Partida Rol por web

Entro al comedor un poco jorobado despues de mí aburrido día en los espejos, ni sabia porque no llevé la flauta, hubiera podido tocar un poco. Nada más entrar localicé a mí hermano, fui a buscar una bandeja, me serví bollitos y un trozo de carne. Al menos la cromeria alimentaba bien a sus trazadores. Era de agradecer. Y con la bandeja llena caminé a la mesa donde estaba mi hermano y los compañeros de clase. 

Saludé con la cabeza mientras me sentaba. Hablar mientras hacia equilibrio con los bollitos en mi plato rompería mí concentración, pero por suerte llegaron a la mesa a salvo.  

-Fiu- le doy un golpecito en la espalda a mí hermano antes de saludar -Provecho todos- y volver a dirigirme a mí hermano. -¿Que tal tu día? Pasé todo el mío cuidando unos malvados espejos.- comente mientras me comia medio bollito de un mordisco. 

- Si no tengo que entrenar el día que vayas puedo acompañarte y ayudarte con las compras - se llevó un trozo de pan a la boca cuando sintió que dos chicas los miraban.

Se quedó mirando a una de ellas hasta que alzó la mano para saludarlas, luego hizo un gesto señalando la amplitud de la mesa y la cantidad de sitios libres que había

Miró a la chica que se le había quedado mirando y le sonrió, ¿Por que me ha mirado esa chica? cuando iba a levantarse para hablar con ella vio como Naya le hacía gestos a ella y la otra chica invitándolas a la mesa para que se unieran a ellos e hizo lo mismo haciendo sitio a su lado para que la joven que le había estado mirando se sentase. Sentaros junto a nosotros. 

Por cierto que técnica usáis para trazar, para mi es muy difícil, le dijo a Naya y demás que estaban sentados con el mientras esperaba que las invitadas se acercaran a la mesa. 

Llegué corriendo y sudado con Kip siguiéndome los talones, casi llegamos tarde a la cena y las tripas nos surgían como nunca. Busqué un asiento cerca de mi grupo habitual, no es que hablara mucho con ellos y aún no había tenido oportunidad de intimar con ninguno pero ya que eran caras conocidas prefería sentarme con ellos que solo. Busqué a Mescia con la mirada y poniendo una cara de disgusto negué con la cabeza. Ella me entendería, o eso esperaba. 

Que pasa chicos! Que habéis hecho durante toda la tarde? - Decía mientras encontraba un lugar para sentarme. - Este y yo nos hemos pasado la tarde intentando trazar y nada. - Volví a negar - Creo que es por culpa de la clase de matemáticas! .- Comencé a darme golpes con el dedo índice en el costado de la cabeza.- Esa mierda se te mete en la cabeza y no hay manera de que se vaya... como esto siga así me voy a quedar tonto y sin saber trazar! - Sonreí amablemente a todo el mundo, esperando que los que habían asistido conmigo a esa clase se riera.

Me quedo mirando a las chicas, al parecer las habían invitado a ellas a sentarse con el resto. Así que me quedé enarcando una ceja sin saber muy bien cómo actuar. Termino por encogerme de hombros. Tampoco tengo el día como para relacionarme con nadie más. 

Me recuesto contra la silla y miro a los magister personales. Acabando en Dana. En tan mala compañía no estoy, la verdad. Al ver la inactividad de mis dos nuevas compañeras les señalo con la cabeza en dirección a la chica que les ha invitado a sentarse con ellas. 

-Id... id sin problemas. -Añado con sinceridad.

El chico con el pelo blanco, al que Syb se había quedado mirando, nos hace un gesto para que nos sentemos en la mesa junto a los demás, al igual que acababa de hacer una chica poco antes que él. Me revuelvo en el asiento y miro a Syb fíjamente, voy a abrir la boca para decir algo, pero Sean habla primero.

-Id... id sin problemas. -Añado con sinceridad.

Agarro con firmeza la bandeja que tengo frente a mí, y, tras mirar a Liam unos segundos, le hago un gesto a Syb con la cabeza, no sin antes contestarle a Sean.

-Ven, sentémonos todos juntos.

Tomo asiento en una zona donde hay un par libres, para que Syb y yo podamos sentarnos juntas, y saludo con la mano.

-Hola a todos.

Una chica que está sentada con vosotros mira de reojo a la mesa cuando un chico se sienta junto a la primera chica que ha llegado pero no se  mueve del sitio.No ha dicho ni una sola palabra en ningún momento y está claramente incómoda entre vosotros.Cuando empezais a quejaros del Trillador los mentores sonríen y se miran entre ellos,comprensivos,excepto esa chica que se pone en pie justo cuando Kile llega.Os mira fríamente y coge su bandeja

-"Si os dijeran de qué va la prueba no serviría para nada,el Trillador hace que nuestros colores salgan a la luz,incluso aquellos que aún no se han manifestado.Nadie muere en el Trillador,si ese es el engaño al que os referís,pero nos hacen entrar con miedo pues el miedo abre nuestra mente hasta límites insospechados.En vez de quejaros tanto deberíais dar gracias por haber sido aceptados en la Cromería"-sin más se da media vuelta y se sienta junto a Kile y a Kip,apoyándose levemente en Kile y cerrando los ojos antes de incorporarse de nuevo y mirarle a modo de disculpa

-"Perdona,Kile,he tenido un día horrible. ¿Qué tal las clases?"-pregunta mirando a sus dos amigos-"Te he oído decir que habeis estado intentando trazar,tranquilo,es normal que los primeros días no te salga nada,de todos modos tu mentora es una de las mejores trazadoras y es muy buena enseñando"-susurra mientras da unas palmaditas en la mano de Kile-"Por cierto,recordad que luego me tenéis que contar cosas de Reskton"-dice con sus ojos brillando por la emoción ante las noticias que podáis traer.

Cuando Kile ha mirado a Mescia ella ha asentido,entendiendo la mirada del muchacho,pero no se ha movido del sitio,dejando a los novatos a su aire

Las dos chicas nuevas deciden pasar a vuestra mesa,algo innecesario pues estáis tan cerca que podéis hablar entre vosotros sin levantar la voz,las mesas están casi juntas

Una chica, que parecía más enfadada incluso que nosotras al salir del trillador, nos mira con desprecio y nos habla aun peor, delante de todos, sin un mínimo de educación. Después se va a la otra mesa, donde nosotras teníamos intención de sentarnos, y se pone a charlar con un tal Kyle. Yo me siento sin reparos, y dirijo una sonrisa a Syb, después, mi rostro se vuelve serio y dirijo mi mirada desafiante hacia la chica. 

-Soy Edith, me parecía correcto decirte mi nombre después de que nos hayas hablado así, -le sonrío- ¿tú les diste las gracias cuando saliste del trillador, o fue después cuando te diste cuenta de todo eso que nos has dicho?

Miro a Edith, pues se me ha adelantado a decirle algo a la muchacha. Sin darme cuenta le pongo una mano en el hombro, como llamándola a la cordura. Aunque nada más lejos de la realidad, sólo quiero que se sienta apoyada.

-Yo soy Sean. Estaré encantado en cualquier otra situación. De todas formas, y perdona porque no he podido evitar escucharlo, si has tenido un mal día lo siento mucho. Pero siempre puedes hablarlo en vez de comértelo y ser tan poco agradable con gente que no conoces. De todas formas, perdónanos. Pero acabamos de salir de allí... Creo que se puede entender que tengamos una visión diferente a la vuestra.

Tampoco quería que esto fuese a más. Así que cogí mi comida y me cambié de mesa, esperando a que se movieran las chicas primero. Sobre todo para evitar que la conversación fuera a mayores.

Dibiriis dir griciis pir hibir sidi iciptidis in li Crimiría -masculló al lado de Edith, haciendo que solo ella pudiera escucharla. Aunque la mirada oriunda que le lanzó fue algo que todos pudieron ver. ¿De qué iba? Que la volvieran a meter en el pozo y la dejaran allí tres horas "gran marca, señorita desconocida". Bah.

Se levantó también, cogiendo su bandeja, pero antes miró a Sean. 

Vente tú también -le dijo sonriendo escuetamente. Miró a Mat-, ¿tú también vienes? -no estaba de más ser un poco más agradable con quien la trataba bien, y le pareció correcto invitarlo también a la otra mesa, aunque ella no estuviera allí y puede que no fuese nadie para invitar a nadie en ningún lugar. Detalles.

Al llegar a la mesa se sentó junto al peliblanco, pues le había dejado un lugar a su lado. Le sonrió con amabilidad, la sonrisa más amable que había esbozado después de haber salido del Trillador. 

Yo soy Sybill, Marie Sybill -anunció para todos mientras se sentaba correctamente en el banco. Sonrió de medio lado al escuchar a Edith, y ensanchó al escuchar a Sean, ahí la piña de los nuevos, ¡que se notara!

La chica desagradable puede que les diera las gracias después de conocer a aquel chico con el que parecía babear... "Perdona, Kile, he tenido un día horrible", por favor, solo le falta el babero. Pero prefirió guardarse los pensamientos para sí, Edith y Sean ya habían dicho lo que ella también pensaba, y no era necesario hacer de aquello una montaña.

Encantada -añadió a su presentación, acompañándolo de una nueva sonrisa.

Toda conversación fue suspendida ante aquella extraña escena. La joven no dijo nada, solo observaba mientras comia.

Cuando aquellos desconocidos tomaron asiento se colocó de cara a ellos - Soy Naya. Veo que habeis llegado hoy. Mañana vereis todo de otro modo. El Trillador deja a uno agotado física y mentalmente, verdad chicos? -

Cuando terminaba de comer el bollo se sentaron unos chicos que estaban en otra mesa. ¿Eran nuevos? Yo pensaba que nadie entraba una vez comenzaran las clases. 

Ren se veia distraido, le toque el hombro al mismo tiempo que saludaba, para que saludara tambien.

-¡Mucho gusto! Soy Lennart Melchiah, y les sugiero que sí aun tienen hambre, busquen un bollito que se acabaran rápido. 

Ya habia vaciado mí bandeja, asi que di un trago de agua para asentar la comida. El día habia sido aburrido y tenia hambre como para buscar otro bollo, pero no quise pecar de guloso. Así que me terminé el vaso con agua y me quedé sentado para charlar un rato con los nuevos compañeros.

-¿Ya han pensado a que lugar van a ir? ¿Trazadores, trazadores de combate; guardia negra?- pregunté por curiosidad, a ver si salía algún nuevo compañero. 

Miro a la chica que acaba de hablar. Todo el mundo dice que hay que darle tiempo y probablemente... ese sea el quid de la questión... y sí que haya que dárselo. Aunque la verdad... ahora mismo no estoy por la labor de concedérselo. 

-Hola... encantado... mi nombre es Sean... Lo que ocurre... bueno, lo que me ocurre es que he salido de ahí apaleado y sintiéndome estúpido. Lo que más me duele en sentirme estúpido en estos momentos. Y sí, se me pasará... supongo que se me pasará antes o después y acabaré defendiendo esta mierda de prueba que mide la cabezonería y la idiotez de cada uno de los que entran. Porque no sirve para otra cosa... desde mi punto de vista. Que descubres los colores... muy bien... pero si los descubres al primer segundo también... Pues está claro que seguir a partir de eso... es gratuito. -Suspiro. -Y no se si estar orgulloso de lo que he aguantado o creerme idiota por ello. 

Me encojo de hombros esperando que me entiendan lo que quiero decir... 

Llego al Comedor tras la aburrídisima clase que habíamos tenido, me siento entre mis compañeros y busco con la mirada a mi mentor, que no parece estar por allí en esos momentos, quizás se haya entretenido con algo, pues me prometió que nos veríamos por la noche.

Me sirvo algo de cenar y veo que hay bastantes nuevos sentados a la mesa.

- Hola a todos, soy Bethanie, un intento de trazadora y dispuesta a ser alguien en la Guardia, ¿estáis hablando del trillador? - digo entre bocado y bocado -, la verdad es que yo me sentí bastante tonta al saber lo que estaba pasando realmente, pero bueno, todos debemos pasar por ello, asi que como dice Naya, mañana lo veréis todo diferente. Y espero qe seáis mejores trazando que yo, porque llevo un día...

No puedo evitar sonreír y mirar a la chica que acabana de hablar. Al parecer el tema del trazamiento es algo bastante complicado de llevar a cabo y se ah extendido a prácticamente todo el alumnado. Y al final todo es cuestión de lo mismo... tiempo. Tiempo para asimilar el trillador y tiempo para aprender a trazar. Termino encogiéndome de hombros y mirando a los pesentes por encima.

-Bueno... si trazar fuera secillo... no tendríamos que acudir a clases. Vosotros también tenéis que daros tiempo. -Sonrío con sinceridad y continúo...-A mi no me han dado a elegir todavía entre nada... ¿Qué diferencias hay entre esos tres destinos?

Pregunto con toda la inocencia del mundo. Que una cosa es oir hablar de los trazadores y la guardia negra... otra cosa es saber exactamente que desempeñan...

Doy un largo trago a mi copa y me giro hacia el chico que acaba de hablar.

- Bueno, puedo decirte que la guardia es bastante intensa, el primer día fue muy duro, acabamos todos bastante magullados, de hecho yo sufrí una torcedura leve del tobillo, pero mereció la pena, si te gusta luchar o quieres aprender a hacerlo, es tu lugar. En cuanto a lo de ser trazador de combate... no puedo decirte mucho de ello, solo que imagino que habrá que trazar muy bien, y a mi no se me está dando como esperaba.