Partida Rol por web

La Guerra de los Padres

IIIa - La larga marcha

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25/03/2015, 21:51
Normoh

Normoh aún sostiene el cuchillo y una pata del venado en las manos cuando Jace se descarga con él y Iunus le palmea el hombro. Por un instante, el pequeño temblorcillo vuelve a su párpado izquierdo; pero Normoh es de los que rehuye los enfrentamientos, así que baja la cabeza sin decir nada mientras pisotea el incipiente fuego y camina lentamente hacia el carro, con la carne amontonada en los brazos.

-Como si no nos fueran a cazar como ratas por la noche...

Notas de juego

No voy a volverme loco posteando, que Velocatus y Hobbard hace tiempo que no meten baza, esto es sólo para mostrar que Normoh respeta a la mayoría y deja lo de la hoguera.

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26/03/2015, 00:41
Velocatus de los Culprit

Velocatus había pasado demasiado tiempo con su mente vagando por cualquier parte. Quería alejar el cansancio de sus piernas así que formaba teorías alocadas sobre sus tenebrosos perseguidores, recordaba antiguas lecciones de la abuela y recordaba cosas interesantes del pasado en Forbrag... pero el mundo se movía y el joven debía volver a la realidad. "Quien me manda a venir en esta expedición... soy un estúpido."

Cuando se dio cuenta, todos habían parado y Ursu se acercaba a él con un gran manojo de frutos rojos, como bayas. Si era verdad que la abuela los usaba en algún momento tendría que haberlos visto antes. Tomo uno y lo examino detenidamente con ojo experto para ver si de verdad serían útiles.

Acababa de terminar de hacerse una opinión sobre el descubrimiento de Ursu cuando oyó a Normoh y Jace hablar... El estómago del joven Culprit sufría ante la negativa del soldado para preparar la presa que Normoh se había esforzado tanto por atrapar.

-Yo creo que sería una buena idea estar bien alimentados si hemos de enfrentarnos en algún momento a esos monstruos. Además, no creo que vayamos a perderles el rastro. No creo que nos rastreen por nuestras pisadas o el rastro que deja el carro; algo más los impulsa y los guía. No les perderemos esforzándonos en huir hasta caer rendidos por el hambre y el cansancio.- Miro a su alrededor, buscando alguna aprobación a sus palabras entre sus compañeros. En gran parte porque era lo que pensaba y en una minúscula parte, porque quería morir con el estomago lleno por lo menos.

Por último dirigió una mirada reprobatoria a Jace, tal y cual como la abuela Lana lo hubiera hecho. -Y Jace, todos estamos asustados y estresados, pero para bien o para mal somos lo único que tenemos fuera de Forbarg así que deberíamos llevarnos bien y medir como nos dirigimos a los demás.-

- Tiradas (1)

Notas de juego

Por las dudas hice la tirada de medicina oculta xq no estaba seguro.

Disculpen la demora!

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28/03/2015, 15:59
Jace

Jace contempla con asombro al joven Culprit, por un instante ha sido realmente como si estuviese escuchando a su abuela. Y lo peor es que sus palabras contenían la misma sensatez y sentido común, están cargadas de la misma sabiduría que caracteriza a la anciana sanadora. La verdad es que no se lo esperaba, pero igual Velocatus tiene más de lo que nunca había creído de la vieja Lana Culprit…

Así que baja la cabeza y contesta con un tono más conciliador:

- Bueno, la cuestión es que no deberíamos perder nuestra ventaja ahora -trata de explicar sus argumentos- Porque si más adelante encontramos algo que nos pueda ser útil para quitarnos de encima a los siervos del Nigromante, necesitaremos tiempo para aprovechar la oportunidad -intenta que entiendan su lógica- Si los llevamos pegados, no seríamos capaces de sacarle partido… pero si al final vemos que no hay otra solución y se nos echan encima al anochecer, tengo claro que son demasiados para hacerles frente -menea la cabeza negando- Eso sí, yo prefiero morir luchando antes que hacerlo ahogado por esta maldita tos…

La angustia que siente en estos momentos el guardia de Forbrab está muy lejos de abandonarle, y se siente muy frustrado ante la posibilidad de estar ya condenado, pese a seguir en pie, por esa extraña enfermedad contraída en el sótano de aquellas malditas ruinas que han dejado atrás. No es justo morir de ese modo. No, sin duda no lo es, pero a estas alturas no puede cambiarlo… sólo le queda escoger la forma en que va a ocurrir todo. Puede que haya cosas que ya son inevitables, pero aún tiene voz para explicar su propia historia, para escoger su final.

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28/03/2015, 22:46
Iunus Wits

-Considero que lo mejor sería hacer un pequeño descanso ahora y continuar... un poco más de marcha no nos hará mal- comenzó diciendo el joven Wits -Y para el próximo descanso comeremos ese delicioso venado que cazó Normoh... así haremos todo: continuar un poco más, y descansar de verdad más adelante con la posibilidad de encontrar una buena posición para defendernos si llegaran a alcanzarnos más adelante.

Miró a Velocatus.

-Tienes razón, algo más los debe guiar... es muy perfecto el rodeo que nos estaban realizando- dijo pensativamente -Y no creo que nos deshagamos de ellos tan fácilmente, pero mejor sería encontrar algún lugar más defendible, ¿quién sabe? Tal vez hasta conseguimos alguna buena construcción- y sonrió con la esperanza del que ya no le queda mucho más.

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29/03/2015, 00:03
Director

Velocatus observó con detenimiento las frutos que Ursu había estado recogiendo hasta que las órdenes de Jace de reiniciar la marcha le habían hecho parar y mirar atolondrado a los demás esperando saber si seguían o no la marcha. Se acercó a uno de los arbustos y cogió uno de los pocos frutos que Ursu había pasado por alto, lo olisqueó y se lo metió en la boca, lo mordió y un sabor profundamente ácido le hizo escupir el fruto en su mano, con cuidado apartó las pepitas y se volvió a meter el fruto en la boca, que aún le picaba por el ácido. En esta ocasión le supo un poco más dulce, agradable, evocador.

1Entonces se dió cuenta ¡la abuela Lana se lo había dicho mil veces! ¡aquellos eran frutos de Artosa! aquel grandullón, enorme y bruto había encontrado un remedio para la tos. Quizás no pudiera quitarles el dolor de garganta, pero Velocatus podría aliviar sus toses. Tan sólo había que hervir los frutos, una vez se les quitaran esas asquerosas semillas, claro estaba y podrían beberse el jugo. ¡Velocatus lo había probado él mismo! ¡Por el Sol y el Agua, si hasta recordaba que estaba bueno!

Quizás, lo único... la abuela siempre le advertía una cosa, pero... ¿qué era? se lo había repetido muchas veces, pero Velocatus no se acordaba... ¿qué era? bueno, le acabaría viniendo 2.

Notas de juego

1 Tirada de Medicina: Éxito parcial. Por tanto te ofrezco información, pero no completa.

En adelante, de vez en cuando te pediré (o bien puedes pedirlo tú) una tirada de Medicina con este fin.

 

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30/03/2015, 00:13
Normoh

Normoh se para junto a la parte trasera del carro, con los trozos de carne en los brazos. Mira alternativamente a sus compañeros mientras discuten qué hacer, y también a Ursu y a Hobbard. Si había alguien en la partida* a quien pudiera considerarse al mando, ese era el viejo Wits, o eso suponía el cazador. Arrojó la carne sobre el carro de mala manera, visiblemente agobiado por la falta de rumbo claro que guiara los pasos.

Por un momento parece que va a estallar o derrumbarse, pero de repente alza la cabeza en un gesto animalesco, equidistante entre la ardilla y la rata, abriendo mucho los ojos. Se lleva la mano a la boca y muerde ansiosamente una de sus uñas, con la mirada perdida en el vacío. Otra rápida sacudida, esta vez para enderezarse como una vara de abedul, y el desgarbado cuerpo de Normoh se pone en marcha como guiado por algún resorte. Da dos pasos hacia la derecha, pero vuelve a pararse en seco, mirando a los demás. Empieza a explicarse con dificultad (está claro que hablar ante más de dos personas no es el fuerte de este hombre).

-Podemos hacer el fuego en el carro. Sólo necesitamos algunas piedras, preferiblemente planas, y algunas cosas más; hojas grandes o tierra. Nos haremos un hogar -y mientras hablaba, gesticulaba explicando cómo y señalando dónde colocar las piedras y lo demás, con un serio entusiasmo. De repente parecía haber entrado en un febril estado de actividad, a pesar de las visibles ojeras que subrayaban sus ojos.

Ante el escepticismo que arqueó algunzas cejas, Normoh afirmó con convicción. -Puede hacerse.** Mi padre me lo contó, él... viajó, como se suele decir, hace muchos años***, y lo vio. Así podremos cocinar por el camino, sin parar. En cualquier caso -se encogió de hombros- ya nos sigue una horda de no muertos, no creo que el rastro que dejemos nos traiga problemas peores que ese. Y los que caminen podrán ir recogiendo bayas, y recogiendo leña.

Se quedó callado mirando a sus compañeros, expectante, aguardando sus pareceres.

-Así todos contentos. Creedme -y por un breve instante miró a Jace de reojo-, yo soy el primero que quiere alejarse todo lo posible de esos engendros. Y miró hacia atrás, por encima de su hombro, en dirección a la masa inhumana que podía intuirse en la lejanía, si poder contener un escalofrío.

Notas de juego

*La de rol no, el grupo de gente. ;)

** De verdad, puede hacerse. Con ciertos detalles a especificar, imagino, si la idea fructifica. Si hay que tirar algo dínoslo dire.

*** Corrígeme si me equivoco, dire, creo que me dijiste que mis padres no eran nativos de Forbrag.

Qué os parece la idea?
 

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30/03/2015, 11:12
Ursu

Al regresar con un buen puñado de bayas entre sus manazas, al bruto de Ursu le sorprendió el alboroto que se había montado entre sus compañeros, que discutían sobre la conveniencia de descansar en estas circunstancias. El idiota desgarbado, no obstante, sonrió al ver que las reacciones de cada uno no eran desproporcionadas ni estallaba tensión ni violencia alguna. No le extrañó la elocuencia del joven Culprit, se notaba que era nieto de la sabia Lana y que podía llamar a la calma a todos. 

Mientras seguía mordisqueando uno de los frutos recogidos*, recreándose en aquel sabor que le devolvía a momentos mejores que el que ahora vivía, un pensamiento enturbió su disfrute. ¿Cuánto tiempo le quedaba para poder seguir siendo el idiota despreocupado que era? ¿Le llegaría el fin casi sin darse cuenta? Miró a Jace y se preguntó si la misma inquietud le acosaba**.

- Tiradas (1)

Notas de juego

* ¿Cuántas bayas he recogido? ¿O no es necesario contarlas?

Respuesta del máster: de momento muy pocas. Apenas si acabáis de parar.


** Siento el metarroleo, si es que esto lo es.

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30/03/2015, 18:26
Director

Ursu mordisqueaba los frutos con un nada oculto placer, le gustaba el sabor dulce de los mismos, con un fuerte regusto acido, en especial cuando acababa mordiendo por error alguna de las pepitas.

¿Qué le decía siempre Lana Culprits? Que no se los comiera todos, que debía llevarlos al pueblo. Pero bueno, a fin de cuentas la vieja no estaba aqui para vigilarle ¿No?

El gigantón se metió en la boca otra baya más - a este ritmo apenas dejaría ninguna para los demás. Pero es que Ursu no ha comido nada desde ayer. Ursu tiene hambre - pensó.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Herbología sobre la cantidad de bayas: un fracaso rotundo (pifia, un 1/20).

Así pues, ya sea porque no hay muchas bayas que recoger, porque Ursu las ha pasado por alto o por glotonería, el resultado es que apenas hay bayas suficientes para nadie. He incluso para Ursu no ha sido más que un pequeño tentempié.

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31/03/2015, 05:11
Iunus Wits

Iunus sonrió gratamente con la idea del cazador. Realmente no entendía cómo podrían hacerlo, ni cuánto tiempo tardarían en completarlo, pero le atraía enormemente encontrar una solución tan práctica a un tema tan problemático.

-Si lo podemos hacer, creo que sería lo mejor y valdría la pena la demora- dijo entusiasmado el joven Wits acercándose a Normoh y palmándole la espalda -¡Bravo!- felicitó Iunus -¿Qué necesitaríamos? ¡Pongámonos manos a la obra si lo queremos hacer!- 

Parecía que el cansancio se había ido por un momento... aunque probablemente retornaría una vez se relajara un poco.

Toda esta empresa estaba resultando más extraña, peligrosa y extenuante de lo que se había imaginado y se podría haber imaginado estando en Forbrag. Se hubiese imaginado que tendría que usar su escudo, su hacha y su armadura, pero no que se cansaría tanto ni que pasaría hambre y sed... eso sí que no.

Cuando salgamos de ésta tendremos historias para contarle a nuestros bisnietos... si seguimos vivos para entonces.

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01/04/2015, 00:11
Velocatus de los Culprit

Bien, parecía que por fin los demás estaban llegando a un acuerdo. Velocatus tenía una sonrisa de satisfacción en la boca cuando de repente, vio a Ursu comiendo otro de esos ácidos frutos rojos... y los recuerdos vinieron a su mente. Eso era Artosa, un buen remedio que les vendría de maravillas en este momento a los enfermos.

-¡Ursu para de comerte eso y escúpelo ya mismo!- dijo con gran énfasis y con excitación patente en su tono el joven curandero. -¡Eso es hierba de Artosa! Si lo preparamos correctamente puede curarles la tos a ustedes dos, pero necesito todas las que tengas!-

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05/04/2015, 20:18
Director

Los aventureros reunieron en pocos minutos las piedras planas que había indicado Normoh y éste, sentado aún en la caja del carro, las dispuso de tal forma que el suelo enmaderado del carro no se quemara demasiado. A instancias de Jace, que no dejó de presionar al grupo en ningún momento para que se movieran, el carro reemprendió la marcha con la torre de piedras aún sin hacer.

Hobbard que era hombre de pocas palabras, pero sí de acciones, se puso a recoger ramas secas de los arbustos que flanqueaban irregularmente la calzada y su hijo Iunus le imitó en cuanto se dió cuenta de lo que hacía su padre. Cada vez que recogían unas cuantas se acercaban al carro de nuevo para que Normoh las fuera apilando dentro de la improvisada "cocina sobre ruedas".

A ambos lados del carro, Velocatus y Ursu intentaban recolectar algunos frutos de Artosa, pues los que había recogido Ursu inicialmente estaban en su totalidad en la panza del grandullón.

Afortunadamente para los que caminaban, Jace había refrenado un poco el paso de Bill, o quizás éste empezaba a acusar también la marcha sin pausas. El caso es que así podían mantenerse al paso de la carreta mientras recolectaban. No tardaron más que unos minutos en tener ramitas suficientes que Normoh encendió con el pedernal. El de Sido colocó algunas de las piezas del ciervo sobre las piedras y dejó que se fueran asando poco a poco, lo que liberó un aroma que hacía las bocas agua y a las tripas rugir dolorosamente a aquellos viajeros que ya casi hacía 24 horas, que no probaban bocado. Sólo la intensa sed parecía mitigar un poco el hambre.

Jace, hacía ya tiempo que había dejado de escupir flemas en el camino, a los pies de Bill, a pesar de haberse hinchado a beber agua antes de salir, tenía la boca tan seca que apenas tenía nada que escupir y se limitaba a carraspear dolorosamente. Ursu, por su parte parecía bastante contento, sin quejarse del hambre o de la sed, quizás porque cada vez que encontraba algunas bayas rojizas, las mordía, escupía las semillas y las masticaba con gesto alegre, ajeno a su labor de recolectarlas para Velocatus.

El joven curandero por su parte fue más diligente, acumulando un buen puñado de bayas después de un trecho del camino. Seguía pensando en los consejos de su abuela, pero el cansancio, la sed, el hambre, el tironeo de la armadura de cuero y las necesidad de mantener el paso para no quedarse atrás hacían que no dejara de darle vueltas una y otra vez a las mismas cosas. Quien sabe, quizás se le estuviera olvidando algo importante...

Sin apenas haberse detenido durante la parada, mantenían la distancia con los no muertos e incluso con el ritmo más lento que ahora llevaban aumentaban el margen de seguridad, en especial de aquellos siervos del Nigromante que caminaban por el campo, al norte y el sur de la calzada. Ademaś, como si el Dios de el Sol y el Agua se hubiera apiadado de ellos, las nubes cubrieron un poco el sol, que en breve se encontraría en su cénit, aliviando un poco el paso de los acalorados viajeros.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Ursu, por segunda vez (consecutiva) una pifia a la hora de recoger bayas de Artosa... XD

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05/04/2015, 20:44
Director

Velocatus había recogido un buen puñado de bayas, quizás las suficientes para tratar a Jace y a Ursu, aunque para hacer la infusión, tendrían que prepararlos y hervirlos y tal y como estaban las cosas, apenas tenían agua para ello y todos los recipientes del carro estaban en un estado lamentable. 

Quizás si recogía algunos frutos más, podrían utilizarlos de alimento, aunque lo cierto es que el cervato de Normoh olía tan bien, tan tan bien... Velocatus apenas podía pensar, cegado como estaba por el hambre, la sed, el dolor de pies y sobre todo, por el hipnótico olor de la carne asándose lentamente. Apenas se dió cuenta de que aún no recordaba que era aquello que la abuela le advertía siempre sobre la Artosa. Quizás sólo eran imaginaciones suyas, quizás no era nada.

Velocatus se aclaró la garganta reseca y dejó el último puñado de frutos en su mochila y siguió caminando mirando la linde de la calzada.

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08/04/2015, 16:34
Velocatus de los Culprit

-Para preparar este remedio voy a necesitar agua, probablemente gran parte de la poca que nos queda.- Las palabras salieron intranquilas. Algo estaba nublado y confuso en la mente del joven Velocatus.

"¿Que diablos puede ser?..." La incertidumbre lo estaba destrozando por dentro. ¿Que se estaba pasando por alto? ¿Cuál de todas las valiosas lecciones de la abuela estaba igno...? "¿Qué es eso?" Olfateo el aire con ansia... nunca la comida había olido tan bien y nunca su estómago la había deseado tanto como en ese momento. EL dulzón aroma de la carne cocinándose entraba sin filtro y a raudales por sus fosas nasales y directo a lo más profundo de su mente, hambrienta por algo más que conocimientos.

Por varios minutos me perdí en ese olor y la esperanza de un estómago lleno y contento, dejando de lado cualquier otra preocupación.

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11/04/2015, 19:08
Director
Sólo para el director

Hobbard seguía manteniendo el paso firme, sin quejarse, aguantando el tipo. Con toda la armadura puesta. Los perros le habían cogido por sorpresa y no pensaba dejar que ello volviera a pasar, aunque estaba sudando la gota gorda. Cuando

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11/04/2015, 20:20
Iunus Wits

Iunus escuchó el pedido de Velocatus, y al instante asintió.

-Por supuesto, Vel, mejor que estemos todos lo mejor posible... ya encontraremos más agua- afirmó confiado, aunque aún durante el camino no habían encontrado ni rastros de esa bella y sanadora sustancia -¡Eh Normoh! ¿Cuándo estará eso? ¡Está oliendo de maravillas!- animó al cazador, que por cierto, se había ganado otro turno de viaje en la carreta.

El joven miró hacia arriba cuando las nubes cubrieron al Astro Rey. Agradeció esa bendición en silencio, para no malgastar la poca saliva que tenía. Sólo el ciervo podía hacer que generara más...

Ya vamos necesitando un respiro... uno bueno esta vez... pensó el Wits mientras miraba a los demás preocupado por ellos y esta larga marcha...

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11/04/2015, 21:10
Director

Normoh había ido cocinando la carne en la cocina improvisada y la había ido repartiendo entre los aventureros, que por turno se acercaban al carro, cogían y un trozo y volvían a su lugar para masticarla una y otra vez en sus bocas resecas hasta salivar lo suficiente para poder tragárselo. Después de comer él mismo, el cazador se había aburrido y se había bajado del carro para "estirar las piernas" y se había alejado del carro primero por delante de éste, luego hacia el norte y hacia el sur, actuando como avanzadilla de la expedición.

Velocatus por su parte había recolectado un buen montón de bayas que servirían bien de alimento, bien de tratamiento, una vez fueran adecuadamente preparadas. Ursu por su parte debía de haber sido menos afortunado pues apenas había dejado bayas junto al montón del curandero. En su sucia barba había pepitas visibles entre la mugre, el polvo verdoso y la sangre reseca.

Jace seguía dirigiendo el carro y manteniendo el ritmo con puño de hierro evitando que perdieran la ventaja obtenida. Los Wits, Velocatus y Ursu se habían ido turnando para sentarse en la parte posterior del carro, para poder descansar con los pies colgando por la parte posterior del carro. La vista no era tranquilizadora, a sus espaldas, el escuadrón de no muertos aún era visible en la distancia, si bien cada vez más lejos, pero sin detenerse, sin dejar de avanzar hacia ellos con paso renqueante.

Sobre las cabezas de los aventureros las nubes, cubrían el sol y al levantarse viento del este, los aventureros empezaron a sentir frío. Los que disponían de prendas de abrigo las sacaron de sus macutos y se las echaron por encima.

Frente a ellos, el camino empezaba a ascender, en unas horas llegarían al bosque de cuya inmensidad empezaba a darse cuenta, extendiéndose durante kilómetros hacia el norte y el sur.

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11/04/2015, 21:11
Director
Sólo para el director

Hobbard - va a llover, no hay árboles, Bill va a cansarse

Iunus - va a llover

Jace - Bill va a cansarse, va a llover

Normoh - va a llover, ve el castillo

 

- Tiradas (12)
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11/04/2015, 21:22
Normoh

Cuando el camino comenzó a ascender, el cazador, que marchaba unos cuantos pasos por delante del grupo, se inclinó un momento, respirando pesadamente y palpándose el pecho. Aún sentía la dolorosa coz de Bill. Estaba cansado, y comenzaba a sentirse sediento. Cortó con la mano una espiga silvestre y se echó una pajita a la boca, mirando cómo sus compañeros se acercaban lentamente y, a lo lejos, los infernales siervos que renqueaban a buen ritmo, los malditos.

Luego observó los alrededores, el terreno salpicado de matorrales y grandes piedras, las estribaciones de las montañas y cualquier irregularidad llamativa en el terreno y la vegetación; pequeños valles, hileras de arbolillos. No sería descabellado, a partir de aquí, toparse con algún pequeño cauce o manantial. Había huellas de animales que en algún sitio tenían que beber. Alzó la vista adelante con ansiedad, intentando localizar un lugar con posibilidades. -Ojalá encontremos algún riachuelo en nuestro camino...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dire, el primer párrafo de tu post anterior, perfecto.

La tirada de Atención va de serie.

Cabría este post como la interpretación para una tiradita de orientación o intuición o buscar o algo para imaginar dónde podría haber agua?

Respuesta del máster: podría

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11/04/2015, 23:51
Director

Hobbard seguía manteniendo el paso firme, sin quejarse, aguantando el tipo. Con toda la armadura puesta. Los perros le habían cogido por sorpresa y no pensaba dejar que ello volviera a pasar, aunque estaba sudando la gota gorda. Cuando por fin le tocó el turno de sentarse en éste apenas pudo evitar un suspiro de alivio. A fin de cuentas no dejaba de ser el jefe de aquella expedición.

Ojalá llegaran pronto a su destino, los árboles no parecían estar más que a unas horas de viaje y pronto podrían talar los suficientes y volver a Forbrag. De hecho, era raro que no se hubieran topado ya con algún bosquecillo o siquiera con algún árbol suelto dada la proximidad a las estribaciones montañosas cubiertas de vegetación. Aqui sólo había matorrales bajos y hierba.

No es que un arbolillo o incluso media docena fueran a darles madera suficiente para cubrir los requerimientos de Estei Rison, pero, aquello no dejaba de resultar extraño. Bien sabía el leñador que los bosques, lejos de formar una frontera, estaban rodeados de zonas de menor densidad arbórea - Hum - murmuró pensativo, con los pies colgando por la parte posterior del carro mientras el viento frío se colaba entre armadura y ropa dándole un escalofrío.

Notas de juego

Tirada exitosa de Oficio: Leñador.


Destinatarios actuales de los posts: todos menos Normoh que se ha alejado del carro (salvo que Hobb grite).

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11/04/2015, 23:57
Director

Iunus miraba el cielo con sospecha, se estaba encapotando y empezaba a hacer más fresco, por lo que sacó el abrigo de la mochila y se lo echó por encima de los hombros cubriendo sus ropa de verano y su armadura. Salvo que se equivocara mucho, estaba a punto de empezar a llover. Menos mal que se había traído también un grueso gorro de piel a juego con el abrigo.

A su lado Velocatus y Ursu también echaban miradas al cielo anticipando lluvia. El gigantón más robusto y cubierto de gruesa ropa no hacía cuenta del frío, mientras que el joven Velocatus, apenas encontraba abrigo en su armadura de cuero.

Jace, que evitaba en lo posible volver la vista atrás y Hobbard, que iba sentado en el carro con los pies colgando sobre la calzada también sentían el frío con sus ropas de verano y, si vieron el cielo enegrecerse sobre sus cabezas, ninguno dijo nada ni se quejó por ninguna de ambas cosas.