Partida Rol por web

Nada mas entrar y casi sin darle tiempo el mago suelta su parrafada , nada mas acabar Fenestir saca una espada bastarda de bella factura y un broche que desde luego no parece ser mundano .

Podeis ver esto , seguro que esa escoria de hielo no llevaba esto por que fuese hermoso . La pena fue la cota de mallas , malditos guardias seguro que se la han quedado ... termina escupiendo ante la inutilidad de los hombres de la ciudad .

 Caigo inconsciente luego de recibir los golpes del líder del grupo. 

Un tiempo después, aunque no se cuanto, una parte del dolor pasa y poco a poco recupero mi conciencia. Frente a mí se encuentra Ingrid, que poco después desaparece de mi vista. Me toma unos momentos levantarme y percatarme de lo que sucede a mi alrededor, por lo que, aún un poco atontada, sigo al grupo en su carrera.

-Sí, por fortuna para tu persona, los dioses quisieron cruzar nuestros caminos de nuevo--asiente Ingrid sentándose sobre la cama de Mallon y haciendo un gesto a Suka para que se recueste a sus pies--Al salir del Templo de Zilchus ya nos dimos cuenta de que algo no iba bien, pero entonces preferiste desaparecer en un santiamén.

La druida albina acaricia con cariño el lomo de la loba y luego prosigue:

-La verdad es que no tenemos intención alguna de quedarnos en este lugar, por lo que tampoco es que nos preocupen demasiado esos bárbaros del hielo. De todos modos, todavía no nos has contado por qué intentaron matarte. ¿Qué es eso de lo que hablas? ¿Se trata de información o de algún artefacto?

El semielfo, nervioso y tímido como siempre. Mira fijamente a Stumred tras su sarcástico comentario. El mago empieza a sudar y a darse extraños golpecitos con sus huesudos dedos en la nuca.

Después mira a Ingrid mientras esta se sienta en su cama y con algo de temor a Suka, después comienza a hablar.

- Disculpad que me esfumara tan repentínamente, pero como ya habéis podido comprobar, temía por mi vida. - tras una breve pausa para secarse el sudor. El mago se balancea nervioso y comienza a hablar en voz baja. - Veréis, hace unos meses, mi maestro y yo hicimos ciertas averiguaciones sobre unos artefactos bárbaros. - Vuelve a hacer otra pausa. - En este momento tengo información relevante acerca de uno de estos artefactos y he de suponer que hay quienes desean que estos artefactos sigan perdidos o bien usarlos para su propio beneficio. Es por eso que intentaron acabar con mi vida.

Tras una pausa más larga, en la que podéis ver al mago visiblemente incómodo, su voz se torna más sombría.

- Señorita,- dice dirigiéndose a Ingrid - por supuesto que no deberían permanecer en este oscuro agujero por mucho tiempo. Pero créame, al salvarme la vida, han puesto la suya en peligro y salir de la ciudad no será fácil.

Mallon se relaja por unos instantes esperando vuestra reacción mientras busca algo en un tosco baúl.

Sabes que Karasten Meldraith es un viejo mago que vive en una apartada residencia de la Bahía del Colmillo Blanco (White Fangued Bay). Es de origen Nyrondés, pero siempre ha estado muy interesado en las leyendas Suelias.

Se dice que aparenta ser más viejo y débil de lo que es realmente.

Después de escabullirse de la guardia de Rookroost Baern se mantiene con el grupo siguiendo al pobre semielfo hasta su guarida. Una vez allí escucha en silencio las explicaciones de este y las respuestas que da a las preguntas de sus compañeros.

- Pues si estamos en peligro sera mejor descansar un poco y reponernos de las heridas. Que no se avosotros pero a mi por lo menos me han dejado peor que a un iglu cuando llega la primavera -

Recordad , estos dos objetos los llevaba el desgraciado ese de los hielos . Vuelve a insistir Fenestir , seguro que son de utilidad si sabemos que son . En cuanto a salir de aquí cuanto antes mejor , no estamos en nuestro ambiente , las casa nos oprimen y al guardia no sabemos de que lado estan , así que cuanto antes salgamos al campo mejor .

Helden escucha con atención las palabras de Mallon y del resto de sus compañeros. Al mismo tiempo, observa los objetos que Fenestir sustrajo, y ciertamente parecen poco usuales.

Una vez el semielfo termina de hablar, el bárbaro le hace algunas preguntas más:

- ¿Puedes contarnos algo más de esos artefactos? ¿Qué función tienen? Quizás podamos ayudarte en tu empresa.

-Sí, por favor. Cuéntanos qué descubriste y a lo mejor podríamos ayudarte de algún modo--asiente Ingrid apoyando a Helden.

Luego, recostándose de lado sobre la cama a la vez que hace un pequeño escorzo, la druida trata de observar mejor los objetos de los que habla Fenestir.

-Sabrala podría estudiarlos esta noche. Si son mágicos o pueden servirnos de algo, ella lo sabrá con certeza.

Fenestir esperando que Sabrala pueda poner luz en los objetos se sienta a satisfacer su curiosidad sobre lo que antes ocultaba el semielfo y sobre todo por saber algo de los artefactos que sin duda su tribu acogerá con sumo grado .

- Como siempre haremos lo que diga nuestro amado lider que aun no se quien es por cierto pero por mi si nos quedamos a descanar y el elfon nos da algo de comer estaria encantado -

El semielfo  encuentra tres viales en su baúl, de los cuales ofrece uno a Sabrala.

- Toma cielo, te vendrá bien para curar esas heridas. - dice mientras observa las horribles marcas que ha dejado la batalla en la dulce barda.

Acto seguido, su mirada se dirige al ensangrentado enano y sin mediar palabra le ofrece otro de los viales. - No soy un elfo señor. Haré lo que esté en mi mano para ayudaros.- Dice con cierto aire de indignación.

Con todo el estrés que ha generado, el mago no se ha percatado de que Fenestir tiene la posesión de ciertos objetos dignos de ser estudiados. - ¡Oh! Bella factura la de esta espada... y este broche... uhhm... ¿Puedo echarles un vistazo? - pregunta tímidamente.

Por un instante, Mallon vuelve a ponerse muy nervioso, tiembla y gesticula vágamente con sus dedos mientras habla. - Mi maestro no me ha autorizado a hablar sobre ello, sólo os puedo decir que están ligados a la cultura bárbara y que por tanto quizá os interese lo que tengo que proponeros... - absorto en su pensamiento, el mago vuelve en sí y continúa su discurso.- Conozco la localización de una de esas reliquias,es decir,  tengo un "mapa del tesoro". Mi intención es ir allí para estudiarlo y llevar las noticias a mi maestro. Si estáis interesados, podría ofreceros ese mapa a cambio de que me escoltéis hasta allí. - hace una breve pausa para tomar aliento, sus palabras parecen inseguras. - Todo lo que encontremos, incluida la reliquia, serían para vosotros...

Dicho esto, parece relajarse un poco y toma el último vial. - ¡Glup!

Fenestir no parece en principio dispuesta a dejarselas , pero al ver que ofrece ayuda a sus compañeros , se los muestra .

Toma miralos , dice de forma seca . En cuanto a lo del mapa , si la reliquia es para nosotros a mi me interesa , todo lo que sea hacer que los Fruztii sean mas poderosos y puedan madar sin problemas sobre la escoria debil es mi objetivo , ahora te lo aviso antes de salir , si me engañas te mato . Dijo en tono severo y seguro .

- No se nada de reliquias excepto que suelen pagar un buen dinero por ellas. Sera este uno de esos casos?. Por que desde luego esta claro que necesitas unos buenos guardaespaldas - le digo al "elfo" mientras me bebo el vial que me ha dado.

El relato de Mallon alimenta mi curiosidad y el deseo de emprender el viaje. Reliquias, tesoros, y un asunto importante que involucra a nuestra raza.

Miro el rostro de mis compañeros y las palabras de algunos de ellos, y también parecen convencidos.

- Está bien Mallon, trato hecho.

Baern se siente atraído por la historia de Mallon pero una sombra de desconfianza vuela sobre su futura decisión.

"Los problemas de los conjuradores no suelen acabar bien y si te involucras en ellos, tu acabarás peor... Pero ya estás involucrado, y si la misión sale bien tal vez nos beneficie mucho,...Cuidado! mira hacia aquí."- piensa mientras le observa.

- Muy bien, si todos estáis de acuerdo me apunto.- Asiente Baern.

Ingrid parece pensárselo un poco más. Durante un buen rato, la druida albina permanece en silencio acariciando a Suka hasta que por fin suelta un profundo suspiro y luego expresa sus pensamientos en voz alta:

-Está claro que tenemos objetivos comunes. No obstante, antes de comprometernos a nada, creo que deberíamos conocer más detalles sobre la excursión a la que nos has invitado. ¿A qué peligros nos enfrentamos y qué diantres son exáctamente esas reliquias de las que hablas?

-Sí, ya sé que tu maestro no te autoriza a explicarte mejor, pero no pretenderás que aceptemos una oferta tan extraña así a lo loco, ¿verdad?