Partida Rol por web

- Honorato, todo esto me huele fatal - dijo Antoine al híbrido -. Bigotitos ha accedido al puesto de heredero. El jardinero ha cascado. A mí me han robado hasta las bragas. Los números no me salen. Digamos que queda claro que el gato robó al heredero. Quizás nos lo propusiste a ambos, eh, ¿bribón? O ha actuado por su cuenta. Está claro que está más callado que un muerto y no suelta prenda. Y diría que si ha accedido al cargo de heredero, exponiéndose de ese modo, es porque él tiene las llaves. Yo tenía miedo, así que me guardé las espaldas, lo cual no ha impedido que alguien me robe, alguien que no es Bigotitos. Y Machete ha muerto y diría que ha podido ser a manos de Norman. Eso te deja a ti y a Don Vómitos, como posibles autores del robo hacia mi persona, pero prefiero confiar en ti, y pensar que ha sido cosa de él. O quizás me equivoque con Norman, que siempre me ha parecido un mentiroso y un oportunista. Sea como sea, somos cinco y las cosas empiezan a ponerse feas. Si queremos salir de esta, debemos estrechar lazos entre nosotros o cascaremos rápido. Habría que convencer a Norman para que ataque o robe al gato. Y nosotros deberíamos encargarnos de Norman y del Vómitos. O si Norman se encarga del Vómitos, nosotros ocuparnos de Norman y de que Bigotitos no pueda escapar. ¿Cómo lo ves?

Pienso como tú querida amiga....sin duda Bigotitos empleó la noche en pedir un cambio del testamento, y eso tiene que ser porque tiene las llaves....además esta muy callado la bola de pelos esa. De Norman no me fio, dice una cosa y hace otra.
Por mi perfecto que nos encarguemos de todos, pero ahora es decisivo, y no defenderse es una muerte casi segura...pero el que no arriesga no gana...asi que....yo dejaria que Norman matase al vomitos....pero....lo mismo nos engaña.
Prometo solemnemente por el tanga que me han puesto esta noche estos cabrones mientras dormia, que a ti Antonia no te voy a tocar un pelo.
Y a bigotitos no le propuese nada...no se hablar idioma gatuno

- Yo también juro no hacer nada que te perjudique o que se me ponga la cara de Carmen de Mairena - dijo Antoine estrechando firmemente la mano de Honorato -. Sea como dices, o nos arriesgamos o palmamos. No hay mucha más cera. Ya iremos comentando los detalles.

Antoines, tras su breve desayuno, se sentó en una de las mesas de la cubierta, sacó un paño estrellado de uno de sus bolsillos, la bola de Swarovsky de otro y los colocó sobre la mesa.

Puso ambas manos sobre la bola y una ráfaga de humo pareció agitarse en su interior. Antoine, murmuraba.

- Señor Machete. Aquí, Antoine, desde la Tierra llamando al más allá. Siento mucho lo que le ha ocurrido. ¿Sabe quién es el hijo de mala madre que se lo ha hecho? Me gustaría poder dar algo de paz a su alma y un poco de justicia al mundo.

Hola amigo Alberto...veo que ya quedamos pocos y va siendo necesario hacer amigo ¿que opinas?
He pensado en ti porque que caes bien y me gusta tu estilo de ropa...quizás me prestes alguna.
El caso es que viendo el percar vengo a proponerte un pacto de no agresión...ni tu me pegas ni yo a ti...pues viendo los perlas que hay aqui bastante tengo con preocuparme de ellos.

¿que me dices amigo?

Marramiau, yo no tengo la llave. Ya me gustaría, sin ánimo de ofender. Y me temo que este turno me esconderé no vaya a ser que reciba un ataque del vomitador. Espero que me entendais, miau.

Alberto llegó a cubierta con una botella de Tequila en la mano, buscando a su compañero azteca para un desayuno al son del alcohol. Pero pronto encontró su cuerpo acuchillado.

No!!! Mi compañero de bebidas matinales. Ahora quién me dará un posición para que no vomite... huuh.. El inevitable vómito llegó para decir buen día, yu sin querer cayó sobre el cuerpo de Machete. Perdón, perdón mi compañero yo... Otra descarga terminó de empapar el cuerpo en vómito.

Yo?, pero si soy mas bueno que Pichichus en sillade ruedas! A quien le voy a pegar? Si me la paso todas las noches encerrado en lavaropas para que no me fajen!

Trato hecho, asi por lo menos descansaremos tranquilos! Voy a buscar algo de ropa para prestarte compañer...o...a...

Hoy tenía pensado ir a los camarotes, al menos por el día. Por la noche ya se vería, pero lo que tenía claro es que me iba a pasar todo el día ejercitando en algún lado. Necesitaba tonificar mis músculos, los cincuenta centímetros llegarían antes de la noche, estaba seguro, así que una buena inyección y algo de correr (más de lo primero) me proporcionarían lo necesario.

Una helada sensacion llega por el hombro del esoterista y como si de un simple susurro se tratara; un susurro con mucho peso eso si, escucha por su peluda oreja derecha un nombre que responde a su pregunta:
-Bigotitoss...-Y tal como llego la el frió se disipo marchándose por proa.

Y por fin llegó la cena. Algo ligero a base de ensalada y verduras variadas.

- También he traido algo de la región según creo.- Dice el mayordomo mientras porta varias botellas de Whisky, sí de Malta.

Ayyy si wiski...echeme uno Hambrosio

Ante la visión de Alberto profanando con su vómito el cuerpo de machete, el rostro de Antoine adquirió una tonalidad verde.

- ¡Por todos los demonios! Pero, ¡qué hace! - exclamó -. Sí, póngame a mí también otro whiskey. Lo voy necesitar para superar esto - dijo para una vez servido, tomárselo de un trago -. Jamás había visto nada igual. Pobre hombre. Uno no se merece eso, ni siquiera después de muerto - dijo al tiempo que le recorría un escalofrío, exactamente igual al que le había recorrido hacía unos minutos cuando la voz del difunto le había susurrado al cogote.

Perdón!!! Perdón compañero! Yo no... buajjhjh... Alberto trataba de limpiar el cadaver, mientras derramaba mas vómito. Finalmente desistió, y tapó al difunto Machete con su propia camisa.

Todos nos despertamos a orillas de Túnez...¿Todos? Todos no amigos. Hay alguien que no se ha levantado...Ni nunca se levantará más.

- Buenos días caballeros. Como de costumbre, el desayuno está servido. Y les vuelvo a recordar que no dején cadaveres por el suelo, ya que pueden ocurrir accidentes graves que se pueden evitar con un poquito de orden y limpieza.

¡¡¡NORMAAAAAAANNNN MCFLYYYYYYYYYYYYYYYYYY!!! Oh por favor, le han metido una escoba por el...por el...Ya saben, por ahí detrás. Y encima le han rematado tirándole una mancuerna a la cabeza. Yo estoy muy enfadado, es la segunda escoba que tengo que comprar en este crucero.

¡¡¡HONORATOOOOOOOOOOO!!! ¡¡¡HORACIAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! Esta pérdida vale por dos; y ahora sí que nos quedamos sin mujeres...Aunque bueno, Horacia no es que fuese precisamente una top model...¡Pero a Norman le gustaba! Ahora estarán los dos ahí revolcándose como conejos en el cielo. Le o La dispararon con un revolver de esos de las pelis de yongüein; siete tiros. Encima recargaron para usar la última bala en su entrepierna. Debió doler, tuviese lo que tuviese en la entrepierna.

Los demás tengan cuidado.

He fregado el suelo, no se escurran.

Antoine se encontraba en cubierta admirando desde la borda las costas de Túnez y su estómago empezaba a sacar extraños ruidos fruto del hambre. Un nuevo día, la luz del sol... Dentro de poco todos aparecerían en cubierta y con ellos el mayordomo, anunciando el desayuno.

Y así fue, pero el menú dado por este hizo que Antoine palideciera intensamente y se aferrara con una mano a la barra de la borda.

- Honorato - musitó -... Él, ella, ello... No, no puede ser. Y Norman.

Tambaleándose levemente, se acercó a la zona en la que ya estaba el café humeante y se sirvió un largo café solo bien cargado. Necesitaba entrar en calor para quitarse de encima el frío que había invadido sus huesos. Lo bebió poco a poco, sujetando la taza con ambas manos.

Después, se sentó en una mesa, sacó su bola y su pañuelo estrellado y se preparó para intentar despedirse de aquellos que ya habían partido.

- Honorato, Norman... Tened buen viaje. Y tú también, Horacia - dijo.

- Honorato, Horacia... ¿Có-cómo es posible? ¿Qui-quién os ha hecho esto? - Antoine tenía los ojos brillantes y una lágrima cayó por su mejilla. Iba a echar enormemente de menos a aquel ser capaz de hacer de lo más triste un verdadero espectáculo de humor -. Si de algo puedo dar fe, es de que cumplí mi palabra y no he tenido parte alguna en tu asesinato. Ni en el de Norman, todo sea dicho de paso. Pero debo averiguar la verdad, y para eso, necesito que antes de que te vayas al más allá, me digas qué hiciste anoche. ¿Mataste tú a Norman? Si me oyes y puedes responder, hazlo. Si no, intentaré averiguar yo la verdad y hacer justicia. Y da recuerdos a Candela. Te voy a echar mucho de menos - dijo con la voz ahogada por la emoción.

- Norman - llamó Antoine al tenista a través de su bola de Swarovsky -. ¿Qué te ha pasado? ¿Cómo es que has muerto? Dios, no me lo puedo creer. Y te juro por la memoria de mi madre, que en paz descanse, que cumplí con mi parte del trato y nada he tenido que ver con tu muerte o la de Honorato. Pero quiero saber la verdad, saber si alguien os ha traicionado y si ese alguien sigue vivo y, entonces, hacer justicia. Norman, si me escuchas y puedes responder, dime, ¿qué hiciste tú anoche? ¿Has tenido algo que ver con la muerte de Honorato? - la voz de Antoine sonaba triste. La soledad empezaba a pesar en él.

Unos pensamientos del mundo terrenal me interrumpen. Es Antoine, así que sigue...Ah, no te preocupes, aquí no se está tan mal. Pero tengo claro que no hay otro culpable que se Antonio Forges. Si me preguntas sobre Honorato, sí, fui yo. Por dos razones. Le explico con voz animada. La primera es que no me fiaba de él, o ella mejor dicho. Pensaba que caería esta noche en sus manos, lo veía en sus ojos. Me equivoqué, pero al menos tenía una razón para ello: ahora ando buscándola por aquí. Me río con soltura. Disfrutaré de su cuerpo toda la Eternidad. Añado con tono joscoso. Por cierto, no te fíes de ese Borges. Y....coño, que te lleves esa maldita herencia. Te aseguro que de no haber podido hacerme yo con ella, espero que lo hagas tú. Te lo mereces, y yo me merezco un buen masaje en los dorsales, puede que así y una dieta rico en hidratos...mi voz se pierde en la lejanía...