerta carraspeo ligeramente y miro al joven mis ojos azules recorren al muchacho casi indagando hasta en lo más profundo de su alma. Me apoyo en el bastón, pues mi pierna mala no soporta demasiado bien el peso. - Mi señor Hoster, a menos que esté errado, ¿lo estoy?- pregunto con tono dicharachero y sonrisa cálida. - Sé quienes sois muchacho, lo que no sé es por qué habéis venido aquí. - observo unos segundos más al en este momento desorientado joven. - Haríais bien en explicarme que hacéis por estos lares. No, no me mires así por favor. Estoy de tu lado muchacho, de otra forma habría avisado a la guardia. Pero no, aquí estoy divagando contigo, antes de lo que va a acaecer. - Me muevo por la sala con ayuda del bastón pero de manera elegante. 

- Haríais bien en contarme mi buen señor. De otra forma dudo mucho que lleguéis a salir vivo de este castillo.- El tono es en todo momento apaciguador, casi cálido. Como un abuelo dando una lección a su nieto. - Por favor, no os toméis mis palabras como una amenaza, pues no lo son. Tómalas como una advertencia. Y coge la ayuda que se te brinda.- digo estirando una mano nudosa hacia él. La distancia que nos separa hace imposible que coja mi mano, pero es tan solo un gesto amable. 

Los minutos van pasando y nuevos invitados ocupan las sillas vacías mientras que los sirvientes comienzan a traer copas de vino y jarras de cerveza.

La conversación entre los hombres de la sala solo se interrumpe cuando llegan los padrinos de la boda, Lord Brynden Blackwood y Lady Barbara Bracken, presentados por una banda musical. Su llegada anuncia la primera parte de la ceremonia, la presentación ante el Rey Bran de lo que se celebra.

Estimados amigos, estamos hoy aquí para celebrar la unión entre la Casa Umber y la Casa Mallister. Todos somos testigos de este enlace, ante la mirada de los Dioses Antiguos y los Nuevos -presenta el Rey Bran.

Antes de poder continuar con su discurso un disturbio comienza en el fondo de la sala, abriéndose paso entre los sirvientes. Un trío de guardias escoltan a un hombre de baja estatura, con sangre en el rostro y un corte en el pecho. Es Lord Jojjen Reed y parece estar herido.

Siento la interrupción, mis señores. Me hallaba en mis habitaciones, descansando antes de la ceremonia, cuando algo me sacó de mi sueño y pude ver a un hombre con un cuchillo que se aproximaba hacia mi. Logré defenderme y evitar su objetivo pero su intención era clara, querían asesinarme -dijo Lord Jojjen, pálido por la pérdida de sangre.

Tras unos instantes en los que se me queda cara de circunstancias me recupero rápidamente y cuando me da la mano yo saco la daga que llevo escondida y empiezo a jugar con ella mientras camino a su alrededor -Nunca he necesitado más ayuda que la de mis hombres y la fuerza de mis armas. Pero reconozco que me has sorprendido con esta entrada. Tengo tres cosas que preguntarte y dependiendo de las respuestas puedo estrechar esa mano tuya o hundirte este puñal- Digo lanzando el puñal en el aire y volviendolo a recoger -Y evita decir que avisarias a la guardia, por favor. Si no puedo rajarte antes de que tengas tiempo de avisar es que estoy muy oxidado- Una vuelta más de cuhillo -En fin. A lo que ibamos ¿Como has sido capaz de reconocerme?¿Quien eres?¿Y que es eso que va a acontecer aqui?- Espero con ansias su respuesta atento por si hace algún movimiento mientras medito que igual me han traido aqui para que yo sea el cabeza de turco para lo que quiera que vaya a suceder
 

Cuando la ceremonia es interumpida, Symon se diriguio donde se encontraba Jojen para saber bien lo que pasaba. Se sorprendio bastante con ataque, aunque fue mas su sorpresa cuando escucho del sueño premonitorio.

Ha podido ver quien ha querido asesinarlo mi Lord? pregunto un poco impaciente y bastante preocupado por como se proseguirian ahora.

El lord mira extrañado al hombre que le habla, pues no lo reconoce. Pese a ello responde ya que su duda es lógica -Si que lo he visto, logré defenderme y acabar con su vida. Está en mis aposentos. Tenía encima una bolsa con media decena de dragones.

Me alegro que haya podido mi Lord dijo sinceramente aliviado que eso haya podido concluir asi. Sus ojos rapidamente se diriguieron al Rey esperando su accion en todo esto, no sabia si era su lugar meterse en estos asuntos pero ayudaria si se lo permitian.