Partida Rol por web

(Como PNJ)

Iunus vió como a su derecha su padre se arrojaba valientemente contra el perro más cercano hacha en ristre y no pudo evitar sentirse orgulloso. Imitando a su padre, enarboló su propia hacha sobre su cabeza y gritando se lanzó contra otro de los animales salvajes.

Se abalanzó contra el animal lleno de furia*, sin control, empezó a dar golpes al aire a diestro y siniestro que el perro acobardado, sin embargo esquivó sin dificultad. El hacha voló a un lado y al otro y resbaló de la mano sudorosa de Iunus**. Dejando a éste atónito y desarmado enfrente de un enfurecido perro salvaje. Sólo su gran escudo se interponía entre ambos. El joven miró a su padre desesperado. Sin otra arma a mano***

Los perros parecieron retroceder cuando Hobbard virtualmente destrozó a uno de ellos. Sin embargo cuando vieron a Iunus perder su arma parecieron envalentonarse, de alguna manera sabían que el muchacho se encontraba indefenso y el perro que tenía delante ladró de forma desafiante y se arrojó contra él, mientras el que estaba a su izquierda (perro 1) parecía intentar rodearlo desde lejos. El mordisco del perro falló por muy poco e Iunus aprovechó la ocasión para golpearle con su escudo corporal golpeando al perro en la cabeza. El animal cayó al suelo y quedo inmóvil.

El perro que se encontraba junto a Hobbard (perro 3) intentó arrastrarse lejos de él sin éxito, las patas dobladas bajo el cuerpo resbalaban en la tierra.

Normoh vió por encima de su escudo como el perro se lanzaba contra él, tratando de atacarle las piernas parecía dispuesto a tirarle al suelo mediante mordiscos y luego tirones a su pantalón. Si no era muy hábil acabaría por hacerle caer.

https://www.youtube.com/watch?v=-oHJkF3E8bs

Respuesta del máster:

- Si me aparto del perro para ir donde está Iunus, ¿le doy un Ataque de Oportunidad?

No, lo he estado revisando y el sistema NSd20 y con ello El Reino de las Sombras, no contempla los ataques de oportunidad, es decir, apartarte del combate no da al adversario la oportunidad de atacar gratis como reacción, no obstante lo que sí que es posible es que al apartarte de tu adversario y darle la espalda, éste, en su turno, te ataque por la espalda beneficiándose de tu estado Desprevenido (pierdes ESQ), amén de otros posibles bonus como Carga o similar.

Puedo hacer primero la acción de ataque y luego mover (o sea, rematar a Perro 3 y después llegar hasta donde está Iunus)

Correcto también. Te recuerdo que aunque el perro3 es fácil de impactar (8+ en este turno y 15+ en turnos siguientes) y tiene -4 a todas sus tiradas aún le quedan 10 puntos de vida (la mitad)

¿Puedo cargar contra alguno de los perros que atacan a Iunus?

Sí una vez más, tendrías +2 por carga en ATQ y +2 por superioridad numérica (a Iunus sólo le ataca un perro (perro2), el perro1 le ha rodeado y no está (aún en CaC).

SIN EMBARGO: he revisado el post anterior y me he dado cuenta de que había pasado una cosa por alto. ¡El daño de Iunus es suficiente para igualar el UHG de los perros y la tirada de FOR del perro ha sido un desastre, por lo que Iunus no está en un peligro tan grave como pensábamos. Léete el post otrra vez (sorry) para ver que es de lo que estoy hablando.

Velocatus observó horrorizado como el perro más cercano, ese al que ni Jace ni Ursu habían interceptado y enfurecido por la pedrada recibida agachaba el lomo y se lanzaba a la carga contra él lanzándole mordiscos. El joven se movió con agilidad esquivando las dentelladas por un pelo mediante movimientos laterales rápidos. El perro enfurecido le ladró con odio goteando saliva.

Jace sintió como se le encogía el corazón por un instante al ver a su protegido en peligro, pero el perro que tenía delante impidió que se distragera demasiado pues, dirigiendo mordiscos hacia sus piernas y tirando de sus pantalones intentaba hacerle caer a pesar de verse acosado por la lanza.

Ursu combatía a pocos metros de Jace y también parecía tener dificultades para acabar con su contrincante. El perro al que se enfrentaba quizás intentaba también derribarle, pero la enorme envergadura del explorador resultaban imponentes y el perro se centró a dañarle a dentelladas que el gigantón esquivó sin problemas. Parecía una manacabra danza entre un perro y un oso.

Justo en ese momento los exploradores pudieron ver con horror como el cuarto animal salvaje se lanzaba a la carrera sobre Bill, que atado a la carreta apenas podía defenderse. El caballo levantó las patas delanteras pero el perro las esquivó con facilidad y comenzó a morder al indefenso animal.

Los aventureros, ocupados en defenderse de los animales salvajes que tenían delante, escucharon un salvaje relincho en ese momento y volviendo la vista un instante pudieron ver como un perro, que no habían visto por encontrarse a sus espaldas, atacaba a Bill, el caballo, que atado como estaba al carro poco podía hacer por defenderse aunque se encabritaba y levantaba las patas delanteras.

Tipo: animal

TAM: grande

FUE 14 (+2)      DES 13 (+1)        CON 14 (+2)

ATQ 1              RFL 2                 FOR 4              VOL 1

RES 38             UHG 11              DEF 10 + ESQ 2

Coz 1d6 +2       Pies firmes, Aguante, Mula de carga

Ursu ruge rabioso. Vuelve a cortar el aire con su espada y la deja caer con la esperanza de que hienda la cabeza del perro que le ha atacado. El maldito can tiene la suerte de su lado: parece que la espada del grandísimo tonto está destinada a no hundirse en su carne jamás. Lo que más enfurece a Ursu es el perro que ataca a Bill. Tal es el furor que le invade en el momento que decide pasar del pellejo de la bestia que le lanza dentelladas y ataca al perro que molesta al caballo.

— ¡Maldito perro! Nadie ataca al amigo de Ursu, nadie le hará daño a Bill si Ursu puede impedirlo —aúlla Ursu con los ojos inyectados en sangre, con una voz desgarrada.

Ursu intentó golpear sin éxito al perro que tenía delante, éste esquivaba sus amplios mandobles sin dificultad. Ursu boqueaba por el esfuerzo de blandir su enorme espada cuando, de pronto, su corazón dió un vuelco al ver como uno de los perros había llegado junto a Bill y le atacaba sin que éste pudiera defenderse.

Ursu lanzó un grito salvaje y olvidándose del animal que tenía delante se abalanzó sobre el can que acaba al caballo, lo golpeó en la espalda con un golpe brutal que partió limpiamente al animal por la mitad que explotó en una nube de sangre que cubrió de pies a cabeza a hombre y bestia. Bill se irguió sobre sus patas traseras enloquecido de pánico y no era fácil saber si era por los ataques del perro, por verse atrapado, por la brutal escena que acababa de presenciar o por la sangre que le cubría por completo el morro, el cuello y le tapaba el ojo derecho.

Ursu cubierto igualmente de sangre que goteaba de su melena, su barba y su ropa no parecía horrorizado, casi parecía aliviado por Bill, que a su vez no estaba tranquilo en absoluto.

(como PNJ)

El perro tiró del pantalón de Normoh con toda la fuerza de sus mandíbula sy por un instante pareció que lo iba a derribar¹, pero el cazador no llegó a apoyar la rodilla en el suelo y con un gran esfuerzo tiró de la pierna hacia atrás evitando al perro que se llevó un gran trozo de tela y nada más.

En respuesta, Normoh lanzó una cuchillada hacia el perro con su preciada arma de metal que lo esquivó de un salto. Normoh lanzó una nerviosa mirada hacia atrás. Había visto a Ursu por el rabillo del ojo acercarse a la carga hacia el carro dando grandes voces y decidió buscar refugio a su lado. Sin dejar de mirar al perro que tenía delante, fue retrocediendo caminando hacia atrás para acercarse al gigante². Sin embargo el caballo, Bill, estaba enloquecido y no paraba de lanzar coces al aire por lo que quizás no fuera buena idea acercarse demasiado.

El caballo estaba enloquecido por el ataque del perro y quizás por la salvaje actuación de Normoh, no paraba de lanzar coces al aire. Cegado como estaba por la sangre del perro, lanzó un casco contra la cabeza de Ursu, que aunque cansado por la carga, se agachó en el último instante esquivándola.

(como PJ, narrado por el Director)

Hobbard lanzó un hachazo contra el animal que gimoteaba a sus pies esperando acabar con su vida, quizás lo hiciera por acabar con el sufrimiento del animal, quizás por terminar un trabajo concienzudamente, como hacía siempre.

El golpe cayó en seco sobre el perro indefenso casi partiéndolo por la mitad. Un aullido lastimero resonó y todos pudieron escucharlo hasta que se cortó bruscamente.

Hobbard, no esperó ni un instante a comprobar el resultado de su trabajo. Viendo a su hijo en peligro fue a socorrerle, aunque parecía que Iunus se valía de forma efectiva empuñando tan sólo su gran escudo.

(como PNJ)

Iunus sonrió confiado cuando golpeó al perro en la cabeza con el escudo y volvió a hacerlo cuando su padre vino en su ayuda. Por un momento se había sentido perdido, pensó que iba a morir, desarmado y rodeado por delante y por detrás sus posibilidades de sobrevivir parecían escasas, pero algo había despertado dentro de él cuando empuñando su escudo se había desenvuelto mejor aún de lo que él mismo esperaba. Una furia salvaje* se había apoderado de él y le había hecho moverse más rápido que el rayo y más fuerte que un hacha.

Con decisión lanzó un golpe contra el perro a sus pies, que no hacía otra cosa que gimotear. Iunus nunca había sido cruel y no pretendía serlo, pero había visto como había actuado su padre, con frialdad y decisión, rematando al perro herido y decidió que si esa era la forma de actuar de los Wits, él haría sentir orgulloso a su padre.

Velocatus tenía al perro encima. Intentando no dejarse llevar por el pánico, reaccionó con astucia lo más rápidamente posible. No podía luchar con la fuerza de Ursu o con la habilidad de Jace, sin duda.

Dejó caer la honda de su mano, quizás ineficaz contra alguien tan cerca, y sacó su cuchillo de la misma. Mantenía ahora el cuchillo delante de él, entre el perro y su persona.

Una idea brilló un instante en su mente, e hizo un amago de correr a su derecha, pero sin hacerlo reálmente. Si el perro caía en su trampa y se lanzaba intentando seguirlo a lo loco hacia su supuesta nueva localización, quizás se quedara expuesto lo suficiente para clavarle el cuchillo.