Partida Rol por web

La enorme base espacial orbita lentamente en torno a un aislado planeta en un punto desconocido del espacio.

Dos representantes de diversas civilizaciones vasallas de Orión han recibido unos misteriosos dispositivos que les permiten teletransportarse hasta el lugar sin saber dónde está. Teniendo en cuenta las enormes distancias interestelares, la tecnología necesaria para cubrirlas está, sencillamente, más allá de su imaginación.

Lord Lorknar, enviado de Orión, os está esperando:

-¡Hijos de Orión!-empieza su discurso-¡La guerra llama a vuestras puertas! Una amenaza surgida de nuestras peores pesadillas ha corrompido a varias civilizaciones en la zona del espacio donde están vuestros mundos natales. El poderoso Orión mismo se encuentra en estos momentos combatiendo al enemigo a lo largo y ancho de la galaxia. La victoria, no lo dudéis, nos sonreirá pero no sin un alto precio.

Hace una pausa:

-Orión no abandonará a sus hijos: en estos momentos, estamos retransmitiendo telepáticamente a vuestras gentes de ciencia los conocimientos necesarios para construir máquinas que os permitirán salir de vuestros planetas y extenderos por las estrellas. La guerra que se avecina será a una escala inimaginable para vosotros y, a la larga, aquel bando que pueda emplear plenamente el potencial del universo será el ganador.

Una estatua con forma de un ser estilizado, cubierta por ropa que tambien parece estar hecha de roca pura y alada hace acto de presencia. Su complexion y la forma de moverse puede parecer nada gracil y dificultosa, sin embargo notas que sus movimientos son livianos y que puede adquirir una velocidad sorprendente para estar hecha de piedra.

Atenta escucha como Lord Lorknar, que parece hablar en nombre de una entidad superior, les anuncia que una gran guerra se avecina y que se ofrece a prestarles apoyo pese a ello.

La figura angelical asiente y gira su rostro hacia el ser morado que se ha sentado frente a ella. Sin gesticular ni emitir sonido "fisico" se puede escuchar perfectamente en la habitacion.

- "Supongo que eso convierte a nuestras razas en... "compañeras" cuanto menos."

La Óptima Emperatriz había escuchado al representante de los amos de la galaxia con una expresión facial neutra. Estaba acostumbrada a mantener ese porte erguido, elegante pero poco expresivo para que su reacción no pudiera ser usada en su contra. En verdad estaba asombrada por estar allí; era una de los primeros indirilios en mucho tiempo en tener contacto directo con Orión. Había sido afortunada de ser la máxima representante de su pueblo en ese momento.

Miró con detenimiento la figura rocosa que estaba cerca de ella. Una alienígena. No estaba segura de cómo debía dirigirse a ella, pero era una hija de Orión, igual que todos los indirilios. Si tenía a esa estatua alada delante, significaba que podría haber más especies desconocidas en lo ancho de la galaxia. Y ahora, con la ayuda de la infinita sabiduría de sus amos, podrían salir del planeta y explorar las estrellas.

La idea era extraña. Durante muchísimo tiempo, los artistas habían conjeturado con historias apasionantes cómo sería el viaje interestelar. Ahora Minosa tenía la certeza de que sería sangriento, pues había insurrectos que pretendían acabar con el poder del gran Orión. No podía mantenerse al margen: su pueblo había sido elegido para ayudar.

- Tiene usted razón.- respondió a la figura alada haciendo una pequeña reverencia. Su tono era mucho más expresivo que su rostro, casi como si estuviera actuando en un escenario.- Nuestras gentes han sido traídas aquí para cumplir con un propósito superior, y ahora seremos elevadas a las estrellas. Confío en que las relaciones entre su pueblo y el mío serán beneficiosas.- dijo con una sonrisa cautelosa.- Mi nombre es Minosa pin Pali, Óptima Emperatriz por voluntad de los indirilios de toda Inapira.

Dicho esto, esperó a la presentación de la estatua viviente. Tenía que empezar con una educación excepcional para allanar el terreno hacia una alianza.

- Seguro que nuestros científicos y comerciantes harán de ésta una oportunidad dorada.- añadió después.

Con un leve crujido de la piedra sus brazos se posaron sobre la mesa y cruce sus dedos mirando a su contrapartida Indirilia.

- Si, sin dudas nuestros pueblos pueden beneficiarse de nuestro encuentro -descruza los brazos- yo soy Shezzish, La Matriarca. Organizadora y coordinadora del pueblo Marmoreo. Quizas nuestros cientificos militares podrian crear un laboratorio comun e investigar esta nueva tecnologia de la que nos han dotado para fabricar mejores y mas veloces maquinas de viaje*. ¿Estaria su pueblo de acuerdo con ello?

Dice sin mudar la expresion y siempre en esa especie de comunicacion telepatica que parece poseer. Se gira hacia Lord Loknar.

- ¿Y han tratado de entablar dialogo con esos invasores? Quizas podriamos reducir el coste de victimas de ese modo.

-¡No hay palabras amables para los que se oponen a Orion! ¡No puede haber testigos en la lucha por la supervivencia de la galaxia! ¡Cualquiera que no luche a vuestro lado es simplemente otro enemigo que debe ser destruido!

Shezzish levanta un poco la mano y a la que osfijais su rostro habia cambiado a mostrar otra expresion, no sabeis cuando ha ocurrido ni lo habeis oido como el resto de sus movimientos.

- Calma, buen paladin de Orion, solo consultaba. La guerra no gusta a nadie, menos aun a los que mueren. Pero si no puede ser de otra manera, se entiende.

Se gira, nuevamente con el rostro cambiado, hacia Minosa.

- ¿Que me decis vos?

Minosa se apuntó mentalmente el nombre y cargo de la figura pétrea. Ya que iba a ser su aliada, tenía que saber muy bien con quién iba a tratar. Sonrió discretamente cuando se mostró igual de amable y propuso un trato de mutuo beneficio. Cuando volviera a su planeta, la Óptima Emperatriz no sólo tendría que hablar sobre la nueva especie conocida y la guerra que se avecinaba, sino que tendría que convencer a sus científicos de trabajar en las mismas instalaciones que unos alienígenas casi desconocidos. Sería un reto interesante.

- Me parece una idea sublime.- respondió sucintamente con un gesto afirmativo.

La guerra sería inevitable, a juzgar por la reacción del representante de Orión. Ya estaba bien así: no podían dejar que los amos de la galaxia, que habían cuidado de tantas especies, cayeran ante unos traidores.

- La guerra no es grata, sin duda.- respondió cuando se le preguntó su opinión.- Pero hay otras formas de minimizar las bajas. El conocimiento y la supremacía vencen a cualquier ejército mal pertrechado.- dijo con una sonrisa de orgullo.

Se acercó un poco más a Shezzish y se fijó en ella de forma disimulada. Tenía una estructura corporal muy interesante. Seguro que los eruditos encontrarían fascinante las nuevas investigaciones que esta reunión conllevaría.

- Si no hay nada más que añadir, coordinadora de los marmóreos, y con la venia de nuestro anfitrión, regresaré de inmediato a mi hogar. Hay mucho que preparar, ¿no cree?- finalizó caminando hacia atrás lentamente, con cuidado de no pisar su larga falda roja. Cabeceó una sola vez en señal de despedida.- Nos mantendremos en contacto.

Un holomensaje llega al intercomunicador planetario de tu sistema, automaticamente el sistema traduce el lenguaje marmoreo.

"Bienhallada Minosa pin Pali, Óptima Emperatriz por voluntad de los indirilios de toda Inapira, los exploradores de nuestro planeta han hallado uno de los recovecos poblacionales de nuestros enemigos, en esta misiva te adjunto las coordenadas del planeta. Veo perentorio reunirnos y hablar de este tema.

Las bendiciones de tus creencias caigan sobre tu raza.

Atte. Shezzish, La Matriarca."

La Óptima Emperatriz se planchó la falda con las manos, un gesto innecesario pero que le ayudaba a concentrarse antes de hablar en público o de negocios. Se colocó sobre la plataforma que capturaría su imagen y la convertiría en un holograma. Era la hora acordada.

- Cálidos saludos, Shezzish, organizadora de los marmóreos.- dijo cuando el canal de comunicaciones fue establecido.- He recibido su mensaje y me interesa mucho saber qué ha encontrado. Por mi parte debo decir que mis exploradores también han investigado un planeta: está habitado por unos amables indígenas que aceptarán sin dudar una colonización pacífica. He marcado la localización del planeta en nuestra carta estelar.

Hizo una pausa y sonrió amablemente.

- Antes de hablar sobre la posible posesión de ese nuevo planeta, me gustará discutir con más profundidad qué toca hacer ahora que hemos encontrado el hogar de nuestros enemigos.- propuso juntando sus manos a la altura de la cintura.

Como la vez anterior puedes ver la estatua inmovil de la representante marmorea, era algo inquietante estar hablando con una estatua, aunque quizas mas inquietante fuera que esta contestara.

- Ya sabeis, mi buena emperatriz, que mi pueblo prefiere un acercamiento pacifico, sin embargo puedo entender que no lo veais de la siguiente manera.

Le comento que nuestra raza ya ha tomado lo que podriamos llamar... medidas cautelares. Una sonda ha sido enviada al cuerpo celeste C8 con la intencion de comprobar la viabilidad de establecer alli un puesto avanzado para cualquier... contingencia que pudiera acontecer, ademas nos daria carta blanca para ir explorando esa nebulosa que se observa en los cuadrantes inferiores.

¿Le parece bien que procedamos de esa manera?

Quizas seria buena idea que explorarais el cuerpo que se encuentra en el cuadrante G2 -se abre holograficamente el mapa de la galaxia y el punto designado brilla levemente- para que os establezcais alli y podamos realizar un ataque en pinza llegado el caso -dos flechas, una del planeta G2 y otra del planeta C8 y confluyen en la tierra madre de los Cicops.

Eevidentemente los marmoreos estariamos dispuestos a colaborar economicamente a la causa aportando 1$, para sufragar los costes del viaje de exploracion y claro despues el planeta seria colonizado por su gente.

La estatua mueve los brazos con el caracteristico sonido de la piedra al rascarse quedando a ambos lados del cuerpo.

- Con respecto al planeta neutral hayado por su raza, me parece justo que ya que lo han hallado ustedes primero se lo queden, si le parece el proximo que hallemos sera colonizado por los marmoreos y asi alternandonos para evitar descompensaciones territoriales.

¿Esta de acuerdo?

La Óptima Emperatriz escuchó con atención, como siempre con una expresión que podía asemejarse a la de la estatua pétrea que tenía delante por su falta de expresión. Era evidente que las únicas reacciones visibles eran deliberadas. Sonrió con humildad e hizo un leve cabeceo.

- Exploraremos ese cuadrante pero veo bastante arriesgado que mi gente se traslade hasta allí. Lo consideraremos cuando sepamos qué nos espera allí.- dijo señalando G-2 en el mapa- No es necesario que los marmóreos aporten recursos para la exploración; podemos costearla con nuestra propia riqueza y preferiríamos que usarais ese dinero para otros beneficios o que lo ahorraseis para futuro uso.

Hizo una pausa para considerar las siguientes palabras.

- Respecto al sistema Kleir...- señaló en el mapa B-4- ... lo colonizaríamos encantados si no fuera por su clima. Los indirilios estamos acostumbrados a vivir en lugares templados y, según nuestros científicos, una colonia en un planeta desértico sería imposible de mantener en nuestras circunstancias actuales. Así pues, si vuestra gente cree oportuno crear un emplazamiento allí, os concedo vía libre para hacerlo.- miró fijamente a Shezzish y asintió.- Por supuesto, agradecería que, en caso de encontrar un planeta con una atmósfera más adecuada para mi gente, nos lo cedierais como estamos haciendo nosotros ahora.

- A todo esto, mi asesor científico ha preparado para usted los planos que han resultado de nuestra investigación en la navegación estelar.- comentó con una expresión amable.- Seguro que su gente también podrá aprovecharlos para actualizar su flota espacial. Considérelo un gesto de camaradería.

Me estoy haciendo un lio potente con vuestras negociaciones. £Al final vais a aliaros con los Florps o no?

Un holomensaje llega al intercomunicador planetario de tu sistema, automaticamente el sistema traduce el lenguaje marmoreo.

"Muy provechosos dias, los exploradores de nuestro planeta han hallado un planeta que se adecua a las caracteristicas de lo que en su momento nuestras lideres acordaron, deberiamos reunirnos y hablar de este tema.

Las bendiciones de tus creencias caigan sobre vuestra raza.

Atte. Arthotep, el Cristalino"

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En las oficinas de tu ministerio de la guerra se recibe un mensaje cifrado por los marmoreos con una clave acordada entre los ministerios de ambas razas.

Una vez descodificado puedes comprobar que es una solicitud de apoyo a unas maniobras hostiles contra el planeta Cicop.

El holograma representaba a una figura distinta a la esperada. Como en el caso de los marmóreos, el liderazgo de los indirilios había cambiado. Un hombre fuerte apareció con cara de pocos amigos y los brazos cruzados.

- Hola, Cristalino.- saludó saltándose buena parte de los protocolos.- La anterior Óptima Emperatriz, que tuvo ciertas... complicaciones de salud, envió exploradores al planeta que se acordó y allí descubrimos el planeta natal de los alienígenas con forma de árbol.- explicó con cierto tono hostil.- Lo descubrimos básicamente porque nos recibieron a cañonazos y, bueno, tuvimos suerte de salir de allí. Así pues, hemos encontrado a nuestros dos enemigos. Como Óptimo Emperador de los indirilios, aceptaré esa alianza militar sin ninguna duda.

Alguien le pasó un dispositivo de lectura y echó un vistazo al informe.

- Por otro lado, esos Florp no me sugieren ninguna confianza. Minosa fue una estúpida al hacer tratos con ellos; es evidente que está jugando a dos bandas para sacar provecho de todos nosotros y después traicionarnos. Ese error le costó a Minosa la vida...- carraspeó y miró a su interlocutor con una expresión fría.- Que murió plácidamente en su lecho, claro está.- añadió sin intentar ocultar la mentira.- He iniciado los preparativos para que nuestros mejores espías saboteen a nuestros enemigos. Primero escucharé tus sugerencias, Artho... Arth... Arhot... Cristalino.- dijo finalmente.

Se oye un carraspeo mental antes de que el anciano Arthotep comenzara a hablar.

- Bien, sugeriria, comenzar por los Cicops ya que fueron los primeros en ser descubiertos, ademas nos hemos estado preparando para este momento y cabe dentro de las posibilidades aplastarlos de un solo golpe -se queda mirando al vacio unos segundos y luego fija su mirada otra vez- hum... me informan de que quizas los gastos son un poco elevados para que su raza los asuma sola ¿Necesitarian apoyo financiero?

Parece que de momento deja a un lado el tema de los florps.
 

Cilese, el nuevo líder indirilio, escuchó con un porte impasible. Hizo un leve gesto con un solo dedo a alguien que quedaba fuera del holograma, dando una orden clara.

- Embarcaremos en naves de infiltración a dos equipos especializados en el espionaje rumbo a Ukrus, el hogar de esos cicops. Nuestros fondos serán suficientes para costear la operación, aunque, dada la distancia entre nuestros planetas, quizá les sea un poco complicado llegar sin ser vistos. Pero no te preocupes, anciano; son profesionales.

Se echó hacia atrás el pañuelo que llevaba en la cabeza, sin acabar de destaparse pero dejando que sus ojos fueran más visibles. Su mirada refulgía con orgullo.

- Podemos sabotear sus defensas e incluso sembrar el terror entre la población para que un ataque sea efectivo, pero solo si tus tropas atacan en seguida. Si no, será mejor recabar información o robarles algo de valor. ¿Qué será?