Partida Rol por web

Esto me recordaba en parte al ataque al centro de entrenamiento, algo no cuadraba.

-Tened cuidado, los que vemos son solo soldados. Sería raro que no los acompañara algún caballero de Hades si van a atacar un refugio bajo la protección de Atenea. Puede estar ocultando su cosmos, avancemos con cuidado.

Los sentimientos no tenían cabida allí, era una lugar de guerra, mi antiguo hogar, y sin embargo se había convertido en unas ruinas llenas de muerte y restos complicados de desicernir. Todo por culpa de Hades, de sus secuaces. Al seguir avanzando y ver la silueta del Guardían, allí de pie, una pizca de esperana brilló, una esperanza de que alguien si pudo sobrevivir...a la masacre.

Sin embargo, para nuestra desgracia, fue una ilusión, no era la silueta del Guardían, si no su cuerpo, yacía de pie como un buen guerrero. Usé toda mi fuerza para dejarme llevar por la razón y no por la ira. - ¿Cómo es posible que haya detectado su Cosmos si está...así? - Después de haberle visto desvié mi mirada a aquellos caídos que portaban la peculiar armadura de negro.

Sería muy iluso creer que hayan muerto todos los enviados de Hades al santuario. Como dice Ryu, hay que estar en guardia. - Añadí algunas palabras mientras mis pasos acortaban distancia con la figura del Guardían en un mero intento por percibir rastro de su cosmo. - ¿Tal vez muriese mientras avanzábamos? - Era una suposición, y sin embargo no la ví tan viable un segundo después. - No.- Teníamos que haber sentido los cosmos enemigos en ese caso.

Alerta. Siempre alerta. Estaba preparado para vestir mi armadura en cualquier momento que atisbase peligro. Era mi prioridad. Eso y hacer pagar a nuestros enemigos su osadía por cometer una atrocidad de ese calibre.

Me quedo quieto y aprieto los puños, conteniendo la rabia como buenamente puedo, aprieto los dientes y los muestro.

Me hubiese quedado quieto más tiempo, me hubiese puesto la armadura, la necesitaba de hecho, pero las palabras de Ryu me devuelven a la realidad, o en parte al menos.

Cada vez siento que la necesito más, son más perdidas de las que me gustaría soportar.

Pero son las palabras de Athan las que me hacen asentir, reaccionar finalmente.

No me detengo. Quizá, sólo quizá, haya una pequeña esperanza, y eso es suficiente para mí.

Me abalanzo hacia delante, hacia el guardián, esperando poder tomarlo de los hombros, hacerle reaccionar.

A pesar del shock de haber encontrado en ese estado al Guardian, los jovenes caballeros se recomponen enseguida. Todos han sufrido lo suyo durante el entrenamiento, y aunque el pesar les atenaza saben que no puden quedarse así.
El primero en moverse es Mikhail, quien contra toda esperanza se acerca al Guardian por si todavía estuviese con vida.

No obstante, al hacerlo un brillo emerge de la figura, una especie de forma eterea se alza sobre todos y se los queda mirando con gran pesar. La figura es sin duda alguna del Guardian, se aleja un poco en dirección a la pared y os señala una puerta que está detrás suyo. Una puerta que con toda seguridad sabeis que es lo que estaba defendiendo.
 

-Rápido, debemos entrar por esa puerta. Si el Guardián dio su vida por defenderla y ha dejado su cosmos para traernos hasta aquí, tenemos que proteger lo que sea que esté ahí.

Digo mientras avanzo hacia la puerta.

Fui acortando distancia con el responsable máximo del refugio. Nuestro guíay sin embargo, cayó como un guerrero. La tristeza no tenía cabida. Tampoco la ira. Ver materializarse su deseo de custodio fue admirable.

Entonces...es esa la última voluntad del Guardian. Entonces que así sea. - Dije manteniendo la templanza. Después de todo lo visto, y vivido, no fue muy difícil mantenerse con la sangre fría. Al fin y al cabo, no era el momento de dejarse llevar por el ansía de venganza, si no de cumplir con nuestra obligación de caballero. Una obligación que nosotros asumimos en su momento.

En silencio prometí que cumpliría con el legado mientras mis pasos se acercaban a la puerta indicada, detrás de Ryu que fue el primero en adelantarse. - Sí, así es, tiene que ser de vital importancia. Seguramente han atacado el lugar por lo que custodiaba -  Un sin fin de teorías surgieron en mi cabeza, imaginándome que habría detrás esperándono y una de ellas, especialmente difícil de asimilar, una auténtica locura. De hecho, la deseché poco después. En cualquier caso, lo protegería con mi vida y por mi honor como santo.

Me detengo y extiendo mis brazos, miro al guardián incrédulo pero cuando todos dicen de seguir, asiento con la cabeza en gesto de gratitud hacia el guardián y también de respeto.

Inspiro profundamente y siento cómo el aire oprime mis pulmones, me siento tenso, bastante más de lo que me gustaría, no obstante, arranco en la dirección indicada.

Puede que hayamos llegado a tiempo, o puede que no. ¿Sentís a alguien intentando huir?

Pregunto directamente. Sé que ellos son los verdaderos genios en este tema.

Estaba claro para Andreas que aquel había permanecido en su lugar para verlos llegar.

El joven sintió la congoja de haber perdido a una persona que los había cuidado como un padre. Pero como sus compañeros y hermanos habían señalado, el deber ahora estaba en proseguir con la tarea del Guardián.

Se dirigió tras ellos hacia la puerta que había sido defendida con la vida, ahora a ellos les tocaba averiguar el que o quien estaba tras esta y porque ese enorme sacrificio.

Los jovenes caballeros entraron en la habitación que señalaba el espiritu de El Guardian. No estaban seguros de qué se iban a encontrar, pero desde luego no algo tan tranquilo como lo que vieron.
Era una especie de despacho. Había una mesa grande con una silla comoda detrás, varios armarios a los lados y detrás de la mesa. Y un gran mapa del mundo colgado en la pared.

El espectro les pasó a su lado sobresaltandolos un poco y se sentó en la mesa. Los miró a todos nuevamente y señaló uno de los armarios de detrás suyo.

Jean Paul no esperó y se acercó rápidamente al mismo para abrirlo. En un principio parecia no poder, pero El Guardian señaló algo encima de la mesa, era una llave. Xao la cogió y la usó en la cerradura. La puerta se abrió facilmente y todos miraron dentro, parecia haber más espacio dentro que fuera del muebel. Y dentro había un cofre de oro, todos reconocieron el simbolo y nombre de Atenea grabado por fuera.

El espiritu asintió y los jovenes lo abrieron. Dentro había una especie de diario, o por lo menos algunas hojas de uno.

HACE 7 AÑOS

Oh! Atenea dame sabiduría para poder detener a nuestros enemigos.

Los niños están listos para partir. El oscuro no sabe nada de ellos, el campamento está protegido con los conjuros que me diste. Pero... En cuanto salgan serán vulnerables.

No se si todos conseguirán las armaduras. Son todos elegidos, pero el Oscuro también tiene los suyos. Si no se contenta con conseguir las suyas y envía a alguien a por las nuestras… ¿qué harán esos pobres niños?

HACE 6 AÑOS

Sigo oyendo noticias de la guerra. Nuestros caballeros aguantan pero nada más. No logramos recuperar territorios.

Y los niños han partido ya.

HACE 5 AÑOS

Los mensajeros enviados al Norte a por ayuda no han vuelto. ¿Habrán sido interceptados o no le habrán recibido? ¿Acaso su señor no tiene la sabiduría del pozo?. Prefiero creer que el Oscuro los mató a que fueran rechazados por el tuerto. Sea como sea no mandaré más mensajeros.

HACE 4 AÑOS

La guerra continua, el Status Quo se mantiene. Pero nada más.

HACE 3 AÑOS

He tenido noticias de los chicos, a la mayoría les va bien. Seguramente volverán como caballeros de bronce. Serán un gran refuerzo.

HACE 2 AÑOS

Hemos logrado un avance en la guerra. Nuestros caballeros de Oro han recuperado parte de nuestros territorios. El Olimpo estará complacido.

HACE 1 AÑO

Han muerto dos caballeros de Oro, es terrible. Parece ser que cayeron en una emboscada de uno de los Jinetes del Oscuro. Su perdida es irremplazable. Ninguno de los de Plata llega a su nivel. ¿Qué haremos? Atenea danos fuerzas.

HACE SEIS MESES

Hemos sido atacados. Las protecciones de los conjuros aguantaron, pero… ¿Como averiguaron la localización de este sitio?. Me preocupan los chicos. Si saben de mi ¿sabrán de ellos?.

Rezo por que no sea así, sólo ellos pueden lograrlo, aunque su misión es muy peligrosa, también es vital para el Santuario.

Hace un mes

Algo va mal. Ni William ni Miguel han llegado. Según sus maestros lograron las armaduras de la Brújula y del Dragón pero…

Después de aquella extraña escena donde tantas cosas se explicaron y otras tantas tendrían que esperar a ser respondidas, tuve que tomarme mi tiempo para pensar, meditar en todo y en nada al mismo tiempo. Además, me fue necesario releer por segunda vez las entradas del diario del Guardián, quizás así entendiese lo que se me había escapado en la primera lectura.

Finalmente, dejé abandoné la lectura, y con expresión sombría me dirigí al resto de mis camaradas. - Es la guerra. - Fue lo primero que dije totalmente convencido, solamente un ignorante no se hubiese dado cuenta de eso. - Empezó mientras nosotros eramos unos niños.

Un resumen, requería un maldito resumen de todo. Había mucho en que pensar, y mucho decir. Quizás así llegásemos a comprender lo que había pasado y lo que estaba pasando. - Si Miguel y William lo han conseguido, ¿qué les retiene? ¿quizás fueron atacados por el camino? - Más y más cuestiones y más y más preocupaciones.

Si hasta dos legendarios caballeros dorados han caído, ¿qué se supone que tenemos que hacer nosotros si recién nos hemos ganado las armaduras de bronce. - Añadí, con visible preocupación en mi voz. Nos gustase o no, éramos unos novatos. Santos recién formados apenas con experiencia en el combate, y mucho menos en una guerra.....real pese haber presenciado lo cruel que puede llegar a ser.

Me pregunto a quién se referirá con el Oscuro y el tuerto. - Expuse en alto aquella duda. - Y también como han averiguado el paradero de este lugar si estaba protegido. Ni yo mismo pude recordarlo con claridad hasta que no me puse en camino una vez obtenida la armadura. - Dudaba de si la respuesta a lo segundo fuese agradable, más si se ponía en tela de juicio la integridad de nadie en particular.

Llevé dos dedos en el mentón, requería no solo pensar, mantener la templanza, una tarea ardua, inocentes muertos, compañeros desaparecidos, y una guerra que ganar. ¿Razones para luchar? Tenía unas cuantas que me guardaría para mí mismo por el momento. Unos segundos después, me giré al resto de mis compañeros de armas, los otros siete santos de bronce.

Quería saber cuáles serían su postura al respecto, había mucho que discutir. - Bien, ahora que conocemos la situación tendremos que decidir como actuar, ¿qué podemos hacer ahora? ¿Dirigirnos al norte y averiguar por qué no han mandado refuerzos? Es posible que también tengan problemas. - Esperaba que no, sin embargo me intranquilizaba, aunque si fuese esa mi única preocupación, evidentemente no. - Me temo que aquí no podremos hacer mucho más aunque podremos echar un último vistazo antes de marchar.

Guardé silencio, ya había hablado bastante, la situación así lo requería, pero ya me tocó esperar a lo que los demás querían decir. No sería de extrañar que sus palabras consiguieran ordenar mis pensamientos, incluso tener en cuenta algo que quizás se me haya escapado. Y por qué no decirlo, no estaba solo.

Lo seguimos, lo leemos todo.

Athan habla, y le miro algo asombrado, en verdad su solemnidad se aleja mucho a cuando partimos y sonrío al ver cómo ha crecido, no puedo sentir a partes iguales orgullo y envidia por él.

Tal vez nos hayan traicionado.

Digo, completamente serio, no hay que dejar ninguna posibilidad por evaluar.

Hace cinco años de lo del tuerto. No tenemos mucho más, pero... ¿Qué es la sabiduría del pozo? ¿Y...?

Miro entonces a mis compañeros, haciendo un ademán con la mano invitándoles a hablar.

¿... Qué pensáis vosotros?

Trago saliva, han caído caballeros importantes.

Hablan de nosotros como si fuésemos... importantes, de algún modo. Capaces de lograr algo. ¿Quizá tengamos algo más grabado en nuestras mentes que no recordamos?

Les pregunto, nuevamente, observándoles.