Partida Rol por web

La Guerra de los Padres

IIIa - La larga marcha

Cargando editor
24/02/2015, 08:23
Velocatus de los Culprit

Hobbard y Jace habían hablado uno tras del otro y casi habían hecho perder al joven herbolario; y es que a pesar de sus expectativas, el que más calmo se lo había tomado era Ursu dejándolo sorprendido.

El leñador había sido el primero en hablar y a él fue al primero que le respondió. -Esa poca cantidad apenas si les aliviara algunos minutos la picazón. Necesito mucha más agua.- Si, apenas si les aliviaría. Lo que necesitarían era una corriente fresca. -El bosque... si, alli probablemente encuentre algunas, pero me llevara tiempo y tendré que recorrer una amplia superficie en la búsqueda.- Lo más probable es que una vez allí, tendría que separarse del grupo en búsqueda de las medicinas.

Jace, por otro lado, había tomado a peor las lúgubres primeras palabras del curandero. -La verdad no se si se agravara mucho. Nunca había visto un ataque como el que ustedes sufren pero con los insumos necesarios debería detener su avance.- Poso una mano sobre el hombro del soldado, aún sentado. Una suave presión acompaño el gesto y una sonrisa de esperanza para reconfortarlo. -Con un poco de suerte todo saldrá bien.-

Tras terminar de hablar, observo con curiosidad hacia las puertas. Esperaba que los dos ausentes estuvieran bien, pero por sobre todo que estuvieran por volver. Los siervos del nigromante estaba casi sobre ellos y la vuelta en marcha del grupo se le estaba haciendo demasiado lenta.

Cargando editor
24/02/2015, 21:14
Director

Nota del máster. Con respecto al agua o a las provisiones que os quedan, entended que no os quedan solamente dos sorbos de agua y medio mendrugo de pan a repartir. No, lo cierto es que os queda poca comida en comparación con la que teníais inicialmente o la que necesitan 6 adultos para subsistir.

Lo que queda es suficiente para alimentar a 2 personas durante un día y para dar de beber a 2 personas durante un día

algo de agua, escasamente suficiente para dos personas durante un día y eso siempre que no la derramaran, lo que parecía casi imposible dado el estado de los frascos. Unos puñados de grano que quizás estuviera contaminado y que bastarían para dos personas.

Si lo repartís entre más personas (hasta 4 a base de medias raciones), repartiríais también el malus por no comer/no beber (en breve los subiré a la sección Reglas de la Partida). Siempre y cuando fuérais cuidadosos al transportarlo para no perder más (agua en especial).

Notas de juego

*Hoy he aprendido, gracias a Charly22 una palabra nueva: Insumo. Gracias.

Cargando editor
25/02/2015, 17:02
Ursu

Ursu intenta asimilar en su cerebro de bellota lo que los gestos y expresiones de Velocatus y Jace dicen con más elocuencia aún que sus palabras. Parece ser que están peor de lo que en cualquier momento pudo imaginar el grandullón. ¿Que Ursu va a morir? Ese pensamiento cruzó su mente como un relámpago, y tal como los relámpagos estallan un momento en el cielo y se apagan, se esfumó. El tonto no se atrevía a concebir la magnitud del asunto, pero una pequeña preocupación empezó a adueñarse de él. ¿Cuánto tiempo le queda al tonto Ursu de vida?

 ¿Qué hierbas son ésas que necesita Velocatus? Ursu saldrá a buscarlas. Ursu también puede aprovechar para aprovisionarse de agua. No tiene que salir ahora, puede esperar a que se marchen los siervos del Nigromante. Si no, Ursu saldrá y venderá caro su pellejo.

Ursu pronunció el que podía ser el discurso más largo que hubiera largado en toda su vida, y encima con una seriedad jamás sospechada en él, siempre tan presto a sonreír. Luego calló, a la espera de una respuesta, sintiendo cómo le costaba tragar un poco de saliva.

Notas de juego

Respuesta del máster: en efecto, aunque Ursu carece de conocimientos de Medicina, así que no sabe preparar o administrar remedios; sí que tiene conocimientos de Herbología, por lo que sí que podría reconocer y recolectar las plantas que se le describan/indiquen.

Cargando editor
26/02/2015, 18:17
Director

Habían pasado unos minutos en los cuales Jace y Ursu habían acabado de recoger sus enseres y volver a prepararse para el combate, cuando los aventureros vieron como Normoh volvía a entrar en la casa con lo que bien podía ser una sutil sonrisa en su rostro bigotudo. En el hombro llevaba un cervato muerto, por lo visto las trampas que colocó cuando llegaron a la casa habían dado sorprendentes buenos frutos.

La sangre chorreaba aún del cuello del animal, pero el cazador había tenido la pericia, fruto de la costumbre de apartarlo de él, para que no le salpicara las ropas. Si quitaban las vísceras y trataban la carne adecuadamente podían asarla, despiezarla y daría para alimentar al menos a cuatro de ellos durante todo el día. No obstante, quizás los sirvientes del Nigromante se vieran atraídos por la carne del animal o por su reciente muerte y apretaran el paso. O quizás aquello diera igual y los no muertos sólo querían quemar sus almas y acabar con todos ellos.

Cuando el cazador entraba en la casa con cuidado de no tropezar con los exiguos restos de la puerta haciendo un ruido de mil demonios a cristales rotos que había bajo los maderos de la entrada, Ursu, que debía haber estado hablando para Velocatus, terminó su discurso, sonrió bobaliconamente y como punto final carraspeó y escupió en el suelo un salivazo verdoso. A Iunus no lo vió por ninguna parte, si acaso lo había echado en falta, al menos no dijo nada.

Hobbard mientras tanto, tenía la oreja pegada a la pared este de la casa, junto a la puerta que había despejado y les dirigió una mirada reprobatoria, como si le estuvieran impidiendo escuchar algo importante. Sostenía un hacha en cada mano, sin embargo su enorme figura no transmitía la fuerza, seriedad y seguridad habituales, parecía incluso, algo que los demás nunca habían visto en él, nervioso.

Jace, profesional como siempre, doy una vuelta por la habitación. El fuego había perdido fuerza, pero en el exterior cada vez había más luz y la de la hoguera ya no era necesaria, miró por cada una de las ventanas, por la abertura posterior de la casa, repasó el perímetro. En efecto, seguían avanzando. Si el cazador les había dicho que estaban a una hora de distancia cuando llegó con Bill, ahora los no muertos debían estar a no más de 45 o quizás 50 minutos; su paso era lento, pero no parecían dispuestos a detenerse con sus presas tan próximas.

Cargando editor
26/02/2015, 18:34
Director

Iunus avanzaba despacio en la penumbra, empujó una de las puertas, la que tenía más a la izquierda, lo hizo con cuidado con el borde del escudo y metió con timidez la antorcha por el hueco, más ratas salieron despavoridas, chillando, por los huecos de la parte inferior de la puerta. Después de unos segundos en los que el corazón le latía desbocado y con fuerza en los oídos y en los que no pasó nada más, Iunus abrió la puerta del todo.

Esta parte de la edificación estaba más conservada que la sala principal, con las paredes y el techo íntegros. Se encontró con una pequeña habitación, por llamarla de alguna forma, que no tendría más de uno o dos metros cuadrados. Un piedra ocupaba el centro de la habitación, junto con auténticos montones de heces de ratas. Sin duda aquel debía ser el nido de éstas. El suelo, de piedra, como las paredes estaba jalonado a intervalos irregulares por grietas que las ratas debían haber ido ensanchando con el paso de los años, probablemente aquellas paredes estuvieran llenas de una miríadas de pequeños túneles. En la pared contraria a la puerta, hacia el este, se abría un pequeño ventanuco, cercano al techo, por el que entraba la luz del amanecer de apenas unos 10 centímetros de alto y 20 de ancho.

Iunus no encontró nada así que se volvió y salió de la pequeña habitación. A su espalda dejó la puerta entreabierta, en un vano intento de tener algo más luz. Con cuidado se acercó a la siguiente puerta, una vez cubriéndose con el escudo y con la antorcha por delante, que aunque medio consumida aún arrojaba bastante luz y más para haber sido hecha a base de restos y basura. No obstante parecía que todo trabajo de su padre era igual de concienzudo, ya fuera una herramiento, un mueble o esta antorcha.

Empujó la segunda puerta con el borde del escudo como había hecho antes, pero esta vez la puerta no se abrió con la misma facilidad, como si algo impiera su apertura más allá de unos pocos centímetros. Iunus había empujado la puerta con suavidad, quizás si hacía más fuerza...

La luz de la antorcha le impedía ver, en un espacio tan cerrado si entraba la luz solar también por detrás de esta puerta. Aguzó el oido pero no pudo oir nada, si había algo delante de él, tras la puerta, se mantenía en silencio. Si había ruido en la sala principal, donde estaba su padre y los demás, Iunus no alcanzaba a oirlo, de hecho no oía más que su propia y pesada respiración.

- Tiradas (1)
Cargando editor
26/02/2015, 20:25
Normoh

Con el equipo al hombro y camino del carro, Normoh se detuvo un momento junto a Jace, mirando al suelo, ojeroso y palpándose el pecho. Ursu escupió un gargajo de mil demonios que bien podría haberse confundido con una de esas Bestias Informes de las Profundidades Profundas de las que hablaban los cuentos de la abuela Lena.

-El... Velocatus os ha dicho algo? ¿Cómo van esas toses?

El cazador parecía hablar al infinito más que a alguna persona en concreto. Luego continuó. -Deberíamos irnos ya. Están muy cerca. Me encargaría yo mismo del cervato -dice, apuntando con la cabeza-, pero creo que me dormiría despellejándolo. No sé si esos engendros mediomuertos comen, pero a lo mejor podemos usar las vísceras para retrasarlos o despistarlos.

Zanjó su soliloquio alzando una mano, como desentendiéndose. -No sé, yo necesito cerrar los ojos un rato. Enganchemos a Bill cuanto antes.

Y volvió a salir al exterior con unas cuantas zancadas, mirando en dirección a la amenazadora horda que se avecinaba, disponiéndose a aprestar el carro y a buscarse un rincón dentro donde dar una cabezada reparadora.

Cargando editor
26/02/2015, 20:48
Director

Hobbard intentaba ver a Iunus por la pequeña abertura, pero enseguida perdió de vista la luz de su antorcha. Había sido todo lo concienzudo posible al hacerla, con lo que esperaba que el muchacho no se hubiera quedado tan pronto sin luz, pero a fin de cuentas sólo había contado con basura y retales.

Casi un minuto después creyó distinguir como se movía una llama o al menos su reflejo por el interior. Puso el oído en la pared, con la esperanza de oir aquello que no podía ver. A su espalda Velocatus, Jace y Ursu no paraban de hacer ruido, pero Hobbard, que no quería mostrar su nerviosismo o su temor por haber enviado a su hijo sólo en la oscuridad, se limitó a mirarles severamente, esperando que este gesto fuera suficiente para hacerles callar.

Momentos después escuchó chillidos animales y por la puerta, a su lado escaparon un par de roedores de pequeño tamaño, parecía que había un número ilimitado de aquellas bestias. Justo depués un chirrido, como el de una bisagra oxidad al girar Tras lo cual todo volvió a quedar en silencio, para ser interrumpido por la vuelta de Normoh cargado con un cervatillo muerto.

Hobbard dedicó al cazador una torva mirada y volvió a apoyar la oreja contra la pared.

Cargando editor
26/02/2015, 21:18
Jace

El guardia de Forbrab ha estado callado y meditabundo los últimos minutos, mientras los demás se movían a su alrededor. Intenta hacerse cargo de su situación, de su triste futuro. Porque no ha creído una sola palabra de esa frase de puro compromiso pronunciada por Velocatus, ese “todo saldrá bien” dicho con tan poca convicción como escasas son sus esperanzas de salir con bien de esta…

Pero tampoco piensa rendirse sin más, quedarse inerme y dejarse devorar por esos malditos siervos del Nigromante que les están cercando lentamente. Jace siempre ha sido un hombre de acción y piensa demostrarlo, aunque sea en sus últimas semanas… o días. Por eso alza la vista con una media sonrisa fatalista dibujada en el rostro y comenta en voz alta:

- Tenéis razón, vamos a movernos...

Se dirige hacia Normoh y sin apenas cruzar más que una mirada con él recoge el cervato que éste le tiende para que pueda descansar. Por ahora lo deja a un lado, hacia retaguardia, pero tiene planes para él…

Entonces ayuda a colocar el carromato encarado correctamente y luego a enganchar al viejo jamelgo, mientras va echando nerviosas miradas al perímetro… y al viejo Hobbs de los Wits, que espera en pie junto a la estrecha obertura por la que se ha escurrido su hijo. La verdad, más vale que Iunus salga pronto de esa sala del fondo que está explorando, porque su padre no querrá nunca dejarlo atrás… pero no pueden permitirse perder mucho más tiempo aquí.

En cuanto el carro está dispuesto, devuelve su atención al cervatillo y con su siempre bien cuidado cuchillo de metal lo eviscera y empieza a despiezarlo. No es el experto trabajo de un carnicero pero sabe lo que se hace… y se toma la molestia de derramar todas las vísceras sangrantes en medio del camino pero la dirección opuesta  a la que piensan seguir. La verdad es que no sabe si funcionará, pero puede que la idea del cazador no sea mala e igual consigue distraer la atención de los no-muertos y retrasarlos.

Para cuando acaba, lleva la carne al carromato y dirige una mirada acuciante a sus compañeros. Deben ponerse en marcha sin más demora, si alguien todavía no está listo, que intente darles alcance a la carrera más tarde… pero si esperan más, ya no podrán romper el cerco sin luchar.

Cargando editor
27/02/2015, 00:11
Velocatus de los Culprit

¿Ursu buscando las hierbas? Velocatus lo miro algo extrañado, inseguro de que el enorme y algo bruto explorador pudiera encontrar las plantas exactas solo por la descripción de las mismas, pero era muy posible que las susodichas medicinas les hicieran mucha falta si las cosas empeoraban para los dos infectados.

-Pues, las plantas de Rume, Artosa o la Hierba Sagrada me servirían... ¿Conoces esas hierbas Ursu?- No sabía si las podría encontrar en esta zona, después de todo siempre la abuela las recogía de suelo boscoso, pero por tratar el desesperado nunca pierde. -Si no podría acompañarte y entre los dos cubriríamos el doble de terreno.- ¿Cuanto tiempo dispondríamos para la tarea? El aviso de Normoh no era muy alentador.

Notas de juego

jajaja siempre un placer. Igual no esperes que pase muy seguido, que mi vocabulario no es el más amplio del mundo.

Cargando editor
28/02/2015, 18:42
Director

Lo cierto es que Ursu no era muy bueno recordando nombres, ni tampoco recibió una educación como la de Velocatus, que tenía su propia abuela y tutora en casa; ni tan siquiera como la Jace o la de Iunus, que fueron a clase con los ancianos hasta que pudieron sostener una lanza o un hacha. Ursu siempre era víctima de las burlas de otros niños, alentados, como no por Dargoh, que ocultaba su propia necedad ridiculizando a Ursu, que consecuentemente siempre andaba a la gresca y era expulsado al establo mientras los demás seguían en clase. Quizás aquella infancia triste, solitaria y violenta habían marcado el carácter del grandísimo, bruto y algo lerdo Ursu Justicar.

Pero volvamos con la historia... lo cierto es que Ursu había aprendido a vagabundear por su cuenta a fijarse en plantas y animales y a buscarse la vida por su cuenta cuando su padre, Yolan, buscaba algo con lo que desahogarse. Quizás por eso la cara de incomprensión de Ursu se transformó en una sonrisa cuando Velocatus, tras enumerarle lo que buscaba, se detuvo a describir cada una de las plantas. Seguramente que sí podía ayudarle a encontrarlas.

Notas de juego

Para Velocatus y Ursu: Una tirada de 1d20 + Herbología (que es 2 en el caso de Ursu y 8 para Velocatus).

Dificultad variable:

- Con un total de 10+. Os describo una planta (aleatoriamente) de las que buscaís y dónde se puede encontrar.

- Con 15+. Dos plantas (aleatoriamente).

- Con 20+. Las tres.

Cargando editor
28/02/2015, 19:19
Director

Nota del máster

Podría decirte que Normoh también puede tirar por Herbología, porque a fin de cuentas es un Hombre para todo con las mismas condiciones que ellos (1d20 + Herbología, que en el caso de Normoh es INT (0) y -2 por Hombre para todo versión nerfeada 2.0). Pero es que soy un máster muy malo y como no se te ocurra a tí solito, nada.

Edito: como tienes la dote Intuición, te concedo un éxito automático y te lo chivo. Puedes leer el párrafo de arriba. Adelante.

Edito2: pero como estás dormido en el carro, fuera de la charla de los dos sabios botánicos del grupo, te considero excluido.

Edito3: bueno, lo cierto es que para aplicar el punto 2 bien te podía haber quitado de los destinatarios del post Velocatus-Ursu. Como soy la mar de majo no lo he hecho. Siempre podemos pensar que la charla ha ocurrido mientras Normoh trasladaba sus cosas al carro y por eso se ha enterado o bien que Ursu hablaba en voz alta consigo mismo mientras repetía las indicaciones de Velocatus. Algo como - Velocatus me ha dicho que busque una planta pequeñita, con campanas amarillas y frutos rojos, me pregunto que serán campanas... -

Edito4. En resumen, Linneo, que como soy un sol de máster te dejo hacer dicha tirada si te apetece sacar a estos dos de su ignorancia.

Cargando editor
01/03/2015, 17:45
Ursu
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

1d20 + 2 = 1+2 = 3. ¡Estrepitoso fracaso!

Cargando editor
01/03/2015, 20:23
Normoh
Sólo para el director

Notas de juego

Na, que se jodan; acaso han cazao ellos? Jo, se me está pegando el carácter de Normoh...

No, en realidad es que no me parece el momento para buscar hierbas; esas cosas por lo que sé llevan un rato de paseo por el campo, y no tiene Normoh ni talante ni cuerpo para pasearse entre no-muertos buscando margaritas...

Pero sí, eres un dire muy majo.

Cargando editor
01/03/2015, 23:37
Director

Respuesta del máster

no me parece el momento para buscar hierbas

... y no lo es. La tirada sólo es para saber qué es lo que buscan, no para salir a buscarlas y encontrarlas.

Cargando editor
02/03/2015, 03:24
Velocatus de los Culprit
Sólo para el director
- Tiradas (1)
Cargando editor
02/03/2015, 19:26
Normoh
Sólo para el director

Notas de juego

Ná, mala suerte. Precisamente por coherencia; ya sabemos cómo es el carácter de Normoh...
 

Cargando editor
06/03/2015, 01:28
Iunus Wits

Iunus no era claustrofóbico, pero el polvo, el silencio, la oscuridad creciente y el abandono que se había adueñado del lugar hacían que comenzara a sentirse cada vez más incómodo. Había siervos del Nigromante afuera, acercándose a paso decidido y constante, incansable... y él allí, sin saber qué sucedía detrás de la pesada puerta que había logrado destrabar su laborioso padre.

Ante la resistencia que recibía del otro lado de la segunda puerta, optó por la vía precavida. Al menos esa era la forma que siempre le había inculcado su padre, y era en sí, la manera que más conocía. A veces pensaba que debía ser más impulsivo, como aquellas veces que no avanzaba con sus deseos para no importunar a su padre, o a otras personas... pero esta vez, lo que dependía de su decisión, era su propia vida. Esa sí que la valoraba.

Volvió sobre sus pasos rápido hacia la rendija de luz que mostraba el lugar donde se encontraba el grupo.

-Padre, hay dos puertas, en una no hay nada, pero la segunda no puedo moverla bien... voy a intentar con más fuerza antes de que se apague la antorcha, pero déjame el hacha aquí por las dudas- dijo con la voz sosegada.

Habiendo recibido el hacha la dejó cerca de la rendija para verla aún sin luz y avanzó hacia la segunda puerta. Dejó el escudo rápidamente junto al umbral aprovechando cada segundo que tenía de luz. Con la antorcha apoyada contra la pared, se acomodó contra la puerta para realizar toda la fuerza de la que fuera capaz... en realidad, su intención era comprobar qué tan trabada estaba, y luego probaría con más fuerza ya que a veces habían jugado, siendo niños, a la cincha y era una mala pasada cuando uno estaba haciendo toda la fuerza de la que era uno capaz y los otros soltaban la cuerda.

Esos recuerdos se esfumaron para dar paso al miedo. ¿Qué podía haber del otro lado? Seguramente nada, después de todo, estaba todo encerrado, nada podía sobrevivir sólo a base de ratas...

Con una sacudida de su cabeza despejó los miedos y afianzó los pies y las manos...

Notas de juego

Disculpá la tardanza, como puse en el offtopic, he andado un poco pasado de vueltas jeje

En cuanto a la tirada, lanzala vos, no tengo problema :D

Cargando editor
06/03/2015, 01:46
Iunus Wits

-Padre, hay dos puertas, en una no hay nada, pero la segunda no puedo moverla bien... voy a intentar con más fuerza antes de que se apague la antorcha, pero déjame el hacha aquí por las dudas- dijo con la voz sosegada por detrás de la puerta que su padre había logrado abrir para que pasara.

No había pasado mucho tiempo, pero para el joven leñador le parecía que hace meses que no veía el rostro de su padre... por momentos la oscuridad y el encierro podían hacer estragos a largo plazo. Sin quererlo, su mente voló y se imaginó estando encerrado hasta morir en esa habitación... y tuvo verdadero miedo. Ficticio, pero miedo al fin. Por lo que ahuyentó esas ideas esperando escuchar la voz de su padre al otro lado. Por más que ya fuera un hombre adulto, o casi, aún necesitaba esa sensación de estar protegido por el gigante Hob.

Cargando editor
06/03/2015, 07:36
Director

Hobbard, que no podía ver apenas nada del interior de la habitación, había esperado angustioso los progresos de su hijo. Sintió un profundo alivio cuando la cara de Iunus asomó, iluminada por la antorcha por la abertura, pidiéndole el hacha.
El jefe de leñadores, sin tardanza le tendió la herramienta que le pedía, mientras el joven dejaba el escudo en el suelo, junto a la puerta metálica que Hobbard destrabara durante la noche.

Momentos después los aventureros escucharon un par de fuertes golpes, hachazos sin duda, junto con un gran crujido de madera, que fue inmediatamente seguido de grandes chillidos animales. Segundos después todo volvía a estar en silencio.

Cargando editor
06/03/2015, 07:48
Director

- ¿Qué hierbas son esas que necesitas Velocatus? - había dicho Ursu

Velocatus había sido rápido en responder, como si recitara la lección como hacía con su abuela dando el nombre de tres plantas. Su abuela era muy exigente y jamás daba por bueno acertar en algo por los pelos. Sin embargo, tras aquella enumeración la cara Ursu no pudo ser menos expresiva. Aquel hombretón no parecía haber oído esos nombres en su vida.

Velocatus, que era muy bueno con la teoría, pero cuyas salidas al campo fuera de Forbrag podían apenas contarse con los dedos de una mano y siempre al alcance de la vista de las murallas intentó explicarle al explorador cómo eran las que buscaban, pero o bien no recordaba muy bien cómo eran las plantas al natural o bien su explicación fue demasiado aturullada y llena de tecnicismo que Ursu no pudo comprender. Después de unos minutos Velocatus pareció desistir, no parecía que Ursu, con sus conocimientos prácticos y él con los teóricos, pudieran complementarse. Así que el muchacho se limitó a concluir:

- Ursu, buscaremos sólo Hierba Sagrada, que será lo mejor. Es un arbusto, así de alto - dijo poniendo la mano a nivel de su cintura - con las flores entre rosas y blancas, aunque eso ocurre en Primavera y estamos en Otoño, claro. Crece al pie de las colinas. Las ramas son pegajosas y la abuela... - carraspeó - estoo, Lana, siempre dice que huelen bastante mal.

Ursu por su parte se limitó a toser con fuerza y esputar en el suelo. Sonriendo justo después; sabía lo que era oler mal*. Y conocía algunas plantas así. Quizás podría encontrar lo que necesitaba Velocatus para curarles a Jace y a él.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*Chiste facil